lunes, 8 de diciembre de 2008

Del impacto mediático al lastre económico


La crisis ahoga los planes del Ejecutivo de Zapatero, con una actividad legislativa bajo mínimos y escasa valoración ciudadana
Zapatero ha logrado cifras históricas con su actual Gabinete: más ministras que nunca y tres millones de parados. 7 Diciembre 08 - José Manuel Martínez. Diario La Razón.
MADRID- José Luis Rodríguez Zapatero logró una repercusión mediática sin precedentes al nombrar el equipo de Gobierno con el que iniciaba su segunda legislatura como presidente.
Creó nuevas carteras, nombró nueve ministras, con la vicepresidenta, y ocho ministros.
Era la primera vez que una mujer, la catalana Carme Chacón, ocupaba la cartera de Defensa. La escena de Chacón, entonces embarazada, pasando revista al Ejército, ha dado la vuelta al mundo. Otro récord más fue el nombramiento de Bibiana Aído al frente del nuevo departamento de Igualdad, al convertirse en la ministra más joven de la democracia.
Ocho meses después, son otros los récords que ostenta el actual Gobierno de Zapatero. La crisis económica, que se negó a reconocer durante la campaña, está larvando su habitual optimismo. No es para menos. Son ya casi tres millones de parados y España lidera la tasa de desempleo de la UE. Caída libre del PIB y freno en seco en las ventas de automóviles y viviendas... Zapatero y sus ministros, siempre que hablan de crisis, añaden la coletilla de mundial. No les falta razón, pero los indicadores económicos españoles se sitúan por debajo de los de nuestro entorno y a los trabajadores que sufren las consecuencias no les reconforta el refrán de «mal de muchos...».
Está claro que Zapatero se ha rodeado de un equipo gubernamental para épocas de bonanza, que no tiene la garra suficiente para afrontar la grave crisis económica. La ineficacia de buena parte de ministros lastra la labor del Gobierno y deteriora su imagen pública. La gran mayoría son invisibles, desconocidos para los ciudadanos. No aportan ideas ni propuestas. Zapatero, aun así, todavía exhibe alguna dosis de optimismo al afirmar que pondrá todo su empeño en que los peores augurios sobre la marcha de la economía para 2009 no se cumplan.
Delega en su responsable económico, Pedro Solbes, el reconocimiento de la cruda realidad y el anticipo de que lo peor está por venir.
Cortinas de humo
A lo largo de estos ocho meses se han generado debates polémicos con los que se ha intentado desviar la atención que genera la crisis.
Se está revisando la normativa sobre el aborto con el objetivo de aprobar una ley de plazos.
Se ha recuperado el debate sobre la posible legalización de la eutanasia.
Los decretos que desarrollan la Ley de Memoria Histórica han reactivado controversias del pasado.
El último capítulo es la filtración en la que se atribuye a Aznar la autorización para hacer escala en España a vuelos de la CIA con destino a la base de Guantánamo. Esta información puede volverse en contra del actual Ejecutivo.
Pero no se ha logrado que las principales noticias no provengan del ámbito económico. Sólo han ganado a la crisis los titulares relacionados con el terrorismo. Son ya dos las víctimas de ETA en lo que va de legislatura, y varios los atentados. Una muy buena noticia en materia antiterrorista ha sido la detención de «Txeroki», el sanguinario responsable del aparato militar etarra. Otro aspecto positivo es que se mantiene el consenso en la lucha contra ETA. Disputas competencialesLa crisis económica ha tapado, o al menos amortiguado, las disputas internas entre los miembros del Ejecutivo.
El vicepresidente económico estrenó la legislatura con una advertencia a Miguel Sebastián, titular de Industria y de máxima confianza de Zapatero. «El vicepresidente soy yo», le dijo Solbes, en un intento de marcar territorio. La buena relación personal entre Sebastián y la ministra de Innovación, Cristina Garmendia, no ha impedido las disputas competenciales entre ambos. Bernat Soria ha visto diezmado su Ministerio de Sanidad, al traspasarse a Garmendia los centros de investigación. Ocho meses después de la formación del Gobierno ya se habla de remodelación. Se esperaba para antes del verano, pero quizás se produzca mucho antes de lo previsto. La valoración del Ejecutivo ha ido en descenso y Zapatero quiere recuperar la confianza, a pesar de Magdalena Álvarez y su facilidad para crear controversia y crispar a propios y extraños.
José Luis Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno.
Pocos auguraban el brillante futuro de Zapatero cuando en 1996 era portavoz socialista en la Comisión de Administraciones Públicas.
Ha sido su segunda victoria electoral, en marzo pasado, la que le ha aportado al presidente del Gobierno otras cualidades como líder, más allá del talante. En esta segunda legislatura ha creado un Gobierno a su medida sin atender más de la cuenta las presiones del partido, sobre el que ya ejerce todo el control. Vence pero no convence todo lo que de un presidente se espera. Tras sus formas suaves no se esconde un presidente débil. Todo lo contrario.
Lo mejor:
Ha logrado recuperar el consenso en la lucha contra el terrorismo, un mérito que debe ser compartido con el líder de la oposición, Mariano Rajoy. Ambos también pactaron pendientes reformas de los órganos judiciales, aunque parte del acuerdo se encuentra ahora atascado.
Lo peor.
Ha tardado en asumir la preocupante situación económica en España, lo que ha retardado que se tomaran medidas como las que se han puesto en marcha recientemente. La crisis no justifica la parálisis de un Gobierno con más altos cargos y menos actividad legislativa.
ORIGINALMENTE IBA A SER TRAS PRESIDIR LA UE EN 2010
Zapatero sopesa realizar un profundo cambio de Gobierno a principios del próximo año
El cambio estaba previsto en 2010, tras la presidencia española de la UE
La crisis económica y la reacción de sus ministros son las razones de este adelanto
MADRID.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está sopesando la oportunidad de hacer, a principios de año, una remodelación del Gobierno, centrada en las áreas económica y de política exterior, además de diseñar una nueva estructura del Ejecutivo, diferente a la que existe en la actualidad y que pivota sobre las dos vicepresidencias, según ha sabido EL MUNDO.
Fuentes próximas al jefe del Ejecutivo han comentado en círculos muy reducidos la conveniencia de adelantar esta remodelación, prevista, inicialmente, para 2010, después de la Presidencia española de la UE.
La razón de este adelanto sobre los planes previstos viene dada por los estragos que está provocando la crisis económica, y porque José Luis Rodríguez Zapatero no está demasiado satisfecho con la reacción de su Gabinete ante la situación del país.
Aunque es cierto que el presidente del Gobierno ha querido llevar muy personalmente las riendas del problema, parece echar de menos un mayor peso político en su Ejecutivo y una mejor coordinación interna. Las fuentes consultadas aseguran que Rodríguez Zapatero quiere dar un impulso nuevo a las áreas fundamentales del Ejecutivo.
Las necesidades de cambio no sólo se refieren al área económica, sino también a la política exterior. En ambas esferas de poder, encabezadas por el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, y por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, Rodríguez Zapatero ha situado ya a personas que, desde la sombra o desde un segundo nivel, realizan las principales gestiones y diseñan, estrechamente con él, las estrategias.
En el terreno económico sube como la espuma la consideración del actual secretario de Estado de Economía, David Vegara. En el campo de la política exterior, el hombre que maneja los hilos elegidos por Zapatero es el secretario general de la Presidencia, Bernardino León.

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