La capacidad de recuperación de Zapatero, ¿será mayor o menor que la de Silvio Berlusconi?
Marcelino Iglesias, secretario de Organización del PSOE, dice que José Luis Rodríguez Zapatero «es un tipo duro».
Ignoro si la valoración es hija del respeto o de la sumisión; pero ver en el leonés a un Humphrey Bogart exige imaginación y entusiasmo. Más todavía si se le añade al dicho que «es capaz de recuperarse».
Hay algo en las apariciones públicas de quien fue presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón que me recuerda a Pepe Mairena, un artista de la copla que alcanzó cierta popularidad al final de los cincuenta con Mi ovejita lucera.
A Mairena le gustaba «cómo bala la ovejita: beee» y a mí me divierte cómo Iglesias se gana un sueldo que, por supuesto y dado el sistema de financiación de los partidos políticos españoles, también pagamos entre todos, a escote tributario.
Es posible que Zapatero sea capaz de recuperarse.
Quien lo hará con mucha más dificultad es España, la víctima de la torpe gestión económica de los últimos siete años de Gobierno socialista.
Según el «Informe Global de Competitividad 2010-2011», que elabora el Foro Económico Mundial de Davos, a lo largo del último año, España ha perdido 9 puestos con respecto al 2009. Ocupa ahora el 42 en una tabla de 139 países, por detrás de Polonia y Chipre y delante de Eslovenia y Portugal. El único consuelo que nos queda, dentro de la teoría del «mal de muchos», es que Italia, otro país de la eurozona en caída libre, se sitúa en el puesto 48. La capacidad de recuperación de Zapatero, ¿será mayor o menor que la de Silvio Berlusconi?.
El Informe de Davos, recogido en España por el Instituto de Estudios Económicos, valora distintas variables para determinar la competitividad de un país. En el caso español, la decadencia viene dada, sobre todo, por la situación negativa de los mercados financieros y por la muy negativa del mercado laboral en el que la ineficiencia nos coloca en el puesto 115 entre los 139 del ámbito del estudio. Ni aún así suenan aquí las señales de alarma y emergencia nacionales.
La reforma de las Cajas de Ahorro sigue haciéndose con calma y con el máximo respeto a la situación de quienes fraguaron y aceleraron su decadencia y la reforma laboral, pasito a pasito, con los paños calientes que exigen las partes.
Iglesias tiene razón. Zapatero es un tipo duro que, de un momento a otro, puede hacer pareja artística con su secretario de Organización y terminar confesando que también a él le gusta cuando a la oveja «la contesta el corderito: baaa». Lo demás según el autor de la letra de la copla, Francisco Almagro, que fue director administrativo de los Almacenes Capitol: «...a mi plin/ a mi plin lo demás». Manuel Martín Ferrand. ABC.
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