jueves, 20 de noviembre de 2008

MEMORIA E HISTORIA (del Blog de don Joaquín Leguina)


Durante la Transición, la izquierda (toda la izquierda) y también los partidos nacionalistas reivindicaron una amnistía. El Gobierno de Suárez, atendiendo a la presión de las grandes movilizaciones populares de la época, aprobó el 30 de julio de 1976 un decreto de amnistía sobre los “delitos de intencionalidad política”, pero aquella medida dejó sin amnistiar los delitos de sangre. Por eso la izquierda y con especial énfasis los nacionalistas vascos (querían sacar de la cárcel a los de ETA) siguieron reivindicando una amnistía general, pero el Gobierno de Suárez no aceptó la propuesta de amnistiar “todos los crímenes y barbaridades cometidos por los dos bandos de la Guerra Civil, antes de ella, en ella y después de ella hasta nuestros días”. Ésa era –textualmente- la reivindicación de la izquierda y de los nacionalistas.
Tras las elecciones de 1977, se sentaron en las Cortes exiliados y presos políticos del franquismo junto a ex –falangistas y democristianos y fueron los primeros –por ejemplo, Marcelino Camacho- quienes defendieron con mayor fuerza y convicción la Ley de Amnistía que se aprobó casi por unanimidad el 14 de octubre de 1977… y las cárceles, al fin, se vaciaron de presos políticos con o sin delitos de sangre.
Lo que se acaba de escribir es la verdad de los hechos, pero llegaron los de la “memoria histórica” -con Garzón y sus mariachis a la cabeza- y pretenden que ella, la memoria –siempre subjetiva-, se imponga sobre la realidad de los hechos.
Así resulta que –según ellos- aquella amnistía, la que impulsó la izquierda, en realidad fue sólo la muestra de una cobardía. Una cobardía producto del miedo que los políticos de la Transición les tenían a los militares. Así lo ha escrito, por ejemplo, ese predicador de La Ser y de El País que se llama Josep Ramoneda. ¿Dónde estaba este “progre a la violeta” mientras los demás hacíamos lo que podíamos?
Debe quedar claro: eso de amnistía = amnesia = cobardía no sólo es mentira, también es una infamia. Mentira e infamia que agradarán a los “adanistas” que hoy mandan por doquier, pero eso no torna verdad sus mentiras.
En efecto, quienes sostienen esas infamias sólo son unos mentirosos y unos calumniadores.

*.- La verdad es que toda esta polémica lo que demuestra es que tenemos poco remedio. En cuanto se rasca un poco vuelven a surgir las posiciones enfrentadas, las verdades absolutas, y con un poco de suerte la descalificación y un cierto tufo de odio contenido.¿hasta cuando va a durar esto. Yo no se si es un problema de educación o qué, pero desde luego desanima bastante.
A veces pienso que puede tener que ver con el pasado totalitario de algunos de nuestros pensadores (pasado fascista o leninista), que aún perdura en algunas mentes, por no hablar del dogmatismo de nuestro nacional catolicismo.
Hay que confiar en que los que hacen a menudo uso de la red para decir enormidades (no hay mas que leer los comentarios a las noticias de los diarios digitales), sean una minoría, aunque cualquiera sabe. Yo creo que esto del anonimato saca de la gente no precisamente lo mejor. En muchas ocasiones se recurre al insulto puro y duro o a tratamientos que difícilmente se atreverían a realizar a pecho (o a nombre) descubierto. En fin que la libertad de expresión hay que respetarla, pero hay que ver para lo que se utiliza a veces. Teofilo Serrano

*.- Coincido en todo con usted, don Joaquín. Sólo añadiría que en este sainete de calumniadores se está jugando con los sentimientos de personas que sólo quieren encontrar y enterrar a sus muertos. Lo que añade más vileza a la cuestión.

*.- Verdadera y rampante muestra de “memoria histórica” este artículo suyo. Ya lo decía más de uno: en el fondo todos los males de la humanidad son producto de la incultura: ¿Por qué no leerá esta gente un poco más? O, en su defecto ¿por qué no usará más el sentido común? Triste de verdad.

*.- Demasiados predicadores, muchos manipuladores, y tantos mentirosos e infames que en algún momento deberán ser puestos en su sitio por la verdad y la razón, la historia siempre pone el punto y a parte.

*.-Claro, clarísimo. Esto sí que es memoria e historia y no los inventos de algunos (que otros han recogido) que tienen que aferrarse a un pasado mítico, porque su ideología no tiene sentido y quedó enterrada bajo los cascotes del muro de Berlín. Los que vivimos la Transición lo sabemos: queríamos reconciliación, amnistía, no juicios al estilo de las causas sumarísimas de la represión. Digan lo que digan, los defensores de esta “memoria histórica” lo que quieren es revancha, a toro pasado. Los familiares de los “desaparecidos” tienen derecho a recuperar los cuerpos de sus ascendientes, pero no a una revisión general del pasado, por cierto, que tan parcial sería como la de los franquistas que condenamos. No debemos glorificar un periodo negro de nuestra Historia. Compensación a las víctimas sí, glorificación de un fracaso sangriento no.

*.- Tienen ustedes, aquellos socialistas que hicieron la Transición, miedo de que las nuevas generaciones les juzguen de cobardes o, peor, de traidores. Una acusación que sería injusta, desde luego, pues todos los que tenemos más de 40 años sabemos muy bien que la transición se hizo como se pudo y no sólo fueron pactos con los golpistas con lo que se tragó, sino importantes logros sociales y políticos. Y yo, desde aquí, quiero agradecerles aquel trabajo.
Pero han pasado más de 30 años, sr. Leguina, una nueva generación de españoles pugna por hacerse paso y saber la verdad. Nuestros hijos deben conocer lo que ocurrió, todo lo que ocurrió. Ningún país puede avanzar con borrones y cuentas nuevas, ni con leyes de amnistía que “perdonen” un genocidio. Digo genocidio pues quiero creer que usted, como socialista, estará conmigo en que el franquismo fue un genocidio.
El pasado es pertinaz si no se le da una salida sana: vuelve una y otra vez, falseando la memoria, creando traumas, neurosis e, incluso, psicopatías. Sucede con los individuos, mucho más con las naciones. El camino de vivir sólo es posible asumiendo el pasado.
Si ustedes, el PSOE que pactó la transición, tienen miedo del lugar que vayan a ocupar en la historia, defiéndase con coraje y valor. Argumentos tienen. Pero que para preservar su vanidad política decenas de miles de asesinados por el franquismo tengan que permanecer tirados en cualquier monte o cuneta o fosa o bosque… es, me va a perdonar que se lo diga, un acto de egoísmo tan brutal que lo convierte en una infamia y, ahora sí, una tremenda traición a millones de españoles que sufrieron en sus carnes, y sin cargos posteriores, los rigores de la dictadura.

*.- ¿Por qué en su partido no hay más personas que digan esto mismo? ¿Por qué su partido se empeña siempre en intentar -y a veces conseguir- cambiar la historia? Es lamentable que a estas altura su partido no se haya dado cuenta de que la verdad no se puede cambiar por mucho que se intente y también lo es que pretendan tomar a la mayoría por lo que sólo es una parte.

*.- Los mismos que reprueban la mirada atrás respecto al sanguinario De Juana, tachan de fraudulenta la amnistía acordada en la transición…

*.- Gracias por este post. El legado de nuestra transición fue admirado como modelo a seguir por países de Latinoamérica y países del Este. Como votante de izquierda, siempre me sentí muy orgulloso, por eso no entiendo que se quiera tirar por la borda lo mejor de nuestro patrimonio político.

*.- El perdón y la reconciliación no es ni de cobardes ni de amnésicos. Es de personas que quieren mirar hacia adelante, sin olvidar el pasado, pero sin la menor intención de volver a repetir los errores habidos en el mismo.
La verdadera amnesia es la que está consiguiendo que la Transición sea un fantasma irreconocible. Es de agradecer que personas de izquierda como Joaquín Leguina reivindiquen la verdad de lo que pasó hace treinta años. Ojalá hubiera más como él.

*.- Muy digno y acertado, Sr Leguina. Ya está bien de estos refundadores de las esencias del socialismo, sobre la base de permanentes concesiones a fuerzas centrífugas (federalismo asimétrico de Maragall, automáticamente emulado por Montilla, y otros como Chaves en Andalucía), asesinas (el entorno etarra y los que comparten objetivos radicales, aunque se autoproclamen “democráticos”, es decir, PNV) o de doble rasero internacional (Cuba, nueva Rusia, China, etc.)

*.- Ramoneda es un propagador del odio, un ultra que le hace mucho daño al PSOE. Estos extremistas alojados en los pliegues de la SER están resucitando, junto con extremistas del otro lado, la vieja y encanallada idea antidemocrática de las dos Españas. ¿No se da cuenta el ultramontano Ramoneda que con el mismo derecho y la misma lógica política de Garzón, y aprovechando sus “ingeniosos” argumentos antijuridícos cualquier osado juez podría incoar incluso una causa general contra el PSOE, por su pasado?

*.- Toda la verdad y nada mas que la verdad. Ójala todos nuestros políticos hablaran tan claro, sin complejos sectarios. Muy buen articulo. Sucinto, medido, certero…gracias
Su planteamiento esta cargado de sentido común. Estoy seguro que es lo que ocurrió, y que fue lo mejor que podía pasar. Aunque lo bueno de verdad es que no hubiese habido dictadura, cosa ya demostrada y sufrida.

*.- Vivimos en época de autos sacramentales. Los historiadores han sido suplantados por advenedizos de zigzagueante trayectoria como Pío Moa y no podemos renunciar a una puesta en escena cuanto más espectacular , mejor. La amnistía y el consenso fueron el resultado de compromisos con LA REALIDAD. Ahora Garzón y compañía quieren un auto sacramental en la Audiencia Nacional. Panen et circenses

*.- Estimado Sr. Leguina: Quiero felicitarle muy sinceramente por la honestidad de sus artículos sobre la “memoria histórica”. Estoy seguro de que voces como la suya son absolutamente necesarias. A quien Garzón pretende sentar en el banquillo no es al franquismo, sino a los centenares de miles de españoles, de uno y otro bando, y aun no pertenecientes a ninguno de ellos, que supieron perdonar. La mayor condena histórica que ha sufrido nunca la guerra y el franquismo fue la voluntad de los españoles por recorrer juntos, de izquierda a derecha, el camino de la libertad, el progreso y la justicia, sin excluir a nadie. Es esta España la que hoy pretenden juzgar y condenar los “mariachis” de la “memoria histórica”. Un saludo muy cordial, Pedro Corral, periodista y escritor

*.- Ya sabe, Don Joaquín, unos cardan la lana y otros llevan la fama. Hace bien en refrescar la “memoria” a los arribistas de última hora, a tanto “parvenu” con ganas de hacer méritos por la vía de urgencia. Afortunadamente aún somos muchos los que recordamos quiénes fueron los que de verdad dieron la cara en aquellos años. Usted, Sr. Leguina, está entre ellos. Muchas gracias por su servicio a la democracia.

*.- Comparto esta opinión. Ojalá hubiese más gente en su partido que recordase las cosas como fueron y no como nos las pretenden vender hoy. La memoria no puede ser histórica, porque es personal, individual y, por tanto, subjetiva. La historia, como campo de estudio, tiene que ser lo más objetiva posible. No entiendo que puedan ir juntas. sino es en un discurso político partidista e interesado.

*.- He de decir que el Joaquín Leguina que conocí en la CM, no me despertó ninguna simpatía, y detestaba su política. Pero también he de reconocer que ha cambiado mucho, Don Joaquín… a mejor. Es reconfortante oír una voz discordante entre el pesebre en que se ha convertido el PSOE. Gracias.

*.- Don Joaquin, soy militante socialista y siempre he sido un admirador de Vd. por la sencilla razón de que, en mi opinión, se lo merece. Es Vd. inteligente y cínico (en la mejor acepción de la palabra) amén de un excelente escritor.
Dicho esto, debo hacerle la observación de que ultimamente, en sus entrevistas y artículos en los media, le encuentro resentido contra los dirigentes del que fué, y creo que sigue siendo, su partido. Puedo entender que el PSOE quizá se haya pasado en la “limpia de viejas glorias” de las que muchas de ellas, entre las que Vd. se encuentra, serían muy útiles en los tiempos que corren. Pero no dramatice, D. Joaquin, y por favor modérese en sus críticas. Repito, es Vd. inteligente, muy inteligente, y a veces me recuerda a Rosa Diez, lo cual como facilmente entenderá es sencillamente lamentable.
Si me permite recomendarle un espejo de dirigente histórico al que emular en su aceptación, no sin crítica, de la situación actual, fíjese en D. Alfonso Guerra.
Afectuosamente

*.- Excelente lección de Historia y honradez.

*.- ¡Gracias, D. Joaquín! Ahora sé que no soy de derechas.

*.- Nací en el 54 y tengo 54. Durante mi adolescencia y juventud, escuché de familiares y allegados: silencio. Silencio como respuesta a inquietudes y preguntas de orden social y político de nuestro país. Había que “callar por lo que pudiera pasar”. El 75 supuso un cambio radical en mi vida. Ese año me independicé en todos los sentidos, ya podía hablar y escuchar. Había mucho que exponer y oir, así lo hicimos en aquel momento. Entre el 75 y el 82 no fue un buen momento para el país como usted bien recodará. De esa situación de crisis y gracias al acuerdo de todos los sectores conseguimos salir adelante. Hicimos una buena transición política. Como ciudadano estoy muy satisfecho de mi contribución a ese hecho histórico y junto con los demás puedo expresar con orgullo lo que fuimos capaces de hacer con no pocos sacrificios de todos los sectores sociales y políticos del país.
Cuando lo de la Memoria Histórica, entendí que habría que dignificar las tumbas de los muertos de la guerra, en aquellos casos en que descendientes y familiares lo hicieran patente como dentro de la normalidad absoluta de una democracia consolidada.
Pero veo que no. Con la actitud de determinados políticos, jueces y periodistas tengo la sensación de que todo el esfuerzo que hicimos entonces no sirvió de nada.
Mire, sólo quiero una cosa: vivir en paz, trabajar en paz y que mis nietos encuentren una democracia al menos como la que ahora tenemos. Quiero hablar de futuro, de los jóvenes, de la gente que desea ser feliz, de la cultura como bien social, de la libertad para ser libres.
No más Franco, no más transición, no más Memoria Histórica. Sólo futuro sensato.
Estoy empezando a criticar actitudes y medidas que se disfrazan de progresía, creo que he pasado a ser de derechas.
Muchas gracias por todo.

*.- Señor Leguina la verdad es que no puedo estar mas de acuerdo con usted. Me sorprende que alguien tan de izquierdas como usted pueda llegar a decir estas verdades como puños. Aunque no es la primera vez que lo oimos hablar con tanta claridad y con tanto sentido común. Tengo que decirle que Chapó por sus actuaciones y conductas, es bonito ver que aunque no pensemos igual podamos estar de acuerdo en las cosas importantes de verdad. Las mentiras deben de ser mentiras aqui y en china. Un cordial saludo.

*.- Desde la diferencia ideológica, mi felicitación por su claridad de ideas y su honestidad intelectual.

*.- Debería estar multada la maldad teórica, aunque no mate. No salir gratis sembrar el odio y la separación. Desde quien lo permitió surgir en estas legislaturas hasta los garzones, los ramonedas y otros. Cuando las cosas salen gratis, malo. No hay más que ver lo que pasa con la iglesia, soy agnóstica por no decir atea: lo que dicen lo iban a decir hace un siglo cuando costaba un peine o ahora del islam. Vivir para ver y llorar.Un saludo .Me apunto al blog.

*.- Comparto buena parte de la descripción de los hechos que usted realiza sin embargo me gustaría añadir lo siguiente: la mayor muestra de astucia política mostrada por el franquismo fue precisamente convencer a demócratas en general y a la izquierda en particular que ellos mismos serian los principales beneficiados por la amnistía. Con la perspectiva que da el transcurso de 30 años, hoy podemos afirmar que el principal beneficiario de la amnistía fue precisamente el régimen de Franco.
¿Cómo se consiguió esa percepción? Convenciendo a todos los demócratas que únicamente se obtendría un régimen democrático con el visto bueno del anterior régimen. Eso no era cierto, la democracia en España era inevitable y un régimen como el franquismo no podíaa prolongarse 40 años más no sólo por propio agotamiento interno sino y principalmente porqué los objetivos del alzamiento ya estaban conseguidos y afianzados. Como en otros paises también en españa la dictadura fue un medio no un objetivo. Por ello una vez conseguidos los objetivos los principales elementos del régimen no sólo facilitaron una transición a la democracia sino que con auténtico entuasiamo se transvistieron como demócratas. El engaño fué perfecto y aún hoy existe quién defiende la amnistia como un logro para la democracia. En mi opinión el franquismo, durante la transición jugó de farol y ganó.

*.- Tenga usted cuidado, señor Leguina; porque si sigue diciendo estas cosas, le llamarán facha, fascista, franquista… más pronto de lo que se imagina.

*.- Creo que no es justo los apelativos que lanza usted contra los que defendemos la memoria histórica. Es grave que desde la derecha (aún sostenedores de las ideas del franquismo en muchos casos) se siga diciendo que no se puede cambiar la memoria (porque ellos ya tienen su propia memoria falsa e injusta que les enseñaron en 40 años de dictadura y represión) Pero aún más grave es que alguien que se considere de izquierdas y a quien aún se respeta (de momento) considere que dignificar a las familias represaliadas puede ser cambiar la realidad de los hechos. Es muy grave y es poco socialista, poco progresista y sobre todo muy poco solidario.

*.- No puedo hacer otra cosa que ratificar su afirmación. Recuerdo perfectamente aquella época y me pasma que muchos de los que entonces estaban cómodamente estudiando o pasando y muchos otros que eran bebés estén ahora dando lecciones de historia. No hay nada peor que pretender cambiar la historia para hacerla coincidir con lo que nos gustaría que fuera, eso impedirá aprender de la historia, lo que parece muy preocupante por no decir que aterroriza

*.- Lo que subyace en el “síndrome del nieto”, proceso casi vírico que ataca a los que –por edad o por propia inacción– no vivieron políticamente la transición, es el tozudo intento de descalificar lo que se hizo. Vuelven, pues, con discusiones (reforma o ruptura) ya zanjadas por la historia y, sobre todo, por la voluntad de los españoles. Si no vale la transición, no vale la Constitución. ¿Y entonces qué? El hilo conductor que va de Rodríguez Zapatero/Blanco hasta Garzón pasando por los mariachis mediáticos del señor Roures (“Público” fundamentalmente) tiene, sólo, una explicación psicológica: la intención de superar la melancólica “culpa” que les impidió estar allí y entonces. Y como, siguiendo a lo peor del español, desprecian cuanto ignoran, pretenden hacer su propia historia a posteriori, lo cual es un imposible metafísico. Esperemos, sin embargo, que la sensatez y el buen sentido jurídico se impongan entre los jueces que están revisando el autazo de Garzón que, por la edad que tiene, debería estar enclaustrado preparando sus oposiciones cuando todo aquello de la amnistía y, claro, pues no se enteró de nada.

*.- Estoy totalmente de acuerdo con sus comentarios y éstos me reconcilian con los ideales que siempre me han movido, la igualdad, la no violencia (y ello incluye la no incitación a la misma ni su justificación por cualquier ideología), y estoy de acuerdo con usted que la ley de memoria histórica y su utilización por parte de algunos consiste en lanzar contra los demás únicamente sus propios prejuicios en un momento en que se sienten seguros, cuando antes que se sepa nunca se pronunciaron (”A moro muerto gran lanzada”)
Un saludo y gracias por reencontrarme con políticos valientes y con criterio.

*.- Estimado señor Leguina: Le escribo con el respeto que le tengo por lo que fue usted un día: un rayo de luz SOCIALISTA en la siempre difícil Comunidad de Madrid, a pesar de que sus últimos escritos y actos sugieran que le perdamos el respeto, puesto que usted se lo ha perdido al PSOE. Me veo en la penosa obligación de responderle una por una a todas las infamias que usted ha ido vertiendo contra la izquierda, contra el PSOE y contra el Presidente del Gobierno y secretario general del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero.
Sus palabras no me producen rabia ni enfado, sino una profunda vergüenza ajena hacia usted, por todas las simpatías y admiraciones que usted llegó a levantar, admiraciones completamente inmerecidas, puesto que en los últimos años, desde que Almunia perdió las elecciones de 2000, no ha dudado en morder la mano que le dio de comer durante muchos años. Esto ya lo hicieron otros “socialistas” como Gotzone Mora, Enrique Múgica y Rosa Díez. Pero admito que no me lo esperaba de usted.
La Memoria Histórica excede de la Transición, es un tema que ha sido mal llevado porque se ha politizado la justicia en este tema, pero no puedo estar en contra de esta decisión de Garzón de juzgar el franquismo. Porque primeramente todos los regímenes se juzgaron, incluso se juzgó a los comunistas que disparaban contra aquellos que querían saltar el Muro de Berlín. Y porque es absolutamente acertada, ¿por qué no se va a poder juzgar un régimen así? Recuerda usted que hubo una Ley de Amnistía en el año 76, y que se absolvían los delitos políticos, pero los delitos contra el Estado no se absolvían, y un delito de Estado fue el golpe de 1936 de Franco y sus amiguitos. Ésa es la razón de que se juzgue el franquismo, no es otra.
No estaba vivo en el 77 para observar cómo la barbarie de la derecha se cebaba con cinco personas la noche del 24 de enero en la calle Atocha 55, pero he leído suficiente como para saber que las elecciones del 77 fueron las de la libertad, y que mediante ellas se permitió sentarse como diputados en Cortes a franquistas como Manuel Fraga, al que se vistió convenientemente de demócrata, además de a personajes tan importantes como La Pasionaria, Carrillo, Alberti y por supuesto, como usted señala, Marcelino Camacho. ¿Cuál fue el delito de Marcelino Camacho? Ser antifranquista.
Finalmente, tengo unas palabras de defensa del periodista de la SER Josep Ramoneda, a quien usted acusó de predicador y de “progre” a la violeta. Le pregunta usted al señor Ramoneda que dónde estaba mientras ustedes “hacían lo que podían” en la Transición. Y yo le pregunto, ¿sabe usted dónde estaba Federico Jiménez Losantos? ¿O Mariano Rajoy? ¿O el gurú José María Aznar? No estaban luchando por la democracia, estaban luchando contra ella.
No aspiro a nada con este mensaje, nada más a que usted lo lea y reflexione un poco sobre la burrada que está usted haciendo, llámelo usted como quiera. No está usted siendo consecuente, está escupiendo en el plato que le dio de comer. Reciba un saludo de un zapaterista convencido al que usted ha decepcionado profundamente.

*.- Muy bien su artículo, señor Leguina. Es una lástima que éstos “jóvenes socialistas” y los medios e intelectuales “progres-pijos” que los apoyan, quieran de nuevo reescribir la historia de forma parcial, sectaria e ideológica. También lo hizo el franquismo. Qué lástima y qué asco.

*.- Señor Leguina, ¿ sigue usted en el PSOE o se ha ido ya con Rosa Díez ? Sería interesante saberlo …
Contestación: Sigo en el PSOE … y no entiendo las prisas que tiene usted en que me vaya… si yo no le voy a quitar ningún puesto, hombre.

*.- […] Aprovechando una bronca a Josep Ramoneda, Joaquín Leguina les pasa por la izquierda a unos cuantos botarates y les canta las verdades del barquero. […]

*.- Creía que usted era una persona con sentido común y bastante sensata.
Me equivoqué, no es más que un sociata más de esos que le han hecho el trabajo sucio a la derecha durante estos 30 años.
Una penita…

*.- ¿Cómo pretender hablar de memoria histórica los que no se acuerdan ni de lo que pasó hace 25 años.

Estamos en manos de pipiolos adanistas, que descubren diariamente el mediterráneo.

*.- Mi más sincera enhorabuena y su valentia en recordar esos acontecimientos que Ud.vivió en el 77.Y se lo dice uno que no es de izquierdas y que,(casi lo había olvidado) tiene familiares asesinados por los republicanos .Pero ya está bien de hacer política con los muertos.Un saludo.

*.- […] Está bien encararse de vez en cuando con posturas que se desmarcan de la corrección política, porque obligan a realizar un ejercicio de reflexión. Incluso aquellas que defienden tesis con las que no comulgo en exceso, como pueden ser las de Pío Moa Banga, por poner un ejemplo. Porque claro, cada uno puede defender sus teorías… siempre y cuando lo haga con argumentos solventes y no mediante quemas de brujas. A veces es necesario que se levante alguna voz discordante para remontarse a los hechos y dejar a un lado las meras opiniones. Porque, al igual que Javier Cuchí, tengo serias dudas de que Joaquín Leguina haya sido contaminado por la derecha. […]

*.- Leguina pásate ya al pp,las personas de izquierdas no te soportamos!
chaquetero!
Contestación: Estos son los argumentos de la izquierda chupóptera y sectaria

*.- Únicamente matizaría una cosa, a la cabeza de “lo que es” la memoria histórica quien está es Zapatero. Garzón se ha subido a ese carro, como a tantos otros.
Para amnesia, Joaquín, la que padecen algunos de quienes gritaban entonces “¡Libertad, amnistía!”. Josep Ramoneda entre ellos, apostaría.

*.- Don Joaquín: El ahora “predicador” de la Memoria Histórica estaba entonces en Caracas, casado con una de las hijas de una familia bien y, donde por cierto, sólo hablaba en francés, pues aseguraba que apenas conocía el español, lengua que reservaba para sus contactos con la embajada cubana, vamos, Ramoneda como Aznar, hablando español en la intimidad.

*.- Fue duro apostar desde la izquierda por la “ruptura pactada”. No fue una cobardía, fue una apuesta debatida y pensada, de los sectores más combativos del mundo sindical, aquellos que daban la cara en las huelgas de los setenta.
Y hoy estamos hasta las narices de los seudo intelectuales, políticos y comentaristas de pacotilla, que siempre estuvieron escondidos o no habían “nacido”. Faltan ideas y propuestas, antes sobraban, y alguna de ellas la llevamos a cabo, como fue la anmistía. Un abrazo Joaquin.

*.- Cuando se vive cómodadamente en el franquismo y se quiere inventar un pasado heroico antifranquista solo se puede llegar al ridículo de la Memoria Histórica. En los 13 años de Felipe no la reivindicaron porque vivian los abuelos, que les hubieran mandado a hacer puñetas. Desde los sesenta los de ambos bandos iban y venían a bautizos y comuniones de nietos comunes, como para que los soplapollas vinieran con gaitas. Pero ahora hay subvenciones para los nietos.
Memoria subvencionada.

*.- ¿Qué concepto de hecho y verdad maneja Ud. Sr. Leguina? Claro que pedímos amnistía toda la izquierda, y claro que los otros (franquistas en reconversión y no) estaban allí y desde entonces la aprovecharon para presentarla como un acuerdo de amnesia y de dejar cuerpos en las cunetas. Hoy lo siguen exigiendo … y Ud. va y se fija en el Sr. Ramoneda. ¡Por favor!


*.- Totalmente de acuerdo con sus sentatas reflexiones, Sr. Leguina. Siempre he sido de izquierdas, he militado incluso en el PCE, aunque últimamente me da un poco de vergüenza ser de izquierdas teniendo en cuenta la cantidad de papanatas cínicos, aprovechados y rencorosos que repartidos por toda España. Espero que la izquierda recupere la cordura que la distinguió durante la MODÉLICA Transición. ¡Enhorabuena, don Joaquín!

*.- La verdad es que en los años 60 y 70 nosotros nos manifestábamos junto al PCE mientras el PSOE estaba de vacaciones, y recuerdo a Ramoneda, hacia 1973, militando en el PSUC.
O sea, Leguina, que te equivocas.
Además quiero decir que en aquellos momentos se hizo lo que se podía hacer, sabiendo que no era LO QUE TENIAMOS QUE HACER, por lo que ahora, que tenemos conciencia y fuerza, debemos imponer ese ejercicio de salud mental, espiritual y honrar a nuestros compañeros muertos en defensa de la democracia, denunciando a quienes se sublevaron. Mis hermanos muertos se merecen un entierro justo.

*.- El comentario de FMC es una buena prueba de ese “adanismo” característico de los partidarios de la “memoria histórica”. Tiene la honradez de reconocer que él no había nacido en la época de la transición, pero considera que se ha informado sobradamente al respecto. Y enseguida vemos lo mucho que se ha informado: “Y yo le pregunto, ¿sabe usted dónde estaba Federico Jiménez Losantos?”. Al hacer esta pregunta retórica, FMC deja bien en claro que lo ignora todo. Le recomiendo a FMC que se tome la molestia de consultar, por ejemplo, la Wikipedia: “Durante el franquismo, [Jiménez Losantos] militó en organizaciones clandestinas de la izquierda antifranquista (Organización Comunista de España (Bandera Roja), de ideología maoísta, y Partit Socialista Unificat de Catalunya, de ideología comunista) y colaboró en revistas y grupos artísticos (Grupo de trama) de extrema izquierda, hasta finales de los años setenta, momento en el que fue moderando sus posiciones a raíz de un viaje a la China comunista en 1979 durante el cual constató que la realidad no coincidía con los valores de la ideología en la que militaba.”

*.- Joaquín, de acuerdo en que amnistía=amnesia=cobardía es una sandez y no se atiene a la realidad de los hechos vividos.

*.- Yo sí estuve en la Gran Vía, (entonces Avenida de José Antonio), en el Pº. del Prado, en Pegaso, en el Cementerio Civil y fuí inquilino del caserón de la Puerta del Sol, lo hice sin que me obligase nadie (como tantos otros) y nunca he pedido, como tú sabes, medallas por ello. Pero sí me otorga fuerza moral para decirle al castizo Patricio, que no estoy de acuerdo con él ni en la forma ni en el fondo.
De todas formas, ya va siendo hora de que a los familiares que lo soliciten, se les entreguen los restos de sus deudos asesinados, y enterrados (yo más bien diría escondidos) en cunetas y fosas comunes, por el increíble delito (la mayoría) de defender la legalidad del gobierno republicano, contra la sublevación de unos facinerosos, y después que hagan con ellos lo que quieran, incluso dejarlos donde están. Por que a los “mártires” de los sublevados, ya se les ha honrado durante décadas, para pasar desde hace algunos años a canonizarlos (bueno es que sepamos, por medio de la observación, como fabrica sus Santos la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana).

*.- De todas formas, sí Garzón pretende algo más, no creo que llegue muy lejos, teniendo en cuenta su proverbial “rigor” en la instrucción de procedimientos.

*.- En fin, que me parece que ya va siendo hora, de pasar página de una forma razonable, a esta parte del episodio más sangrante y dramático de nuestra historía reciente.

*.- En primer lugar, estoy de acuerdo con Usted, Sr Leguina y veo que por aquí hablan de los “huevos” de Garzón, me pregunto a que “huevos” ser refieren, ¿a los que tuvo cuando se dejo comprar por Felipe Gonzalez e ir en las listas del Psoe con “Mister X” (el nombre se lo puso el mismo Garzón a Gonzalez) a cambio de no meterle a la carcel como cerebro de los GAL? ¿o tal vez se refiere a los “huevos” que ha tenido no investigando el chivatazo del Bar Faisan en el que al parecer desde un telefono oficial se alerto a los etarras que se les iba a detener(en plena negociacion con ETA)?, claro que tambien es posible que haga alusión a los “huevos” que ha tenido cobrando un millon de Euros por una conferencia, en un centro propiedad del que poco despues le archivo el caso, ¡no se! me come la duda a que huevos se refiere, no obstante por el lenguaje, la falta de preparación, conocimiento y cultura, me parece que el blog de pepiño le interesa más al o a la de los huevos.

*.- ¡Por fin una palabra sensata y memoriosa por parte de un socialista en medio de todo este fangal garzoniano-zapateril! En efecto, fue la izquierda, como le correspondía, la que reivindicó la amnistía para todos. La memoria, que no tiene nada de histórica jamás (la historia se le opone, la organiza, la narra y le da sentido), está compuesta en parte por el recuerdo, pero también, en parte, lo está por el olvido.

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