miércoles, 25 de junio de 2008

Las lenguas y los territorios no tienen derechos, los tienen las personas.


Carlos Castilla del Pino: «Las lenguas y los territorios no tienen derechos, los tienen las personas»

RUBÉN DE VICENTE. MADRID.
El neurólogo y ensayista Carlos Castilla del Pino es uno de los firmantes del Manifiesto por la Lengua Común, una iniciativa que presentaron el lunes pasado algunos intelectuales, encabezados por Fernando Savater y Mario Vargas Llosa. Castilla del Pino apoya lo propuesto en este texto por su «racionalidad» y suscribe la idea del estímulo del bilingüismo sin perjuicio de la lengua común, como ya demostró antaño con su apoyo al uso del catalán durante y después del franquismo, desde su militancia activa en el Partido Comunista.
- ¿Cómo conoció la iniciativa del Manifiesto por la Lengua Común y por qué lo firmó?
-Soy amigo de Fernando Savater, quien me mandó el manifiesto y lo firmé. Me parece un texto inteligente, racional y justo, pues las lenguas y los territorios no tienen derechos, sino que quien posee derechos son los ciudadanos. Por tanto, estimo que se trata de una iniciativa razonable que los ciudadanos puedan educarse y desenvolverse en su lengua materna, que es el castellano.
-¿Estima que este tipo de iniciativas puedan generar algún tipo de rechazo por parte de aquellos que defienden las lenguas autonómicas?
-No creo que el planteamiento del manifiesto, en tanto que es razonable, pueda llegar a provocar recelos o polémicas en la ciudadanía. Sin embargo, la irracionalidad a veces manda e incluso en los políticos, que por otra parte son los que deberían ser más racionales.
- ¿Cree necesario que se aumenten los esfuerzos para defender el castellano con iniciativas como el Manifiesto por la Lengua Común?
-No se trata de la defensa del castellano, pues se defiende por sí solo, sino de los derechos de las personas ante el uso de la lengua. En las Vascongadas, por ejemplo, en las escuelas se enseña vascuence a los niños, pero cuando estos salen al recreo hablan castellano entre ellos, lo que parece que les rechina a algunos políticos.
-¿Ve factible que se modifique la Constitución, tal y como afirma el texto que ha suscrito, para fortalecer su presencia en la Carta Magna?
-Las modificaciones de la Constitución tienen que hacerse con cuidado y con mucha mesura y aunque actualmente quisiera hacerse no es algo fácil. No puede cambiarse la Constitución cada dos por tres, pero ya hace mucho tiempo que se promulgó y ya es hora de que se modifiquen o se amplíen algunos artículos de acuerdo con las demandas de la sociedad.
-¿Qué opinión le merece el hecho de que en Cataluña se impusieran multas a comerciantes que no rotularan en catalán los carteles de sus locales, en claro detrimento de los que quisieran hacerlo en castellano?
-Creo que se debería señalizar en las dos lenguas por respeto a la lengua de cada Comunidad y por respeto al resto de los españoles. Esto lo vemos en Bélgica, donde los carteles se escriben en flamenco y en francés por respeto a todos los hablantes del país. Son cosas que deben hacerse simplemente por buena fe y por no fastidiar al resto.
-¿Qué diagnóstico haría de la situación actual del castellano?
-El castellano goza de muy buena salud, como lo demuestran las 700.000 consultas que recibimos todos los días vía internet en la Real Academia Española.
-¿Qué opina del fomento de las lenguas regionales en algunos campos artísticos como la literatura?
-Me parece bien que se conserven las lenguas, pero ellos tienen que pensar también que hay autores catalanes excelentes que tienen mucha menos difusión de la que podrían tener por publicar sus obras exclusivamente en catalán
La ministra teme una merma de las lenguas cooficiales
Las reacciones suscitadas por el manifiesto de los intelectuales se sucedieron ayer y la propia ministra de Educación, Mercedes Cabrera, dijo que espera que el manifiesto en defensa
del castellano no alimente una «batalla política» que perjudique a las lenguas cooficiales, que estima que son una «riqueza» de España. Aseguró también que la LOE garantiza el aprendizaje del castellano en todo el territorio nacional y que las evaluaciones periódicas demuestran que los alumnos catalanes tienen un nivel de castellano por encima de la media. Pero los nervios de los independentistas se desataron y la portavoz de ERC en el Parlamento catalán, Anna Simó, interpretó el manifiesto como un intento de convertir el catalán en una lengua «residual». También Joan Puigcercós, presidente de ese partido, desbarró al preguntar «a cuál lengua materna» se refieren los defensores del castellano «cuando hay 25 por la inmigración». Y el Gobierno de Montilla tampoco calló: su consejero de Obras Públicas, Joaquim Nadal, consideró que «no hay nada que justifique el manifiesto».

Nace una plataforma contra el «colonialismo» del catalán
ROBERTO PÉREZ
ZARAGOZA. Una veintena de asociaciones, colectivos y formaciones políticas de Aragón, Baleares y la Comunidad Valenciana se han unido en una nueva plataforma que se ha marcado como objetivo frenar el «colonialismo» lingüístico del nacionalismo catalán. La plataforma se denomina «No Hablamos Catalán» (NHC) y ya ha convocado una primera manifestación para el próximo 4 de julio en Zaragoza.
Entre sus integrantes hay miembros de las juventudes del PAR, partido que gobierna en Aragón junto al PSOE y que se ha comprometido a sacar adelante la Ley de Lenguas durante esta legislatura. Se trata de un asunto espinoso, pero es uno de los compromisos del acuerdo de gobierno entre socialistas y aragonesistas. Esta ley también la reclama desde hace años la Chunta Aragonesista (CHA), partido que ha mantenido contactos con los nacionalistas de ERC.
La Ley de Lenguas de Aragón ha sido largamente anunciada, pero han ido pasando las legislaturas sin que el texto llegue a las Cortes de Aragón.Ahora, la parte aragonesa de esta nueva plataforma NHC tiene en su punto de mira ese proyecto de ley. El Ejecutivo PSOE-PAR, por su parte, insiste en que el anteproyecto de Ley de Lenguas no se verá hasta después del verano y se insiste en que el objetivo primordial es «que no genere problemas donde no los hay». Simplemente, dicen, reconocerá en una ley lo que es una práctica cotidiana en esa parte de Aragón.
Pero quienes recelan argumentan que si de lo que se trata, simplemente, es describir lo que sucede con normalidad en la calle, no hay necesidad de una ley. Temen que sea utilizada por el nacionalismo catalán como una vía más con la que extender su presencia en las comarcas limítrofes de Aragón.
Estrategia expansionista
Entre quienes temen que algo así ocurra está Héctor Castro, miembro de las juventudes del PAR y portavoz de una asociación cultural de la comarca oscense de La Litera. Es uno de los integrantes de NHC y advierte que no están en contra de Cataluña, sino exclusivamente «de los catalanes expansionistas que anhelan territorios aragoneses». Y subraya que «Aragón no es trilingüe, es bilingüe. En Aragón se habla castellano y aragonés, pero un aragonés diverso, dividido en diferentes modalidades propias, como el literano, fragatino, cheso, ansotano, ribagorzano o bajoaragonés».
Castro es uno de los miembros de agrupaciones que se están movilizando desde hace años contra lo que consideran que es un afán «colonialista» del nacionalismo catalán.
Afirman que es una estrategia que se mantiene desde hace tiempo. Por ejemplo, con el apoyo financiero que la Generalitat ha ido prestando a asociaciones que desarrollan su actividad en suelo aragonés. O con la denominación que se le da a las comarcas aragonesas limítrofes con Cataluña: el nacionalismo catalán denomina a este territorio -y lo incluye en sus mapas- como Franja de Ponent, es decir, la franja occidental de Cataluña.
Ahora, según Castro, se mantiene la estrategia. Asegura que «se está trabajando para que el Instituto de Estudios Catalanes establezca una subsede en Calaceite», localidad de la provincia de Teruel.



No hay comentarios: