miércoles, 24 de diciembre de 2008

Zapatero promete lo mismo y lo contrario a sus interlocutores en las cumbres de Moncloa


D. PÉREZ A. CAPARRÓS MADRID / VALENCIA.- ABC.
*.- Bilateralidad para Cataluña.
*.- Multilateralidad y criterio de población para Madrid y Andalucía.
*.- El «coste diferencial de la lengua» para Galicia.
*.- La dispersión geográfica y de población para Extremadura, Asturias y Galicia.
*.- También el envejecimiento de la población para Galicia...
Zapatero se ha lanzado a una carrera de promesas sobre la financiación autonómica que está complaciendo a todos.

La sigilosa reunión del sábado que mantuvo con José Montilla (por cierto, la única de las seis mantenidas hasta el momento con dirigentes autonómicos en la que ha estado presente el vicepresidente económico, Pedro Solbes) levantó en armas a todas las otras autonomías. Poco después, en el mismo día, recibía a Chaves y a partir de ese momento, Zapatero ha improvisado una agenda de entrevistas con los distintos representantes autonómicos.
Abrió la segunda ronda de encuentros una Esperanza Aguirre que salió entusiasmada y con la promesa de la multilateralidad y de que el Gobierno tendrá en cuenta a la hora del reparto de dinero el aumento de población que se ha producido en Madrid. Ayer desfilaron por la Moncloa los presidentes de Galicia, Asturias y, sobre todo, Extremadura, al que parecía complicado contentar. Y hoy a las diez y media tendrá audiencia el de la Comunidad Valenciana.
Lo mismo y lo contrario
A la espera de lo que manifieste hoy Francisco Camps, la sensación, una vez escuchados el gallego Emilio Pérez Touriño, el asturiano Vicente Álvarez Areces y el extremeño Guillermo Fernández Vara, es que Zapatero promete lo mismo y lo contrario, que le dice a cada uno lo que quiere oír, que todos salen razonablemente felices, pero que al final a ninguno le ha hablado de cifras concretas.
La prueba de la habilidad del presidente del Gobierno para lidiar con los líderes autonómicos quedó plasmada en la intervención de Fernández Vara, quien, con un«hemos venido a construir un edificio, no a poner los adornos», agradeció el que Zapatero tendrá en cuenta la baja densidad de la población extremeña, justo lo contrario que le ofreció a Aguirre.
Y se seguirán coleccionando promesas porque si los que salen de Moncloa sonríen, los que siguen con el número de la cola en la mano, esperando turno, envían mensajes. José María Barreda, desde Castilla-La Mancha, recuerda que para él también será imprescindible «considerar el factor de dispersión y el de la inmigración».
Lista de peticiones
Francesc Antich, el balear, advierte que todo acuerdo ha de pasar «por la necesidad de que la financiación per cápita del archipiélago se sitúe en la media estatal, porque ahora estamos 24 puntos por debajo». El riojano Pedro Sanz advierte de que exigirá «un fondo específico para paliar el «efecto frontera» que sufren las Comunidad de limítrofes con territorios forales». Marcelino Iglesias (PSOE), que no ha sido recibido, pero sí telefoneado, aseguró que «Zapatero se ha comprometido a mejorar la situación de Aragón». Para Castilla y León, según explicó Juan Vicente Herrera, resulta primordial «la consideración de la dispersión territorial, el envejecimiento y la extensión»...
Cada uno de los presidentes escribe su carta al mago Zapatero, mientras Solbes intenta cuadrar un «sudoku» que está condicionado por Cataluña.

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