Encuentro este escrito, de 14 de marzo de 2000. Su autor don Juan Antonio Cordero.
Su lectura puede resultar de interés:
"Diecinueve demandas de disculpa.
Soy Profesor y Padre, por lo que últimamente vengo ensayando un mea culpa para un futuro inmediato, cuando mis hijos y alumnos comiencen a ser adultos. Creo que esta generación se merece que alguien se disculpe por lo que hemos hecho con ellos.
Ha habido una transición que ha implicado un nuevo encaje de la educación, pero no podemos sacar en nuestra defensa la falta de tiempo. Hemos de asumir aquellas cosas que creemos que hemos hecho mal. Tal vez podamos evitar que se repitan los mismos errores con la siguiente generación, la de nuestros nietos.
1. Perdón por haberos engañado los primeros 16 ó 18 años de vuestra vida ocultándoos una realidad que yo conocía y que a vosotros no os quedará más remedio que conocer.
2. Perdón por no haberos inculcado casi ningún valor ni principio del que podáis sentiros protagonistas y que pueda serviros de referente en vuestra vida.
3. Perdón por no haberos dicho ¡no! en el momento que lo necesitabais. Vuestra fuerza adolescente hubiera necesitado límites y contenciones que no he sabido procuraros.
4. Perdón por haber sido un correcto progresista toda mi vida, por haberme negado a poner en práctica lo que pensaba sobre vuestra educación, por no haber corrido el riesgo de quedar fuera del rebaño.
5. Perdón por haberos tratado como a un osito de peluche, siempre por debajo de vuestra edad cronológica y mental, siempre por debajo de vuestras posibilidades.
6. Perdón por no haberos ayudado a crecer ni a madurar. Los defensores oficiales de la infancia nos vigilaban y nos podían acusar de maltrato psíquico. Sí, ya sé que no es excusa pero me sirve como justificación y casi como coartada.
7. Perdón por no haber sido capaz de enseñaros que no teneis sólo derechos. Vais a tener que aprender a ser responsables de una manera atropellada, y a veces traumática, sin entrenamiento previo.
8. Perdón por no haberos hecho comprender que libertad e igualdad no significa poder hacer todo lo que queráis sin más límites que vuestras simples apetencias.
9. Perdón por haber sido incapaz de haceros comprender que dos más dos son cuatro independientemente de lo que piense la mayoría.
10. Perdón por haberos negado la posibilidad de tener una imagen más positiva de vosotros mismos y porque os he eliminado muchos obstáculos que podíais y debíais haber vencido vosotros solos, sin ninguna ayuda.
11. Perdón porque seguramente soy algo responsable de vuestra falta de autoestima, de vuestro bajo nivel de tolerancia a la frustración, de que os hundáis ante el menor problema que os presente la vida.
12. Perdón por no haber sacado lo mejor de vosotros mismos, por conformaros con los mínimos, por aplicar la ley del mínimo esfuerzo, por renunciar al placer de superar vuestros propios retos.
13. Perdón por haber mirado para otro lado cuando me provocabais con la mera intención de medir vuestras fuerzas con el adulto y saber hasta donde podíais llegar.
14. Perdón por no haber hecho otra cosa con vosotros que practicar un paternalismo neutro y aséptico que me dejaba al margen de posibles errores y conflictos que conlleva la tarea de educar.
15. Perdón por haber hecho dejación de mis funciones y por renunciar a la autoridad que debería haber ejercido como padre/profesor y por haberme convertido en un amigo/colega.
16. Perdón por haber contribuido a ocultar un fracaso escolar evidente e incómodo en esta sociedad de tan alto nivel de vida como bajo nivel de autocrítica a lo políticamente correcto, y que vosotros sufriréis en propia carne.
17. Perdón por no haber creado en vosotros mecanismos de defensa frente al engañoso atractivo del placer inmediato, por no haber fomentado más hábitos reflexivos y más metas de tipo inmaterial...
18. Perdón por no haberme opuesto con suficiente firmeza a que se trate la educación y a vosotros mismos como una mera mercancía (ideológica unas veces, lingüística otras, económica siempre).
19. Perdón, en síntesis, por haberos tratado como a los reyes de la creación cuando sois solamente unos ocupantes privilegiados de este tiempo y de este espacio.
Perdón. Perdón por todo".
Su lectura puede resultar de interés:
"Diecinueve demandas de disculpa.
Soy Profesor y Padre, por lo que últimamente vengo ensayando un mea culpa para un futuro inmediato, cuando mis hijos y alumnos comiencen a ser adultos. Creo que esta generación se merece que alguien se disculpe por lo que hemos hecho con ellos.
Ha habido una transición que ha implicado un nuevo encaje de la educación, pero no podemos sacar en nuestra defensa la falta de tiempo. Hemos de asumir aquellas cosas que creemos que hemos hecho mal. Tal vez podamos evitar que se repitan los mismos errores con la siguiente generación, la de nuestros nietos.
1. Perdón por haberos engañado los primeros 16 ó 18 años de vuestra vida ocultándoos una realidad que yo conocía y que a vosotros no os quedará más remedio que conocer.
2. Perdón por no haberos inculcado casi ningún valor ni principio del que podáis sentiros protagonistas y que pueda serviros de referente en vuestra vida.
3. Perdón por no haberos dicho ¡no! en el momento que lo necesitabais. Vuestra fuerza adolescente hubiera necesitado límites y contenciones que no he sabido procuraros.
4. Perdón por haber sido un correcto progresista toda mi vida, por haberme negado a poner en práctica lo que pensaba sobre vuestra educación, por no haber corrido el riesgo de quedar fuera del rebaño.
5. Perdón por haberos tratado como a un osito de peluche, siempre por debajo de vuestra edad cronológica y mental, siempre por debajo de vuestras posibilidades.
6. Perdón por no haberos ayudado a crecer ni a madurar. Los defensores oficiales de la infancia nos vigilaban y nos podían acusar de maltrato psíquico. Sí, ya sé que no es excusa pero me sirve como justificación y casi como coartada.
7. Perdón por no haber sido capaz de enseñaros que no teneis sólo derechos. Vais a tener que aprender a ser responsables de una manera atropellada, y a veces traumática, sin entrenamiento previo.
8. Perdón por no haberos hecho comprender que libertad e igualdad no significa poder hacer todo lo que queráis sin más límites que vuestras simples apetencias.
9. Perdón por haber sido incapaz de haceros comprender que dos más dos son cuatro independientemente de lo que piense la mayoría.
10. Perdón por haberos negado la posibilidad de tener una imagen más positiva de vosotros mismos y porque os he eliminado muchos obstáculos que podíais y debíais haber vencido vosotros solos, sin ninguna ayuda.
11. Perdón porque seguramente soy algo responsable de vuestra falta de autoestima, de vuestro bajo nivel de tolerancia a la frustración, de que os hundáis ante el menor problema que os presente la vida.
12. Perdón por no haber sacado lo mejor de vosotros mismos, por conformaros con los mínimos, por aplicar la ley del mínimo esfuerzo, por renunciar al placer de superar vuestros propios retos.
13. Perdón por haber mirado para otro lado cuando me provocabais con la mera intención de medir vuestras fuerzas con el adulto y saber hasta donde podíais llegar.
14. Perdón por no haber hecho otra cosa con vosotros que practicar un paternalismo neutro y aséptico que me dejaba al margen de posibles errores y conflictos que conlleva la tarea de educar.
15. Perdón por haber hecho dejación de mis funciones y por renunciar a la autoridad que debería haber ejercido como padre/profesor y por haberme convertido en un amigo/colega.
16. Perdón por haber contribuido a ocultar un fracaso escolar evidente e incómodo en esta sociedad de tan alto nivel de vida como bajo nivel de autocrítica a lo políticamente correcto, y que vosotros sufriréis en propia carne.
17. Perdón por no haber creado en vosotros mecanismos de defensa frente al engañoso atractivo del placer inmediato, por no haber fomentado más hábitos reflexivos y más metas de tipo inmaterial...
18. Perdón por no haberme opuesto con suficiente firmeza a que se trate la educación y a vosotros mismos como una mera mercancía (ideológica unas veces, lingüística otras, económica siempre).
19. Perdón, en síntesis, por haberos tratado como a los reyes de la creación cuando sois solamente unos ocupantes privilegiados de este tiempo y de este espacio.
Perdón. Perdón por todo".
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