domingo, 27 de febrero de 2011

Petróleo

Aunque no peligra el suministro para España en ningún caso, tal y como ha subrayado esta semana la Comisión Nacional de Energía, el alza sostenida del oro negro, sumada a la que ya existía en las materias primas internacionales, tendría graves consecuencias para la aún maltrecha economía española.
De acuerdo con los últimos datos de la Agencia Internacional de la Energía, esta fuente primaria supone el 46,6% de las necesidades de nuestro sistema productivo.
Según el análisis realizado por Ernst & Young para LA RAZÓN, con el petróleo brent, de referencia en Europa, a 120 dólares por barril, el producto interior bruto español se desplomaría un 0,8%, mientras que la inflación aumentaría un 1,3%, hasta el 4,3% en 2011, partiendo de la cota del 3% en que cerraron los precios en el ejercicio pasado.
Como recuerdan los analistas de Banco Sabadell, el impacto de la inflación en la eurozona no sólo ha venido por el lado de la masa monetaria, sino que la subida en el nivel de los precios ha llegado, sobre todo, derivada por el alza de los precios del crudo. «Curiosamente, las subidas del euro frente al dólar han llevado en los últimos dos años a subidas en el IPC, lo que implica que el efecto a la baja de la divisa en los precios de importación ha quedado anulado por el encarecimiento de la energía», sostienen desde la entidad crediticia. Si nos remontamos a 2008, el incremento del precio de la energía contribuyó a un encarecimiento de las materias primas agrícolas, fomentando el repunte de la inflación, ya que la partida de «alimentación» representa cerca del 18% de la cesta de referencia de los precios en la eurozona, y es el componente que más pondera.
A este respecto, los analistas subrayan que «la relación entre los precios del petróleo y los de los alimentos comenzó a ser evidente a partir de 2008» y, como se muestra en las gráficas superiores, los precios de estos productos básicos anticipan tres meses parte de la evolución intermensual de los precios.
En este sentido, la suerte está echada. No obstante, tras los movimientos favorables de Arabia Saudí para aumentar su producción, y a la espera de que la OPEP decida «abrir el grifo», el cierre de la semana nos dio un respiro, al situarse la cotización del crudo Brent en 112,14 dólares por barril, lejos de los 120 dólares, aunque supone un aumento del 9,3% desde la semana anterior.
El Texas estadounidense tuvo una apreciación inter semanal del 13,5%, al terminar la jornada del viernes a 97,88 dólares/barril.
Mientras, los economistas españoles también siguen con atención el debate que se vive en el seno del BCE, por las graves conscuencias que tendría para España una subida de tipos antes del segundo semestre.

El drama de una subida de tipos.
La presión que ejerce el precio del petróleo sobre la inflación está llevando a algunos miembros del BCE a reconsiderar el mantenimiento de los tipos de interés en la eurozona hasta el segundo semestre de 2011. Una subida de tipos tendría malas consecuencias para España en estos momentos.
Con la economía aún renqueante, aumentaría los costes financieros para las familias, las empresas y el Gobierno, muy endeudados en este momento. También supondría un importante freno para la incipiente recuperación del consumo que parece atisbarse en este momento. Además, apreciaría el euro, lo que perjudicaría las exportaciones.

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