¿'Do you have' libros, por favor?
El español, segunda lengua de Estados Unidos con 45 millones de hablantes, sufre para abrirse hueco en una industria editorial que se resiste a traducir obra extranjera.
"Estados Unidos necesita más que nunca escuchar voces de más allá de sus fronteras. Los escritores son los intermediarios indispensables en este diálogo internacional y los guardianes del patrimonio único y artístico representado por cada idioma. No podemos pretender que esta conversación se produzca sólo en inglés".
Hace más de tres años que Salman Rushdie, entonces presidente del PEN American Center, se lamentaba de la escasez de traducciones literarias de un país, Estados Unidos, en el que sólo el 3% de los libros publicados -entre 200 y 300 al año- procede de otras nacionalidades.
Desde entonces apenas se han producido cambios en el mundo editorial norteamericano. Ni siquiera el español, segunda lengua más hablada con 45 millones de hispanos (el 15% de la población), ha conseguido hacerse un hueco en una industria que entre 2000 y 2006 sólo tradujo a 12 autores de ficción españoles (entre ellos, Javier Marías, Arturo Pérez-Reverte, Carlos Ruiz Zafón, Antonio Muñoz Molina y Almudena Grandes).
En el mismo periodo se tradujeron obras de 12 autores cubanos, por seis de Chile, cinco de Argentina, uno de Ecuador, ocho de México, dos de Perú y cuatro de Uruguay, según datos del Center for Book Culture.
El español, segunda lengua de Estados Unidos con 45 millones de hablantes, sufre para abrirse hueco en una industria editorial que se resiste a traducir obra extranjera.
"Estados Unidos necesita más que nunca escuchar voces de más allá de sus fronteras. Los escritores son los intermediarios indispensables en este diálogo internacional y los guardianes del patrimonio único y artístico representado por cada idioma. No podemos pretender que esta conversación se produzca sólo en inglés".
Hace más de tres años que Salman Rushdie, entonces presidente del PEN American Center, se lamentaba de la escasez de traducciones literarias de un país, Estados Unidos, en el que sólo el 3% de los libros publicados -entre 200 y 300 al año- procede de otras nacionalidades.
Desde entonces apenas se han producido cambios en el mundo editorial norteamericano. Ni siquiera el español, segunda lengua más hablada con 45 millones de hispanos (el 15% de la población), ha conseguido hacerse un hueco en una industria que entre 2000 y 2006 sólo tradujo a 12 autores de ficción españoles (entre ellos, Javier Marías, Arturo Pérez-Reverte, Carlos Ruiz Zafón, Antonio Muñoz Molina y Almudena Grandes).
En el mismo periodo se tradujeron obras de 12 autores cubanos, por seis de Chile, cinco de Argentina, uno de Ecuador, ocho de México, dos de Perú y cuatro de Uruguay, según datos del Center for Book Culture.
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