Recuperados documentos de Alcalá-Zamora

Incautan documentos inéditos de Alcalá-Zamora que un empresario había heredado de su padre
Los 1.200 documentos inéditos del presidente de la II República Niceto Alcalá-Zamora que la Guardia Civil encontró en poder de un empresario valenciano habían sido heredados por éste a la muerte de su padre.
Europa Press.

Cuando los agentes de la Unidad de Patrimonio Histórico de la Benemérita tuvieron conocimiento de la existencia de los documentos montaron un discreto dispositivo que permitió descubrir una reunión entre el empresario y un historiador, que pretendía hacerse con el material, relataron a Europa Press fuentes de la investigación.
El empresario se había citado en un bar, cercano a la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, con el historiador y acudió al local con los documentos guardados en un maletín. Según las fuentes consultadas, expertos del Ministerio de Cultura, en una primera estimación, han confirmado el valor "extraordinario y original" de los escritos, aunque también han reconocido las dificultades a la hora de "entender la letra" del político español.
Por su parte, los agentes encargados de la investigación, adscritos al Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, afirmaron que "no habían recuperado nunca documentos históricos tan recientes". Acostumbrada a los códices, ésta unidad ha descubierto ahora correspondencia entre Alcalá-Zamora y altos mandos de Portugal, embajadores o miembros de la Realeza a nivel internacional, además de un sinfín de documentos, algunos que "deberían pertenecer al Estado español y otros muchos de carácter privado".
Entre el material incautado también figuran planos e informes militares correspondientes a la Revolución de Asturias de 1934, el testamento del presidente de la II República o una modificación del mismo, así como otras cartas mecanografiadas.
Uno de los cientos de episodios recogidos narra el menú que tomó Alcalá-Zamora tras impartir una conferencia en el Teatro Apolo de Madrid, y que ofrecía "langostinos, cordero, fruta, tabaco y champán". En relación con el propietario de los documentos, éste no se dedicaba al mundo del arte ni tenía antecedentes por intercambios anteriores. Los agentes no detuvieron a este individuo, quien ofreció su colaboración en todo momento.
Según relató el propio Alcalá Zamora en sus memorias, escritas durante el exilio, los documentos le fueron sustraídos de una caja de seguridad de un banco de Madrid durante los años 1936 y 1937. Los documentos intervenidos, en el marco de la denominada operación 'León', serán entregados la próxima semana para su estudio, análisis y catalogación a la Subdirección General de Archivo Histórico del Ministerio de Cultura.
Asimismo, se han puesto en conocimiento de las autoridades judiciales, quienes solicitarán después los informes elaborados por expertos del Departamento de Cultura. Estos documentos podrían arrojar luz sobre importantes acontecimientos de nuestra historia reciente, según informó el brigada y coordinador de la investigación Jesús Pastor.

Ampliación de la noticia:

PABLO MUÑOZ / CRUZ MORCILLO MADRID
Un millar de documentos, muchos de ellos manuscritos, del que fuera presidente de la II República Niceto Alcalá-Zamora y que habían sido robados de una caja fuerte de un banco de Madrid en plena Guerra Civil, han sido recuperados por la Guardia Civil en Valencia. Con esta operación, según coinciden los expertos consultados por ABC, el Grupo de Patrimonio de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado contribuye de forma decisiva a aclarar muchos acontecimientos de aquella época, que son relatados por Alcalá-Zamora de primera mano. Singular interés tienen las memorias manuscritas recuperadas y el dietario que llevaba el presidente republicano con todos los avatares del día a día de su época de gobierno.
Las investigaciones comenzaron cuando llegó a la Guardia Civil una información según la cual un empresario valenciano quería vender una serie de documentos sobre Niceto Alcalá-Zamora que, según decía, tenían un importante valor histórico. Los agentes se pusieron en contacto con la nieta del político, quien les confirmó que, en efecto, se había producido el robo de ese material durante la Guerra Civil.
La cita
El Grupo de Patrimonio descubrió que a principicios de esta semana, en un bar próximo al Ayuntamiento de Valencia, se iba a producir una cita entre el empresario y un historiador interesado en los documentos. Por ello, se montó un dispositivo de vigilancia. En efecto, llegó al local el poseedor del material que portaba un maletín. Pocos segundos después los agentes intervinieron.
Los primeros análisis demostraron que se trataba de un millar de documentos que habían sido sustraídos entre 1936 y 1937, ya en plena Guerra Civil, de la caja de seguridad que Niceto Alcalá-Zamora tenía en la sucursal de Madrid del banco Crédit Lyonnais. Precisamente, el nombre de esa entidad bancaria francesa dio pie a que la operación se bautizara con el nombre de «León».
El que fuera presidente de la II República llegó a acusar a Manuel Azaña de ser el inspirador de esos robos. Alcalá-Zamora también habla de esos hechos en las memorias que redactó en el exilio, en las que advertía que tenía que reescribirlas a partir sólo de sus recuerdos, porque las originales, manuscritas, y mucha documentación le habían sido sustraídas en el citado episodio.
Por tanto, sólo el hallazgo de ese manuscrito ya tiene una importancia enorme, pero los agentes de la UCO comprobaron que había otro tipo de material, igualmente muy valioso. En concreto, el maletín contenía las agendas personales de Alcalá-Zamora en las que recoge su acción de gobierno y sus actividades; correspondencia con otros líderes políticos como Manuel Azaña; discursos y conferencias, e informes sobre la Revolución de Asturias, entre otros.
Como dato curioso, señalar que entre los documentos está una conferencia que impartió en 1931 en el Ateneo de Valencia y el menú que se sirvió en su honor con esa ocasión: entrantes, langostinos, arroz, carrillera de lechal y turrón. Además, está su testamento en el que lega sus memorias y demás pertenencias que están en la caja de seguridad a su familia para que fuera ella quien decidiese si debían publicarse. En caso de enfrentamiento, era la mujer del político quien tendría el voto de calidad.
El empresario explicó a los investigadores que ese material había llegado hasta sus manos a través de las herencias de sus antepasados y que si ahora lo quería vender era por problemas económicos.
Todo el material será entregado al Ministerio de Cultura. No obstante, será el juez quien decida qué parte debe ser devuelta a la familia y cuál debe engrosar el Patrimonio del Estado. De momento, su pueblo natal, Priego (Córdoba), ya lo reclama para que engrose los fondos del museo que el presidente republicano tiene allí.