El director de la Policía obvia la campaña de ahorro y viaja en avión oficial a Córdoba.
El gasto en queroseno fue de 1.800 litros, unos 2.160 euros. El viaje en AVE hubiera costado 84 euros por trayecto.
La fiebre del Gobierno por imponer un plan energético de la noche a la mañana, en plena crisis y después de haber rechazado en los últimos cinco años hasta tres proposiciones de ley sobre ahorro energético —presentadas por IU-ICV—, parece no ir acompañada, para más inri, de una política de buenas prácticas. Muestra de ello la dio ayer el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, que para desplazarse desde Madrid hasta Córdoba escogió un medio de transporte nada económico: un avión oficial.
El representante gubernamental utilizó un reactor de dos motores modelo Cessna 550 Citation II, que tomó tierra en el aeropuerto de la capital de la Mezquita en torno a las 10.30 horas. El motivo de la visita, inaugurar los acuartelamientos del Instituto Armado de La Victoria y Nueva Carteya, dos dependencias que llevan ya varios meses funcionando a pleno rendimiento.
Aeronave decomisada.
En concreto, el avión de Velázquez procede del decomiso de bienes intervenidos en la «Operación Malaya». El aparato era propiedad de Marbellairways SA, empresa implicada en el polémico caso de corrupción urbanística, y que después de casi dos años de tramites burocráticos se incorporó a la flota del Cuerpo Nacional de Policía. Según expertos consultados por este periódico, el uso de este tipo de aviones resulta rentable siempre y cuando la distancia que cubra sea superior a 900 kilómetros, muy por debajo de los 400 que separan Córdoba de Madrid.
Teniendo en cuenta que el trayecto del director general —entre la ida y la vuelta— pudo durar unas dos horas, el gasto en queroseno que consumió el avión asciende a 1.800 litros, lo que en euros se traduce en unos 2.160 euros. En el mercado, alquilar estas aeronaves tiene un precio que ronda los 1.200 euros por hora.
El aluvión de críticas contra Velázquez no se han hecho esperar. El secretario general de la Confederación Española de Policía (CEP) en Andalucía Occidental, Fernando Ramón Calderón, reprobó la actitud del director general. «No entendemos cómo utiliza ese medio para venir a Córdoba; y más teniendo en cuenta la política de recortes de materiales que impera en el Cuerpo»; «debería haber venido en AVE», que en clase preferente le habría costado 84 euros por trayecto, «contando con el descuento que tenemos los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y que es de un 65 por ciento sobre el precio del billete hasta un tope de 250 euros al año», añadió Calderón.
Por su parte, su homólogo en la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Córdoba (AUGC), Alfonso Carrasco, fue más duro en su valoración. «Nos parece una auténtica falta de respeto y una tomadura de pelo este despilfarro. Además, han montado toda esta parafernalia para presentar unos cuarteles que llevan meses terminados. Al viaje en avión se suma el séquito de representantes políticos, de la Policía y de la Guardia Civil que se han desplazado en sus respectivos coches oficiales. Es una vergüenza».
Y es que las criticas a las medidas de ahorro energético del Gobierno se multiplican desde distintos frentes. Ayer fueron CC.OO. y distintos grupos ecologistas los que arremetieron con las «medidas» poco ambiciosas del Ejecutivo y criticaron la dependencia energéticas que sufre España.
Al tiempo, reprocharon que las prisas de los últimos días contrastan con la escasa actividad legislativa en los últimos años. En concreto, recuerdan las tres propuestas normativas que, con el respaldo de IU, CC.OO. y las organizaciones ecologistas Greenpeace, WWF-España y Ecologistas en Acción han planteado al Gobierno en el último lustro, pero «que no se tuvieron en cuenta» y nunca fueron tramitadas en el Congreso, según aseguró el representante de Ecologistas en Acción, Pablo Cotarelo.
viernes, 4 de marzo de 2011
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