El abandono escolar no es solo un problema educativo, sino que multiplica el riesgo de pobreza para los ciudadanos con baja formación y supone un gasto mucho mayor para los Estados en subsidios por desempleo.
La comisaria de Educación, Androulla Vassiliou, presentó ayer una estrategia para reducir el abandono escolar que en la UE afecta a más de seis millones de personas (el 14,4% de jóvenes que deja de estudiar después de la enseñanza obligatoria) para situarlo por debajo del 10% en 2020.
Ese año, la Comisión calcula que el 85% de todos los empleos requerirán una cualificación alta o media.
En España un 31,2% abandona los libros tras la ESO, la segunda cifra más alta de la UE
Dejar los estudios le cuesta al alumno, en toda su vida, más de un millón de euros
Vassiliou censuró los recortes en Educación efectuados en España, que registra la situación más dramática de la UE, con un porcentaje de fracaso escolar del 31,2%, empatado con Portugal y solo superado por Malta (36,8%).
Pero este último país redujo esta proporción en un 32% durante la última década, mientras que España empeoró un 7%.
Sin embargo, la cifra española mejoró ligeramente en 2009 respecto a 2008. El objetivo del Gobierno español es reducirla al 15% en 2020.
La fatal cifra de la enseñanza española tiene causas educativas, pero también sociales y económicas.
Por ejemplo, la burbuja inmobiliaria, dentro de un mercado de trabajo sin suficiente oferta de empleo cualificado, fomentó la salida temprana de miles de jóvenes al mundo laboral.
Además, España tiene un alto porcentaje de alumnos inmigrantes, colectivo en el que el abandono es del 45%, mientras que en la población autóctona es del 27%.
Los cinco países que registran mejores resultados en la finalización de los estudios son Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Polonia y República Checa, todos ellos pertenecientes al antiguo bloque socialista, y en los que el abandono no supera el 5%.
La educación española sufrirá un recorte de recursos en 2011 de 1.800 millones de euros por las reducciones presupuestarias de las comunidades (de las que depende la mayor parte del gasto) y el Ministerio de Educación. "Siempre he dicho que los recortes en los presupuestos educativos son algo negativo", aseguró la comisaria. "La educación", añadió, "no debe verse como un coste sino como una inversión". Y advirtió: "Evidentemente que no estoy de acuerdo allí donde ha habido recortes porque tendrán efectos negativos, ya lo verán". Vassiliou subrayó, no obstante, que la situación en España varía mucho según las comunidades: el abandono en el País Vasco es del 14,3%, inferior a la media europea.
El informe que acompaña la propuesta de la Comisión Europea, recoge los estudios de algunos Estados que han cuantificado los costes económicos del abandono, por los gastos en subsidios de desempleo y otras ayudas sociales. En Finlandia, la Oficina Nacional de Auditoría calcula que el abandono supondrá unos costes por persona de 27.500 euros anuales. A lo largo de 40 años supone 1,1 millones de euros por persona. En Holanda, que el coste calculado por persona a lo largo de su vida es de 1,8 millones.
El último informe sobre las Condiciones de Vida de Eurostat indica que en 2008 el riesgo de pobreza para quienes dejaron de estudiar tras la enseñanza obligatoria era del 23.5% -casi cuatro veces mayor a los titulados universitarios o de FP superior- y que más de la mitad de ellos (el 52%) están desempleados o fuera del mercado laboral.
Vassiliou señaló ayer que "bastaría con reducir la proporción de personas que abandona prematuramente los estudios en un punto porcentual para que se produjera un aumento de casi medio millón el número de jóvenes cualificados cada año".
La Comisión propone a los Estados Miembros que elaboren estrategias destinadas a reducir el fracaso escolar hacia finales de 2012. Esta iniciativa deberá ser aprobada por los ministros de Educación en el Consejo del próximo mes de mayo. Bruselas está dispuesta a ofrecer financiación.
*.- En cuanto a escolarización temprana, España tiene una de las tasas más altas de Europa en educación infantil de 3 a 6 años, de casi el 100% de los niños. En la etapa anterior, hasta tres años, hay un programa cofinanciado desde 2008 por las comunidades y el Gobierno (plan Educa3) para aumentar las plazas públicas: este curso habrá 432.000.
*.- También están previstas con la futura Ley de Economía Sostenible medidas de flexibilización del sistema, de tal manera que haya caminos de ida y vuelta entre la ESO, la FP, el Bachillerato y la Universidad, con convalidaciones recíprocas, y programas que combinen estudio y trabajo para aquellos que ya abandonaron el sistema y quieren reengancharse. Lo que ocurre es que la mayoría de las medidas tardan un tiempo en tener efectos palpables, sobre todo, la escolarización temprana: habrá que esperar hasta 2023 para comprobar qué porcentaje de los niños escolarizados a los tres años en 2008 obtiene un título de Bachillerato o de FP.
Pero el problema no está ahí.... Con calma lo comentaré.
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