jueves, 4 de diciembre de 2008

"The Economist" advierte que lo peor está por venir en el sector inmobiliario


La revista "The Economist" advierte en su próximo número de que "lo peor está por venir" en la crisis del sector inmobiliario español y de que el mercado se va a encargar de terminar con una queja constante de los españoles durante los últimos años, la de que la vivienda tiene unos precios exorbitantes.
4 Diciembre 08 - Londres - EFE.- La Razón.
Bajo el título de "La pesadilla de las constructoras", esta publicación analiza la situación de las constructoras españolas y el mercado inmobiliario en general y constata que los españoles no están acostumbrados a que la vivienda se deprecie.
Como el ladrillo ha sido la apuesta segura durante mucho tiempo, a los españoles les resulta difícil de entender que los precios caigan tan drásticamente, afirma la revista británica, que recoge el caso de los cientos de personas que durmieron al raso durante días para hacerse con alguno de los pisos del "pocero" de Fuenlabrada (Madrid).
La realidad es que podrían haber encontrado precios más bajos en Internet, afirma la publicación, que asegura que el mercado "esta cayendo rápidamente", pero a un ritmo que es difícil de evaluar.
Esto es así, dice "The Economist", porque los españoles no declaran el verdadero precio de venta de sus casas, lo que repercute en que las cifras oficiales, basadas en estimaciones de tasadores, muestren una caída nominal del 1,3% en el tercer trimestre.
Según la revista, la mayoría de los expertos piensa que la cifra es mucho mayor y ofrece la valoración de la escuela de negocios IESE, que habla de una caída del 8% en los precios.
Los vendedores privados no pueden creer que sus hogares están perdiendo valor, pero los constructores saben que se les acabó el chollo, continúa "The Economist", que destaca que muchas promociones se están vendiendo a un 20% por debajo del precio inicial.
Este es un dato que pocos constructores están dispuestos a reconocer públicamente por miedo a que los clientes cancelen sus contratos y se vayan en busca de algo más barato, añade la revista en la edición que sale a la calle este viernes.
La publicación se refiere también a los problemas de los bancos, que no vienen tanto de los impagos por parte de los particulares, sino de los constructores y las promotores, destinatarios de más del 40% de los créditos inmobiliarios que conceden las entidades.
Y lo peor está por venir, dice la revista, que señala los grupos constructores que están en dificultades: Habitat, Martinsa-Fadesa, Metrovacesa, Colonial y Sacyr Valleherrmoso.
En este contexto, recoge "The Economist", muchas nuevas viviendas aún se están terminando de construir, pero son pocos los nuevos proyectos que se han iniciado en los últimos meses. Las grúas, tan presentes en las últimas décadas en el paisaje urbano español, pronto desaparecerán y la construcción (que hasta hace poco representaba en España el doble del porcentaje del PIB que en otros grandes países europeos) sufrirá un duro ajuste.
El reportaje descarta que los planes del Gobierno para reactivar la economía vayan a hacer subir el precio de las propiedades. Y concluye: durante años los españoles se han quejado de los exorbitantes precios de la vivienda. El mercado se está encargando de solucionarles el problema.

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