martes, 24 de marzo de 2009

PSOE y nacionalistas se alían en Europa para proteger la inmersión lingüística




Eliminan una resolución que reclamaba la libre elección de la lengua por parte de los padres.
Normalmente, la exportación de los asuntos nacionales en el seno del Parlamento europeo se considera una de las razones por las que los ciudadanos de otros países pierden interés por lo que discuten los eurodiputados, pero en ocasiones podría suceder que de lo que se ha visto en Estrasburgo se obtengan pistas que iluminen el diseño del debate nacional.
Ayer, por ejemplo, en una discusión anodina e irrelevante desde el punto de vista jurídico, los socialistas y los populares se enfrentaron por un párrafo en el que se decía textualmente que «es esencial salvaguardar la posibilidad de que los padres y responsables de la educación elijan la lengua oficial en que han de educarse sus hijos en los países en que coexistan una o más lenguas oficiales o una o más lenguas regionales».
La cuestión no es baladí, porque se trata exactamente de los términos en los que están discutiendo populares y socialistas en el País Vasco para facilitar la investidura de Patxi López como lendakari. Y si hubiera que trasladar el resultado a Vitoria, Antonio Basagoiti lo tendría muy difícil para apoyar al socialista. Como si hubiera sido un calco de la primera legislatura de Zapatero en España, los socialistas europeos, apoyados por liberales y verdes, donde los nacionalistas catalanes tienen gran predicamento, han vencido al grupo popular.
Cuestión doméstica
En efecto, la Cámara votó por unos pocos diputados de diferencia (335 votos a favor, 279 en contra y 69 abstenciones), a favor de un texto alternativo en el que se había suprimido el párrafo en cuestión.
María Badía, diputada del PSC, que ha sido la ponente del texto aprobado, ha visto sobre todo el debate como un intento de criticar la inmersión lingüística en Cataluña y no quiere pensar que eso pueda influir en las negociaciones en el País Vasco: «Nosotros lo que queríamos era evitar que esta redacción crease algún problema respecto a los sistemas de enseñanza en Cataluña o en otros países donde hay varias lenguas oficiales y lo que hemos querido resaltar es que esta es una competencia de los Estados miembros y que el Parlamento no tiene derecho a mezclarse en este asunto». En efecto, bajo el principio de subsidiariedad, la educación no es competencia europea, así que cualquier decisión de la Eurocámara no es vinculante.
Para el popular Luis Herrero, la cuestión es más que evidente: «Socialistas y nacionalistas se han aliado para impedir que se aprobase una resolución de la comisión de cultura en la que se reconoce el derecho de los padres a escoger la lengua de educación de sus hijos».
Para los populares, el PSOE ha pensado más en intentar complacer a sus ahora tan frágiles apoyos nacionalistas en España, y ha pasado por alto el principio que se estaba discutiendo en el fondo.
Montilla se apresura a interpretar que Europa ha reconocido «la ventaja competitiva que supone aprender catalán»-
También es verdad que políticamente, pese a todo, la resolución tendría cosas que deberían hacer reflexionar a las autoridades lingüísticas catalanas, por ejemplo en lo que se refiere a la «necesidad de que en los países con más de una lengua oficial se garantice la plena inteligibilidad interlingüística» y no se impulse el uso exclusivo de una de ellas (en este caso el catalán) e incluso aceptó que se debe «prestar una atención especial a los alumnos que no pueden estudiar en su lengua materna», lo que tampoco es siempre el caso en la escuela pública catalana.
Montilla saca pecho
Como era de esperar, el presidente de la Generalitat, José Montilla, se apresuró a hacer bandera de la maniobra socialista, que considera que ha permitido salvaguardar la política de inmersión lingüísitca en Cataluña. Montilla calificó de «buena noticia» la decisión de la Eurocámara que, según el presidente catalán, «echa por tierra las intenciones de aquellos que quieren imponer el pensamiento único» y, más allá, considera que lo que se ha votado reconoce nada menos que «la ventaja competitiva que supone el aprendizaje del catalán».
La inmersión lingüística en las escuelas catalanas también pasa un momento crítico por los intentos -infructuosos- de imponer una tercera hora lectiva en castellano y la sentencia del Tribunal Constitucional en la que se exige a la Generalitat que garantice el derecho de los padres a escoger la lengua de la primera escolarización. Por ello, la votación supone un importante espaldarazo para el tripartito catalán y permite además al PSC desmentir la falta de apoyo del conjunto de los socialistas al tripartito catalán.

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