martes, 25 de marzo de 2008

Abuelos que piden ayuda para un nieto que les roba, les insulta y les pega.

Unos abuelos de San Juan del Puerto (Huelva) han denunciado la sordera de la Administración ante su petición de ayuda para solventar los problemas de su nieto, de sólo 10 años, al que no pueden controlar y que presenta una conducta agresiva, les amenaza, agrede y roba.Han llegado a denunciar el caso en los Juzgados, ante los Servicios Sociales y la Junta de Andalucía. Esta última les ha puesto como condición para ingresar al menor y tratarlo el que renuncien a su custodia, algo a lo que los abuelos no están dispuestos.El Defensor del Menor aseguró que la Junta debe abordar el asunto, orientando y ayudando a la familia, bien a través de la Consejería de Bienestar Social o a través de los equipos de Salud Mental específicos para niños y jóvenes, y anunció que presentará dos quejas de oficio ante ambas Consejerías para ver si se está haciendo algo al respecto.La Delegación para la Igualdad y el Bienestar Social de la Junta en Huelva aseguró que el caso está «siendo estudiado» por los Servicios Sociales Comunitarios y del Equipo de Tratamiento Familiar (ETF) que opera en la zona, que «se ocupa de mediar y de prevenir posibles situaciones de riesgo que pudieran derivarse en el entorno familiar».Lo cierto es que la imposibilidad de controlar a un niño de diez años que supuestamente agrede, roba, insulta y amenaza ha llevado a su abuela, Dolores Pérez, de 54 años, a pedir ayuda a la Administración para conseguir corregir el comportamiento de su nieto, ya que en su familia se encuentran incapaces de lograrlo.Los problemas comenzaron el pasado mes de diciembre, cuando, tras la separación de los padres del niño, la madre renunció a hacerse cargo del menor y éste fue a parar a casa de los abuelos paternos, mientras que los abuelos maternos se hicieron cargo de otro hijo de la pareja.La abuela reconoce que la vida del chico no ha sido nunca fácil antes de ese momento. ya que la madre es «alcohólica» y el niño ha crecido «rodeado de agresividad», presenciando peleas continuas entre sus padres.La gravedad de esta noticia está en que no es un hecho aislado. Con todas las variantes que se quieran, estas situaciones se repiten con demasiada frecuencia. Ante ellas ¿qué podrá hacer un centro educativo?. Ustedes dirán.

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