Una asociación de memoria histórica exhumó una fosa en busca de 12 republicanos en Teruel, pero halló restos de soldados de ambos bandos.
JAVIER ORTEGA. Corresponsal.- ZARAGOZA.- Una asociación para la recuperación de la memoria histórica que pidió abrir una fosa común en Teruel abandonó después los restos hallados, al comprobar que no pertenecían a las personas que buscaba.
Los esqueletos de 36 soldados de ambos bandos, muertos durante la Guerra Civil en la localidad turolense de Singra, permanecen desde hace un año en cajas de cartón en las antiguas escuelas del pueblo, a la espera de ser identificados y de recibir sepultura.
Las excavaciones se realizaron en noviembre del año pasado a petición de la Asociación Pozos de Caudé de Teruel, que buscaba a 12 republicanos de Calamocha, entre ellos los ediles de la localidad, que fueron fusilados durante la Guerra Civil en Singra.
Una vez examinados los restos por un equipo valenciano de arqueólogos y médicos forenses, se comprobó que entre ellos no se encontraban los que buscaban. Los huesos fueron guardados en cajas de cartón y desde entonces están depositados en las antiguas escuelas del pueblo a la espera de una solución.
Por los correajes, botas y cartucheras encontrados, se supo que los esqueletos hallados en la fosa común del cementerio pertenecen a soldados de los dos bandos, algunos muy jóvenes, muertos en Singra durante la contienda.
Singra es una pequeña localidad situada a unos 40 kilómetros de Teruel, con apenas 50 vecinos, la mayoría jubilados que aún recuerdan los trágicos enfrentamientos que se registraron durante la Guerra Civil.
Los esqueletos de 36 soldados de ambos bandos, muertos durante la Guerra Civil en la localidad turolense de Singra, permanecen desde hace un año en cajas de cartón en las antiguas escuelas del pueblo, a la espera de ser identificados y de recibir sepultura.
Las excavaciones se realizaron en noviembre del año pasado a petición de la Asociación Pozos de Caudé de Teruel, que buscaba a 12 republicanos de Calamocha, entre ellos los ediles de la localidad, que fueron fusilados durante la Guerra Civil en Singra.
Una vez examinados los restos por un equipo valenciano de arqueólogos y médicos forenses, se comprobó que entre ellos no se encontraban los que buscaban. Los huesos fueron guardados en cajas de cartón y desde entonces están depositados en las antiguas escuelas del pueblo a la espera de una solución.
Por los correajes, botas y cartucheras encontrados, se supo que los esqueletos hallados en la fosa común del cementerio pertenecen a soldados de los dos bandos, algunos muy jóvenes, muertos en Singra durante la contienda.
Singra es una pequeña localidad situada a unos 40 kilómetros de Teruel, con apenas 50 vecinos, la mayoría jubilados que aún recuerdan los trágicos enfrentamientos que se registraron durante la Guerra Civil.
Nuevo entierro
El Ayuntamiento ha comprado tres nichos, cuyo coste asumirá el Gobierno de Aragón, para que los esqueletos sean nuevamente enterrados. Sin embargo, desde hace meses se está a la espera de que la Asociación Pozos de Caudé deposite los restos en cajas homologadas.
El alcalde de Singra, el socialista Manuel Martín Andrés, declaró ayer a Radio Teruel: «La Asociación Pozos de Caudé tiene que comprar las cajas. Como no son los familiares que buscaban, pues dicen que ya las comprarán cuando sea. Pero no está bien tenerlos ahí, en unos almacenes del Ayuntamiento. Un día nos dejamos la puerta abierta y entra cualquier animal..., y los problema son para nosotros».
El Ayuntamiento de Singra ha insertado anuncios en distintos periódicos por si aparece algún familiar que pudiera identificar los restos de los 36 soldados. Pero, por ahora, no ha habido ninguna reclamación.
La Asociación Pozos de Caudé trabaja en la recuperación de los restos y la memoria de los más de mil civiles «desafectos» que fueron «ejecutados» durante la Guerra Civil en un paraje del mismo nombre situado a 10 kilómetros de Teruel.
El pasado 9 de noviembre dicha Asociación rindió un homenaje en el cementerio de Singra a los 12 republicanos de Calamocha. Colocó una placa con sus nombres y una corona de flores en el lugar.
El presidente de la Asociación Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, señaló el día del homenaje: «Ha sido imposible poder acceder a la fosa común donde se encuentran los vecinos de Calamocha porque construyeron 40 nichos y no es posible excavar, y aunque no los hayamos recuperado, el esfuerzo ha merecido la pena». (El Mundo, 9 de diciembre de 2008)..
El Ayuntamiento ha comprado tres nichos, cuyo coste asumirá el Gobierno de Aragón, para que los esqueletos sean nuevamente enterrados. Sin embargo, desde hace meses se está a la espera de que la Asociación Pozos de Caudé deposite los restos en cajas homologadas.
El alcalde de Singra, el socialista Manuel Martín Andrés, declaró ayer a Radio Teruel: «La Asociación Pozos de Caudé tiene que comprar las cajas. Como no son los familiares que buscaban, pues dicen que ya las comprarán cuando sea. Pero no está bien tenerlos ahí, en unos almacenes del Ayuntamiento. Un día nos dejamos la puerta abierta y entra cualquier animal..., y los problema son para nosotros».
El Ayuntamiento de Singra ha insertado anuncios en distintos periódicos por si aparece algún familiar que pudiera identificar los restos de los 36 soldados. Pero, por ahora, no ha habido ninguna reclamación.
La Asociación Pozos de Caudé trabaja en la recuperación de los restos y la memoria de los más de mil civiles «desafectos» que fueron «ejecutados» durante la Guerra Civil en un paraje del mismo nombre situado a 10 kilómetros de Teruel.
El pasado 9 de noviembre dicha Asociación rindió un homenaje en el cementerio de Singra a los 12 republicanos de Calamocha. Colocó una placa con sus nombres y una corona de flores en el lugar.
El presidente de la Asociación Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, señaló el día del homenaje: «Ha sido imposible poder acceder a la fosa común donde se encuentran los vecinos de Calamocha porque construyeron 40 nichos y no es posible excavar, y aunque no los hayamos recuperado, el esfuerzo ha merecido la pena». (El Mundo, 9 de diciembre de 2008)..
Diario de Teruel.- ACTO INSTITUCIONAL DE RECONOCIMIENTO EN EL CEMENTERIO DE SINGRA.- 24 de diciembre de 2008.
Los restos de 37 soldados de ambos bandos reciben sepultura
La exhumación se produjo al buscar a 12 republicanos de Calamocha fusilados
REDACCIÓN / SingraLos restos de 37 soldados muertos en 1938 durante la Guerra Civil, en el denominado frente de Teruel, fueron enterrados ayer en un acto institucional de reconocimiento en tres nichos del cementerio de Singra. La exhumación de los soldados se produjo al buscar en una fosa común a 12 republicanos de Calamocha, que fueron fusilados en Singra.El acto de reconocimiento a los soldados muertos de ambos bandos, el nacional y el republicano, contó con la asistencia de la subdelegada del Gobierno en Teruel, María Victoria Álvarez; el director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente Redón; el teniente coronel Ruiz Arnal, en representación del Ministerio de Defensa; el alcalde de Singra, Manuel Martín; el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, así como cargos de la Comarca del Jiloca y de la empresa que realizó los trabajos de exhumación de los cadáveres de la fosa común en Singra, Paleolab.El presidente de la Asociación Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, recordó el proceso del proyecto de exhumación de la fosa de Singra, que empezó hace cuatro años tras conocer a Pablo Marco, cuyo padre fue uno de los doce republicanos de Calamocha fusilados en Singra. Sánchez apuntó que se han salvado numerosos trámites y gestiones para una exhumación que empezó en octubre de 2007 y concluyó el pasado mes de agosto. La búsqueda de los 12 republicanos fusilados permitió descubrir los restos de los soldados en la fosa común del cementerio de Singra. La exhumación quedó paralizada al no poder continuar la excavación de la fosa por encontrarse debajo de unos nichos construidos hace 20 años. Ante la imposibilidad de dar una continuidad a los trabajos de excavación, el pasado 8 de noviembre se rindió un homenaje a los 12 fusilados de Calamocha, colocando una corona de flores en el lugar de la exhumación y una placa con los nombres de las personas, así como la celebración de una misa en Calamocha. La empresa especializada Paleolab ha procedido al estudio antropológico forense de los 37 cadáveres de los soldados encontrados en la fosa común de Singra. La imposibilidad de poder determinar la identidad de los soldados, ni siquiera aproximada, ni que haya habido familiares interesándose formalmente mediante el ADN para una identificación, así como la falta de más fondos, es lo que ha determinado dar sepultura a los restos de los cuerpos de los soldados en los tres nichos que el Gobierno de Aragón había adquirido al Ayuntamiento de Singra.
Los restos de 37 soldados de ambos bandos reciben sepultura
La exhumación se produjo al buscar a 12 republicanos de Calamocha fusilados
REDACCIÓN / SingraLos restos de 37 soldados muertos en 1938 durante la Guerra Civil, en el denominado frente de Teruel, fueron enterrados ayer en un acto institucional de reconocimiento en tres nichos del cementerio de Singra. La exhumación de los soldados se produjo al buscar en una fosa común a 12 republicanos de Calamocha, que fueron fusilados en Singra.El acto de reconocimiento a los soldados muertos de ambos bandos, el nacional y el republicano, contó con la asistencia de la subdelegada del Gobierno en Teruel, María Victoria Álvarez; el director general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Jaime Vicente Redón; el teniente coronel Ruiz Arnal, en representación del Ministerio de Defensa; el alcalde de Singra, Manuel Martín; el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, así como cargos de la Comarca del Jiloca y de la empresa que realizó los trabajos de exhumación de los cadáveres de la fosa común en Singra, Paleolab.El presidente de la Asociación Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, recordó el proceso del proyecto de exhumación de la fosa de Singra, que empezó hace cuatro años tras conocer a Pablo Marco, cuyo padre fue uno de los doce republicanos de Calamocha fusilados en Singra. Sánchez apuntó que se han salvado numerosos trámites y gestiones para una exhumación que empezó en octubre de 2007 y concluyó el pasado mes de agosto. La búsqueda de los 12 republicanos fusilados permitió descubrir los restos de los soldados en la fosa común del cementerio de Singra. La exhumación quedó paralizada al no poder continuar la excavación de la fosa por encontrarse debajo de unos nichos construidos hace 20 años. Ante la imposibilidad de dar una continuidad a los trabajos de excavación, el pasado 8 de noviembre se rindió un homenaje a los 12 fusilados de Calamocha, colocando una corona de flores en el lugar de la exhumación y una placa con los nombres de las personas, así como la celebración de una misa en Calamocha. La empresa especializada Paleolab ha procedido al estudio antropológico forense de los 37 cadáveres de los soldados encontrados en la fosa común de Singra. La imposibilidad de poder determinar la identidad de los soldados, ni siquiera aproximada, ni que haya habido familiares interesándose formalmente mediante el ADN para una identificación, así como la falta de más fondos, es lo que ha determinado dar sepultura a los restos de los cuerpos de los soldados en los tres nichos que el Gobierno de Aragón había adquirido al Ayuntamiento de Singra.
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