La sede del PSOE en la calle Ferraz se deja de noche encendida la luz.

Las luces de la sede del PSOE en la calle Ferraz estaban encendidas en plena madrugada .

Mientras el Gobierno desgrana lentamente su decálogo de medidas —un manual tan improvisado como, en muchos casos, absurdo— para hacer frente a la crisis energética derivada del alza del petróleo, los socialistas se dejan encendida la luz para no predicar con el ejemplo.
El Ejecutivo inventa sobre la marcha cómo ahorrar y el PSOE derrocha energía, sin mostrar la más mínima preocupación por el recibo de la luz. Contrasta la imagen de la calle Ferraz de Madrid, donde lo único claro, más allá del tenue brillar de las farolas, es la imagen nítida de la sede socialista, encendida hasta el último rincón en medio de un mar de sombras.

Hoy, en España, los únicos que no están dispuestos a apretarse el cinturón son ellos: lo mismos que diseñan estrafalarios planes de contención del gasto instando al ahorro por el bien común; los mismos que dilapidan el dinero de todos los españoles en carísimos vuelos de ida y vuelta en aviones oficiales; los mismos que sin recato alguno se dejan encendida la luz.
A medida que España se consume y apaga lentamente, ellos —lejos de reducir la velocidad— aceleran.
Las urnas pasarán factura.