martes, 25 de marzo de 2008

"Nuestra fortaleza está en haber quebrado y derrotado la TRANSICIÓN POLÍTICA ESPAÑOLA"

Recordando un pasado reciente:

El 8 de diciembre de 2005, en El Mundo, “Arnaldo Otegi vinculaba la tregua de ETA en Cataluña con las pretensiones del tripartito y CiU para que la comunidad sea definida como "nación" en el Estatuto.
La "tregua catalana" pactada con Carod Rovira en Perpiñán "ha impulsado el independentismo defendido por el presidente de ERC". "Esa iniciativa (la tregua) ha facilitado un reforzamiento del independentismo en Cataluña y, como consecuencia de ello, un proceso que, desde la visión propia catalana, pone otra vez encima de la mesa la cuestión nacional en el Estado".
Se le daba a Zapatero un "voto de confianza" por la "revolución política" de aceptar "la evidencia de naciones diferentes a la española". "Nunca vamos a renunciar a que Iruñea (Pamplona) sea la capital del estado vasco". El punto de partida de cualquier negociación del Gobierno con ETA pasaría por aquí: "Sin Navarra no hay solución, no hay proceso, no hay acuerdo".

El 31 de marzo de 2006, El periódico GARA, publicaba una entrevista con Otegui que se encontraba encarcelado en una "prisión española", horas después de que ETA hiciera pública "su decisión de declarar un alto el fuego permanente para impulsar un proceso democrático en Euskal Herria”.
Un proceso «de trabajo, de lucha, de acumulación de fuerzas en el terreno social, popular, electoral... porque nadie nos va a regalar nada».
“El día en que todos los sectores políticos de este país reconozcamos a Euskal Herria en su ámbito geográfico y reconozcamos la capacidad de decisión como norma de convivencia primera, ese día habremos hecho una gran contribución para vertebrar la nación vasca en términos cívicos y en términos democráticos".
Y se preguntaba “¿dónde está la fortaleza de la izquierda abertzale?”, “está en haber derrotado la Transición política española, en haber puesto en crisis los marcos políticos, en haber instalado en el debate político el derecho a decidir y la territorialidad, y en saber que hoy la mayoría del pueblo vasco acepta con naturalidad que Euskal Herria es una nación de siete territorios, plural, y con derecho a decidir en paz y en libertad. ¡Esa es la gran victoria!”

“Hemos alcanzado un gran primer estadio: obligar a todo el mundo a compartir con la izquierda abertzale la reflexión de que hay que sentarse en una mesa y acordar nuevas bases políticas para este país, hablar de qué es Euskal Herria y cómo se respeta su capacidad de decidir”.
“Los vascos somos un problema europeo, que afecta a dos estados de la UE. Hoy hay una lupa sobre este país, y tenemos que aprovecharla para hablar con el mundo, para decirle que los vascos simplemente queremos votar, decidir, que se respete nuestra condición nacional, nuestros derechos lingüísticos... La comunidad internacional puede jugar un papel de garante en este proceso”.
“Para construir esa mesa de diálogo y de resolución hacía falta compartir un diagnóstico, unos principios, unos compromisos, un método de toma de decisión, una cobertura internacional... Nadie le niega ya la razón histórica y política a la izquierda abertzale.
Eso es tan evidente como el fracaso de quienes hace 30 años intentaron construir un marco político que no ha provocado más que sufrimiento, partición territorial, falta de soberanía, etcétera. Sin prisas pero sin pausas, de lo que se trata ahora es que la responsabilidad de los partidos permita construir una mesa o foro lo antes posible. Sin ponernos plazos, pero sin que eso se alargue innecesariamente”.
“Esa mesa tiene que tratar de resolver el conflicto político. Y el conflicto existe no porque tengamos o no competencias en Seguridad Social, sino porque no se nos reconoce como nación ni se nos reconoce el derecho a decidir. Eso es lo que hay que desatascar y someter a consulta en toda Euskal Herria”.

“Lo que se ha planteado desde el Parlament (Cataluña) es una reforma estatutaria, cosa que nosotros no planteamos. Nosotros planteamos una resolución del conflicto, y lo hacemos en una mesa de partidos, no en sede parlamentaria. (…) si se alcanza un acuerdo entre las formaciones políticas vascas, no ha lugar a volver a negociar eso en Madrid. En Madrid sólo se negocia la aplicación de ese acuerdo. (…) El pueblo debe empujar el proceso desde el primer momento en la dirección que interesa a la mayoría popular, que es resolver el conflicto en estos términos: Euskal Herria es una nación que tiene derecho a decidir, de la manera que acordemos los agentes políticos.”

No hay comentarios: