miércoles, 26 de marzo de 2008

¿No me digas?, ¡dímelo!.

A alguien se le fue el dedo (o el dedazo) y oprimió la orden de «enviar» a un grupo de destinatarios equivocado”.
Por este error, la consigna para el primer gancho de izquierda contra Rajoy tras las elecciones no la recibieron quienes la esperaban sino los medios de comunicación.

El causante del error: algún brazo ejecutor de la sede socialista de Ferraz. Las “cartas marcadas” han quedado al descubierto.
Consecuencia: decenas de periodistas de todos los medios descubrieron a mediodía en sus buzones electrónicos un mensaje remitido por la oficina de prensa del PSOE y catalogado como de importancia «alta» que, en vez de contener las previsiones y convocatorias rutinarias, les hacía llegar un «argumentario» interno (una lista de directrices que despachan las direcciones de los partidos a sus cargos públicos y voces afines para coordinar todas las fuerzas en el discurso contra el adversario).

Título: «Lo poco que vale la palabra de Mariano Rajoy». «La primera mentira de la legislatura (y eso que aún no ha comenzado)».

Argumentos: En una entrevista que en la campaña electoral concedió Rajoy a «El Pais», éste dijo: en caso de ganar los comicios, iba a pedir a los socialistas que se abstuvieran en la investidura.
Ahora Rajoy dice: «hasta que no conozcamos cuál es el programa de gobierno, yo no puedo adelantar ninguna posición».

Conclusión: «Rajoy empieza la legislatura fiel a su estilo de utilizar la falsedad. Sólo han pasado 15 días desde la celebración de las elecciones y ya ha faltado a su palabra y ha anunciado que incumplirá uno de los compromisos que adquirió: abstenerse en la sesión de investidura de Zapatero si éste ganaba las elecciones».

Truco: Rajoy, en la entrevista de referencia, acompañó su propuesta sobre la abstención referida a una oferta previa que le había ofrecido Zapatero de un pacto en asuntos de Estado si él (Zapatero) ganaba las elecciones.

Lo dicho ahora por Rajoy está fundado en que hasta ahora Zapatero no le ha hecho ninguna oferta de pacto en asuntos de Estado (habiendo ganado las elecciones).

José Blanco fue el primero de los dirigentes del PSOE en recurrir públicamente al argumentario «reventado», al plantear que Rajoy, en la ya inminente investidura y «en correspondencia» con lo que defendía, debería abstenerse «si la coherencia le dura unas cuantas horas».
Inesperada reedición del «nos va bien que haya tensión» de Zapatero a Gabilondo. Los «e-mail» empiezan a ser tan peligrosos como los micrófonos.

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