sábado, 7 de junio de 2008

Don Manuel Pizarro


Remito este texto al Diario de Teruel, por si tuviera algún interés su publicación (en su sección " Tribuna Abierta").
No creo que se publique. "Lo que digo no es politicamente correcto".
Texto:
"Consultando, como todos los días, el Diario de Teruel en su versión digital, leo como José Antonio Virto, en una Tribuna Abierta, considera “injusta la campaña de difamación, acoso y derribo que tanto don Manuel Pizarro (…) y toda su familia con él, vienen sufriendo, con mayor o menor intensidad, desde el día que decidió tomar parte activa en la política”.
Añade: “no sé si todas las historias de sus antepasados y familiares más o menos directos, que ahora algunas personas pretenden airear y con las que pretenden menoscabar su merecido prestigio, han permanecido ocultas y desconocidas hasta este momento para la inmensa mayoría, o si se trata de castigar a una persona por el simple hecho de haberse decidido a tomar parte activa en la política”.
José Antonio Virto también se pregunta “¿dónde están todos aquellos que acudieron a acompañarle y aplaudirle cuando se le nombró hijo predilecto de Teruel?”.

Le podría decir a José Antonio Virto (no sé si se acordará de mí, fuimos compañeros de bachillerato) que no se complique demasiado la vida intentando responder con lógica a sus preguntas: la lógica y la razón en estos casos no sirve.

Don Manuel Pizarro estaba en un curso superior al nuestro, lo veía todos los días en el Instituto pero no tuve trato directo con él; sí fui compañero de su hermano Amador en la Universidad de Zaragoza y tuve con él una estrecha amistad. Puedo asegurarle que Amador era un persona estupenda y muy “avanzada” ideológicamente.

Me atrevo a recordarle al señor Virto algunas afirmaciones hechas por nuestro paisano Joaquín Costa (por todos invocado y gran desconocido) en Oligarquía y Caciquismo y que pueden ser ilustrativas del presente.

Costa sostiene que en la España (de comienzos el siglo XX) estaba instaurada una meritocracia a la inversa, en la que se seleccionaban a los peores y se postergaban socialmente a los mejores. Sólo sobrevivían en ella los peores.
Decía: "Es la postergación sistemática, equivalente a la eliminación de los elementos superiores de la sociedad, tan completa y absoluta, que el país ni siquiera sabe si existen; es el gobierno y dirección de los mejores por los peores; violación torpe de la ley natural, que mantiene lejos de la cabeza, fuera de todo estado mayor, confundida y diluida en la masa del servum pecus, la élite intelectual y moral del país, sin la cual los grupos humanos no progresan, sino que se estancan, cuando no retroceden."

También indicaba que en España, la opinión no surge de los ciudadanos, sino de los periódicos. El periodismo hace que los ciudadanos abdiquen de su facultad de pensar por sí mismos. "Y así ha resultado que eso que llamamos opinión no tiene su fuente en la conciencia de la nación, sino que se forma en las redacciones de dos o tres periódicos; y como, por otra parte, esas redacciones no son, en lo general, cuerpos de tutores, patriciado natural, sino, al igual de la plana mayor de las facciones, cuerpos de oligarcas y de intérpretes y adscripticios suyos que por esto no dejan oír a su pupilo otras voces que las propias-, el vasallaje práctico del gobernante resulta doblado por el vasallaje teórico del periodista, y entre los dos dan a España, según dije, aspecto de una nación maleficiada."

Y nadie podrá decir que Joaquin Costa era franquista, tampoco un “fascista”. Era simplemente un Republicano convencido y figura relevante del Regeneracionismo. Defendió la europeización de España, manteniendo su identidad, y la modernización de la nación por la educación y la necesaria reforma de las estructuras agrarias y del sistema judicial. Sus ideas inspiraron en gran medida los postulados de la Generación del 98.
Su programa de 'despensa y escuela' y total austeridad, era poco atractivo para los partidos. Por ello, en 1903, renunció al escaño para el que había sido elegido en la candidatura republicana, y se retiró decepcionado de la política a su pueblo natal (Graus).

La historia a veces se repite, siempre nos ayuda a comprender mejor el presente y, quizás, a intuir como será nuestro futuro.
Señor Virto, no se olvide: "Ningún profeta es bien recibido en su tierra". Yo añadiría como consecuencia: "y si es bien recibido es que no es profeta".

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