miércoles, 17 de diciembre de 2008

Los expertos descartan que el BCE siga la fórmula americana de prestar dinero gratis


La bajada histórica de tipos de interés que llevó a cabo el martes la Reserva Federal, hasta un rango del 0-0,25% es, a juicio de los expertos, una medida «desesperada»para evitar la deflación.

Creen que aunque esta medida presionará al BCE a bajar tipos, en Europa no llegaremos al dinero gratis.
Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter, explicó a ABC que es inevitable llegar a un escenario de triple cero -cero crecimiento, cero inflación y tipos de interés cero- por lo que cuanto antes se llegue al mismo, antes se dará el salto hacia la recuperación.
Por eso Forcada cree que sería positivo que el BCE siguiera los pasos de su homólogo americano y redujera también los tipos, aunque no se mostró muy confiado en que esto vaya a suceder. En los últimos años la autorida monetaria europea no ha sido capaz de correr al mismo nivel que la Fed -explica- por lo que, según sus estimaciones, en la zona euro los tipos podrían bajar al 1%.

Para el profesor del Departamento de Economía de Esade Luis de Sebastián, esta medida «bastante desesperada» pone de manifiesto la gravedad de la situación. La inflación de EE.UU. registró en noviembre la mayor caída en 50 años, al pasar del 3,7% al 1,1%, y el fantasma de la deflación, unido a la recesión ha hecho reaccionar con contudencia a la Fed, asegura.

Eso sí -advierte el profesor-, con esta medida casi se agotan los instrumentos de política monetaria, por lo que si la economía no reacciona sólo quedará una opción: imprimir más billetes. De Sebastián no cree que el BCE vaya a responder con tanta rotundidad y rapidez, entre otras cosas porque los precios aquí no se están hundiendo y bajan, sobre todo, por la caída del crudo.

También para Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de Economía del IE Business School, la rebaja de tipos al 0,25% en Estados Unidos es una medida «extrema, desesperada», que evidencia que las autoridades económicas del país «están terriblemente preocupadas por la situación». A su juicio, es claro que lo que se pretende es evitar la deflación y activar el crédito, pero advierte que las medidas que se están tomando son las mismas que han provocado la crisis. Se corre el peligro, por tanto, de fomentar el excesivo endeudamiento, lo que aumentará la inflación, subirá los tipos y volveremos a empezar. Hay, por tanto, que tener cuidado.
Para Europa, el profesor del IE no prevé una rebaja tan extrema de los tipos de interés, y de hecho no la cree necesaria. «Me cuesta mucho ver los tipos por debajo del 2% en la zona euro», asegura.
Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), cree que esta rebaja de tipos tendrá efectos reales muy limitados, ya que la política monetaria ya era muy expansiva. Favorece la liquidez pero no soluciona los problemas de solvencia y confianza. A su juicio esta medida provocará cierta depreciación del dólar y presionará al BCE para que también baje los tipos en Europa. Izquierdo no cree, sin embargo, que Trichet sea tan agresivo en la política monetaria.
Juan de Lucio, director del Servicio de Estudios del Consejo General de Cámaras de Comercio, cree que la Reserva Federal ha utilizado el último cartucho que le quedaba para sorprender a los mercados. Todo el mundo esperaba una rebaja de medio punto, lo que no habría tenido casi ningún efecto porque ya estaba descontado. De Lucio cree que estamos ante una situación excepcional, que es probable que no volvamos a ver y ante la que las autoridades americanas nos dicen que están dispuestas a hacer lo que haga falta para evitar la deflación. Europa, a su juicio, no tendrá más remedio que acompañar con rebajas de tipos, aunque en su opinión no se situarán por debajo del 1,5%.
María Jesús Valdemoros, directora del departamento de Economía del Círculo de Empresarios, cree que con esta medida las autoridades monetarias pretenden evitar que al problema de la recesión se pueda sumar el incluso más grave de la deflación. Pero a partir de ahora, deberán tener muy en cuenta que ya apenas les queda margen de acción vía política monetaria.
En su opinión cabe esperar que el BCE lleve a cabo alguna bajada notable de sus tipos de interés, ya que la inflación ha dejado de ser la amenaza y además el diferencial con EE.UU. puede provocar la apreciación del euro frente al dólar y perjudicar las exportaciones europeas.

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