Zapatero, en un debate televisado, dijo no tener noticia del “Pacto del Tinell”.
Su contenido fue aprobado por el PSC-PSOE, ERC y IpCV-IU; lo firmaron, el 14 de diciembre de 2003, Joan Saura, Pasqual Maragall y Carod-Rovira. El Pacto incluyó, además, unos “criterios sobre actuación política general” que vinculaban a los firmantes del mismo.
Así, “los partidos firmantes (…) se comprometen a no establecer ningún acuerdo de gobernabilidad (…) con el PP en el Govern de la Generalitat”. “A impedir la presencia del PP en el Gobierno del Estado” y a no establecer con este partido “pactos de gobierno y pactos parlamentarios estables en las Cámaras Estatales”.
“El apoyo a un cambio de Gobierno a nivel estatal por parte de las fuerzas representadas en el Pacto” tendrá “contrapartidas imprescindibles”: “dejar sin efecto el conjunto de normas contrarias a la plurinacionalidad, de cualquier rango, aprobadas durante el período gobernado por el PP”; “la retirada de los Recursos interpuestos por el Gobierno del Estado ante la Jurisdicción ordinaria o el Tribunal Constitucional contra normas emanadas de las instituciones de Catalunya” y “el establecimiento de un nuevo marco legal donde se reconozca y se desarrolle el carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüístico del Estado”.
Maragall, uno de los firmantes, ha reconocido como error el dejar constancia documentada del Pacto para la exclusión del PP; sin aclarar si el error estuvo en la exclusión o en que ésta se hubiera hecho pública, suscrita por los representantes del “cordón sanitario” frente al PP.
Zapatero ha sostenido que el PSOE no firmó ese pacto, que lo firmó el PSC (“un partido hermano del Socialista”, “con un mismo Proyecto Político”, “de la misma familia”, “pero con personalidad jurídica” propia). Además sólo afectó a Cataluña y no al resto del Estado. ¡Zapatero conocía el Pacto del Tinell en el debate!.
En realidad este Pacto es un “Antipacto”, los partidos firmantes “pactan” que “no pactarán” con el PP, aunque pudiera ser necesario o conveniente. Quedan hipotecados por haber pactado que no pueden pactar.
Tan paradójico “Pacto” tiene un objetivo: expulsar al PP del juego democrático (y eso es antidemocrático), “anularle como oposición”, expulsarle “de facto” del juego democrático (para luego presentarlo como “extremo”, “aislado”, “destructivo”, “enemigo del progreso”, “rancio”, “intransigente”, “intolerante”…). Un partido que no quiere pactar, que no quiere llegar a acuerdos. “¡Sin talante!”.
Su contenido fue aprobado por el PSC-PSOE, ERC y IpCV-IU; lo firmaron, el 14 de diciembre de 2003, Joan Saura, Pasqual Maragall y Carod-Rovira. El Pacto incluyó, además, unos “criterios sobre actuación política general” que vinculaban a los firmantes del mismo.
Así, “los partidos firmantes (…) se comprometen a no establecer ningún acuerdo de gobernabilidad (…) con el PP en el Govern de la Generalitat”. “A impedir la presencia del PP en el Gobierno del Estado” y a no establecer con este partido “pactos de gobierno y pactos parlamentarios estables en las Cámaras Estatales”.
“El apoyo a un cambio de Gobierno a nivel estatal por parte de las fuerzas representadas en el Pacto” tendrá “contrapartidas imprescindibles”: “dejar sin efecto el conjunto de normas contrarias a la plurinacionalidad, de cualquier rango, aprobadas durante el período gobernado por el PP”; “la retirada de los Recursos interpuestos por el Gobierno del Estado ante la Jurisdicción ordinaria o el Tribunal Constitucional contra normas emanadas de las instituciones de Catalunya” y “el establecimiento de un nuevo marco legal donde se reconozca y se desarrolle el carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüístico del Estado”.
Maragall, uno de los firmantes, ha reconocido como error el dejar constancia documentada del Pacto para la exclusión del PP; sin aclarar si el error estuvo en la exclusión o en que ésta se hubiera hecho pública, suscrita por los representantes del “cordón sanitario” frente al PP.
Zapatero ha sostenido que el PSOE no firmó ese pacto, que lo firmó el PSC (“un partido hermano del Socialista”, “con un mismo Proyecto Político”, “de la misma familia”, “pero con personalidad jurídica” propia). Además sólo afectó a Cataluña y no al resto del Estado. ¡Zapatero conocía el Pacto del Tinell en el debate!.
En realidad este Pacto es un “Antipacto”, los partidos firmantes “pactan” que “no pactarán” con el PP, aunque pudiera ser necesario o conveniente. Quedan hipotecados por haber pactado que no pueden pactar.
Tan paradójico “Pacto” tiene un objetivo: expulsar al PP del juego democrático (y eso es antidemocrático), “anularle como oposición”, expulsarle “de facto” del juego democrático (para luego presentarlo como “extremo”, “aislado”, “destructivo”, “enemigo del progreso”, “rancio”, “intransigente”, “intolerante”…). Un partido que no quiere pactar, que no quiere llegar a acuerdos. “¡Sin talante!”.
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