lunes, 28 de febrero de 2011

Fracaso escolar y escolaridad fracasada

JOSÉ A. DE TORO SÁNCHEZ - Ciudad Real - 27/02/2011. El País.
No hace mucho los ministros europeos de Educación se reunían para hablar de "fracaso escolar", definido como el porcentaje de estudiantes que no acaban la ESO o, en otra variante, no obtienen un título de grado medio.
Este es, sin duda, un problema importante en España, pero menos grave que el "fracaso de la escolaridad": la incapacidad para escribir, comprender, operar, razonar de los que sí superan esas etapas educativas.
Es trivial arreglar el primero de estos "fracasos" a expensas del segundo: ¡se rebaja la exigencia hasta que entre el porcentaje deseado y listo!
Como no podía ser de otro modo, la pobre formación adquirida en Secundaria no ha tardado en repercutir en el nivel de la enseñanza universitaria.
Pero no hay problema: en el recién presentado informe.
La Universidad en cifras 2010 se concluye con complacencia que el rendimiento de nuestro sistema universitario se encuentra entre los mejores del panorama internacional (con un 79% de "éxito" matriculados, frente a un 70% en la OCDE), ¡y además con poca inversión!.
Hasta que llegue una prueba de referencia (análoga a PISA) y se nos caigan los palos del sombrajo.
El proceso de socialización de la educación culminó con éxito hace años, y los escasos intentos de progresar en la segunda fase, la "búsqueda de la excelencia" que dice el ministro de Educación, son rápidamente ahogados por la oposición de cierta pedagogía igualitarista-a-la-baja, pero supongo que biempensante, al grito de ¡segregación, elitismo!

Anatomía de un fracaso


A su diferencial negativo de desempleo y renta, Andalucía ha añadido la corrupción, el clientelismo y la dependencia.
De aquella esperanza a este desencanto han pasado 31 años de incuria.


Aquel 28 de febrero de 1980, cuando una sacudida de rabia y de agravio quebró en Andalucía el modelo de una España de dos velocidades, la autonomía era un sueño de igualdad solidaria en el que los andaluces veían una salida al subdesarrollo.
Rara vez este pueblo se ha comportado con tanta fe en sí mismo, con tanto optimismo histórico; aquel ramalazo de determinación rebelde cambió el proyecto de convertir la nación en un Estado confederal disimulado.
Tres décadas después, aunque la inversión de decenas de miles de millones de pesetas y euros —procedentes de fondos comunitarios y transferencias de renta interna— ha corregido parcialmente los desequilibrios de partida, Andalucía sigue muy por debajo de la media de crecimiento española y europea.
El fracaso del régimen autonómico es patente en su falta de influencia en el concierto nacional y en las preocupantes tasas de desigualdad que continúan dominando su horizonte social y económico; y a su diferencial negativo de desempleo, riqueza, educación y productividad ha añadido inquietantes señas de identidad que amenazan con convertirse en un nuevo estereotipo: la corrupción, el clientelismo y la dependencia.

El escándalo clientelar de los EREs ensombrece la autocomplaciente fiesta oficial que conmemora aquel referéndum decisivo. La autonomía apenas es hoy para los andaluces una inmensa máquina de poder al servicio de la hegemonía de un monocultivo político.


El recién descubierto método de fraude masivo en los fondos de desempleo retrata el sistema de trustsocial con que la Junta y el PSOE han establecido su longeva supremacía: un procedimiento de compra de voluntades mediante el manejo opaco de fondos públicos distribuidos a discreción con criterios de estricta complicidad y sumisión al padrinazgo partidista.
Sindicatos, asociaciones, patronales, y hasta cofradías; el mundo universitario y cultural, la vida laboral y cualquier forma de sociedad civil han sido anestesiados a través de un complejo tejido de subvenciones y ayudas que ha diluido toda energía de regeneración, emancipación o independencia.
La dureza de la recesión ha provocado, empero, un sentimiento generalizado de frustración que el régimen ya no puede paliar por falta de recursos con que sostener su derrama.
Al pairo de esa amarga decepción se incuba un visible cansancio que ha cuarteado la estructura institucional y proyecta en los sondeos de opinión pública un creciente deseo de cambio.
Anclada en un marasmo sesteante que presagia el severo retroceso de los precarios standardsde bienestar relativo logrados por la ahora rota cohesión autonómica, Andalucía se enfrenta a un período crucial en el que la voluntad de ganar el futuro colisiona con la inercia de un monopolio de poder en estado terminal que se resiste al desmoronamiento con estertores de paquidermo herido. Ignacio Camacho.

domingo, 27 de febrero de 2011

"El Rey me puso en alerta: '¡Cuidado con Armada!"

JOSÉ LUIS BARBERÍA.- El País.
Francisco Laína, el hombre que ejerció de presidente en funciones durante las 18 interminables horas de ocupación del Congreso de los Diputados, accede finalmente a aportar su testimonio sobre aquellos hechos. Lo hace para EL PAÍS, preocupado por la germinación, en los últimos años, de versiones fantasiosas, erróneas o deliberadamente falsas sobre el 23-F, y consciente de que el tiempo está acabando con los protagonistas y testigos principales de la intentona golpista.
De hecho, él es, junto al Rey y Adolfo Suárez, aquejado de alzhéimer, el único superviviente de la Junta de Defensa Nacional que, una vez finalizado el secuestro de los diputados y del Gobierno, se reunió en La Zarzuela la tarde del 24-F para abordar la crisis.

"En el informe policial se indicaba que el Rey no se recataba en criticar a Suárez y planteaba la conveniencia de un relevo".
"Existió una trama civil: excombatientes, falangistas, algunos empresarios. No tengo pruebas sobre el Cesid".
"Al escuchar la cinta, al Rey se le humedecieron los ojos. Vi cómo le caían dos lágrimas por las mejillas".
"Hay bulos que llevan 30 años por ahí. Que si la Reina quería una junta militar... que si hay cientos de grabaciones...".
"Cuando hablé con Tejero, me dijo que solo obedecía órdenes de Milans del Boch y de Armada, y me colgó el teléfono".
"A Aramburu Topete le pregunté si podía contar con la Guardia Civil. Dijo: 'Conmigo sí pero no sé si obedecerán mis órdenes".
"El general Armada me indicó que el Rey se había equivocado, y que su mensaje iba a dividir al Ejército ".
"Mi impresión es que Armada les engañó a todos: convenció e implicó a Milans y utilizó al Rey".

Licenciado en Derecho, técnico de la Administración Civil del Estado y ex gobernador civil de León, Las Palmas y Zaragoza, Francisco Laína (18 de mayo de 1936, La Carrera, Ávila) abandonó su puesto de director de Seguridad del Estado y la política activa en 1982, pero se mantiene al tanto de la actualidad y sigue con particular interés la evolución del problema terrorista en el País Vasco, su otro viejo caballo de batalla. Sobre la mesa de la sala de estar en su casa de Ávila descansa para la ocasión, subrayado y salpicado de anotaciones, el libro El enigma del elefante, editado hace 20 años por El País-Aguilar. Dice que está escribiendo un libro en el que narra únicamente los acontecimientos de aquellas fechas que él vivió en primera persona y sobre los hechos de los que dispone de pruebas fehacientes.
Ágil de movimientos y con una planta física que parece desmentir su edad, Laína ha cerrado las puertas de la habitación y ya no cogerá los teléfonos en las horas siguientes. No quiere interrupciones mientras desgrana su "verdad" del 23-F, un relato rico en novedades y altamente provechoso que permite hacerse una idea cabal de lo acontecido ese día. Lo que sigue es un anticipo sincopado de su libro y también la respuesta cumplida a la petición de entrevista que este periódico le formuló hace exactamente dos décadas.
A propósito de la atmósfera reinante en los meses precedentes a la intentona golpista: atentados un día sí y otro también, crisis económica, agitación e intoxicación desde los medios "ultras", división interna en la UCD gobernante, dura confrontación política..., el exdirector de Seguridad del Estado guarda en su memoria dos escenas relevantes. La primera de ellas transcurre en una iglesia de Madrid, en el funeral por una de las víctimas de ETA. Francisco Laína descubre con sorpresa que entre los asistentes al acto se encuentra el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero que había sido condenado a una pena irrisoria, pese a haber sido reconocido culpable del frustrado proyecto de asalto al palacio de la Moncloa, conocido como Operación Galaxia.

"Tenía a mi lado al director de la Guardia Civil, José Luis Aramburu Topete, quien ha muerto hace pocas semanas. Le pregunté: '¿Oye, qué hace Tejero aquí, en Madrid?'. 'Ya no tiene mando, está en situación de disponible', contestó. Me quedé pensando que aunque no tuviera mando disponía de 24 horas al día para conspirar. Dejarle en Madrid libre de vigilancia fue un error de los servicios de información".

En la segunda escena, el director de Seguridad del Estado con el Gobierno de la UCD le entrega al presidente Adolfo Suárez un informe confidencial elaborado por los servicios de información policiales. "Antes, se lo había pasado a mi ministro de Interior, Juan José Rosón, pero cuando lo leyó me dijo: 'Paco, esto es muy duro. ¿Por qué no lo despachas tú directamente con Adolfo?".
En el informe, de dos folios, se indicaba que el Rey no se recataba en criticar duramente al presidente Suárez en sus conversaciones con personas y ambientes muy diversos.
Se añadía que el monarca expresaba abiertamente su disconformidad con decisiones adoptadas por Suárez y planteaba la conveniencia de un posible relevo del presidente.
También se daba cuenta de una comida que el general Alfonso Armada, gobernador militar de Lleida y antiguo preceptor del Rey, había mantenido con el responsable de asuntos de Defensa del PSOE y número tres de ese partido, Enrique Múgica, en la casa del alcalde de esa capital, Antoni Siurana.
En el informe se aludía a los asuntos supuestamente tratados en esa comida y a los comentarios suscitados en torno al encuentro. Acudí a La Moncloa a finales de diciembre a entregar el informe. Después de leerlo detenidamente, Suárez guardó un momento de silencio y luego me dijo: "No me cuentas nada nuevo".

Pregunta. ¿El Rey instó a Adolfo Suárez a dimitir?.
Respuesta. [En este punto de la conversación, Laína se ha fumado ya el segundo cigarrillo de la larga ristra que quemará durante la entrevista]. Adolfo nunca me lo manifestó así en las abundantes charlas que mantuvimos antes de que la enfermedad le minara la memoria. De todas formas, Suárez era un hombre valiente y de coraje, y el que le conocía sabía que no iba a arredrarse fácilmente. La irrupción de Tejero en el Congreso me pilló en mi despacho estudiando un informe sobre la construcción de la Escuela de Policía de Ávila, mientras seguía por la Cadena Ser la retransmisión de la sesión de investidura de Calvo Sotelo. Recuerdo que de fondo se oían como un sonsonete los nombres de los diputados llamados a votar cuando surgieron los gritos y los tiros. Antes de cinco minutos sonó el teléfono de comunicación con La Zarzuela, que estaba integrado en un sistema protegido llamado Malla Cero, reservado para las comunicaciones entre las altas instituciones del Estado. Era el Rey. Me preguntó qué sabía de lo que estaba pasando en el Congreso y le tuve que decir que no más que lo que contaban por la radio, aunque le añadí mi sospecha de que ese teniente coronel de la Guardia Civil que acababa de ocupar el Congreso podría ser Tejero, el mismo de la Operación Galaxia.
Como primera autoridad civil, en calidad de presidente de la Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios que asumió las funciones gubernativas, Laína habló esa tarde noche repetidas veces con La Zarzuela, casi siempre con Sabino Fernández Campo, secretario general de la Casa del Rey, pero también con el monarca. "Sobre las 19.45, el Rey me llamó para advertirme: '¡Paco, cuidado con Armada! Te paso a Sabino para que te lo explique'. Sabino me reiteró que sobradamente la advertencia: '¡Ojo con Armada, que está metido hasta las cejas".
A esas horas, el juego del antiguo preceptor del Rey había quedado al descubierto porque, visto que los golpistas decían seguir órdenes de su Majestad y sostenían como prueba que Armada estaba en ese momento en La Zarzuela, el general José Juste, jefe de la poderosa División Acorazada Brunete, asentada en Madrid, había optado por tomarles la palabra y verificar personalmente el dato. Llamó a La Zarzuela, preguntó por el general Alfonso Armada y obtuvo de Sabino Fernández Campo la respuesta que ha quedado para la posteridad: "Ni está, ni se le espera". A partir de ahí, los intentos del antiguo preceptor del monarca de ser llamado a La Zarzuela resultaron infructuosos y la coartada real se fue desvaneciendo. "Reconozco que hasta entonces no había sospechado de Armada. Cuando hablé con Tejero, me dijo que él solo obedecía órdenes del capitán general de Valencia, Jaime Milans del Boch, y del general Alfonso Armada, y acto seguido me colgó el teléfono".

P. ¿Fue el Rey quien le designó presidente del Gobierno interino, como se ha escrito?.
R. Pese a lo que se ha dicho y escrito, la constitución de la Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios no fue iniciativa del Rey ni de Sabino Fernández Campo, sino de José Terceiro Lomba, secretario general del ministro adjunto al presidente. Él se lo propuso a Luis Sánchez Harguindey, subsecretario de Interior, y este a mí. Me pareció oportuno y se sometió a la consideración de Sabino y del Rey. La comisión funcionó por la vía de los hechos, y el Rey no intervino más allá de darle su aprobación y su impulso. Lo que pasó es que como director de Seguridad el que tenía más información de lo que estaba pasando era yo. Sobre el papel, los escenarios se limitaban al Congreso ocupado por Tejero; a Valencia, donde Milans había sacado los tanques a la calle, y a la Acorazada Brunete, pero según avanzaba la noche se advertía cierta inestabilidad en los Estados Mayores de algunas capitanías generales porque, como nos indicaban los servicios de información y los gobernadores civiles, había coroneles y tenientes coroneles que pretendían extender la situación impuesta por Milans en Valencia.
Toda la tarde noche fue un continuo pulso, una dura pelea en la que el Rey y Sabino tuvieron que aplicarse a fondo para sujetar a los regimientos. La obediencia de la Acorazada estuvo mucho tiempo en el aire, al igual que la lealtad democrática de ciertos sectores de la Guardia Civil y de la policía. Lo peor en aquellos momentos, y así se lo dije a los representantes de los partidos, era que la gente saliera a la calle a manifestarse para defender la democracia, ya que esa era la excusa que muchos militares esperaban para restablecer la normalidad y hacerse con el control de la calle. Con Fernando Castedo, director de RTVE, tuve que ponerme muy serio para que acatara mis órdenes.
Pretendía ofrecer una información continuada de todo lo que estaba pasando y a mí me parecía que en una situación como aquella, tan explosiva y confusa, transmitir el golpe en vivo y en directo era una irresponsabilidad que podía alentar a los involucionistas. Contra eso, el antídoto era la normalidad: que los transportes funcionaran, que la gente se fuera a dormir, que los colegios abrieran por la mañana...

P. ¿Hasta qué punto la autoridad democrática contó con la lealtad de las fuerzas policiales?.
R. Vistas las miradas que me lanzaron algunos cuando acudí al puesto de mando del hotel Palace, tuve la sensación de que muchos de los que estaban allí simpatizaban, en realidad, con los ocupantes del Congreso. El gobernador civil de Madrid, Mariano Nicolás, amigo mío, me informaba desde una cabina telefónica que había cerca del Palace -yo oía caer las monedas, mientras me daba las novedades-, porque no se fiaba un pelo de la gente que tenía alrededor. A Aramburu Topete le pregunté si podía contar con la Guardia Civil en el caso de que hubiera que entrar en el Congreso a liberar a los diputados. Su respuesta fue: "Conmigo sí, pero no sé si obedecerán mis órdenes". Por el contrario, el general inspector de la Policía, José Antonio Saénz de Santamaría, me dijo que estaba en condiciones de ofrecerme el pleno apoyo de sus hombres. Lo que no podía ofrecerme eran vehículos blindados, muy necesarios ya que había que contar con que los de dentro nos responderían con fuego real. Todas las tanquetas policiales estaban en el País Vasco.
Además de eso, el problema estaba en que de acuerdo con los planos del edificio del Congreso, que nos costó Dios y ayuda localizar, los puntos más débiles, menos reforzados, de la estructura por los que podíamos penetrar eran justamente los tabiques de las estancias en las que mantenían secuestrados al presidente del Gobierno y a los líderes políticos. Descartamos el asalto puesto que volar esos muros entrañaba el riesgo de herir o matar a los secuestrados. Pero de todos modos, como no quería que Tejero se sintiera tranquilo y seguro, comenzamos a cortarle las líneas telefónicas. Lo hicimos paulatinamente, de acuerdo con las recomendaciones de tres psicólogos llamados por Sánchez Harguindey al ministerio que nos aconsejaban no aislarle totalmente. "Esos hijos de puta me están cortando los teléfonos", se quejó Tejero a su amigo y cómplice el ultraderechista Juan García Carrés en una de las conversaciones telefónicas que intervinimos. Como último recurso, Tejero terminó usando el teléfono del coche del presidente Suárez.
Esa noche, los psicólogos nos adelantaron con gran precisión el momento en el que empezarían las disensiones internas entre los asaltantes y los abandonos. Nos explicaron que al no ser unidades regulares, sino gente diversa cogida a lazo por Tejero "para prestar un servicio muy importante a la patria", sobre las nueve o diez de la mañana acabarían viniéndose abajo. Y es lo que pasó. A esa hora, bastantes guardias empezaban a descolgarse y a salir por las ventanas.

P. ¿Por qué el Rey tardó tanto en emitir su declaración televisiva de condena del golpe y de compromiso con la Constitución y la democracia?.
R. Contra lo que se ha escrito, el problema no fue la ocupación militar de TVE, ya que los soldados fueron retirados bastante pronto, no estarían más de una hora. De hecho, el comunicado que yo emití en mi condición de director de Seguridad antes de que se constituyera la Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios fue difundido por TVE entre las 21.10 y las 21.15 del 23-F. Eso significa, teniendo en cuenta el tiempo que necesitó el cámara para llegar a mi despacho en la calle de Amador de los Ríos, grabar mi intervención y volver, que los estudios de TVE estaban ya libres de la vigilancia militar muy tarde, a eso de las 20.30. Me preocupaba mucho la tardanza del Rey en emitir el mensaje que previamente Sabino me había anunciado. Yo le apremiaba: "Sabino, el mensaje del Rey tiene que salir ya", y él me respondía: "Paco, antes tiene que hablar con todos los capitanes generales, quiere tener todo amarrado". En un momento dado, me preguntó si yo sabía dónde estaba Ángel Campano, el capitán general de la VII Región Militar con base en Valladolid, al que no había forma de localizarle. Llamé al gobernador civil de Valladolid y me confirmó que Campano se hallaba en la Capitanía General, pero, al parecer, no quería ponerse al teléfono con el Rey. Tengo que decir que las órdenes del Rey esa noche fueron impecablemente democráticas. Sabino me apuntaba: "Paco, convendría detener al general Armada", pero yo no podía detenerle, así como así, porque a un militar le detiene otro militar y aquella noche había militares que podían hacerlo.

P. ¿El general Armada siguió pugnando por un Gobierno de salvación nacional después del mensaje real?.
R. Cuando Armada salió del Congreso, una vez que su amistosa conversación inicial con Tejero desembocó en agria discusión, le indiqué a Mariano Nicolás que trajese a Armada a mi despacho. "¿Y si se niega?". "Venga, Mariano", le dije, "que tú eres un tipo bregado y sabes cómo se hacen estas cosas". Armada llegó a mi despacho con su ayudante Bonet armado y muy pegadito a él. A Bonet le dije que saliera de mi despacho y me quedé con Mariano Nicolás y con el subsecretario de Interior, Luis Sánchez Harguindey, como testigos. A esa hora, ya se había difundido el mensaje del Rey, o sea, que era más tarde de la 1.13 del 24 de febrero. Armada me indicó que el Rey se había equivocado, que su mensaje iba a dividir al Ejército y que, en todo caso, ese era un asunto de militares que debía resolverse entre militares. "¿Pero el Rey no es el jefe de las Fuerzas Armadas con arreglo a la Constitución? Lo que tenéis que hacer Milans, Tejero y tú es cumplir las órdenes del Rey", le subrayé. De manea sibilina, vino a decirme que lo mejor era que nos sumáramos al golpe. Al final, al ver que no nos convencía se nos derrumbó allí mismo. Mientras se tomaba un café llamé a Sabino. "Tengo a Armada en mi despacho". Le pasé el teléfono, pero la conversación entre ellos no llegó ni a 30 segundos. Con la excusa de que necesitaría protección y como temía que siguiera enredando -nos había llegado información de que aprovechando las ausencias del jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), José Gabeiras, había estado intrigando por teléfono en las capitanías generales-, le puse una escolta para asegurarme de que iría derecho a su despacho en el Estado Mayor. La cúpula militar, los jefes de los tres ejércitos, manifestaron su lealtad al Rey desde el primer momento y estoy seguro de que actuaron con la mejor voluntad al redactar el comunicado en el que informaban de que asumían todos los poderes para asegurar la legalidad. Antes de difundirlo, lo pusieron en conocimiento del Rey que no autorizó su difusión porque consideró que podía ser mal interpretado.

P. ¿Qué hay de cierto en la versión de que el Rey se echó a llorar en la Junta de Defensa Nacional del día 24 al escuchar la cinta de las conversaciones telefónicas grabadas al general Armada?.
R. Yo no pertenecía a la junta, pero me incorporé a ella por orden del presidente Suárez. Por indicación de él y aceptación del Rey puse para la escucha colectiva la cinta en la que Tejero, desde el Congreso, habla con García Carrés. Teníamos intervenido el teléfono de este último porque era un conspirador declarado que frecuentaba todos los círculos golpistas. En la cinta, Tejero le dice a García Carrés que Armada "ha venido al Congreso porque lo que quiere es la poltrona y le da igual una junta militar que un Gobierno con comunistas. Le he echado de aquí". Al escuchar la cinta, al Rey se le humedecieron los ojos, inclinó la cabeza, se tapó la cara con una mano y al retirarla vi cómo le caían dos lágrimas por las mejillas. Sacó un pañuelo y se secó los ojos. Luego me dijo: "Paco, no sé cómo agradecerte lo que has hecho por la Monarquía y por mí". El cese de Milans se aprobó en la Junta de Defensa, pero no es cierto que en esa reunión Suárez diera instrucciones a Gabeiras para que detuviera a Armada y que Gabeiras se mostrara allí renuente. El arresto de Armada se concretó el día 25, en otro escenario.
A la salida de la junta, el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, me convocó para el día siguiente en su despacho a las 11 de la mañana. "Vamos a detener a Armada y quiero que estés presente en la reunión que voy a tener con Gabeiras y Quintana, pero no intervengas si no te lo digo", me indicó. Llegué con algo de antelación y me encontré en la antesala del despacho con Guillermo Quintana Lacaci, el capitán general de la I Región Militar con sede en Madrid, que había frenado la salida de la Acorazada Brunete y desbaratado el golpe en su región militar. "¿Has visto qué panda de locos y de payasos tenemos?", me comentó, aludiendo a los golpistas. Llegó Gabeiras y empezó la reunión. El ministro le preguntó cómo llevaba el asunto de la detención del general Armada. "Es que no sé hasta qué punto, él...", acertó a decir. "Es un traidor y está en esto hasta las cachas. Hay que arrestarle", le interrumpió Quintana en un tono muy excitado. Entonces, Gabeiras extrajo de una carpetita marrón una orden de arresto contra Armada, pero sin firma y se la pasó al ministro. Este la leyó y le dijo: "No, esa orden no la firmas aquí, la firmas en tu despacho y me la traes", le indicó Sahagún. A los pocos minutos, Gabeiras volvió con la orden ya firmada.

P. ¿Qué decían las otras cintas grabadas aquella noche?.
R. Las únicas grabaciones existentes fueron las obtenidas en las intervenciones de los teléfonos de las casas de García Carrés y de Tejero. No hay más cintas que esas. Teníamos el teléfono de Carrés intervenido porque era el más sospechoso de los ultras, se movía por los círculos golpistas y hablaba a menudo con el director del diario El Alcázar, Antonio Izquierdo, que hizo un gran daño a la democracia. En cuanto me pasaron las cintas ordené detener a García Carrés. La mujer de Tejero se pasó toda la noche al teléfono. Teníamos diez horas de grabaciones de ella con gente muy diversa, incluidos los periodistas Emilio Romero y Luis María Anson. No se podía controlar telefónicamente a los militares a través de los servicios de información del Ministerio del Interior y, a veces, el aviso de la autorización de nuestras solicitudes de intervención telefónica les llegaba antes a los ultras sospechosos que a nosotros.

P. Alfonso Guerra aludió a la existencia de 125 horas de conversaciones interceptadas de los teléfonos del Congreso.
R. Es un cuento. Repito: no hay más grabaciones que las de la mujer de Tejero y las de García Carrés, que se quedaron en la Comisaría General de Información de Manuel Ballesteros. Yo no podía grabar las conversaciones de las capitanías generales o de La Zarzuela: no se me habría ocurrido, habría sido ilegal y, además, ¡buena estaba la noche para cometer errores! Forma parte de todos esos bulos que llevan 30 años dando vueltas: que si el maletín con el que huyó el capitán Gil Sánchez Valiente contenía decretos del futuro Gobierno, que si esos decretos fueron guardados en la caja fuerte del Congreso, que si la Reina había dicho en una ocasión que era partidaria de una junta militar. Todo son fabulaciones y mentiras sin dueño conocido, pero lo increíble es que todavía sigan circulando.
Creo que la anécdota más exitosa del género novelado del 23-F es la que sitúa a Adolfo Suárez en La Zarzuela entre tres capitanes generales. El Rey se ausenta a atender una llamada telefónica y los capitanes militares le instan a dimitir. Cuando el presidente les pregunta que con qué autoridad plantean esa exigencia, uno de los capitanes generales extrae una pistola nacarada -lo de nacarada parece que acentúa la credibilidad del relato-, la coloca encima de la mesa y dice: "Por esto".
Cualquiera que conociera algo a Adolfo sabe que es imposible que hubiera asistido a esa escena y no hubiera ordenado la detención inmediata de ese militar. ¡Pero si cuando viajaba a Valencia le exigía a Milans que acudiera a recibirle y a despedirle al aeropuerto! Jamás comentó algo parecido a eso. Hace unos días, comentaba eso mismo con su cuñado. En estas historietas inventadas, nunca hay un testigo, una fuente, una prueba, pero a fuerza de ser repetidas pasan a convertirse en la verdad de mucha gente.

P. No se expurgó la trama civil, ni se aclaró mucho el papel del Cesid.
R. Existió una trama civil: falangistas, excombatientes nostálgicos y algunos empresarios, pero no había muchas pruebas y tampoco creo que tuvieran un papel importante en el golpe. De lo que no tengo pruebas es de la posible intervención del Cesid en el golpe. Alguno de sus miembros fue condenado. Tenían una gran división interna y el jefe del servicio no controlaba nada. Luego, tras la sentencia, se produjo un ajuste de cuentas: voladuras de locales del servicio secreto, el incendio de la vivienda del padre del comandante José Luis Cortina que falleció a consecuencia del fuego.

P. ¿Cuál es la tesis de Francisco Laína?.
R. Mi impresión es que Armada les engañó a todos, convenció e implicó a Milans y utilizó al Rey.
El presidente del Gobierno provisional en el 23-F llega al final de su relato con el cenicero repleto y el brillo en la mirada, como si el retrospectivo paseo por aquellas horas convulsas, tan trascendentales para la sociedad española, hubiera desatado en su interior un apretado nudo de fuertes sensaciones, sentimientos y afectos. Tres décadas después, Francisco Laína aguarda con ilusión el reencuentro que los integrantes de la Comisión de Secretarios de Estado y Subsecretarios han dispuesto para este 23-F en el Museo Adolfo Suárez y de la Transición en Cebreros (Ávila), la cuna del presidente Adolfo Suárez. Dice que guardará siempre en su memoria el cerrado aplauso que le dispensaron sus compañeros de la comisión gubernativa cuando, tras la firma del llamado Pacto del Capó, los diputados y el Gobierno salieron del Congreso y volvieron a respirar, libres de la amenaza de las armas. Cómo olvidarlo, si aquel fue el único momento en el que el presidente en funciones del 23-F, un hombre de carácter, cedió ante las emociones y rompió a llorar.


Yes

Menos petróleo = Más tipos de interes

A partir de los 100 dólares por barril el riesgo es Libia.
La convulsión en el mundo árabe ha roto la barrera mágica del precio del petróleo. Cuando la revuelta llegó a Egipto el problema se reducía a una eventual tensión comercial en el Canal de Suez pero ahora la crisis ha tocado el corazón de la OPEP y a uno de sus baluartes porque el régimen de Gadafi sólo se puede entender por la garantías de suministro energético desde un país que exporta el 90% de todo el oro negro que produce, cerca de 1,8 millones de barriles diarios.
Cada 10 dólares de subida le suponen a España un incremento de 6.000 millones de euros en la factura petrolífera, prácticamente el mismo coste de las primas a las energías renovables que luego repercuten en el déficit de tarifa o en el recibo de la luz, que para el caso viene a ser lo mismo.
El verdadero peligro del proceso revolucionario que se vive en la otra ribera del Mediterráneo reside en una caída de las cuotas de producción inflamada por el empuje especulativo de los fondos de alto riesgo que siempre están al acecho.
Toda Europa pende del hilo del petróleo y la consiguiente espiral inflacionista que ha empezado a encender la luz roja en Bruselas.
El Banco Central Europeo prefiere mantenerse en calma chicha para no precipitarse con una tormenta que reduciría la oferta monetaria y las expectativas de recuperación.
Pero la incertidumbre se paga cara si se prolonga demasiado.
La crisis del petróleo es el anticipo de una subida de los tipos de interés que no está prevista hasta el último trimestre del año. Si hay que adelantar el calendario la economía nacional puede quedarse descolgada de sus vecinos comunitarios.
Empezar las cosas es tenerlas medio acabadas pero en materia de reformas el drama para España es que no terminen nunca.
JOSÉ ANTONIO NAVAS.

La hipótesis Bono

Hace unas semanas me preguntaron en una televisión acerca de quién sucedería a ZP en las generales. Respondí que el propio ZP.
Mi provocación no fue compartida por los entrevistados. Luego pude comprobar que uno de los que dudaban entre Rubalcaba y Chacón había asumido mi ocurrencia.
Al parecer este analista, como otros del PP, ha llegado a la conclusión de que Rubalcaba está amortizado a causa de su participación en la traición al Estado que supone el «caso Faisán».
¿O acaso el ministro de Interior puede eludir la responsabilidad política que se deriva del chivatazo a ETA que dio un alto funcionario?.
Así que, descartado Rubalcaba y por su escandalosa bisoñez la aspiración de Chacón ¿es un despropósito pensar en la candidatura de Bono después del papel estelar que ha tenido en la celebración del 23-F?.
La presentación del manchego sería una corrección a aquella votación en la que perdió el liderazgo del PSOE por unosvotos.
Correoso hasta la exasperación, buenista hasta la náusea, Bono podría ser el candidato más eficaz para el PSOE y por si le faltara algún apoyo ha tenido el de Villalobos quien, analfabeta ella, ha explicado que le llamó «fascista» a Bono por tener un comportamiento autoritario y prepotente.
Nuestra Hannah Arendt. Una prueba más de la destrucción del lenguaje político.
Porque si una buena parte de esta considera intercambiables los términos derecha y fascismo, la diputada ha llegado a llamar fascista al propio presidente del Congreso.
¿Habrá que ponerse enfermo para librarse del odio reinante?.
Aguirre, fustigada con frecuencia como extrema derecha a causa de su neoliberalismo, está a salvo en estos momentos.
¿No es llamativo que la izquierda haya vuelto a las obsesiones de los años 30 cuando los partidarios de la revolución pendiente pensaban que el liberalismo había sido la fuente del capitalismo y el comunismo?
CÉSAR ALONSO DE LOS RÍOS

¿Dónde está la Alianza de Civilizaciones?

Las revueltas populares contra las dictaduras en el mundo árabe está poniendo en evidencia la inutilidad de la Alianza de Civilizaciones, una costosa iniciativa financiada por España que a estas alturas aún sigue muda. Ni la masacre perpetrada por Gadafi ni los derrocamientos de Ben Ali y Mubarak ni la represión en Irán parecen motivos suficientes para que los burócratas de la Alianza de Civilizaciones se pronuncien.
El Gobierno debería explicar por qué gasta dinero público en hacer el ridículo.

José Luis Rodríguez Zapatero sigue apostando por la Alianza de Civilizaciones, su genuina aportación en materia de política exterior. El Consejo de Ministros acordó este viernes remitir al Congreso dos acuerdos con Naciones Unidas para “reforzar la posición de España” en esta institución. Se trata de la creación del Instituto Internacional para la Alianza de Civilizaciones, que se ubicará en Barcelona, y que exigirá una inversión de 20 millones de euros para los próximos cinco años.
El Gobierno puso en marcha este proyecto en junio de 2010 y el pasado noviembre aseguró su financiación. La Generalitat se comprometió a aportar 9 millones para la rehabilitación del barcelonés Pabellón Sant Manuel del recinto histórico de Sant Pau, que albergará el nuevo instituto. Por su parte, el Ejecutivo central inyectará 12,4 millones hasta 2016 para dotar de actividad al centro.
En total, 21,4 millones que, según la referencia del Consejo de Ministros, contribuirán “a la investigación, la enseñanza, la formación avanzada, el desarrollo de las capacidades y la difusión de conocimientos, a la promoción y desarrollo de la iniciativa de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones”.
En la práctica, se mantendrá un centro con capacidad para 116 personas, 34 oficinas, 64 espacios de trabajo adicionales, becas para estudiantes procedentes de países en vías de desarrollo, y formará a estudiantes de posgrado, posdoctorales y de máster.

El acuerdo con la ONU también recoge “su estatuto legal, las necesidades del Instituto en cuanto a servicios públicos (agua, gas, transporte y otros), la inmunidad e inviolabilidad de las propiedades, fondos y activos del Instituto, así como los privilegios e inmunidades del personal de la Universidad en España”. El Congreso deberá refrendar ahora estos pactos que, para el Ejecutivo, son “importantes para España, ya que refuerzan su posición como impulsor y copatrocinador de la Alianza”, a la vez que “abren una vía de cooperación con universidades en todo el mundo cuyo fin es estudiar e investigar medios para promover la paz”.

La Alianza se salva de los recortes.
Como informó este diario, la Alianza de Civilizaciones se salvó de los recortes previstos en los Presupuestos Generales de 2011, y vio aumentado su presupuesto un 33%. Así, el nuevo centro de estudios recibirá este año su primera transferencia de fondos por valor de 1,5 millones. Cabe recordar que el proyecto de Zapatero también se salvó del duro tijeretazo de mayo de 2010. El mismo día que el Consejo de Ministros daba luz verde a la reducción del sueldo de los funcionarios o a la congelación de las pensiones, aprobaba también el II Plan Nacional para la Alianza.
No obstante, no resulta fácil conocer el monto total invertido por el Gobierno en esta iniciativa, ya que suele responder con evasivas a las preguntas de control parlamentario sobre, por ejemplo, los costes de la organización de los foros de la Alianza. Además, la ejecución de los planes sobre esta materia afecta a prácticamente todos los ministerios, lo que dificulta el seguimiento de las partidas. En septiembre de 2010, en respuesta por escrito al diputado de CiU Carles Campuzano, el Ejecutivo aseguró haber destinado 3,75 millones de euros desde 2005 a la iniciativa, más una contribución 650.000 euros procedente del Fondo de Ayuda al Desarrollo.

Petróleo

Aunque no peligra el suministro para España en ningún caso, tal y como ha subrayado esta semana la Comisión Nacional de Energía, el alza sostenida del oro negro, sumada a la que ya existía en las materias primas internacionales, tendría graves consecuencias para la aún maltrecha economía española.
De acuerdo con los últimos datos de la Agencia Internacional de la Energía, esta fuente primaria supone el 46,6% de las necesidades de nuestro sistema productivo.
Según el análisis realizado por Ernst & Young para LA RAZÓN, con el petróleo brent, de referencia en Europa, a 120 dólares por barril, el producto interior bruto español se desplomaría un 0,8%, mientras que la inflación aumentaría un 1,3%, hasta el 4,3% en 2011, partiendo de la cota del 3% en que cerraron los precios en el ejercicio pasado.
Como recuerdan los analistas de Banco Sabadell, el impacto de la inflación en la eurozona no sólo ha venido por el lado de la masa monetaria, sino que la subida en el nivel de los precios ha llegado, sobre todo, derivada por el alza de los precios del crudo. «Curiosamente, las subidas del euro frente al dólar han llevado en los últimos dos años a subidas en el IPC, lo que implica que el efecto a la baja de la divisa en los precios de importación ha quedado anulado por el encarecimiento de la energía», sostienen desde la entidad crediticia. Si nos remontamos a 2008, el incremento del precio de la energía contribuyó a un encarecimiento de las materias primas agrícolas, fomentando el repunte de la inflación, ya que la partida de «alimentación» representa cerca del 18% de la cesta de referencia de los precios en la eurozona, y es el componente que más pondera.
A este respecto, los analistas subrayan que «la relación entre los precios del petróleo y los de los alimentos comenzó a ser evidente a partir de 2008» y, como se muestra en las gráficas superiores, los precios de estos productos básicos anticipan tres meses parte de la evolución intermensual de los precios.
En este sentido, la suerte está echada. No obstante, tras los movimientos favorables de Arabia Saudí para aumentar su producción, y a la espera de que la OPEP decida «abrir el grifo», el cierre de la semana nos dio un respiro, al situarse la cotización del crudo Brent en 112,14 dólares por barril, lejos de los 120 dólares, aunque supone un aumento del 9,3% desde la semana anterior.
El Texas estadounidense tuvo una apreciación inter semanal del 13,5%, al terminar la jornada del viernes a 97,88 dólares/barril.
Mientras, los economistas españoles también siguen con atención el debate que se vive en el seno del BCE, por las graves conscuencias que tendría para España una subida de tipos antes del segundo semestre.

El drama de una subida de tipos.
La presión que ejerce el precio del petróleo sobre la inflación está llevando a algunos miembros del BCE a reconsiderar el mantenimiento de los tipos de interés en la eurozona hasta el segundo semestre de 2011. Una subida de tipos tendría malas consecuencias para España en estos momentos.
Con la economía aún renqueante, aumentaría los costes financieros para las familias, las empresas y el Gobierno, muy endeudados en este momento. También supondría un importante freno para la incipiente recuperación del consumo que parece atisbarse en este momento. Además, apreciaría el euro, lo que perjudicaría las exportaciones.

sábado, 26 de febrero de 2011

Señales de "pegatina", todo un indicio.

La rebaja del límite de velocidad en autopistas y autovías de 120 km/h a 110, según anunció el viernes el Gobierno, provocará un importante aumento de las denuncias por exceso de velocidad, según diversos expertos consultados por este periódico. Así, Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, calcula que con este cambio se registrarán más de 210.000 nuevas denuncias sobre las 750.000 que se imponen al año. Es decir, se llegará al millón de multas por exceso de velocidad.
Si a las 210.000 denuncias que se prevén con la reducción del límite de velocidad se les aplica la sanción mínima —100 euros—, estaríamos hablando de unos ingresos extras para Tráfico de 21 millones de euros.

Inadecuada e improvisada.
Al margen de esta consecuencia recaudatoria que tendría la medida, Arnaldo subraya que con la rebaja del límite de velocidad no se conseguirá el objetivo de reducir entre un 11 y un 15% el consumo de carburantes. «Para reducir el gasto de gasolina o gasóleo no solo hay que tener en cuenta la velocidad; existen otros factores, como las revoluciones del motor, el estado de las vías, la antigüedad de los vehículos, etc...».
Tras calificar la medida de «inadecuada, poco meditada e improvisada», el presidente de esta asociación no entiende que el Gobierno vaya a cambiar la señalización (unas 15.000 placas) mediante unas pegatinas, «en vez de las habituales señales de acero», que tendrían un coste medio por unidad de 350 euros.

Muamar Al-Gadafi

Durante su discurso del pasado día 21, el presidente libio Muamar Gadafi se refirió a los que se habían rebelado contra él como «cucarachas», un término que chocó a muchos defensores de derechos humanos. «Es la primera vez que oigo este término desde el genocidio de Ruanda en 1994», dice Peter Bouckaert, investigador de Human Rights Watch enviado a Libia estos días. «Ciertamente, esto todavía no es un genocidio, pero el potencial de violencia es altísimo», asegura.

Gadafi ordenó a su ejército disparar contra los manifestantes y bombardearles desde el aire.
Ante la negativa de algunos oficiales militares a cumplir sus órdenes, trajo mercenarios de otros países africanos.
«Hemos visto imágenes de miles de prisioneros asesinados, vendados y atados, muchos vestidos con uniformes militares y de policía. Según la fuente que nos las suministró, habían rechazado la orden de disparar contra la población civil, y fueron ejecutados por las propias fuerzas de seguridad», explica Bouckaert a ABC. Este es el último de la larga serie de crímenes del hasta entonces incontestado «líder de la revolución libia».

Cuando el capitán Muamar Al-Gadafi, de apenas veintisiete años, se hizo con el poder en Libia tras un golpe de estado en 1969, nadie se imaginaba su trayectoria posterior. Ni que permanecería en el poder durante los próximos cuarenta y dos años, ni los desmanes que cometería en este tiempo. En un primer momento, su indudable carisma y sus iniciativas anticolonialistas llevaron a muchos a confundirle con una especie de «Che Guevara árabe».
El cierre de las bases militares, la nacionalización de los bancos y las empresas importantes, y la generosa distribución de la recién descubierta riqueza petrolífera le granjeó muchas simpatías entre la izquierda.También, de paso, prohibió el alcohol, y enunció su propia teoría política, una síntesis entre islamismo y socialismo, que plasmaría en 1975 en los tres volúmenes del llamado «Libro Verde».

Abu Nidal o «El Chacal».
Pero Gadafi no tardaría en mostrar su lado salvaje: llevado por la lógica panarabista, empezó a financiar generosamente a las facciones palestinas más sanguinarias, como Abu Nidal, así como a otros grupos terroristas y revolucionarios. Los hombres de Carlos «El Chacal» sabían que siempre podían contar con capital libio para sus proyectos. Durante las tres décadas siguientes también apoyaría al IRA, a las FARC, e incluso a ETA. «Sin duda recurre a actos terroristas, pero sus reivindicaciones de independencia me parecen claras y precisas», declaró en 1981, creando un incidente diplomático con España.
Llegó un momento en el que cualquier grupo armado era capaz de exprimir a Gadafi con tal de declararse «antiimperialista». A cambio, Gadafi exigía favores de vez en cuando, como el asesinato de disidentes libios en suelo europeo o norteamericano. A mediados de los 80, los servicios de inteligencia de medio mundo le consideraban el principal sostén económico del terrorismo mundial. Ronald Reagan le llamaba «El perro loco de Oriente Medio», y bajo su mandato la CIA planeó varios intentos para derrocarle. Finalmente, en 1986, EE.UU. bombardeó Trípoli y Bengasi, matando, entre otros, a su hija adoptiva.

Mientras tanto, dado el fracaso estrepitoso de su panarabismo, Gadafi se volcó en un intervencionismo sostenido en África. En 1973 se anexionó la franja de Auzu, en el norte de Chad, y poco después las tropas libias participaron en la guerra civil de ese país.
Durante los años siguientes, Libia acudió una y otra vez en ayuda de líderes africanos más o menos dudosos, bien con dinero —como en Sierra Leona o Liberia—, bien con paracaidistas, como los que intentaron impedir la caída del tirano ugandés Idi Amín Dadá.
Pero el patrocinio del terrorismo terminaría pasando factura. En 1988, un avión de la Pan Am explotó sobre la localidad escocesa de Lockerbie, un atentado del que se acusó a Libia. Un libio llamado Abdelbaset Al Megrahi fue condenado por estos hechos.
Por este y otros incidentes, Libia fue sometida al bloqueo internacional, lo que a la larga terminaría perjudicando enormemente la economía libia. A finales de los 90, un Gadafi muy debilitado inició una estrategia de acercamiento a Occidente, en un intento de sacudirse la etiqueta de paria: renunció a su programa de armas de destrucción masiva, mostró cooperación total contra las redes del terrorismo mundial, y aceptó la responsabilidad por el atentado de Lockerbie, ofreciéndose a pagar indemnizaciones multimillonarias a las víctimas.

Centro de torturas.
Poco a poco, la comunidad internacional pasó de considerarle un loco peligroso a un payaso extravagante. Pero esto no significó el fin de sus fechorías: la «Guerra contra el Terrorismo» lanzada por la Administración Bush llevó al régimen libio a convertirse en un centro de tortura de militantes islamistas, para obtener información sobre Al Qaida que después Gadafi pasaba alegremente a los servicios secretos occidentales. Además, tras la firma del tratado de cooperación con Italia en 2008, Gadafi se convirtió en el gran centinela contra la inmigración de subsaharianos a Europa.
El régimen sabía tratar con mano dura a los inmigrantes —torturándolos, asesinándolos, abandonándolos en medio del Sáhara—, de modo que el problema se quedaba en la orilla sur del Mediterráneo.
Y no sólo los africanos sufrían la violencia de Gadafi. En 1999, cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino fueron encarcelados y condenados a muerte, tras ser acusados de infectar a propósito a más de cuatrocientos niños con el virus del SIDA.
En 2007, tras varios años de cárcel y terribles torturas, todos ellos fueron trasladados a Bulgaria, donde se les conmutó la sentencia. Según el sociólogo británico Anthony Giddens, «las tribus de Bengasi —de donde son los niños infectados con sida— son muy influyentes, y suponen una amenaza para Gaddafi que, además, procede de una tribu pequeña y poco importante», de modo que el presidente tuvo que dar «un castigo ejemplar».
Y han sido estas tribus las primeras en rebelarse contra Gadafi, seguidas por el resto del ejército. Por eso ha tenido que recurrir a mercenarios. «Gadafi tiene una larga historia de apoyar a grupos armados en Chad, en Darfur y a lo largo del Sahel, a los que puede movilizar para intentar mantenerse en el poder. Gente que no es de este país, así que no tiene escrúpulos a la hora de disparar contra libios», explica Peter Bouckaert.
Es más, según ha podido comprobar ABC en el cuartel militar de Shahad, donde los rebeldes retienen a los prisioneros de guerra leales a Gadafi, muchos de estos combatientes son niños soldado del Chad. Adolescentes de apenas quince años a los que se ha reclutado por poco más que un pasaje de avión y la promesa de emigrar a Europa cuando todo esto termine. Un crimen de guerra, uno más, del que culpar a Gadafi.

Libia entrenó a etarras.
El 13 de mayo de 1986 ABC informó del cambio de actitud del gobierno de Felipe González respecto al régimen libio, a pesar de que desde su llegada al poder en 1982 sabía que en los campos de entrenamiento de Gadafi se adiestraban terroristas de ETA. González utilizó varios pretextos de política interna y externa —entre ellos la expulsión de diplomáticos españoles de Trípoli— para justificar ante el electorado de izquierdas el enfrentamiento con Gadafi. DANIEL IRIARTE / TOBRUK (LIBIA).

"Entre ´frikis´ y anarcoides anda el juego".

José Blanco, en su intervención ante el Comité Director del PSOE-A, ha ca lificado de "frikis´ y anarcoides" a los dirigentes del Partido Popular por criticar la limitación a 110 kilómetros por hora la velocidad en autopistas y autovías para ahorrar en la factura del petróleo.
Una medida "provisional" para ahorrar energía, a la que como siempre se oponen, con lo que ya no se sabe si el comportamiento de sus dirigentes es de unos "frikis´ o de unas personas anarcoides".
"Entre ´frikis´ y anarcoides anda el juego", ha recalcado Blanco, para quien los populares realmente son unos "irresponsables porque irresponsable es en este momento" no apoyar provisionalmente una medida que tiene como objetivo ahorrar energía, abaratar los costes para el consumidor, y que, en definitiva, es imprescindible para España.
"Sólo los ´frikis´ y anarcoides pueden seguir con un comportamiento que es más propio de personas que no aspiran a gobernar que de personas que tienen la ambición de gobernar el país" y les ha recomendado que se documenten bien porque Estados Unidos ya adoptó una medida así cuando tuvo una situación similar en los años 70.
"Que no digan que es la primera vez que se hace en un país".
Los del PP ponen en evidencia que son unos "frikis´ y anarcoides que no se merecen la confianza de los ciudadanos".

Durante su intervención en un acto del PP en Tarancón (Cuenca), María Dolores de Cospedal ha afirmado que de política social "puede hablar este partido que llevó a España en 1996, de una tasa de paro del 22%, a una tasa de paro del 10%".
Cospedal ha puesto de relieve que "nos encontramos con un déficit del 11% y fuimos el primer gobierno que trajo a España superávit en las cuentas publicas; que garantizó por ley la revalorización automática de las pensiones y hoy el PSOE nos congela las pensiones; que hizo una reforma laboral que permitió crear en ocho años, 5 millones de puestos de trabajo y hoy, con el PSOE, tenemos 4.700.000 personas en paro".
“Fuimos los que logramos una mayor expansión de la Sanidad pública y ahora algunos del PSOE hablan del copago de la Sanidad".
Además "queremos una reforma del Sistema Financiero que traiga crédito pero haciendo seis reformas consecutivas no llega el crédito ni a PYMES ni a familias ni hay confianza en el sistema financiero español. Zapatero debería saber que dos tardes fueron muy pocas para aprender Economía".
Respecto a la nueva medida aprobada por el Consejo de Ministros en la que se prohíbe circular a más de 110 km/h en autopistas y autovías, María Dolores de Cospedal ha declarado que se trata de "una ocurrencia y de una improvisación más" del Gobierno de Zapatero.
La dirigente popular también se ha referido a los comentarios de José Blanco llamando "frikis" al PP "por estar en contra de que la medida estrella de la política energética del Gobierno, después de la de las bombillas y de la de quitarse la corbata, sea rebajar el límite de velocidad en las carreteras".
"Ser un friki es llevar dos años y medio hablando de la reforma del modelo energético -que podría haber salido adelante con el apoyo del PP- y proponer como grandes medidas las bombillas de bajo consumo, quitarse la corbata y reducir el límite de velocidad".
"Si quieren ahorrar en petróleo, a lo mejor si Zapatero no fuese en Falcon a los mítines del PSOE, se ahorraría mucho dinero de las arcas del Estado", ha señalado.
Afirmando que "la Educación es la clave de la prosperidad. Nuestros jóvenes son nuestra mejor inversión y la formación es la mejor inversión que le podemos dar a nuestros jóvenes".
Por esta razón, ha destacado que "de eso depende también el futuro de nuestra sociedad: que sea una sociedad próspera, que los jóvenes puedan encontrar un trabajo y que así puedan garantizar el futuro de las pensiones. Este es el proyecto que tiene el Partido Popular, aportar soluciones".

Friki o friqui (del inglés freak, extraño, extravagante, estrafalario, fanático), es un término coloquial, no aceptado actualmente por la Real Academia Española, que puede referirse a:
1) Un individuo que se muestra inusualmente interesado u obsesionado por un tema particular.
2) Aquellas personas específicamente interesadas (en algunos casos de manera obsesiva) hacia los temas de la denominada "cultura friki" (ciencia ficción, la fantasía, el manga, el anime, los videojuegos, los cómics y la informática, entre otros).
En algunos casos el término puede adquirir un carácter peyorativo.

"¿Cómo voy a pensar que los españoles son tontos si me han votado dos veces?.

"Zapatero intentó este jueves hacerse un homenaje por las políticas sociales pese a los recortes. Rajoy le contestó duramente y él le acusó de manipulador.
Zapatero: "¿Cómo voy a pensar que los españoles son tontos si me han votado dos veces?"
Zapatero a Rajoy: "Sus manipulaciones son tan gordas como sus derrotas"
Rosa Díez: "¿Cree que los españoles somos tontos?"

Un día después del treinta aniversario del 23-F en el que Zapatero decidió no contestar a la oposición por este motivo, el presidente del Gobierno comparece en el Congreso a petición propia para hablar de los "hitos sociales", desde los años 80. Ahí es nada.
Desde hace meses, como jefe del Ejecutivo, pero también como secretario general del PSOE, Zapatero envía casi un único mensaje a los suyos: hay que explicar los recortes, las políticas y medidas que está tomando el Gobierno. Casi un lunes sí y otro también es lo que Marcelino Iglesias traslada tras la Ejecutiva de los socialistas en Ferraz.
Pues bien, Zapatero ha cambiado la sede del partido por la Cámara Baja para hacer autobombo tras los recortes. El arranque de su discurso ha sido tan atribulado como la iniciativa en sí misma. "Paso a dar cuenta de los grandes hitos de la política social del período democrático, hasta llegar a la situación en que hoy nos remontamos".
Zapatero ha comenzado felicitándose por el primero en conceder un "pleno monográfico en políticas sociales", que a su entender "es conveniente, para explicar cómo se ha visto afectado el modelo de protección social, cuáles son los desafíos y en función de los mismos qué aspectos merecen tener una atención prioritaria".
El aviso se hizo real: Zapatero ha enumerado estos "hitos" remontándose a la ley general de sanidad de 1986, "la ley de extensión del derecho a una educación pública y gratuita o la ley de integración" todas ellas, iniciativas de los 80.
Así, se ha felicitado también de haber aumentado la retribución de las viudas con cargas profesionales, de haber aumentado el salario mínimo interprofesional en "más de un 17%" y haber destinado un "5% del PIB en materia educativa". Zapatero aseguró que desde su llegada al gobierno en 2004 habían "aumentado la cuantía de las becas un 60%".
Lo que Zapatero se ha olvidado de mencionar es que su promesa electoral era situar el salario mínimo en 816,5 euros al año en 2012, y actualmente se encuentra en 641.
Como suele hacer cada vez que existe ocasión, también ha sacado a relucir "el programa 2.0" y los "580.000 ordenadores portátiles".
Las mujeres (conciliación de vida familiar y laboral, violencia doméstica...); la Sanidad; permisos de paternidad y maternidad; inmigración: "control de las fronteras", dice Zapatero.
El objetivo para el Gobierno "en tiempos de crisis" ha sido "mantener los avances de la primera legislatura en la medida que fuera posible y atender a las nuevas necesidades planteadas por la crisis".

Dice Zapatero "el gasto social ha aumentado de 2008 a 2011 un 22%, un 12% si excluimos a las partidas de protección por desempleo".
La congelación del sueldo de funcionarios y pensionistas, un "ajuste imprescindible", que se "ha hecho con equidad".

Y las pensiones mínimas, ha recordado, "no se vieron afectadas por la congelación". "El cheque bebé tuvimos que dejarlo de lado, pero aún así nos sentimos satisfechos por las familias que los han podido disfrutar".

Pero parece que con eso no le es suficiente al presidente del Gobierno: "Queda un largo camino por recorrer" proclamaba, "nuestro gasto social, aunque ha avanzado de manera considerable aún está por debajo de la media comunitaria. El objetivo de alcanzarla debe ser obligatorio para todos".

Otro aspecto en los que incidió con especial insistencia es en la necesidad de "incorporación de la mujer al mundo laboral" que, a su entender, parece que aún no se ha completado.
"Hemos avanzado mucho en los últimos 30 años, mucho, teniendo en cuenta el punto de partida. Hemos avanzado sin duda en los últimos años, a pesar de las crisis. Confío en que podamos superar definitivamente la crisis. Y, ahora de cara al futuro, los que nos sentimos plenamente comprometidos con el Estado del Bienestar sabemos que su solidez depende de que culminemos el proceso de reformas. Les aseguro que en el contexto de la recuperación económica, el Gobierno va a centrar su esfuerzo en desarrollar una nueva agenda social", ha concluido Zapatero.

Zapatero acusa a Rajoy varias veces de "manipular cifras".
Al presidente del Gobierno parece que le han gustado todas las críticas recibidas por los grupos parlamentarios...salvo las de Rajoy. "Agradezco el tono crítico de algunas intervenciones" comenzaba diciendo en su réplica el presidente del Gobierno.
Pero con Rajoy no se mostró tan dialogante: "Usted ha intentado manipular la cifra, ha sido francamente notable, como le gusta decir a usted". Así, acto seguido sacó varios gráficos, para demostrar que Rajoy "truca la realidad de las cifras e intenta manipularlas".
El primer gráfico que Zapatero exhibió lo enseñó en modo triunfante: "Esto es como nos encontramos el fondo de reserva de la seguridad social y así es como los encontramos" decía, acusando al PP de un gran desfalco en las cuentas.
 El presidente del Ejecutivo continuó sacando más gráficas comparativas para demostrar "manipulación gorda, inaceptable, grosera e insostenible". Volvió poco después a la carga. "Manipula porque no tiene otro recurso".
Sobre la dura intervención que le dedicó Rosa Díez, Zapatero le contestó con una sonrisa: "¿Cómo voy a pensar que los españoles son tontos si he obtenido su confianza dos veces?", contestó.

Claves

La capital, Trípoli, la localidad natal del dictador en el desierto, Sirte, y las terminales petroleras en el golfo de Sirte son lugares estratégicos para determinar si el régimen sobrevive o cae.
El Mapa de las principales tribus tradicionales, que tendrán un papel crucial en la resolución de la crisis.

Las principales terminales petrolíferas situadas al este de Trípoli están en manos de rebeldes, según han informado este jueves residentes en la ciudad de Bengasi que están en contacto con personas que habitan en esas zonas.
Los residentes han explicado a Reuters que las terminales petrolíferas de Ras Lanuf y Marsa El Brega están siendo protegidas.
Soliman Karim, un residente que ayuda en la administración de la ciudad de Bengasi, ha indicado que las exportaciones, una fuente vital de beneficios para este país miembro de la OPEP, están continuando.
Otro residente ha sugerido que la circulación de petróleo podría haber quedado afectada, extremo que no ha podido ser confirmado por las empresas que operan las terminales.
El control que mantiene el dirigente libio Muamar Gadafi sobre su país parece ir en retroceso, después de que este jueves se haya sabido que la zona que está fuera de su control se ha ampliado desde el este e incluye algunas localidades próximas a la capital.

Cuatro puntos estratégicos.
Así las cosas, hay cuatro lugares estratégicos que probablemente tendrán la clave para determinar si el régimen de Gadafi sobrevive o cae: la capital, Trípoli; su localidad natal en el desierto, Sirte, en el este; y las terminales petroleras en el golfo de Sirte de Ras Lanuf y Marsa el Brega.
El alzamiento contra Gadafi en la región Cirenaica en torno a Benghazi, la segunda ciudad del país, la semana pasada ha arrebatado el poder al régimen en esta parte del país y podría llevar a una guerra civil a menos que el dirigente sea derrocado. "Sabemos que Bengasi básicamente ha declarado su independencia de Trípoli", señala Peter Zeihan, analista del 'think-tank' estadounidense Stratfor. "Si Bengasi puede ampliar su control hasta el golfo de Sirte tienen muy buenas opciones para la independencia como mínimo o incluso derrocar a Gadafi como máximo, pero si no pueden lograrlo, Gadafi con el tiempo será capaz de presionarles", advierte.

Trípoli sigue con Gadafi.
Testigos en Trípoli señalan a Reuters que no hay signos de que las fuerzas de Gadafi hayan perdido el control de la capital: policías uniformados están dirigiendo el tráfico como siempre, la televisión estatal sigue emitiendo y partidarios del dirigente han celebrado una concentración en la ciudad. Sin embargo, hay relatos de policías y soldados que desaparecen y de milicias armadas antigubernamentales patrullando las calles en localidades a una hora de coche de la capital.
Trabajadores egipcios que estaban en la localidad de Zuara, 120 kilómetros al oeste de Tripoli, han relatado que milicias antigubernamentales tienen el control. "Las comisarías de Policía han sido quemadas y no vimos a ningún agente o soldados en los últimos días", relata Ahmed Osman tras abandonar la localidad y cruzar la frontera con Túnez.
En Misrata, 200 kilómetros al este de Trípoli, un residente explicó a Reuters que la localidad está bajo control opositor pero una unidad de una fuerza paramilitar controlada por uno de los hijos de Gadafi ha atacado a los manifestantes antigubernamentales cerca del aeropuerto de la ciudad.
"Tras la revolución que ha tenido lugar en toda Libia, los residentes tomaron el control de la ciudad", ha explicado el portal de Internet Misurata.com.ly.

Las banderas marcan las conquistas de la oposición.
Las fotografías difundidas por este medio muestran los edificios oficiales con la bandera de la era anterior a Gadafi. Los combates en esta localidad han comenzado este jueves entre partidarios y detractores de Gadafi cerca del aeropuerto de Misrata. El puerto de esta ciudad, según fuentes de navegación, ha detenido todas sus operaciones.
En la región Cirenaica, reporteros de Reuters que han llegado desde Egipto han asegurado que no hay signos de control del régimen desde la frontera con ese país hasta la ciudad de Bengasi, situada a unos 60 kilómetros de distancia. Las milicias locales están patrullando en las calles y los informes sugieren que el área que controlan los rebeldes se extiende hasta el oeste hasta alcanzar la ciudad de Ajbadiya, a unos 160 kilómetros de la costa mediterránea.
El periódico 'Quryna', con sede en Bengasi, ha informado esta semana, basándose en el testimonio de testigos, de que "civiles armados" están controlando las carreteras de entrada y de salida de Ajdabiya.

Los grandes puertos del petróleo.
Los yacimientos petrolíferos de Libia se encuentran separados a miles de kilómetros de distancia del desierto, pero la mayor parte de la producción de 1,6 millones de barriles de crudo se concentra en los puertos de Ras Lanuf y Marsa el Brega.
En Marsa el Brega, que acoge una terminal y una refinería, no hay información fiable sobre la situación de seguridad, pero la empresa productora de fertilizantes noruega Yara ha decidido cerrar su planta petroquímica por precaución.
El pasado lunes, el diario 'Quryna' informó de que los manifestantes irrumpieron en Ras Lanuf, que alberga una terminal petrolífera y una planta petroquímica, y los trabajadores de estas empresas intentaron proteger sus instalaciones. Sirte, que tiene una especial importancia por ser la localidad natal de Gadafi, continúa bajo control de las autoridades, según los últimos informes, que aseguran que la Policía y los militares mantienen puestos de control para garantizar la seguridad.

La ciudad natal de Gadafi.
El líder libio transformó esta ciudad en un centro de cumbres internacionales y levantó el gigantesco centro de convenciones Ouagadougou para celebrar los cónclaves, además de construir un puerto deportivo para alojar impresionantes y potentes yates. Esta localidad acoge a varias empresas de construcción turcas que están levantando hoteles de lujo junto al puerto deportivo.
En la ciudad costera de Sabratha, según el periódico 'Quryna', el Ejército mantiene desplegado desde el martes un "gran número" de soldados para acallar las protestas pero, desde ese día, no se ha informado sobre la situación de seguridad. Esta antigua ciudad romana cuenta con ruinas como un anfiteatro y un teatro reconstruido donde el dictador Benito Mussolini veía representaciones durante la época colonial en la que Libia dependía de Italia.
Zawiya, que está situada al este de Sabratha y que acoge una refinería de petróleo, está registrando este jueves una fuerte presencia militar en el centro de la ciudad, según ha relatado un ingeniero eléctrico tunecino a Reuters.

Cuna de la tribu Gadhdhfa.
En el sur del país, en el que la mayor parte del territorio es desértico y en el que residen tribus tradicionales que tendrán un papel crucial en la resolución de la crisis, ha habido informaciones vía Facebook sobre en Garyan, a unos 100 kilómetros al sur de Trípoli, pero aún no han sido verificadas.
Por el momento no hay información sobre la situación actual de la ciudad de Ghadames, próxima a la frontera con Argelia y sede de uno de los mayores yacimientos petrolíferos. La localidad de Sabha, más en el sur, se mantendría leal a Gadafi por el momento. Esta ciudad es la cuna de la tribu del mandatario libio, los Gadhdhfa, el segundo mayor grupo tribal de Libia.

Guiñol

viernes, 25 de febrero de 2011

Menudo con el profeta.

En sede parlamentaria dijo que el término "Nación" es "discutido y discutible".

También dijo: "Espero una sentencia del Tribunal Constitucional impecable e importante" y sobre ésta "el Gobierno hará lo que tiene que hacer y que lo hará bien".
Dijeron de su persona y de su forma de hacer: "no cumple lo que promete", "niega lo que hace" y "disimula constantemente la realidad".
"Lo que mejor hace es la propaganda", "siempre proporciona una información no precisa" y constantemente "promueve una falta de información".
Sostuvo: "Como todo, es opinable y depende de lo que entendamos por crisis, sobre el significado de crisis habría que preguntar a los economistas, y seguramente no se pondrían de acuerdo”. Y en otro momento añadió: “La actitud de quienes exageran sobre el alcance de la actual situación económica es antipatriótica, inaceptable y demagógica”.
Indicó: “Los que auguran el riesgo de recesión no saben nada de economía. Estoy harto y agotado por la cantidad de tonterías que oigo últimamente sobre el mundo económico. La economía española crecerá en la próxima legislatura a un ritmo cercano al 3% , lo que permitirá crear 1,6 millones de nuevos empleos y mantener la tasa de paro en torno al 8% de la población activa”.
Y afirmó rotundamente: “No hay atisbo de recesión económica. La economía española tiene muy buenos fundamentos”. “Haciendo uso de un símil futbolístico, se podría decir que España ha entrado en la Champions League de la economía mundial”. “España está a salvo de la crisis financiera”.

Diez regiones españolas, por debajo de la media de riqueza de la UE


España
 El área más rica es Londres y la más pobre está en Bulgaria
El área de Londres, la más rica de Europa España tuvo en 2008 una riqueza media equivalente al 103% de la media de la Unión Europea en términos de unidades de poder de compra, según la oficina estadística europea.
Sin embargo hay diez regiones españolas que están por debajo de la media europea y una de ella, Extremadura, incluso por debajo del 75% de la media al haber registrado una riqueza media de un 73%.
Las zonas por debajo del umbral del 75% son consideradas como pobres.
Las diez regiones españolas son, además de la mencionada Extremadura, Galicia (89%), Asturias (97%), Castilla-La Mancha (80%), Comunidad Valenciana (93%), Andalucía (80%), Murcia (85%), Ceuta (98%), Melilla (93%) y Canarias (90%).
Por el contrario País Vasco, con el 138% de la renta media europea, se consolida como la región más rica del país, seguida de cerca por Madrid con el 134% y ya, a distancia, de Cataluña, con el 121%.

Londres triplica la renta media de la Unión Europea.
Un año más la oficina estadística europea sitúa a la región de Londres como la más rica de la Unión Europea, donde está la famosa plaza bursátil conocida como “city”, con el 343% de la renta media de la UE, seguida de Luxemburgo, con el 279% de la renta media.
En el polo opuesto se encuentra la región búlgara de Severozapaden, con tan sólo el 28% de la renta media europea y la rumana de Nord-Est, con el 29%.
Lo anterior se traduce en que el ciudadano de Londres tiene doce veces más poder de compra que el de la región de Bulgaria.
Estos datos demuestran que la distancia en términos de posibilidades económicas dentro las regiones de la propia Unión Europea es amplísima al ir desde el 28% al 343%, lo que da una idea de la diferencia de intereses de los países a la hora de tomar decisiones en materia económica en el seno del Consejo de Ministros de Economía de la UE.


Una de cada cuatro regiones está por debajo del 75% de media de riqueza.
La oficina estadística europea señala también que hay que tener en cuenta que en las regiones más ricas puede haber alguna distorsión derivada del elevado número de personas que acude a ellas a trabajar y que, después, no son computadas como residentes a la hora de repartir la riqueza en el conjunto de la región. Este es el caso entre otros de Luxemburgo, ciudad que recibe cientos de miles de personas que acuden cada día para trabajar pero que residen fuera, incluso en algún país limítrofe, como es el caso de Bélgica.

Es verdad... ¡Porque yo no soy tonto!, compro en Media...