La memoria histórica oficial, de Estado, en España resulta convenientemente selectiva, recortada y cosida a voluntad de los que transitan los poderes, en vez de contribuir al análisis objetivo del pasado y de los acontecimientos memorables para toda la sociedad civil.
Así, rememorar el 23-F, la guerra de la Independencia, la Pepa o Constitución de 1812 perdura dentro de lo que sería memoria correcta o idónea.
Pero acordarse del 14 de abril de 1931, es decir, del nacimiento del Estado de derecho de la II República y de su aniquilación en 1936 por un golpe de estado del fascismo militar y nacionalcatólico franquista; honrar a las víctimas producidas y desaparecidas por los vencedores de la guerra a lo largo de 40 años de dictadura e identificarlas con la dignidad que todavía se les debe, continúa como poco obviándose.
Esta no es memoria correcta, pues parece tener en contra al Poder Judicial, en tibieza al Legislativo y en omisión al Ejecutivo.
Y los españoles así nunca superan su ayer más ingrato, permanecen en crónica inmadurez civil o en la inopia.
Nada honra al vigente Estado de derecho tan flagrante agravio: tanta desmemoria que resta cada vez más democracia, la cual, sumada a la que se recorta a la mayoría de españoles por la pertinaz crisis económica y la corrupción, puede acabar brillando por su ausencia.
Tristemente sólo en España un joven termina su enseñanza obligatoria sin haber estudiado la Historia de "España" (en el caso de que le digan que existe) y, si por suerte la ha estudiado. que desgracia del conocimiento del pasado le han proporcionado que refleja esta carta.
No existe Memoria Histórica del pasado, la Memoria es algo personal, de lo que yo he vivido.
Yo puedo conocer, a través de la Historia. datos del descubrimiento de América pero nunca podré obtener Memoria del Descubrimiento de América. Yo no estuve en tal proceso.
Y peor aún si la Memoria que pretendo no es a través de una Historia rigurosa sino de la "Memoria" de unos hechos que me transmite quien tampoco los vivió y tampoco los conoce por desconocer también la Historia.
España en Marcha
"Nosotros somos quien somos.
¡Basta de Historia y de cuentos!
¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.
Ni vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.
Somos el ser que se crece.
Somos un río derecho.
Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.
Somos bárbaros, sencillos.
Somos a muerte lo ibero
que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.
De cuanto fue nos nutrimos,
transformándonos crecemos
y así somos quienes somos golpe a golpe y muerto a muerto.
¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
No reniego de mi origen
pero digo que seremos
mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.
Españoles con futuro
y españoles que, por serlo,
aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.
Recuerdo nuestros errores
con mala saña y buen viento.
Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.
Vuelvo a decirte quién eres.
Vuelvo a pensarte, suspenso.
Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que empiezo.
No quiero justificarte
como haría un leguleyo,
Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.
España mía, combate
que atormentas mis adentros,
para salvarme y salvarte, con amor te deletreo.
(Gabriel Zelaya)
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