domingo, 30 de noviembre de 2008

Nuestra crisis de la deuda externa


Juan Velarde. ABC, Lunes, 01-12-08
El 7 de marzo de 1936, un gran economista español que sería asesinado en Madrid cuatro meses después, Antonio Bermúdez Cañete, publicaba, como corresponsal en París de «El Debate» una crónica titulada «Oro español a París». Señalaba en ella la llegada de algo más de 4 toneladas del oro del Banco de España en tres aviones. La causa inmediata era la necesidad de saldar un fuerte desequilibrio de nuestras balanzas exteriores. El motivo, la pésima política económica llevada a cabo por la II República. Viniendo más acá, en septiembre de 1982, en la reunión del Fondo Monetario Internacional, Jesús Silva Herzog se levantó y declaró que México se veía incapaz para atender los pagos corrientes de sus balanzas exteriores. De inmediato, el resto de los países de la región iberoamericana mostraron, de un modo u otro, que su situación no era mejor que la mexicana. La causa era ese desatino del estructuralismo económico latinoamericano que se había convertido, por la mano de CEPAL, en el conductor de la política económica de la región. La consecuencia, para poder seguir adquiriendo bienes y servicios indispensables en el exterior, fue una venta considerable de activos a empresas de otros países. España fue uno de esos compradores.
Llevamos en España un lustro de defectuosísima política económica. Una vez más esto se trasluce en un déficit considerable en las balanzas exteriores. En los doce meses que concluyen en agosto de 2008, observamos un déficit de 154.900 millones de dólares en la balanza comercial y en la balanza por cuenta corriente uno de 165.300 millones. Como éste es un fenómeno acumulativo de déficit corriente a lo largo de los últimos años, según datos del Banco de España y Bloomberg recogidos por Analistas Financieros Internacionales -AFI-, nuestra nación tiene una deuda exterior de 1,2 billones de euros. Cifra tan colosal no resultaba enmendada por las Inversiones Directas Extranjeras (IED). Como se observa en el gráfico 1 del reciente documento de la UNCTAD, «Informe sobre las inversiones en el mundo. Las empresas trasnacionales y el desafío de las infraestructuras. Panorama general 2008» (Naciones Unidas, 2008), en 2007, España ocupaba el octavo puesto mundial en flujos de entrada de IED, pero era el quinto en los de salida. La diferencia es del orden de los 70.000 millones de dólares. Por tanto, como es imposible pagar esa deuda colosal de inmediato, y tiene que hacerse para que nuestra economía siga adquiriendo desde el petróleo hasta buena parte del alimento de nuestra ganadería, ello quiere decir que para coger sin problemas un taxi, para comer un huevo frito, es preciso disponer de fondos que adquieran productos básicos en el exterior. Y eso sólo se puede lograr con liquidación de activos españoles, por mucha depresión psíquica que origine, como la que sentía Bermúdez Cañete al contemplar esas casi cuatro toneladas y media de oro español que se vendieron en París, o como el duelo argentino cuando perdieron la emblemática YPF. Éste, por ejemplo, es el caso de si una empresa extranjera compra Repsol, la compañía creada en su origen, con el nombre de Empresa Nacional Calvo Sotelo para independizarnos en el terreno petrolífero o cuando British Sugar adquirió Azucarera, nacida hace un siglo para liberarnos de la importación de azúcar extranjero, tras la derrota de 1898. Todo lo dicho indica -hay precedentes y tendrá añadidos- que estamos ante una situación económica muy seria. Como decía Quevedo, esto es «hambre y no poder más».
Consultar:

Envidia sana


Obama en el laberinto:
José María Carrascal escribe;
"NO es fácil ser un político honesto en nuestros días. Deshonesto, sí. Con tergiversar la realidad y mentir a una ciudadanía cada vez más desconcertada, basta.
Pero decir la verdad y enfrentarse a una realidad cada vez más sombría, es muy difícil. Obama lo está comprobando ya antes de ocupar la presidencia. Hoy dedicará su atención a la escena exterior, anunciando su equipo, con Hillary Clinton en la Secretaría de Estado, una vez aclaradas las cuentas de su marido, Robert Gates repitiendo en Defensa y un ex general de Marines como consejero para asuntos de seguridad. O sea, pocos experimentos, mucha madurez, muchas horas de vuelo y abundantes cicatrices en la piel.
Pero a Obama se le juzgará por la economía. Incluso si ganase todas las guerras en que está metido su país, cosa improbable -a lo más que puede aspirar es a no perderlas-, le serviría de poco de continuar la crisis que devora las entrañas de su tejido industrial y financiero. De ahí que el presidente electo dirigiese su primera atención a la economía, eligiendo un equipo de la misma talla y perfil: gente preparada, con experiencia y prestigio, capitaneada por Paul Volcker, toda una institución.
Aunque eso precisamente siembra las primeras dudas sobre Obama. Sus colaboradores forman parte del establishment de Washington desde hace décadas. ¿Cómo se compaginan con el «cambio» que nos prometía? ¿Y cómo se entenderán entre ellos, pues se trata de personalidades fuertes, con criterios propios, que pueden no coincidir?
La explicación que oigo encaja en teoría, luego en la práctica, ya veremos: la crisis actual es tan compleja que no tiene una sola solución, hay que atacarla por todos los flancos, con medidas conservadoras y liberales, con intervencionismo estatal e iniciativa privada, con libre mercado y mercado regulado, con frenos y estímulos. Sólo una sabia combinación de todo ello podrá detener la caída en picado de las economías mundiales y traer la recuperación.
Ésta, en efecto, no es una crisis cualquiera. Es una super-crisis, que requiere super-soluciones. Eligiendo un super-equipo, Obama demuestra, primero, que comprende la gravedad y complejidad de la situación. Segundo, que no tiene miedo a encerrarse con los mejores, sabiendo que, al final, tendrá que ser él quien tenga que decidir entre las diversas soluciones que le ofrezcan.
Un problema adicional es que, con dos presidentes, se corre el peligro de que lo que haga el saliente en el interregno lo deshaga el entrante nada más ocupar el poder. Aquí, la suerte ha venido en nuestra ayuda. Que Obama no haya tenido que derrotar a Bush para ocupar su puesto nos ahorra la animosidad que crean la lucha y la derrota. Bush le tiene al corriente de cuanto hace y un comité conjunto coordina la transición hasta el extremo de poder hablarse de co-gobierno. Eso facilita mucho las cosas. Pero no las soluciona. «Si es que tienen solución», oigo decir en voz baja a quienes tendrían que entender del asunto".

Sobre el mismo tema, Pedro González-Trevijano, Rector de la Universidad Rey Juan Carlos, señala:
" Lo que deseo resaltar es otra cosa complementaria, pero diferente: la entidad, calidad y ética pública de los discursos de los dos contrincantes tras conocerse el escrutinio. Por supuesto, el del próximo presidente, pero también el de McCain. Una intervención, en el caso del candidato republicano, que fue mucho más allá del habitual reconocimiento caballeroso de la derrota. Un ejemplo de lo que la ciudadanía esperaría de dos servidores de la Res publica, dos hombres -por lo expresado en sus intervenciones- con pretensiones de estadistas. Tras escuchar un resumen de sus palabras, y leer después sus textos íntegros, creo que los apologetas del sistema americano tendrían razón para seguir considerándolo como paradigma de los regímenes constitucionales.
«América y democracia -dijo W. Whitman en su libro Perspectivas democráticas- son términos recíprocos». O, como reseñaba ya Alexis de Tocqueville en la Introducción a su obra La democracia en América, «Ccnfieso que en América he visto algo más que América: allí he buscado una imagen de la democracia misma».
En esos discursos sobresalen los perfiles de una exposición conceptualmente bien construida, argumentalmente impecable, de fuerte carga ideológica y emocional, incluso lírica, mediáticamente impactante, socialmente seductora y externamente no exenta de retórica y hasta de épica.
Unos discursos aglutinadores de los correlativos deseos de informar, explicar, justificar, persuadir, impulsar y animar. Y dirigidos no sólo a los suyos, sino a todos, pues, finalizada la contienda electoral, ya no hay unos ni otros. Los enfrentamientos, disputas, partidismos, facciones y banderías quedan aparcados. La llamada es, a partir de este instante, a la unidad, al agrupamiento, a la conciliación y a la coparticipación en el proyecto colectivo de una esperanzada Nación.
Todos se sienten, y reclaman ser tratados, como americanos de idéntica condición y semejante consideración: «América no son ellos, somos nosotros». Unos discursos, tanto los del victory speech, como antes los del concesión speech, que rememoran, por su capacidad para galvanizar los ánimos, a los de Abraham Lincoln, Franklin D. Roosvelt, Harry Truman o John. F. Kennedy, y que se caracterizarían por los siguientes rasgos:
1) Honestos. Los discursos expresan, sin tapujos ni ambages, lo que se espera en tan compleja situación económica, pero también política. Disfrutan de conciencia moral. Se señalan las líneas de actuación para construir el futuro común. No se distrae a la ciudadanía con espúreas actuaciones nacidas al hilo de reprobables esquizofrenias de una clase política endogámica. Como apuntaba Ignacio Camuñas en su Tercera, «De la crisis económica a la crisis política», las crisis económicas pueden comportar el dramatismo de las peores crisis políticas. Así se entiende la admonición del nuevo presidente -«Los Estados Unidos deben curarse a sí mismos»- y el paralelo reconocimiento de su tarea: «Sabemos que los retos que nos traerá el día de mañana son los mayores de nuestras vidas: dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera desde hace un siglo». Un texto que recuerda el mítico mensaje de Winston Churchill: «Quiero decir a la Cámara, lo que he dicho a este Gobierno. No tengo nada que ofrecer sino sangre, sudor y lágrimas».
2) Realistas. Una cualidad siempre exigible. El éxito de las venideras políticas depende del acertado diagnóstico de los problemas. De no ser así, la mejor de ellas está avocada a una desesperante inutilidad o al frustrante fracaso. La Política, afirmaba ya el clásico, «es el arte de hacer posible lo necesario».
3) Animosos. Pero, siendo realistas, rezuman, simultáneamente, en la tradición del Sueño Americano, una dosis de optimismo para afrontar las dificultades: «Si todavía queda alguien que aún duda de que EE.UU. es un lugar donde todo es posible, esta noche es la respuesta». En resumen, cambio y esperanza: Yes, we can. Como afirmaría antes De Gaulle, «debemos llevar a buen término, pese a las inmensas dificultades, una honda renovación que le dé a cada hombre y a cada mujer de nuestra patria mayor abundancia, mayor seguridad, mayor felicidad, y que nos haga más numerosos, más poderosos, más fraternales».
4) Aglutinadores. En ellos no hallamos mezquinas etiquetas. Ni buenos, ni malos. Ni dividir, ni enfrentar. No hay diferencias entre unos y otros. «Los estadounidenses -resaltaba Obama- hemos enviado un mensaje al mundo de que no somos una colección de Estados rojos (republicanos), y azules (demócratas)». Es el reinventado lema nacional del E pluribus unum («De muchos, uno»), que adelantara Benjamín Franklin: «Soy alguien que une, no que divide». Un colectivo unido, pero plural, donde todos encuentran cabida: «Jóvenes y ancianos, ricos y pobres, demócratas y republicanos, negros y blancos, hispanos, indígenas, homosexuales, heterosexuales, discapacitados y no discapacitados». No hay humillaciones hacia el perdedor. El rival político es un compatriota. Y una llamada al futuro, ojalá aplicable a estas tierras: «Resistamos la tentación de recaer en el partidismo y la mezquindad y la inmadurez que han intoxicado nuestra vida política».
Una magnética declaración de intenciones donde -adelantábamos- el candidato republicano no quedaba a la zaga: «Espero que Dios inspire a mi antiguo oponente y mi futuro presidente, porque, a pesar de que tengamos diferencias, somos conciudadanos norteamericanos... Sean las que sean nuestras diferencias, los dos somos estadounidenses. Y creedme por favor si os digo que ningún tipo de asociación significa para mí más que eso». ¿Recuerdan haber escuchado semejantes ideas por estos lares? Un discurso que transpira el Country first, esto es, el país lo primero: «Son tiempos difíciles para nuestro país y le he prometido al senador Obama esta noche que haré todo lo que esté en mi mano para ayudarle».
5) Comprometidos con los mejores valores cívicos. El inquilino de la Casa Blanca lo refirió certeramente: «Nuestra fortaleza radica en el poder de nuestras ideas: democracia, libertad, oportunidad y esperanza». Es decir, los valores y principios conformadores de los Estados democráticos y de Derecho. «Una joven Nación concebida -señalaba Abraham Lincoln- sobre la base de la libertad y obediente al principio de que todos los hombres son iguales».
6) Épicos. Para movilizar a la ciudadanía se requieren unas notas de épica. Una épica tan extraña, para nuestro infortunio, en la vieja Europa. Hoy es imposible escuchar por aquí, en estos descreídos pagos, expresiones como «Amanece América», «Estados Unidos es el país indispensable». Unas palabras que casan bien, desgranadas en el Parque Grant de Chicago, con las inolvidables consideraciones del que fuera general en tiempos de la Guerra de Secesión: «La Guerra ha terminado; los rebeldes vuelven a ser nuestros compañeros y la mejor expresión de regocijo después de la victoria será abstenerse de cualquier manifestación». O, de nuevo, también en el discurso del perdedor: «Los estadounidenses nunca nos retiramos. Nunca nos rendimos. Nunca nos escondemos de la historia. Hacemos historia».
Unos contenidos, y lo digo no sólo con pena, sino con abierta envidia, ausentes en esta España constitucional. Al margen de la escasa formación oratoria de nuestra clase política, estamos demasiado sometidos al regate corto, plegados a la satisfacción de rácanas ventajas inmediatas, en la habitual ausencia de valientes compromisos, obsesionados, sin desmayo ni parada, con el fagocitador rédito electoral diario. Pero España, que es asimismo un país grande, se merece discursos semejantes. Yo, no pierdo la esperanza de escucharlos algún día. ¡Y qué les diría yo si el partido ganador fuese de incluir en su equipo a personas del partido rival! Lean, finalmente, parte del mensaje conjunto de ambos: «Creemos que los estadounidenses de todos los partidos quieren y necesitan que sus líderes se junten». De momento, un sueño".

sábado, 29 de noviembre de 2008

¿Por qué aguanta Zapatero?


Del Blog de Eduardo San Martín en ABC. (La imagen que acompaña es aportación mía)
"Zapatero pasará probablemente a la historia como el presidente menos consistente y con menor sentido de Estado desde la restauración democrática (al menos en mi opinión), pero frente a un oposición cainita y desorientada, ha sabido imponer sus marcos de referencia: en la negociación con ETA, camuflada como “proceso de paz” ; en el desbarajuste territorial , disfrazado como "la construcción de la España plural”; y ahora en la crisis económica, que es "culpa de Bush y del capitalismo codicioso".
Zapatero ha conseguido convencer a los españoles, frente a la evanescencia del PP, de que la crisis financiera en Estados Unidos y la falta de regulación internacional tiene más responsabilidad en la gravedad de la crisis española que factores internos o la falta de previsión de su propio Gobierno (datos de la misma encuesta), cuando parece cada vez más evidente que la crisis internacional ha acelerado, pero no provocado, los peores males de la economía española.
Y ocurre así que, aunque los encuestados consideran que las medidas adoptadas por el Gobierno favorecen más a los bancos que a las familias, sin embargo aprueban más que rechazan esas mismas medidas.
Cuando estalló la crisis, Zapatero estuvo un mes casi desaparecido y su gabinete resistía contra las cuerdas. La confusión intencionada mantenida por el Gobierno durante la campaña electoral sobre las previsiones reales de la economía española pesaban entonces como una losa a la luz del gravísimo deterioro que se estaba produciendo. El PP desperdició ese momento con un discurso negativo y nada ilusionante y permitió que Zapatero recuperara la iniciativa.
Y no os extrañe que, al paso que van las cosas, una mayoría de españoles empiece a pensar dentro de pocos meses que los principales responsables de las consecuencias de la crisis en España sean Mariano Rajoy y el PP, como ya se ha dejado caer desde algunos despachos de Ferraz.. Al tiempo".


Comentarios de los lectores:

*.- Estamos en una crisis económica tremenda. El mensaje que transmite Zapatero es de optimismo. Dice que vamos a salir de la crisis en corto plazo, máximo dos años.
Admite que se va a incrementar el paro, pero añade a continuación que el mantener las prestaciones es una prioridad.
Él que ha sabido "mantener sus marcos de referencia", es una forma de decir que una mayoría ha aceptado sus propuestas y postulados sobre temas tan variados como la "negociación", la "modificación autonómica" y "la crisis".

*.- Coincido con usted que "el PP tiene un discurso negativo y nada ilusionante" y ,da la impresión, observando los últimos discursos de Rajoy, Aznar, Aguirre, que siguen en esa línea.
Otro error (al menos en mi opinión), es decir que "la credibilidad del Gobierno está por los suelos". Esto lo desmiente la propia encuesta.
El decir que Zapatero es "el presidente menos consistente (no es muy listo) y con "menos sentido de estado"(no es muy patriota) es un argumento que solo es válido para alguna gente muy, muy en contra.

*.- Continúa por varias razones:
- clientelismo.
- el buenismo, ignorancia y egoísmo del pueblo español,
- Los medios de comunicación se dedican a desviar la atención pública a cosas que realmente no interesan, por ejemplo han estado estos últimos años hablando todo el día de ETA, cuando lo que realmente interesa es que todo el mundo haga su trabajo bien y no nos roben.
- Además los políticos de izquierda venden hasta a su madre por seguir en el sillón, y los del PP menos pero también

*.- Zapatero es un inepto, solo ha sembrado malos rollos entre las comunidades autónomas y entre inmigrantes y españoles, dándoles más derecho a los primeros en detrimento de los segundos. Sólo lo ha hecho para obtener mas votos y así no se lleva un país. Hay que movilizarse de una vez

*.- La razón no está en ZP ni en el PSOE (que lo están haciendo fatal todo hay que decirlo), la verdadera causa es el propio PP: los últimos años de Aznar y los 4 de oposición paranoica al lado de la Cope y FJL, pesa mucho.
Una cosa está clara, el gurú de la cadena de los obispos, tiene mucho adeptos, pero también muchos detractores. Y eso se paga. Si te arrimas a sectores que rozan la ultraderecha es normal que no goces de la simpatía de la mayoría de españoles. El PP está estigmatizado: iglesia reaccionaria y un cierto pasado franquista.
En fin, esa es mi opinión, como NO votante del PP, y como abstencionista habitual.

*.- Los políticos dicen que el pueblo es sabio. Yo como en muchas cosas, también discrepo en esta. El pueblo no es sabio, es manipulable. Si ustedes hacen una encuesta a pie de calle en ciudades, alejándose de las zonas centrales verán que los españoles conocen muy pocas de las cosas que realmente ocurren en nuestro país.
Ven la televisión, la mayoría, algunos escuchan la radio y pocos leen los diarios. No digamos revistas de opinión. El ejemplo es este foro, siendo uno de los foros mas libres que existen en la blogosfera española, los visitamos tres y el gato.

*.- La mayoría ya esta formada, esa es inamovible.

*.- Aguanta yo creo por dos motivos:
-Este país tiene una clara tendencia al centro-izquierda (han gobernado muchos mas años en democracia). No por méritos propios sino por desméritos ajenos.
- El PP acumula errores -empezando por la designación a dedo de Rajoy -desde la marcha de Aznar. La actual división interna tampoco es algo favorable a efectos electorales

*.- La gente sabe que Zapatero no es un dechado de virtudes, sabe que la "alternativa" hoy por hoy no existe y las "recetas" que envía la derecha están más "quemadas que la pipa de un indio". La GENTE sabe que más vale hoy malo conocido que bueno por conocer. La gente sabe… ¡Claro que sabe!.

*.- Zapatero y el PSOE aguantan porque transmiten más optimismo y sobre todo porque están mucho más cerca de la realidad sociológica española que en los últimos 35 años se ha producido un cambio social enorme, basado en posiciones más laicas y liberales. Por último la falta de renovación en el PP le ha alejado de la juventud.
De penacho (Enviando 26/11/2008 @ 12:43:53)
Aguanta porque a mucha gente le gusta oir ese mensaje de paz y música celestial cargado de optimismo que para mí y mucha gente es un mensaje hueco y falaz.
Es habilísimo para rehuir los verdaderos problemas y presentar una cara "amable" de la situación. Debe tener unos asesores de imagen magníficos, que buena falta le harían al PP.

*.- Aguanta y aguantará., porque el cinismo es uno de los pilares fuertes de la politica., una cosa hay que reconocerle a Zp ha sabido manipular la información y desinformar a conveniencia y la oposición solamente saca la batería en el Congreso y no aciertan a reflejar un plan bien estructurado.
Ahora, el conjunto de la ciudadanía actúa como un rebaño, no piensan, solamente se muestran sectarios y enajenados, mediatizados…

*.- "La ligera paloma, surcando el aire en su libre vuelo y sintiendo su resistencia, podría imaginar que su vuelo sería más fácil en un espacio vacío". La ignorancia de la paloma le impide comprender la ley de su propio vuelo.

*.- Zp aguanta, porque esta programado para hacerlo. Como le ha dicho Rosa Diez., puro humo..., le habla a la ciudadanía , con demagogia., les endulza el oído…, es lo que el rebaño quiere creer., aunque el país se vaya al precipicio…, pues sus medidas son insuficientes y muy tardías; pero el liderazgo del PP debe enfocarse a un Proyecto propio que eclipse al de Zp, en lugar de estar a la expectativa de lo que Zp hace o dice.

*.- Yo hice bien en salir de España. Y no volveré. Si después de cuatro años de mentiras y manipulaciones hay todavía 11 millones de idiotas que no se enteran y reeligen a ese palurdo, no es Zp.
España ya no existe. Solo queda rencor y odio de tres facciones: la derecha desunida, la izquierda loca y engreída, y los indepedientes sin rumbo. Cada país tiene los gobernantes que merece.
MADRID- La confianza de los ciudadanos sigue de momento lejos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y de su Ejecutivo. Pese a ser él quien debe ganarse el agrado de los españoles, a un 62 por ciento de ellos aún le inspira poca o ninguna confianza, tal y como se desprende de la encuesta de NC Report. Cifra ésta que viene empeorando desde octubre, cuando no le veía con buenos ojos un 60 por ciento. En el otro lado, son pocos los que confían mucho en el líder del Ejecutivo (3,9 por ciento) o bastante (29,4). En total, sólo un tercio de los encuestados creen que las medidas del Gobierno son acertadas. Y es esa gestión la que los ciudadanos aún siguen sin ver con buenos ojos. Más de la mitad (51,70 por ciento) no aprueba la labor de Zapatero. Por el contrario, un 44 por ciento la considera correcta. La gestión de la oposición Si hablamos del líder de la oposición, Mariano Rajoy, uno de cada cuatro asegura tener mucha o bastante confianza en él, mientras que dos de cada tres no le dan su confianza. Su gestión tampoco pasa desapercibida. Un 41 por ciento la aprueba, mientras que dos de cada cuatro la rechazan. Eso sí, los españoles tienen muy claro quiénes son los principales políticos españoles y cuál es su papel. Aunque la mayoría no llega más que a Zapatero, Rajoy y Llamazares. El 99,2 por ciento asegura conocer al presidente del Gobierno, el 98,8 al líder del PP y el 72,3 por ciento a Rosa Díez. Llamazares existe para tres de cada cuatro españoles. Por detrás están esos grandes «desconocidos» para la mayoría como el líder de ERC, Joan Puigcercós, o el del PNV, Iñigo Urkullu, a los que sólo conocen uno de cada cuatro. Y a la hora de puntuar a los principales líderes políticos, la situación vuelve a ser la misma. Todos suspenden: Zapatero: 4,7; Rosa Díez: 4,69; Rajoy: 4,55.

Más de Memoria Histórica (II)


Cadáveres maniatados en Málaga
D. N. - Málaga - 29/11/2008.- El País.
Los avances en las investigaciones para la recuperación de la Memoria Histórica confirman cada vez más que el antiguo cementerio de San Rafael de Málaga fue escenario de atrocidades durante la Guerra Civil. Hace dos años se iniciaron las excavaciones de fosas comunes donde se enterraron a los ajusticiados por el régimen franquista tras la entrada en la ciudad de las tropas del general Queipo de Llano en febrero de 1937. Muchas de ellas fueron fusiladas en los mismos paredones del cementerio, entonces en las afueras de la ciudad. Los trabajos han permitido estimar que San Rafael alberga una de las mayores fosas comunes de la Guerra Civil. Se calcula que entre 1937 y 1955 fueron enterradas más de 4.500 personas en al menos una docena de fosas comunes.
Ahora, las nuevas excavaciones han permitido comprobar detalles como que los fusilados murieron atados por las manos y así fueron enterrados. Los esqueletos tienen las manos entrelazadas rodeadas por restos de alambres que fueron utilizados como atadura. En las fosas han aparecido, además, casquillos de bala que podrían ser de disparos de gracia realizados a los ajusticiados una vez que eran arrojados sus restos a las fosas.
Ante la dimensión de los hallazgos, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento, la Universidad de Málaga y la Asociación contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica renovaron en enero pasado el convenio del programa que contempla la exhumación, identificación y en los casos que sea posible entrega de los restos a los familiares. Las actuaciones costarán unos 260.000 euros y contemplan un monumento conmemorativo y consagrar el lugar, que el Ayuntamiento va a convertir en parque, en un “lugar de la memoria”.

Los 12 primeros de los pozos del olvido.- El País.
"Nuestras madres tenían razón, los restos estaban ahí abajo", decía ayer una emocionada Pino Sosa. Cuando tenía sólo cinco años, la presidenta de la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas acompañaba en secreto a su madre hasta la boca de un pozo próximo a su casa. Una vez allí, igual que hacían otras mujeres del pueblo en honor a sus maridos, arrojaban margaritas silvestres y rezaban oraciones furtivas por el alma de su padre, el latonero José Sosa Déniz, quien una noche de finales de marzo de 1937 fue secuestrado, asesinado y arrojado a su interior, según le contaba su madre. Ayer, casi 71 años después, han comenzado a desvelarse detalles de los asesinatos cometidos por el régimen franquista en el norte de Gran Canaria con la publicación de una fotografía en la que se ven los restos de 12 cuerpos en el fondo de este pozo.
La excavación en el Llano de las Brujas, en Arucas (Gran Canaria, 36.000 habitantes), comenzó el 16 de junio gracias a una financiación de 300.000 euros del Gobierno canario. Los primeros restos humanos empezaron a emerger hace un mes, tras la retirada de tres metros de tierra y cal viva que fueron echadas sobre los cadáveres para ocultar los crímenes. Además de los cuerpos, tres de los cuales presentan heridas de bala en la mandíbula, sien y vértebras, en el fondo y en los alrededores han aparecido tres casquillos, una bala, medallas, hebillas, botones y suelas.
De los cadáveres encontrados, 10 conforman un primer nivel de la excavación, situado a unos 55 metros de profundidad, y otros dos están por debajo, lo que apunta a la presencia de más cuerpos en niveles inferiores. "Creemos que hasta 27 personas pudieron ser arrojadas a este pozo", aseguraba ayer el investigador Sergio Millares, miembro de la Comisión para la Determinación de Desaparecidos en Canarias. "Esto confirma que la información oral de Arucas no estaba equivocada".
Según esta misma tradición oral, algunos de los represaliados fueron arrojados a este pozo aún con vida, pues vecinos aseguraron haber escuchado lamentos que procedían del interior del mismo en los días posteriores a las desapariciones. A partir de ahora, además de proseguir con la excavación, dará comienzo la extracción de ADN de los dos primeros cadáveres sacados ayer mismo del pozo y su cotejo con las muestras ya recogidas a decenas de familiares que buscan a sus padres o abuelos. Sólo de Arucas se tiene constancia de 66 desaparecidos, además de otros 13 de Gáldar y 28 de Agaete, es decir, más de un centenar sólo en el norte de la isla de Gran Canaria.
La gran mayoría de ellos fueron asesinados entre el 18 de marzo y el 4 de abril de 1937, en una de las más crueles oleadas de represión franquista que se vivió en Gran Canaria. Según Sergio Millares, "no se trataba de personas con una especial significación política, más bien sindicalistas y gente que había participado en alguna huelga o manifestación. Los sacaron del campo de concentración para luego secuestrarlos de sus casas y matarlos aquí". Arucas cuenta con otros tres pozos del olvido donde se sospecha que pudiera haber más cadáveres, así como una sima volcánica en el municipio de Telde, de la que ya se extrajo un cráneo con un agujero de bala en los años sesenta.

Un alumno español llega a Bolonia


EL CORREO CATALAN.
ARCADI ESPADA:
Querido J:
Un calambre recorre el espinazo de los viejos. Hay movimiento en la Universidad. Desde Nanterre, y este año hizo 40 años, cada vez que un brazo se levanta en un aula y pide la palabra los cebolletas rejuvenecen. Es bonito. Y ya no te digo si se corta el tráfico, o como pasa estos días en Barcelona, hay encierros en el rectorado. Querría habértelo contado de primera mano, sobre el terreno; ¡pero quia!, yo no soy Manu Leguineche. Por fortuna me escribió una joven corresponsal y puedo darte el sonido de ambiente. Universidad de Barcelona, rectorado. Al atardecer, que todo lo ennoblece: «Hay una parada con recogida de firmas. Dicen que llevan 2.500, con octavillas, fanzines, y una hucha en una caja de galletas Fontaneda. Carteles: Autogestió. Ocupacions. Al pie de la escalera hay cinco o seis chicas sentadas. Dos están liándose unos porros. Otra está preguntándole a otra de más allá qué es el esperanto. Del segundo piso cuelga una ilustración hecha con spray: una niña sentada en un columpio, tipo Banksy. La antesala del despacho del rector está tomada por las colchonetas, los cartones y los sacos. Tres guitarras y un par de bongós. Ahí deben de poder dormir unos 40, contando con las prestaciones de una considerable cama hinchable de matrimonio. La cocina está detrás de una barra improvisada. Tienen una bombona de butano, pero no han comido caliente, por problemas logísticos. Pronto se hará de noche. Hay un par de muchachos que la esperan pasándose con los pies una pelota de tenis».
Menos mal que no me atreví a aventurarme. A ciertas edades el déjà vu es un insoportable pleonasmo. Para consolarme del carácter, tan analógico, de la protesta busqué el blog que diera fe y contraseña. Al fin y al cabo ahora los encierros tienen wifi. Está aquí, y se llama tancadaalacentral.blogspot.com. Lo encontré tan sumamente rudimentario que pasé un buen rato buscando otros. Sin mayor resultado. A veces me entra un deseo intensísimo de convertirme en eso que llaman, tan graciosamente, un periodista tradicional. Sobre la infrautilización de la posibilidad tecnológica para dar cuenta de algunos sucesos ya hemos hablado alguna vez en estas cartas. Pero qué duda cabe que el llamado periodismo ciudadano tenía en esta protesta una ocasión inmejorable. Si las redes sociales, si los tontys, si los blogs no proclaman su imperio en una protesta universitaria que implica a la Europa del desarrollo y que tiene como protagonistas básicos a los hijos de una clase media alfabetizada tecnológicamente, ¿cuándo y en qué circunstancia lo van a hacer? Creo firmemente que la protesta contra Bolonia ha inaugurado en España al periodismo 0.0.
Acaso sea, sin embargo, esta pobreza creativa el símbolo de un problema mayor. No comparto las visiones apocalípticas respecto a la instauración de los planes de Bolonia. Hay que andarse con cuidado a la hora de decretar el apocalipsis en la Universidad española, no vayamos a dar con otro pleonasmo. Es probable que los planes pretendan una Universidad radicalmente alejada de la bildung, de ese turbador y desinteresado amor por el saber que se margina voluntariamente de toda forma de futuro y de toda cláusula laboral, que con tanta lucidez y delicadeza dibujó Robert Redeker cuando vino a hablar a Barcelona. Pero si eso existió alguna vez en España no habrá sido Bolonia el que habrá acabado con él. El argumento es una mera lanzada a un muerto. Lo realmente inquietante, desde el estricto punto de vista español, es el tipo de alumno que prevé Bolonia. Para bosquejarlo sumariamente: los planes prevén un alumno que llega con la facultad de pensar puesta y que conoce cómo funcionan las modernas herramientas de conocimiento. Más simple: que sabe leer y buscar. No quisiera hablar en términos demasiado abstractos. Hay un ejercicio muy fácil de hacer en un aula universitaria. Hacer leer en voz alta a los muchachos. Es un ejercicio que a mí me hace sufrir de veras. Es posible que una lectura correcta y semánticamente entonada sólo dé una apariencia de entendimiento. Pero estoy seguro de que nadie que no sepa construir esa máscara tiene la menor posibilidad de entender.
Ya llevo 15 años dando clases universitarias. Tú debes de llevar una cifra similar. Sabemos que ese alumno es raro en España. En los claustros universitarios, al menos en el mío, se insiste en que la cláusula boloñesa pretende una drástica reducción del magister profesoral. No me parece mal. Lo que el magister aporta es, básicamente, una organización del discurso. Se pretende ahora que los alumnos participen más decisivamente en su construcción y que busquen, bajo la vigilancia del profesor, pero de una forma autónoma, la información que ha de nutrirlo. No está ese alumno en mis clases, hablando genéricamente. En estos 15 años habré tratado con ejemplares numerosos de lo que podría llamarse la generación tv. Es decir, de jóvenes que han llegado al uso de razón en la época atronadora, triunfante, de la televisión. Muchos de sus vicios intelectuales delatan su filiación generacional; pero en especial uno: la mirada sin relieve sobre lo real que observo en muchos de ellos. Son chavales que no han vuelto sobre el párrafo. Y que tampoco han hecho clic sobre el ratón, indagando. Sus armas lógicas parecen a veces bloqueadas por la gramática de un serial convencional. Por ejemplo, son grandes fanáticos de la falacia que lo que sucede después de algo sucede a causa de ese algo. Les cuesta comprender todo aquello que no pueda encarnarse. Su curiosidad intelectual no rebasa la de un aseadito plano medio. Y se sienten deslumbrados por los sentimientos. En cuanto a la ironía, qué decirte. El problema mayor no es que no practiquen la mirada bifocal. Es que no la reconocen. Tal vez haya un valle entre la generación que leyó y la que navegó, y estemos en él. No estoy seguro; ni siquiera estoy seguro de que no se trate de mis prejuicios.
El alumno de Bolonia no nace en la Universidad, sino mucho más atrás. También aquí hay noticias inquietantes. La otra tarde mis hijas tenían previsto un largo examen sobre el medio natural. Montañas, ríos y mares. Eché un vistazo a su trabajo y comprobé que lo estaban estudiando igual que lo hacía yo hace 40 años exactos. Recitando una larga serie de picos y afluentes, y en la mejor de las hipótesis posibles, colocándolos luego en un mapa mudo. ¿Es razonable pensar que en la época de los ordenadores la geografía primaria debe estudiarse igual que entonces, con la misma monotonía de lluvia tras los cristales?
Toda la ceremonia escolar, tanto la que sucede en clase como en casa, sigue desarrollándose a partir del antiguo código magistral. Alguien habla y el otro escucha. No es que me parezca mal, por supuesto. Ya les llegará la hora de no escuchar a nadie. Ahora bien, el prodigioso cambio que la tecnología ha proyectado sobre el conocimiento consiste en la accesibilidad de una cantidad ingente de información. Todos estamos en el centro de una biblioteca universal. ¡Todos menos la escuela! Quisiera hablarte hasta el final calmadamente. ¿No sería razonable que los niños dedicaran parte de su tiempo lectivo a indagar, ahora que pueden tan fácilmente, a experimentar ese suspense que acaba siendo uno de los alcoholes más adictivos de una vida adulta digna de así nombrarse y que a veces propicia, incluso, el rayo verde de la serendipity, la prueba de la existencia divina más difícil de soslayar para un ateo? ¿No sería razonable que entendieran que el conocimiento es sobre todo conocer, el paso lento y cargado de ese verbo que en las ocasiones más memorables se da solo y con frío?
No sería España. Acaso una improbable Bolonia.
Sigue con salud.
A.

Dependencia energética y falta de competitividad causantes del incremento en el déficit exterior


Las inversiones exteriores en España crecen un 240,1%.
Mal dato de déficit exterior: En los nueve primeros meses del año crece un 5,7% hasta los 81.449,1 millones de euros.
¿La causa? Las exportaciones no crecen al mismo ritmo que las importaciones debido principalmente al alto precio del crudo. En una economía dependiente energéticamente del exterior, la subida del ‘oro negro’ nos machaca. Incluso aunque logremos superavit de la balanza de servicios como hemos logrado: 19.262,5 millones de euros.Al final, las necesidades de financiación se incrementan un 2,5% hasta los 76.651,8 millones de euros, lo que da buena muestra de la vulnerabilidad de la economía española. Con todo, el dato más sorprendente es de las inversiones españolas en el exterior que se sitúan en los nueve primeros meses en los 32.946,4 millones de euros frente a los 51.882 millones del mismo período del año anterior. Se ha frenado la deslocalización. Por el contrario, se ha incrementado sustancialmente la ‘colonización’: las inversiones exteriores en España hasta septiembre suman 37.676,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 240,1% respecto al mismo período del 2007. España sigue siendo un país atractivo para la inversión extranjera. Consumimos como locos. Quizás sea lo único que nos salve.

MADRID, 28 (EUROPA PRESS).
El Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en España bajó 1,2 puntos en noviembre y se situó en el 2,4% como consecuencia, sobre todo, de la moderación del crudo y posiblemente también de algunos alimentos, según el indicador adelantado elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta tasa del 2,4% es la más baja desde agosto de 2007, cuando el IPC armonizado alcanzó el 2,2%.
Se trata del cuarto descenso consecutivo que experimenta la tasa anual del IPCA.Desde julio de este año, cuando 'tocó un techo' del 5,3%, este indicador ha descendido 2,9 puntos, coincidiendo con la tendencia a la baja del precio del petróleo y con el abaratamiento de algunos alimentos.
Hace un año, en noviembre de 2007, la tasa interanual del IPCA estaba en el 4,1%, es decir, 1,7 puntos por encima del dato de noviembre de 2008.
La tasa anual del IPC armonizado suele coincidir -apenas varía en alguna décima- con la del IPC general, cuya evolución del mes de noviembre se publicará el próximo 12 de diciembre. De situarse el IPC en el 2,4% sería también su nivel más bajo desde agosto de 2007, cuando alcanzó también el 2,2%.
El dato avanzado de noviembre es algo mejor de lo que esperaba el Gobierno, que calculaba que la inflación interanual de noviembre se situaría en el 2,5%.624.


MILLONES PARA COMPENSAR A LOS PENSIONISTAS.
Si la inflación interanual de noviembre queda finalmente en el 2,4% y coincide así con el IPCA adelantado, el Gobierno tendrá que destinar unos 624 millones de euros a compensar a los pensionistas por la desviación de precios en 2008, pues el IPC de noviembre es que el se utiliza como referencia para la revalorización de las pensiones.
Según los cálculos del Departamento dirigido por Celestino Corbacho, ante una desviación de cuatro décimas sobre el objetivo del 2%, la Seguridad Social tendría que abonar 312 millones para la paga compensatoria de los pensionistas.Además, la consolidación de esta desviación en la nómina de las pensiones del próximo año supondrá una cantidad similar (otros 312 millones), lo que elevará el coste total a unos 624 millones de euros.Esta cifra es muy inferior a los 3.121,8 millones de euros que tuvo que destinar el pasado año el Gobierno a compensar a los pensionistas por el incremento de los precios, debido a que en noviembre de 2007 la inflación interanual se situó en el 4,1%, 2,1 puntos por encima del objetivo del 2%.

EL DATO DEFINITIVO SE CONOCERA EL DIA 12.
El IPC armonizado, que sirve después a Eurostat para incorporarlo al cálculo del índice de inflación en la Unión Europea, proporciona un avance de cómo evolucionaron los precios en España durante el mes de noviembre.Su publicación responde a la política de Eurostat y del Banco Central Europeo (BCE) de ofrecer datos equiparables en tiempo y calidad a los producidos en Estados Unidos.El indicador adelantado se calcula utilizando el mismo procedimiento que el empleado para el Indice de Precios de Consumo Armonizado, pero utilizando diversos métodos de modelización estadística para estimar la información de la que aún no se dispone en el momento de su publicación.
El INE recordó que la información que proporciona el indicador adelantado es únicamente orientativa, por lo que no tiene que coincidir necesariamente con el dato definitivo, que se dará a conocer el próximo 12 de diciembre.

Al-Andalus: «es necesario identificar a los criminales, condenarlos restrospectivamente, mientras se identifica y compensa a las víctimas».



J. PAGOLA MADRID
Jamal Ben Ammar Al-Ahmar, un profesor universitario de origen argelino, reclama el regreso a AlAndalus de los descendientes de los musulmanes expulsados de España en el siglo XV, al tiempo que exige la identificación y condena para los culpables.
El tal Jamal, que se autoproclama descendiente de la dinastía de Bania Al Ahmar y, por tanto, soberano de Al Andalus, lanza su diatriba en su página web, en forma de carta enviada al Rey Don Juan Carlos. En principio se trataría de una de la muchas arengas que se difunden a través de Internet. Pero fuentes consultadas por ABC no ocultan que este caso encierra un elemento añadido de preocupación. Jamal Ben Ammar adoctrina a diario a un puñado de estudiantes desde su cátedra de profesor en la Universidad Farahat Abbas de la ciudad de Sétif, de Argelia, y forma parte de delegaciones culturales que representan al país magrebí en el extranjero.
Cuando Al Qaida amenaza a España utiliza, como pretexto, además de la presencia de nuestras tropas en Afganistán, la reivindicación de un Al-Andalus arrebatado injustamente a los musulmanes.
En su carta, recuerda al Rey «la injusticia infligida sobre el pueblo musulmán de Andalucía que todavía sufre la diáspora en el exilio desde el año 897, según el calendario musulmán, y 1492 después de Cristo». Dicho esto, el profesor insta al Monarca a que pida perdón, «en nombre de sus antepasados», por la expulsión de los musulmanes, y que asuma «la responsabilidad de las consecuencias» que aquello pueda acarrear.
Quizá inspirado por la frustrada decisión de Garzón de abrir las fosas del franquismo, el caso es que Ben Ammar insta a «una completa investigación legal e histórica de los crímenes de guerra que tuvieron lugar en Andalucía por las cruzadas papales, francesas, inglesas y europeas, cuya víctima fue nuestro miserable pobre pueblo, tras la caída de la regla islámica en Andalucía». En su opinión, «es necesario identificar a los criminales, condenarlos restrospectivamente, mientras se identifica y compensa a las víctimas por sus calamidades y se restauran sus títulos». En resumidas cuentas, propone «una investigación histórica y legal de la emigración obligatoria de los ciudadanos y su dispersión en varias zonas del mundo, identificar a los culpables y condenarlos», así como que «se emita un decreto que permita a los inmigrantes regresar a sus hogares andaluces, garantizándoles la concesión del pleno derecho de ciudadanía». Demanda también que se restauren «las propiedades perdidas de los musulmanes»; «buen trato a la comunidad musulmana que vive en España y que siente que su orgullo ha sido desdeñado, tras la inspección de tribunales»; el mismo buen trato para los sin papeles, y cuyos antepasados fueron expulsados; que se incluya la causa de Al-Andalus en las negociaciones que España mantenga con grupos internacionales políticos y religiosos -¿se refiere a la alianza de civilizaciones de Zapatero?-; la independencia para Ceuta y Melilla; que se pida perdón a los musulmanes y que un tercio de los ingresos por visitas a monumentos islámicos se destine «al representante legal» de Al-Andalus.

Monjas


"Felizmente, la ausencia de mitos bélicos bajo el franquismo tardío, por deterioro y descrédito de la narración de los vencedores y por ausencia de una narración antagónica en la oposición, facilitó la transición a la democracia.
Lo que se negoció entre el franquismo reformista y el antifranquismo no fue una depuración de responsabilidades criminales de los bandos contendientes en la guerra civil sino una forma de gobierno
Hubo cesiones mutuas y hubo acuerdo, y de ese acuerdo no derivó solamente la asunción por la monarquía constitucional de valores y principios de la tradición republicana, desde el sufragio universal al Estado Autonómico.
Fue posible también la reivindicación histórica de figuras del bando republicano y su incorporación a una cultura cívica común. El caso de Azaña es el más conspicuo, pero no el único.
Una democracia fundamentada en acuerdos pragmáticos no es una democracia amnésica. Por el contrario, necesita de la historia porque el pragmatismo sólo encuentra justificación en la experiencia, pero no admite otro mito que ella misma. La difusión del mito cainita de la guerra civil a rebufo del insensato experimento de la Memoria Histórica ha hecho algo más que asimilar la política a una guerra de carnaval. Ha llenado la imaginación de muchos con pornografía de paseos, fusilamientos y violaciones de monjas, como era de temer. Que el periódico español de mayor tirada airee alegremente este tipo de fantasías resulta obsceno e intolerable, pero la solución no está en escandalizarse, sino en advertir a quien corresponda que tal escalada puede acabar peor que el rosario de la aurora. Ayudaría mucho que los socialistas tuvieran los arrestos y la decencia de declarar que no se acercarán un palmo más al abismo por ese camino, y menos con ciertos compañeros de viaje".
Monjas (JON JUARISTI. Domingo, 30-11-08)

Aguirre relata en ABC la pesadilla de Bombay: «Era una ratonera»


El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, acusó ayer a la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, de utilizar en «momentos de dificultad» la máxima del «sálvese quien pueda», porque «se marchó corriendo» de Bombay «sin importarle la gente que se quedaba en situación de dificultad». Blanco hizo esta acusación durante su intervención en un acto público de su partido en Cabanillas del Campo (Guadalajara).
Las críticas a Esperanza Aguirre por abandonar Bombay antes que los demás miembros de la delegación que le acompañaba fueron calificadas de «frivolidad absoluta» por la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría. Por su parte, la directoral general de Comunicación de la Comunidade de Madrid, Isabel Gallego, que se encontraba en el grupo de la delegación que permaneció en Bombay, tachó de «despreciables» las críticas vertidas por José Blanco.
Ayer llegaron a Madrid tras hacer escala en París los últimos 17 españoles repatriados desde Bombay, donde aún se encuentra un matrimonio herido, pendiente de que los médicos les permitan regresar.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, relata en ABC sus reflexiones después de haber sobrevivido, junto a la delegación que le acompañaba en un viaje oficial a ese país, a uno de los atentados más brutales del terrorismo islamista

"A las 14:50 de la tarde del viernes tomaba tierra en Torrejón el avión de la Fuerza Aérea Española que traía de regreso a España al grueso de los miembros de la delegación de la Comunidad de Madrid y a los empresarios que la acompañaban en su viaje a India para anudar lazos económicos, culturales, turísticos y científicos con ese inmenso país y para buscar allí oportunidades de inversión y negocio. A pie de escalerilla los estaba esperando en compañía del ministro de Exteriores, y uno a uno los he ido abrazando y he festejado con ellos el feliz desenlace de este viaje que podría haber terminado en una tremenda tragedia para nosotros, como lo ha sido para las familias de los más de 180 muertos y más de 350 heridos que los terroristas han provocado. Porque la realidad es que el destino nos había conducido al centro de uno de los atentados más sangrientos y espectaculares de la reciente historia. Un atentado que está en la línea de los de Nueva York, Madrid, Londres, Bali o Casablanca, inmensas masacres que buscan crear el pánico en la población, desestabilizar los países y provocar el desconcierto y la desmoralización entre los defensores de la libertad y de la sociedad abierta.
Los abrazos emocionados a todos los que regresaban se unían a los comentarios torrenciales que nos intercambiábamos para recordar lo vivido y para contrastar las emociones, temores y experiencias que hemos compartido en esa ciudad de más de 22 millones de habitantes, que hasta 1995 se llamó Bombay, nombre de origen portugués que viene de bom bahia (buena bahía).
Un abrazo
Uno de los momentos más emocionantes de ese reencuentro sobre la pista de Torrejón ha sido, sin duda, el abrazo al actual alcalde de Mahadahonda y viejo amigo mío, Narciso de Foxá. Su presencia en Mumbai se debía a la inmensa tragedia de haber tenido que ir hasta allí para hacerse cargo de los restos mortales de un hermano suyo que había fallecido dos días antes en un hospital de esa ciudad. El destino, que es el nombre que a veces damos a la providencia, hizo que, al entrar en el inmenso hall del hotel Oberoi -un hotel cuyo nombre no olvidaremos nunca-, la primera persona a la que vi fue a él, que venía hacia mí y con el que me fundí en un abrazo de condolencia y de amistad, que yo quería mostrarle porque era evidente que Narciso estaba allí para pasar el peor trago de su vida: reconocer el cadáver de su hermano y encargarse de la cremación y posterior traslado de sus cenizas a España. Narciso, que estaba allí para cumplir con ese deber sagrado de enterrar a los muertos como Dios manda y que empezó a contarme la triste historia de la muerte de su hermano, instantes después, al empujarme detrás de un mostrador, va a ser, probablemente, el responsable de haberme salvado la vida.
«Justo en estos momentos es más importante que nunca que nos reafirmemos en nuestros principios y plantar cara a los que quieren arrebatarnos la vida y la libertad»
Pero ahora estábamos en la pista de Torrejón, felices de reencontrarnos todos sanos y salvos y, sobre todo, eufóricos por haber hablado ya con Alejandro de la Joya y Álvaro Rengifo, completamente libres. Narciso me transmitía sus sentimientos, unos sentimientos encontrados de tristeza por la muerte de su hermano y de satisfacción por haber cumplido con su deber y haber salvado la vida, y en medio de aquel desordenado intercambio de experiencias sacó del bolsillo un papel arrugado donde él, con la ayuda de los otros protagonistas de la historia, había dibujado, durante el vuelo, un croquis bastante preciso del hall del hotel, y había reconstruido los hechos.

Un croquis
Allí, sobre la pista de la Base Aérea de Torrejón, con ese croquis delante y con las explicaciones que Narciso y otros de los que, como Ignacio Ruiz-Larrea o Norberto Irezábal, habían estado en el Oberoi, es cuando tomé verdadera conciencia de lo que pasó la noche del miércoles y de lo cerca que estuvimos de caer asesinados por las balas de los terroristas. Porque aquellos ruidos estruendosos que escuchamos nada más entrar en el hall y que pensamos que eran algunas cristaleras que se habían roto fueron en realidad los disparos con los que los terroristas asesinaron a los guardias de seguridad que se les interpusieron en su paso, desde el contiguo Hotel Trident, hacia ese «lobby» del Oberoi.

De espaldas
Y aquellas ráfagas tremendas de fusiles ametralladores que escuchamos justo a nuestro lado y que yo no pude ver porque estaba de espaldas al lugar por donde penetraron los terroristas fueron las que provocaron la muerte de muchas -hablan de 24- de las personas que estábamos en ese «lobby», que era una ratonera cuya única salida era una puerta de servicio, que los miembros de la delegación madrileña tuvimos la suerte de tener muy cerca y la suerte de que los aterrorizados empleados del hotel nos la mostraran. Narciso me decía en la pista de Torrejón que él había visto los fogonazos de las metralletas y que los vasos rotos que tuvimos que pisar para llegar a la puerta no los habíamos tirado al suelo nosotros en nuestra precipitación, sino que los habían roto las balas.
«El atentado está en la línea de los de Nueva York, Madrid, Londres, Bali o Casablanca, masacres que buscan desestabilizar países y causar el desconcierto entre los defensores de la libertad»
Allí, en Torrejón, recordé que el cónsul español en Mumbai, César Alba -que nos acompañaba y al que la estampida que nos separó en dos grupos le dejó con los otros miembros de la delegación, a los que ayudó con su serenidad toda la noche- me había dicho por teléfono que el vaso de naranjada que estaba tomando se lo había volado un balazo. Allí, en la pista de Torrejón, comprendí que la Providencia, que otros llaman destino, había velado por nosotros y que era un verdadero milagro que todos, absolutamente todos, los miembros de la delegación hubiéramos salido indemnes de ese trance. Y fue entonces, allí, en Torrejón, junto a Narciso, junto a Arturo Fernández, junto a Salvador Santos Campano, junto a Isabel Gallego, junto a Cova Fernández, junto a Carlos, el fotógrafo, junto a Raúl Ruano, junto a Yolanda Vidal, junto a Ignacio Martínez Latorre, junto a Ignacio Ruiz-Larrea, junto a Norberto Irezábal y junto a Margarita Ortiz, cuando comprendí la inmensa suerte que habíamos tenido de habernos salvado todos de ese salvaje atentado.
Haber vivido de tan cerca este ataque terrorista me ha llevado a recordar con nitidez las dramáticas imágenes que guardo de las estaciones de Atocha, de Entrevías y de Santa Eugenia, cuando llegué a ellas pocos minutos después de los atentados del 11-M, y me ha llevado a reflexionar una vez más, pero con más intensidad si cabe, sobre la importancia de que todos los que creemos en la libertad y en la sociedad abierta estemos unidos y firmemente decididos a defenderlas contra el terrorismo.

Provocar el pánico
Los actos terroristas, además de llevar la tragedia a las personas que pierden sus vidas y a sus familiares, siempre buscan provocar en el resto de los ciudadanos ese pánico y ese terror que puedan llevarnos a rendirnos o a someternos a la voluntad totalitaria de los asesinos. Y es verdad que, cuando se ven los cuerpos destrozados y se siente de cerca la violencia de las explosiones y de los disparos, podemos tener la tentación del desánimo o de la desmoralización, pero, justo en esos momentos, es más importante que nunca que nos reafirmemos en nuestros principios y que seamos valientes para plantar cara a los que quieren arrebatarnos la vida y, lo que es aún más importante, la dignidad y la libertad. Esa es la enseñanza principal de mi experiencia de Mumbai.

«Con unos huesos no debe hacerse propaganda política»


LUIS SUÁREZ / historiador - A sus 84 años, Luis Suárez es para muchos el mejor medievalista de nuestro país. Miembro de la Real Academia de la Historia y de la Fundación Francisco Franco, Suárez lleva ya más de medio centenar de libros a sus espaldas y, como los escritores incansables, trabaja ya en el siguiente.30 Noviembre 08 - por ERNESTO VILLAR. La Razón.
-En su último libro, «La construcción de la Cristiandad europea», usted defiende la necesidad de devolver al Humanismo al primer plano de la sociedad. Parece un trabajo arduo, ¿no?
-Estamos bastante lejos de conseguirlo, y sin embargo, sería una necesidad, porque detrás de cada depresión económica siempre hay un trasfondo moral. De cuando en cuando hay que recuperar a la persona humana, porque sin eso no se resuelven los problemas. La crisis del 29 surge tras los años felices y el desorden moral que siguió a la Primera Guerra Mundial. Lo mismo ocurre con las depresiones de 1618 o la de 1328, que da comienzo a la guerra de los Cien Años. Probablemente sin la crisis del 29 Hitler habría sido un fracasado.
-Trasladado al presente, diríamos que la crisis actual surge tras otra «belle epoque»...
-Sí, y ha creado todo esto, el afán de riqueza, el materialismo...
-¿Necesariamente tiene que ser moral cristiana, o lo podemos entender como un concepto más amplio?.
-Pero es que Europa no tiene otra. Durante muchos siglos el continente se llamó Cristiandad. Curiosamente, el término Europa lo pone en marcha el Papa Pío II en el momento en el que se ve que hay otras Cristiandades. El Cristianismo tiene una enorme ventaja, y es que se hizo cultura. Cuando se enfrentó con el helenismo no intentó rechazarlo, sino al contrario, asumirlo. «Yo soy ciceroniano», dice san Jerónimo. Por eso está en condiciones de construir la figura de la persona humana. Y cuando santo Tomás de Aquino hace la Suma Teológica utiliza libros judíos y helenísticos y hace que le traduzcan al latín a Maimónides.
-¿Qué importancia tiene en todo este proceso la educación? ¿Se está arrinconando a las Humanidades?.
-No se está educando bien a los jóvenes. Ahora se da más importancia a la instrucción, a los ordenadores, a la técnica, pero poca a la educación, al comportamiento y a los valores. Sin negar la importancia de lo primero, tiene mucha más relevancia lo segundo.
-¿Qué opina de que en algunas comunidades españolas no se pueda estudiar en castellano?.
-Antes de nada: me parece mal que digamos el castellano. El castellano ya no existe, se sacrificó al crear el español, y el español es nuestro gran tesoro.
-De acuerdo, hablemos entonces del español?.
-Dicho esto, negar a unos chicos el acceso a una lengua que hablan dos continentes es causarles un enorme perjuicio, ya sea por motivos políticos o por afán de poder. Se les está haciendo un gran daño. La lengua española no es la lengua de Castilla o de una región, sino de todos los hispanos, los de aquí, los de Hispanoamérica y los de Estados Unidos. Negar eso es renunciar a uno de los valores fundamentales que habíamos conseguido y retroceder unos cuantos siglos.
-¿El conflicto surge cuando se mete por medio la política?
-Claro, y a cualquier cosa que diga un historiador en seguida le sacan la punta. Pero no, no, no. Yo no estoy hablando de política.
-Y en cuanto a la Historia, ¿Cree que el problema es que en nuestro país ya no se lee Historia o que no se escribe lo suficiente sobre ella?.
- No se lee, y además no se enseña. Una vez el Ministerio nos pidió a la Real Academia de la Historia, de la que soy miembro, que hiciéramos una revisión de los nuevos libros de texto de esta materia y de Geografía. Me leí más de 40 y a la conclusión a la que llegué es que con ellos es imposible aprender Historia. Por cierto, deberíamos dar un paso adelante y enseñar más Historia de Europa que de España. Es decir, desde el punto de vista español, ¿cómo veo yo la Historia de Europa?.
Eso por no hablar de lo que se enseña de algunas figuras de nuestro pasado. Lo que se puede estudiar de Isabel la Católica en unas comunidades autónomas no tiene nada que ver con lo que se aborda en otras.
-¿Realmente, llegamos a cosas que no tienen sentido, y que tienen muy poco que ver con la realidad.? Aún así, hay personajes que, como si de una «marca comercial» se tratara, son garantía de éxito. Franco, por ejemplo. Escribir un libro sobre él es un seguro de que por lo menos tendrá repercusión. ¿Está de acuerdo con eso?.
-En absoluto. Yo he escrito libros sobre Franco y no han tenido repercusión ninguna.
-¿Depende entonces de qué visión se dé del personaje o del momento histórico en cuestión? -Tiene que ser la visión políticamente correcta. Pero, frente a la memoria histórica, yo defiendo que es de la experiencia de la que tenemos que aprender, de lo que se hizo bien y lo que no. ¿Quiénes somos los historiadores para decir que algo fue un error o un acierto?. Sería absurdo. Sería hacer juicios de valor. Nosotros tenemos que exponer y explicar. No juzgar.
-Al margen de cualquier circo mediático que se pueda montar, ¿usted puede entender entonces el anhelo personal de alguien por localizar los restos de su padre o su abuelo asesinados en la Guerra Civil?.
-En algunos casos supongo que sí. No lo sé. Yo de eso no entiendo, porque no tengo víctimas de la Guerra Civil en mi familia, aunque sí la padeció, y, ojo, aunque parezca mentira no desde el bando nacional. Depende de muchas circunstancias, pero yo creo que a los muertos hay que tratarlos... con caridad. Con cariño. Si uno identifica dónde están enterrados sus parientes, me parece muy lógico que se haga ahí un monumento. Pero sacarlos, exhumarlos... ¿para qué? ¿Para airear unos huesos? ¿Para hacer de ellos una propaganda política? Eso no tiene sentido. Hagamos un monumento a García Lorca.
-¿Está a favor de un monumento, no de una exhumación...?
-Lo de la exhumación es hacerle un daño terrible al poeta. En cambio lo del monumento me parecería lo más justo y sensato.

«Nos ordenaron hacer otro 11-S»


La Policía india reconstruye el atentado a partir del interrogatorio al único de los diez terroristas capturado vivo ¿ Hallados los explosivos con los que iban a volar los pilares de los dos hoteles atacados.
Leído en La Razón, 30 Noviembre 08 - Ángel Villarino- Bangkok.
¿Cómo es posible que diez jóvenes terroristas consiguieran secuestrar el centro de la capital financiera de India durante tres días, matando a sangre fría a unas 200 personas e hiriendo a otras 300?.
La Policía y los Servicios de Inteligencia indios intentan responder al interrogante, admitiendo que muchos detalles están por esclarecer. Hasta el momento, la principal herramienta para reconstuir los hechos es la confesión forzada del único asesino que sobrevivió a la batalla, Azam Amir Kasav, de 21 años, procedente de la localidad paquistaní de Faridkov. Según la versión del terrorista, el ataque fue planeado por el llamado «Ejército para la Liberación de los Puros» (ELP), un grupo que lucha por la independencia de la región autónoma de Cachemira (de mayoría musulmana) y que tiene su base cerca de Lahore, en Pakistán. Los diez combatientes habrían sido entrenados precisamente allí, donde se les preparó para un «nuevo 11-S» (según palabras del propio asesino).
Su idea, dice el Ministerio de Interior indio, era liquidar a 5.000 personas, reducir a escombros los símbolos del poder en Bombay, atemorizar a la élite económica india y a los miles de occidentales que viven o transitan en la ciudad más cosmopolita del país. El entrenamiento recibido en los campos de la muerte consistió en «manejo de armas de fuego, explosivos y tácticas de guerrilla y acercamiento por mar», según la reconstrucción ofrecida por los oficiales encargados del interrogatorio.
También estudiaron de memoria los planos de los edificios, para moverse por ellos con más soltura y abatir sus pilares con detonaciones, algo que no lograron. La Policía india encontró varios kilos de explosivos sin usar, que hubieran podido ser suficientes para tirar abajo al menos una parte de la estructura del hotel Taj.
Antes de lanzar el ataque, los muyahidines secuestraron un pesquero y obligaron a uno de los tripulantes a conducir la embarcación hasta el puerto de Colaba, a pocos kilómetros de donde se produjeron los atentados. Una vez llegados a destino, asesinaron a sangre fría al navegante y tomaron lanchas para acercarse hasta la costa. Desde allí tomaron un taxi, en el que cargaron armas y municiones. Parece que dentro de los hoteles alguien habría introducido en días anteriores municiones, víveres y explosivos.
También se dice que llevaban un mes sobre el terreno, donde habrían alquilado un piso franco haciéndose pasar por estudiantes. Dinero no les faltaba: entre los restos mortales de los combatientes abatidos, los marines indios encontraron grandes sumas en metálico y decenas de tarjetas de crédito.
Tras desembarcar, y en menos de media hora, llegaron a los diez puntos elegidos para perpetrar la matanza y comenzaron a disparar. Según la reconstrucción oficiosa, los asesinos orquestaron una ordenada carnicería antes de que llegara la Policía: disparando contra todas las personas a la vista y lanzando granadas en las estancias más concurridas. La versión chirría levemente ante los testimonios de algunos de los supervivientes occidentales, que narran cómo les dejaron escapar al ver que sus pasaportes no eran ni británicos ni estadounidenses.

Blanco nuclear puro


El vicesecretario general del PSOE ha alcanzado una nueva cota en su habitual repertorio de ataques al PP. Este sábado ha llegado a utilizar los atentados de Bombay para atacar a Aguirre y jactarse de que el Gobierno, dice, no sale huyendo ante la crisis.
(Agencias) Nada más comenzar su discurso en un acto del PSOE en Guadalajara, centrado, como es habitual, en el ataque al PP, llegaba la alusión a los atentados en Bombay. José Blanco no dudó en instrumentalizar políticamente el ataque terrorista y lo vivido allí por Esperanza Aguirre para arremeter contra la presidenta madrileña y los populares.

Cuando aludía a la crisis, y trataba de ensalzar las políticas del Gobierno para combatirla, Blanco afirmó que "en momento de dificultad, no podemos utilizar esa máxima del sálvese quien pueda". "Eso se lo dejamos a Aguirre, que se marchó corriendo sin importarle la gente que quedaba allí en situación de dificultad", remachó. Los asistentes respondieron a sus palabras con un aplauso.
En cuanto al resto de la intervención de Blanco, la mención a Aguirre no fue la única crítica a los populares. El dirigente socialista se empleó a fondo en sus ataques, basados en desacreditar al PP por la falta de apoyo al plan económico que el Gobierno ha articulado ante la crisis. "Dicen que no tenemos un plan, pero ellos sí que no tienen un plan. No han propuesto una sola alternativa y lo que es más grave ponen zancadillas para que no pongamos en marcha medidas frente a la crisis", agregó.
Mientras, señaló Blanco, los socialistas "estamos tomando decisiones y hemos decidido coger el toro por los cuernos en lugar de hacer como maría Dolores de Cospedal y Mariano Rajoy que ven los toros desde la barrera".
"Lo que nunca va a hacer el Gobierno socialista es caer en el derrotismo donde nos quiere llevar el PP", agregó Blanco. Por ello, prosiguió "hemos aprobado el Plan E, el plan español de Estímulo de la Economía y el Empleo, y E de Entusiasmo y también de Equidad para que todos los españoles tengan las mismas oportunidades. Esas son nuestras señas de identidad", agregó.
Rajoy, el "visionario"
En este sentido, instó a los ayuntamientos de Guadalajara a ser un ejemplo para llevar a cabo el plan aprobado ayer por José Luis Rodríguez Zapatero cuyo único objetivo "es crear empleo y más empleo". Blanco señaló que estos recibirán 60 millones de euros gracias a dicho plan.
Dicho esto, Blanco se refirió al líder popular como Rajoy "el visionario" ya que, según el vicesecretario general del PSOE, "es el único dirigente del mundo que según dice ya sabía lo que nos venía encima".
"Sin embargo, en su programa electoral decía que España iba a crecer un 3%. Si es patriota ya podía haber advertido, pero no lo hizo porque no lo sabía, porque Rajoy no sabe casi nada", agregó Blanco, quien instó al líder 'popular' a viajar más y aprender de los demás líderes mundiales que se comprometen con sus gobiernos para afrontar la crisis.
El dirigente socialista advirtió de que si gobernara la derecha "España tendría dos problemas, la amenaza de la crisis y de un gobierno de derechas que recortaría derechos y haría decretazos".

La realidad de la crisis
Por último, el vicesecretario general del PSOE instó a la cooperación y la unidad, "más necesarias que nunca en momentos difíciles como los presentes", e instó a las administraciones regionales y locales del PP a que se sumen a las medidas del Gobierno para superar lo antes posible la crisis. "Pido al PP que se comprometa con España y tenga sentido de Estado en lugar de darnos, día tras día, lecciones de patriotismo pero de patriotismo de pacotilla", agregó.
Antes de su discurso triunfalista en cuanto a las soluciones del Gobierno contra la crisis, Blanco se topó de lleno con la realidad que viven muchos ciudadanos españoles: la del paro y los problemas laborales. A su llegada a la localidad guadalajareña, Blanco fue recibido por un nutrido grupo de trabajadores de la empresa Avicu, cuya plantilla de más de 400 empleados lleva tres meses sin cobrar, y con quienes mantuvo una breve reunión, en la que comprometió "todo el apoyo de la Administración y el PSOE".

The Economist: SPAIN: El Estado Autonómico ha estado bien para España, pero puede haber ido demasiado lejos.


How much is enough?
Nov 6th 2008From The Economist print edition
Devolution has been good for Spain, but it may have gone too far
THE hardest problem for the authors of Spain’s democratic constitution was to strike a balance between the central government and the claims of Catalonia, the Basque country and Galicia for home rule. The formula they came up with was known as café para todos, or coffee for all: Spain was divided into 17 “autonomous communities” (plus the enclave cities of Ceuta and Melilla on the Moroccan coast), each with its own elected parliament and government. This estado de las autonomías seemed a neat solution. Over the past 30 years more and more powers and money have been devolved. The regional governments are now responsible for schools, universities, health, social services, culture, urban and rural development and, in some places, policing. But it is becoming clear that even as it has solved some problems, decentralisation has created others.
The estado de las autonomías has several clear benefits. First, as Mr Zapatero says, “it spreads power and impedes its concentration,” and in that way reflects “the best liberal thinking”. Second, by bringing decisions about services closer to the people it has improved them. Third, it encourages competition between regions. The rivalry between Barcelona and Madrid may have acquired an edge of mistrust, but it is in essence a creative tension. And fourth, the system has reduced regional inequalities, or at least stopped them widening.
To get a sense of the success of decentralisation, head not to Catalonia or the Basque country but to the south. In the 1970s Andalucía seemed much closer to Africa than Europe—and not just geographically. Rural labourers lived in semi-servitude and one adult in five was illiterate. Now it has narrowed the gap with the rest of Spain in many ways. The south is still poorer than the north, but Spain no longer has anything like Italy’s mezzogiorno.
In other parts of the country Valencia and Zaragoza have become thrusting cities with an economic and cultural life of their own, and Bilbao’s metamorphosis from a centre of declining heavy industry into a cultural and tourist magnet, started off by its Guggenheim Museum, has become a textbook case of urban regeneration.
All this has come at a political price. First, it has led to a renaissance of an old Spanish political phenomenon, the cacique or provincial political boss, as Antonio Muñoz Molina, a leading novelist, points out. Mr Pujol ran Catalonia for 23 years; Manuel Fraga, a former minister under Franco who founded the forerunner of the PP, ran Galicia for 15 years; and Manuel Chaves, a Socialist who has headed Andalucía’s regional government since 1990, is said to reign rather than govern.
These modern princes have their courts. “Every regional government wants its own universities, contemporary-art museum and science museum,” says Josep Ramoneda, who heads the Centre for Contemporary Culture in Barcelona. “In the United States there’s only one Hollywood. Here they want 17.” In Andalucía the regional government is by far the biggest employer, and the biggest advertiser in the regional press. Every regional government has its own television station. Mr Zapatero has taken to holding regular “presidents’ conferences” with his regional counterparts. The latest one attracted 600 journalists. “It looked like the UN General Assembly, with six or seven satellite trucks outside,” notes Enric Juliana, a journalist for La Vanguardia, a Barcelona newspaper.
The regional governments even get involved in foreign policy. Some have aid budgets. Mr Muñoz Molina, who was the director of the New York office of the Instituto Cervantes, a body to promote Spanish culture, recalls that regional presidents would turn up in the city with vast entourages. Most of these missions were badly organised and achieved nothing except favourable coverage in their captive media.

Coffee just for us
But this panoply of decentralisation has not placated the politicians in Catalonia, the Basque country and Galicia. That is because they never wanted café para todos: they wanted it just for themselves, as a recognition that they were different. They still want that, no matter that Spain is now an extraordinarily decentralised country in which the Basques, for example, enjoy a greater degree of home rule than any other region in Europe. Their demands make it difficult to draw up a stable and permanent set of rules.
Catalan and Basque “nationalists” argue that unlike, say, La Rioja or Murcía, their territories are nations, not regions (nor “nationalities”, in the tortuous formulation of the constitution), and invoke history to support their claim. “Here the conflict dates from 1836,” insists Joseba Aurrekoetxea, a leader of the Basque Nationalist Party (PNV), referring to the Carlist war after which the central government revoked the Basques’ fiscal privileges (restored in 1979). “Catalonia was always distinct,” says Artur Mas, who replaced Mr Pujol as leader of CiU. It descends from the medieval kingdom of Aragón, and rebelled against Madrid in 1640 and in 1701.
But Catalan and Basque nationalism are creations of the late 19th century. They stem from industrialisation, which made these the richest regions in the country, taking in migrants from elsewhere in Spain. At the time the Spanish state, unlike its French counterpart, lacked the resources to integrate the country, says Antonio Elorza, a Basque political scientist at Madrid’s Complutense University. Otherwise Catalonia and the Basque country would have been as content within Spain as Languedoc and Brittany are within France.
Perhaps because the historic claim to nationhood is shaky, language has become an obsession for the nationalists. Franco banned the public use of Catalan, Euskera (Basque) and Gallego. The constitution made these languages official ones alongside Spanish in their respective territories. In Catalonia the official policy of the Generalitat (the regional government), under both the nationalists (some of whom are really localists) and now the Socialists, is one of “bilingualism”. In practice this means that all primary and secondary schooling is conducted in Catalan, with Spanish taught as a foreign language. Catalan is also the language of regional government. A Spaniard who speaks no Catalan has almost no chance of teaching at a university in Barcelona. A play or film in Spanish will not be subsidised from public funds. “If we don’t make a big effort to preserve our own language, it risks disappearing,” says Mr Mas.
Catalan and Spanish are more or less mutually comprehensible. Not so Euskera, which does not belong to the Indo-European family of languages. The Basque government allows schools to choose between three alternative curriculums, one in Euskera, another in Spanish and the third half and half. But in practice only schools in poor immigrant areas now offer the Spanish curriculum. Despite these efforts, Basque and Catalan are far from universally spoken in their respective territories: only around half of Catalans habitually use Catalan and about 25% of Basques speak Euskera.
The nationalists’ linguistic dogmatism is provoking a backlash. Earlier this year Mr Savater, the philosopher, together with a diverse group of public figures ranging from Placido Domingo, a tenor, to Iker Casillas, Real Madrid’s goalkeeper, signed a “manifesto” in defence of the right of citizens to be educated in Spanish. They were denounced as “Castilian nationalists” in the Socialist press. But they touched a nerve. Many thoughtful Catalans believe that Catalan would be safe if it remained the language of primary schools, but that Catalonia would gain much by allowing a choice between Catalan and Spanish in secondary schools.

The power of language
The argument about language is really about power. “The problem with nationalists is that the more you give them, the more they want,” says Mr Savater. What some of them want is independence; all of them use this as a more or less explicit threat to gain more public money and powers. The polling evidence suggests that no more than a fifth of Catalans are remotely tempted by the idea of independence. The figure for Basques is around a quarter, despite 30 years of nationalist self-government and control of education and the media, and despite the departure of around 10% of the population because of ETA’s violence, points out Francisco Llera, a (Socialist) political scientist in Bilbao.
ETA’s political support is declining, though not vanishing. The PNV is split between a pro-independence wing led by Juan José Ibarretxe, the president of the regional government, and home-rulers in the party leadership. Mr Ibarretxe wants to hold a referendum on the right of Basques to self-determination. Mr Aurrekoetxea argues that ETA should not have a veto over whether Basques can peacefully express a view on the future.
The government, parliament and the courts have all blocked the referendum plan “because it is against the constitution”, says Mr Zapatero. “It would make ETA right in fighting on the basis that this is an oppressed people,” says José Antonio Pastor, a Basque Socialist. He and many other non-nationalist politicians and their families must live with round-the-clock bodyguards. In parts of the Basque country, in the tight rural valleys on the borders of Vizcaya and Guipúzcoa, non-nationalists cannot campaign freely. The Socialists hope to win a Basque regional election due in March. To improve their chances, they are following their Catalan peers in embracing cultural nationalism.
Buying off the Basque and Catalan nationalists with more money has become harder. The central government now accounts for just 18% of public spending; the regional governments spend 38%, the ayuntamientos (municipal councils) 13% and the social-security system the rest. But under the new Catalan autonomy statute more money has to be devolved. Over the next seven years Catalonia will have to be given a share of public investment equivalent to its weight in the Spanish economy, which will amount to an extra €5 billion a year. Previously Catalonia, although Spain’s fourth-richest region, received less public spending per head than several others. It complains that its commuter trains, in particular, have been starved of funds.
The Basques have no such worries: each Basque province and Navarre collect their own taxes and hand over less than 10% to the central government in Madrid. But they benefit from central-government defence spending, and they are net recipients from the social-security system. As a result, public spending per person in the Basque country is the highest in Spain.
The new Catalan statute requires the government to strike a new regional financing deal, even though the one in 2001 was supposed to be final. But it is to the central government that Spaniards will look for unemployment benefits and for spending to alleviate recession. Local governments are likely to suffer budget cuts by 2010, if not next year.
The government’s ability to carry out economic reforms is also compromised by decentralisation. As regional governments acquire more and more power to regulate, businesses face higher compliance costs. Now that the government employment service has been decentralised, José María Fidalgo, the general secretary of the Workers’ Commissions, the largest trade-union federation, worries that jobseekers have to look at 17 different websites.
It would have been easier for all concerned if Spain had adopted federalism in 1978. That would have set clear rules and aligned responsibilities for taxing and spending. The Senate could have become a place where the regions were formally represented and could settle their differences, akin to Germany’s Bundesrat. But the Catalan and Basque nationalists will only accept a confederation of several “nations”. The PP also opposes federalism.
In the meantime Spain must muddle on. “The great Spanish project is not in danger, but it’s like a plant that requires constant tending,” says Narcís Serra, who used to be Mr González’s vice-president and now runs Caixa Catalunya, a savings bank. “It’s important that Catalonia is comfortable in the project.” The government in Madrid could make some gestures to the regions, such as moving some regulatory agencies or other national bodies out of the capital. And would it really be the end of Spain if the Basques, like the Welsh, had their own national football team?
Elsewhere in the country anti-nationalism is starting to stir. Mr Savater and Rosa Díez, a former Basque Socialist leader, have set up a new party of the radical centre called Union, Progress and Democracy (UPyD), in an effort to combine social liberalism with a defence of the idea of Spain. They hope to profit from the rising disillusion with both the main parties. Even though it lacked money and access to the media, it won 1.2% of the vote in the March election, the same as the PNV. But because the electoral system disproportionately rewards geographically concentrated votes, the UPyD secured only one deputy, Ms Díez, against the PNV’s six. It hopes to do better in an election to the European Parliament next June, for which the whole country will count as a single constituency
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FRANCO, MI PADRE (II.Iglesia y Sucesión y III. ULTIMOS AÑOS) Testimonio de carmen Franco


Leído en El Mundo.
En el relato que Carmen Franco ha ofrecido a Jesús Palacios y Stanley G. Payne, la hija del dictador rememora con detalle las relaciones de su padre con la Iglesia, así como la influencia del Opus Dei desde finales de los años 50. También recuerda la llegada a España del príncipe Juan Carlos y el proceso que llevó al dictador a elegirle como sucesor, por delante de don Juan. Su testimonio está recogido íntegramente en 'Franco, mi padre', editado por La Esfera de los Libros.

La Iglesia y la influencia del Opus.
La estampa del Caudillo entrando a las iglesias bajo palio, rodeado de pompa civil, militar y eclesiástica, ha sido esgrimida mil veces como prueba de cargo en las acusaciones hechas a la Iglesia de complicidad con su régimen. La duquesa aclara lo que significaba para su padre entrar en los templos bajo palio: «Eso era una vieja costumbre que había en España con los reyes. Y empezaron a hacerlo cuando la Guerra Civil y siguió como una costumbre. Yo creo que a mi padre le daba totalmente igual. Ya en el Concordato del año no sé cuántos había eso de que los reyes entraban bajo palio. Bueno, antiguamente, en un tiempo todavía más antiguo, existía la bula de Aviñón, que era una bula por la que se podía entrar en los templos a caballo, que era más fuerte todavía». [...]
La gran crisis del régimen, Franco la resolvió nombrando su octavo gobierno en febrero de 1957, por el que se ponía fin a la etapa falangista y se abría el futuro hacia los gobiernos de la tecnocracia. «Carrero Blanco fue, en realidad, el que más representó ese gobierno, o sea, era el valedor de todos estos tecnócratas, muchos de ellos del Opus Dei, y mi padre se adaptó a ese gobierno porque le parecía que era la gente más capacitada para asumir esa etapa». [...]
«Mi padre recibió varias veces a don Josemaría Escrivá de Balaguer. Las relaciones con él fueron muy buenas, sí, muy buenas, hasta su muerte; al final, quizá un poco menos, pero cada dos o tres meses lo recibía, o sea, se hablaban. Había un librito que se llamaba Camino, que era como un libro de meditaciones, que mi madre tenía en la mesilla de noche, de manera que era un poco como una masonería católica; porque tenían también el deber de ayudarse mutuamente todos los numerarios y eso. No le parecía mal».
«A la gente le sentaba mal. A Cristóbal, mi marido, le sentaba fatal lo del Opus, pero a papá no, a él le gustaba. Como organización religiosa, mi padre la conocía bastante, y veía mucho, como digo, a monseñor Escrivá de Balaguer, y siempre decía que no le gustaba tanto la cosa ésa, como de la masonería, de ayudarse unos a otros. Le parecía poco justo, sobre todo cuando había elecciones de algún miembro para... No sé cómo decirlo. Siempre los del Opus Dei apoyaban a los del Opus Dei, fueran más listos o más tontos. Daba igual. Siempre empujaban a los suyos y esa cosa no le gustaba demasiado, pero los encontraba muy capaces. Pensaba que era importante, sí. Que cada tiempo tiene órdenes religiosas diferentes, o sea, lo que estaba bien en la Edad Media ahora tiene poca salida. Entonces, creía que era una manera de tener seglares católicos que influyeran en la marcha de los países. Le parecía bien. Le gustaba el Opus».
El Vaticano pidió a los miembros del Opus Dei que se abstuvieran de ocupar cargos políticos, pero su padre no creía que el Opus hiciera política en España. «No, no lo pensaba. Lo que pasaba es que, claro, sus miembros colaboraron muchísimo, puesto que estuvieron en todos los últimos gobiernos. Pero mi padre encontraba que estaban como personas, no como miembros de la orden. Desde luego, mi padre no creía que fueran unas personas que por ser del Opus no pudieran ser del gobierno, sino todo lo contrario, que era una garantía de que era gente honesta». Ni tampoco se creía las acusaciones que, desde el sector azul principalmente, se les hacía de querer asaltar el poder: «Mi padre no lo creía, vamos, no le daba tanta importancia. Y sobre los constantes enfrentamientos entre los ministros falangistas y los miembros del Opus, su corazón iba más a apoyar a los falangistas, pero su cabeza más a apoyar a los tecnócratas».
El príncipe Juan Carlos, en España
«Papá, cuando descartó a don Juan, en su manera de pensar en la restauración monárquica, yo creo que pensaba que como había la Ley de Sucesión, que era muy abierta, porque el designado tenía que ser hombre, tenía que ser varón, tenía que descender de una rama monárquica, pero era muy vaga, podía ser cualquiera. Y por eso mi padre quería que por lo menos se educaran en España don Juan Carlos y su hermano». [...]
Del primer encuentro entre sus padres y el príncipe Juanito en noviembre de 1948, a Carmen le llegaron algunos comentarios del general: «Que era un chiquillo muy despierto, muy responsable. Mi padre siempre lo miró con muy buenos ojos, estaba encantado con él». [...]
Un hecho trágico se produjo el 29 de marzo de 1956, Jueves Santo, con la muerte accidental del infante Alfonsito, al recibir un disparo de su hermano Juan Carlos, lo que sin duda debió de producir un gran impacto en su padre: «Le dolió mucho, porque comprendió que era una cosa durísima que te ocurra esto, ¿verdad? Pero, claro, era la mala suerte que a veces persigue a las familias... Y a mi madre y a mí también nos causó dolor. En un principio se quería ocultar, pero luego es una tontería ocultar los hechos». [...]
Hablamos del compromiso de boda de los príncipes Juan Carlos y Sofía. [...] «Anteriormente, el príncipe había sido novio de la hija de una Saboya, María Gabriela, y ésa le gustaba más [a Franco] porque era católica, como lo era mi padre, y quizá le hubiera gustado más la hija del que fuera rey de Italia, Humberto de Saboya, pero luego sabía que las dos hijas de Grecia eran unas chicas excelentes, y la religión, que a mi padre le preocupaba, era prácticamente la misma. Son cristianos, son ortodoxos, pero es la misma religión y no le importó demasiado». [...]
«A mis padres la princesa Sofía les causó una impresión muy buena, muy buena, porque además ya hablaba bastante español y el griego fonéticamente se parece bastante al español. Es más fácil para un griego hablar bien el español que para un francés o para un inglés. A ella, claro, le faltaban palabras, pero hablaba bastante bien. Igual que ahora. Se conoce que dio clases previas y hablaba muy bien. Mi padre, refiriéndose al príncipe, comentó: 'Ha tenido suerte, ha elegido muy bien'». [...]
Al despedirse el príncipe Juan Carlos de Franco, éste parece que le pidió que no se alejara de España, porque tenía más posibilidades que don Juan de ser rey. «Es muy probable que sí que se lo haya dicho. Yo no lo he oído nunca, pero desde luego que él quería que don Juan Carlos se quedara en España, eso sí. Dio todas las facilidades para que se quedara ya de recién casado y que no se fuera con su padre a Estoril». Lo que indica que ya se inclinaba más por Juan Carlos. «Sí, se inclinaba mucho hacia él. Sí, totalmente, yo creo que ya totalmente».
Católicos obreros y Ley de Prensa
Por entonces veía ya con cierta preocupación la penetración comunista a través de las organizaciones obreras católicas HOAC y JOC (Hermandad Obrera de Acción Católica y Juventud Obrera Católica). «El sabía que el marxismo tenía que disfrazarse de muchas maneras, sobre todo en España, donde no tenía paso el comunismo, y sé que eso también le molestaba. A veces, con el sacerdote que había en casa -teníamos un capellán-, hablaba de eso, y le he oído decir: 'Parece mentira', y como había muchos sacerdotes que apoyaban a estas personas decía que los engañaban fácilmente». [...]
El nuevo comportamiento eclesiástico estaba un poco en línea con el espíritu del Concilio Vaticano II, que seguramente no serían del agrado de su padre: «Yo creo que no iba mucho con su manera de ser el Concilio Vaticano II. Era una persona más antigua. Acataba todo lo que dijera Roma, pero había alguna cosa que no le gustaba, porque eso sí se lo he oído comentar». Se avecinaba un cambio grave y profundo que le era difícil comprender. «Desde luego, eso a él sí que le afectó mucho».
Ese cambio se hizo realidad con la elección del papa Montini, Pablo VI. «Yo creo que era el candidato que menos le gustaba de los que se barajaban, a mi padre no le hizo ninguna gracia». [...]
Un paso importante en la historia del régimen fue la Ley de Prensa de 1966, que objetivamente supuso el inicio de sustanciales cambios, el camino hacia el final de la censura y una mayor apertura y tolerancia.
«Es curioso, porque la influencia ahora está más en las televisiones que en los periódicos, pero la influencia de los periódicos en la gente que vivió en los años 30 y tantos, durante la guerra y al final de la guerra... Cuando mataron a mucha gente que había hecho crímenes muy fuertes, mi padre le decía al sacerdote que había en casa -que era don José María Bulart-: 'Pregunte usted al que quiera confesarse (porque como en España casi todo el mundo era católico bautizado, había un sacerdote que confesaba a la gente que iban a matar) qué es lo que le motivó a él a tener tanto odio y a matar de esa manera tan cruel como mataron a mucha gente'. Y había una declaración común en los pecados de aquellas personas. Decían que lo que más les había influido era el Mundo Obrero, el periódico comunista. Y hubo unos que decían: 'Que mis hijos no lean el Mundo Obrero'. Eso se le quedó a mi padre marcado, que la libertad de prensa hacía mucho daño. Luego, cuando Fraga, ya comprendió. Hicieron la libertad de prensa muy matizada. Mi padre ya veía que toda la gente joven era de esa opinión, de que cada cual había de decir lo que pensara y lo que quisiera. Y él siempre decía que libertad de prensa no hay en otros países, puesto que muchas veces está en manos de grupos de presión, que son los que pueden cambiar la manera de pensar de las gentes».
Parece que su padre dijo que lo que se pierde con la censura se gana en crédito exterior y dignidad. «Puede que lo haya dicho, no lo sé. Lo que sí le oí es que los tiempos cambiaban mucho y que él lo veía en todos sus ministros, mucho más jóvenes que él. Que era una ley que no se podía ya... aguantar».


"En el Corona de Aragón mi marido se tiró a un patio".
Franco, los partidos políticos y la sucesión.
En mayo de 1966, el príncipe Juan Carlos cenó en casa de Joaquín Garrigues acompañado de un grupo de jóvenes profesionales que después formarían parte de los reformistas del régimen. Fue una velada en la que Juan Carlos se mostraría partidario de reinar bajo un bipartidismo democrático. Franco tuvo una puntual y detallada referencia de lo hablado en esa cena, sin que se sepa si llegó a comentar algo al príncipe sobre eso. «No, no lo sé, no lo sé, porque yo... Pero mi padre comprendía que tenía que ser ya muy diferente. A él no le gustaban los partidos políticos, pero ya no sería él, sino el príncipe Juan Carlos el que tendría que reinar de una manera diferente. El de los dos partidos grandes es un juego que se repite mucho en toda la Historia de España. Y ya entonces no le parecía mal que el príncipe mostrara mayor apertura. Comprendía que tenía que hacerlo. No, eso no le parecía nada mal». [...]

El Gobierno Arias, con la Ley de Asociaciones Políticas, iniciaría un tímido aperturismo político que su padre fue dejando hacer, aunque seguramente lo vería con recelo. «Yo creo que él sí comprendía que después de un lapso tan largo sin haber partidos políticos y sin haber democracia, la gente tenía un poco de ansia de eso; de democracia, de libertad, de partidos políticos. Pero mi padre achacaba a los partidos políticos el fracaso de la República y todo aquello. Y entonces, yo creo que estaba preocupado, pero lo comprendía. Quería ver si se perpetuaba un poco el Movimiento, pero en el fondo de su corazón yo creo que sabía que era imposible». [...]
En cuanto a los cambios de algunos ministros en el nuevo Gobierno Arias y el llamado espíritu del 12 de febrero, la duquesa de Franco también tiene su propia idea: «Arias quería hacer ya varias concesiones y cambiar un poco, pero mi padre se desligó un poco de la política. Lo que a él le gustaba y lo que quería veía que no se podía hacer. Entonces, ya no tenía mucha ilusión». [...]
Hablamos de los recuerdos que le llegan a Carmen Franco de las jornadas de la designación y aceptación del príncipe en las Cortes los días 22 y 23 de julio de 1969.
«Lo recuerdo de haberlo visto en el nodo, en la pantalla. Pero yo no estuve, porque en aquel momento no había un lugar para las visitas arriba, en las Cortes, y no estuve presente. Lo vi en la televisión, coincidiendo con lo de la llegada a la Luna, que fue justo cuando había llegado Armstrong a la Luna, y al día siguiente fue la jura de don Juan Carlos. Y bueno, podía ser emocionante. Y sí, yo creo que mi padre respiró, pensando: 'Ya está, la continuidad ya está hecha'. Se mostró satisfecho y contento».
¿Y qué piensa la duquesa de Franco sobre el sentido de la frase: «Todo queda atado y bien atado»? «Pues que no habría un vacío de poder. El vacío de poder siempre le preocupaba mucho a mi padre y, así, parecía que todo iba a continuar por un cauce normal. Desde luego que él hubiera deseado que no hubiera habido cambio de estructura política. Eso sí lo hubiera deseado. Pero sabía que era totalmente imposible. Hablaba mucho con el príncipe, lo conocía y sabía que no podía seguir. Eso lo sabía. Ahora, ¿que esa percepción la tuviera en ese momento? Yo creo que llegó un poco después. Más por los años 1972 o 1973, algo así».

El Sáhara y Hasán II
El padre de la duquesa de Franco siempre mostró una fuerte resistencia ante las presiones de Hasán II para que le entregara el Sáhara, pensando que si cedía Marruecos, luego pediría Ceuta y Melilla, y posiblemente hasta Canarias. «Le importaba muchísimo, muchísimo. Mi padre no era nada partidario de ceder ante Marruecos en cosas que él sabía que no eran de Marruecos, porque no existía ni el reino cuando el territorio ya estaba bajo influencia de España, y los marroquíes nunca llegaron al Sáhara. Los saharauis eran unas tribus nómadas. No se consideraban marroquíes para nada». [...]
Repasando los acontecimientos de los terribles días de octubre y noviembre de 1975, la duquesa de Franco reflexiona y se pregunta si la invasión del Sáhara anunciada por Hasán II con la Marcha Verde y los momentos álgidos de la crisis pudieron influir en el deterioro físico de su padre: «Puede que sí, porque él estaba muy preocupado. Dentro del Gobierno había dos tendencias; una, de no plegarse a la ocupación de Marruecos, y otros que decían que sí, que ya había que ceder el Sáhara. Mi padre, desde luego, era de los que opinaban que no. Y cuando ya estaba mal, mandó a un ministro allí para que viera in situ cómo estaba aquello. Después, ya no podía, dejó de preocuparse, porque yo creo que ya comprendió que se moría. Pero si mi padre hubiera sido más joven, yo creo que se hubiera mantenido firme, porque comprendía que no se podía dejar a los saharauis a merced de Hasán II, por la ambición política de éste».
Agonía y muerte
Carmen Franco insiste en que la terrible agonía que padeció su padre se debió a una acumulación de hechos: «Fue una serie de circunstancias. Fue muy dura, muy dura, porque fue muy larga, y yo me siento un poquito responsable de haber dejado que lo llevaran a La Paz, donde murió. La verdad es que no se podía ya hacer nada, porque cuando empiezan los órganos a fallarte, es mejor no insistir, pero los médicos tienen un poco la manía de luchar hasta el final. Fue más bien una decisión de los médicos y no de la familia. En la familia estábamos hechos polvo. Había una serie de médicos del corazón, porque era lo que había tenido primeramente, y luego otros cirujanos de intestino, puesto que tenía unas hemorragias intestinales. Y ellos fueron los que decidieron llevarlo. Y nosotros nos podíamos haber negado. Eso desde luego».
Pero hubo circunstancias objetivas que condujeron a hacer lo que se hizo: «Cuando ves a una persona sangrar y eso... Si no lo ves sangrar, no te influye tanto el querer cortar esas hemorragias, y si es una cosa de corazón, simplemente que notas que te ahogas, es más fácil insistir en que lo dejen en paz».
La duquesa de Franco aclara, en fin, quién de la familia tomó la decisión de que no se le interviniera más. «Fue mi marido. Cristóbal estaba con todos los médicos y sabía que no había nada que hacer. Yo estaba entonces más con mi madre, porque mi padre estaba inconsciente. Desde ese momento, yo estaba más pendiente de mi madre, que también estaba enferma del corazón; más pendiente de ella que de él, puesto que mi padre ya ni se daba cuenta de quién estaba con él. Ya era el final».

Los Franco, en el Corona de Aragón
No podemos dejar pasar por alto uno de los acontecimientos más pavorosos de la Transición, del que prácticamente toda su familia fue testigo y que a punto estuvo de ser víctima. El 12 de julio de 1979, un espectacular incendio arrasó el hotel Corona de Aragón, en Zaragoza. [...] El balance fue de 80 muertos y 130 heridos. El gobernador civil, Francisco Laína, tras recibir expresas instrucciones del Gobierno de Adolfo Suárez, salió al instante a los medios declarando que el hecho había sido fortuito. [...] Sin embargo, los informes técnicos posteriores concluirían que el incendio se originó y propagó velozmente por elementos combustibles exógenos, como pirogel y napalm, colocados en los circuitos de ventilación. ETA reivindicaría la autoría del atentado más criminal de toda su historia, que oficialmente tanto los gobiernos de la UCD como del PSOE nunca aceptarían. [...]
«Yo estaba allí con mi madre, porque juraba el segundo de mis hijos varones. Quería ser militar y estaba en Zaragoza. Era la jura de la bandera y fue toda la familia. Fuimos todos nosotros. Nos dieron unas habitaciones y el aire acondicionado no funcionaba, hacía calor. Entonces mi marido se fue a otra ala, porque él era muy caluroso, cambió la habitación con un hijo mío pequeño que iba con un amigo y se fue bastante más lejos del núcleo donde estábamos todos, con las habitaciones juntas. Se oyeron como varias explosiones antes de que el fuego arrasara el hotel. Murió mucha gente por asfixia, porque era muy temprano. Mucha gente. Sí. Unas 80 personas, creo. Por fortuna, nosotros, toda la familia, escapó ilesa. Mi madre iba a misa todos los días y ese día había que ir a misa muy temprano, porque luego había que ir a la Academia, al acto, de manera que mi madre y yo ya estábamos vestidas y arregladas y dispuestas a salir para una misa cerca, seguramente en el Pilar, que estaba cerca del hotel». [...]
Carmen Franco sonríe y prosigue recordando cómo escaparon, librándose de morir abrasados o por asfixia. Su marido, el doctor Martínez-Bordiú, se arrojó desde la terraza de la habitación que había cambiado con uno de sus hijos. «Se tiró, se tiró desde un segundo piso a un patio. El decía que, como había hecho parapente y era una persona muy deportista, que podía romperse las piernas, pero que salía de allí, y saltó. En el balcón de al lado había un señor, un señor normal, al que mi marido le dijo: 'Mire, quédese respirando fuera, respire usted mucho con la boca abierta, pero no se tire, yo me voy a tirar, pero yo estoy acostumbrado a hacer paracaidismo y usted se puede dar un golpe malo'. El señor dijo: 'No, no, yo también'. Cristóbal se tiró y no le pasó nada, aunque se quedó con las plantas de los pies muy molestas durante unos meses; pero el señor de al lado, que se tiró, se mató. Claro, caes mal y te das con la cabeza en un bordillo, en una piedra o con algo, y te mueres. Cristóbal aterrizó y salió de pie corriendo con un maletín y un pantalón que se había puesto encima del pijama».
La madre y la hija, Carmen Polo y Carmen Franco, fueron descolgadas por unas escalas. «El que se tiró fue Cristóbal, que estaba en otro lado. A mi hija Arancha, a una niña francesa amiga suya, a mi madre y a mí nos bajaron por una escala. [...] La habitación tenía una terracita, así pequeña, unos balcones con un triángulo. Cerramos la persiana, yo pasé por debajo y luego nos pusimos las cuatro allí en la esquinita, porque las llamas iban altas por la fachada. Cuando sofocaron esas llamas, fue cuando pusieron la escala. Mi madre tenía escolta. Yo nunca la tuve, la tuve cuando vivió mi padre, hace tiempo, pero luego no tenía escolta, pero mi madre sí, mi madre seguía con un coche de escolta. Uno de los de su escolta fue el que les dijo a los bomberos que nos pusieran la escala a nosotras. Nos la pusieron bastante pronto, cuando no había llamas. Entonces bajó primero la niña francesa, luego bajó Arancha; yo dije: 'Que bajen los niños primero, no los viejitos', y luego ya bajó mi madre, que bajó muy mal, porque mi madre ya tenía que ir a hombros del bombero, y luego bajé yo». [...]
«Mi hijo Jaime, el pequeño, estaba en otro cuarto con un amigo, en la habitación que había dejado Cristóbal. [...] Ellos pusieron todas las toallas en la puerta, mojadas, para que no pasara el humo. [...] Su habitación no tenía terraza y entonces se vinieron a nuestro cuarto y salieron por allí. Pero en el primer momento no sabíamos si alguno habría muerto po la confusión que había».