GINEBRA.- El Mundo.-
A pesar de su estudiada estructura y de las toneladas de pintura utilizadas en su ejecución, la cúpula del artista español Miquel Barceló, en el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra, podría ser alérgica a la calefacción, según un grupo de diplomáticos que divulgó ayer que una parte del techo cayó debido al calor de los radiadores.
La noticia apareció en el portal de internet Human Rights Tribune de Ginebra, que aseguraba que se había producido una catástrofe en la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de las Civilizaciones, con el desprendimiento de una parte del grandioso fresco de Barceló.
El hecho no podía ocurrir en peor momento, a pocos días de que el máximo representante de la organización, el coreano Ban Ki Moon, participe en una ceremonia conmemorativa del 60º aniversario de la Declaración de Derechos Humanos, y pocos después de la fastuosa inauguración en la que participaron los Reyes y el presidente del Gobierno español.
«Recién inaugurada, el 18 de noviembre, el grandioso fresco del artista español Miquel Barceló se desmigaja mientras que la ONU intenta esconder el incidente», rezaba el artículo, añadiendo con ironía: «Se nos cae el cielo sobre nuestras cabezas».
El hecho no podía ocurrir en peor momento, a pocos días de que el máximo representante de la organización, el coreano Ban Ki Moon, participe en una ceremonia conmemorativa del 60º aniversario de la Declaración de Derechos Humanos, y pocos después de la fastuosa inauguración en la que participaron los Reyes y el presidente del Gobierno español.
«Recién inaugurada, el 18 de noviembre, el grandioso fresco del artista español Miquel Barceló se desmigaja mientras que la ONU intenta esconder el incidente», rezaba el artículo, añadiendo con ironía: «Se nos cae el cielo sobre nuestras cabezas».
«Fue ilegal desviar dinero de los FAD a la fundación de la cúpula de Barceló»
PALOMA CERVILLA MADRID.
No es posible. El Grupo Parlamentario Popular no pudo ayer despejar ninguna de las sombras que rodean a los 500.000 euros que el Gobierno destinó a la Fundación Onuart, procedente de los Fondos de Ayuda al Desarrollo, para financiar la cúpula que Miquel Barceló decoró en una de las salas de la sede de Naciones Unidas en Ginebra.
Los socialistas se cerraron de nuevo en banda y, en el debate celebrado ayer en el Congreso de los Diputados sobre la proposición no de ley, presentada por el PP, para reprobar la actuación del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, desviaron la atención con críticas al PP por su escasa política de ayuda al desarrollo.
Ocasiones no le faltaron a los socialistas para defender, con datos, la actuación del Gobierno. Las ocasiones se las brindó el diputado popular Gonzalo Robles que, en su intervención, puso el dedo en una de las llagas de este polémico asunto: la Fundación Onuart. Robles se atrevió a calificar de «ilegal» el desvío de Fondos de Ayuda al Desarrollo a una entidad privada, como es esta fundación, en vez de, como marca la ley, sólo a organismos multilaterales.
La argumentación de Robles giró en torno a la supuesta intención del Gobierno de constituir esta Fundación para eludir controles legales y que no se pudiera hacer un seguimiento del dinero. «Se constituyó esta fundación privada para evitar que la aportación económica estuviera sujeta a la Ley de Contratos del Estado y al control de la Intervención General. Crearon esta Fundación para evitar la transparencia y han metido a la Fundación en este gran follón», afirmó el diputado popular.
Robles se explayó en este asunto y afirmó que «una Fundación privada no puede recibir dinero de los Fondos de Ayuda al Desarrollo. Se ha utilizado un instrumento que no es un organismo multilateral. Ahora sabemos que es ilegal». Pero no se quedó ahí, acusó al Gobierno socialista de ejecutar una «política equivocada» y de utilizar los FAD para «un fin que no estaba previsto».
El PSOE no supo, o no pudo, aclarar las acusaciones de falta de transparencia en la creación de la Fundación Onuart. La portavoz socialista Elena Valenciano desvió la atención comparando la política de ayuda a la cooperación realizada por el PP con la del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Valenciano inició su intervención afirmando que la reprobación planteada por este grupo parlamentario es «uno de los mejores ejemplos de la errática oposición que practican. No tienen una idea mejor». A partir de ahí, y tras una somera alusión a la Fundación Onuart, «es perfectamente adecuada a la aportación a un organismo multilateral. Completamente legal», desgranó una serie de datos sobre la aportación al desarrollo. Una aportación, la del Gobierno del PSOE, que en 2008 alcanzará el 0,5 por ciento del PIB, unos cinco mil millones de pesetas.
Error de Exteriores
Finalmente, y en su única alusión al dinero destinado para la cúpula de Barceló, Valenciano aseguró que «ni un sólo euro ha sido imputado a los FAD».
Las críticas a este desvío de los Fondos de Ayuda al Desarrollo fue la tónica seguida por el resto de las formaciones políticas. El diputado de IU, Gaspar Llamazares, reconoció que «Exteriores ha cometido un error», pero suavizó su discurso, al asegurar que «no estamos ante una perversión moral». El PNV, que también criticó el dinero desviado desde los FAD, consideró «excesiva la reprobación». CiU alertó sobre la falta de claridad. A pesar de estas críticas, la reprobación no prosperó.
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