El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha apostado por una educación mixta sobre referencias de igualdad, ya que cree que la segregación de alumnos en los colegios "impide la identificación con los valores" de las personas del otro sexo y crea "muros entre hombres y mujeres".
Lorente, que compareció ante la Comisión de Igualdad del Senado para dar cuenta de las actuaciones del Gobierno en la lucha contra la violencia machista, argumentó en declaraciones a los medios que "el problema de la violencia y de la desigualdad es no identificarse con el otro" por lo que si los niños se escolarizan separados de las niñas las verán como "un desigual, un otro distinto a lo que ellos son como hombres (...) con todo lo que ello supone, especialmente en la violencia de género".
Para el delegado del Gobierno, hay que apostar por una educación que supere esa referencia cultural, que "ha permitido aproximarse a hombres y mujeres pero no compartir mundos, ni identificarse con valores del otro".
"Hay que trabajar en ese compartir y habrá momentos en que estarán juntos y otros separados, pero no siempre separados como un mandato", ha añadido Lorente, quien opina que no hay que usar el diferente desarrollo cognitivo "para enfrentar".
Utilizando el argumento de que la segregación podría facilitar la adquisición de conocimientos, Lorente ha planteado con ironía si también se debería aplicar esa separación según los orígenes, el poder adquisitivo o el barrio donde se vive, lo que llevaría este argumento al "absurdo". "No es bueno que cuando tenemos que facilitar lo que es la participación de los ciudadanos, hombres y mujeres, en la sociedad los separemos por elementos que limitan esa convivencia alrededor del desarrollo de elementos cognitivos", ha asegurado Lorente, quien ha apostado por "socializar para convivir y no vivir para diferenciar".
Lorente, que compareció ante la Comisión de Igualdad del Senado para dar cuenta de las actuaciones del Gobierno en la lucha contra la violencia machista, argumentó en declaraciones a los medios que "el problema de la violencia y de la desigualdad es no identificarse con el otro" por lo que si los niños se escolarizan separados de las niñas las verán como "un desigual, un otro distinto a lo que ellos son como hombres (...) con todo lo que ello supone, especialmente en la violencia de género".
Para el delegado del Gobierno, hay que apostar por una educación que supere esa referencia cultural, que "ha permitido aproximarse a hombres y mujeres pero no compartir mundos, ni identificarse con valores del otro".
"Hay que trabajar en ese compartir y habrá momentos en que estarán juntos y otros separados, pero no siempre separados como un mandato", ha añadido Lorente, quien opina que no hay que usar el diferente desarrollo cognitivo "para enfrentar".
Utilizando el argumento de que la segregación podría facilitar la adquisición de conocimientos, Lorente ha planteado con ironía si también se debería aplicar esa separación según los orígenes, el poder adquisitivo o el barrio donde se vive, lo que llevaría este argumento al "absurdo". "No es bueno que cuando tenemos que facilitar lo que es la participación de los ciudadanos, hombres y mujeres, en la sociedad los separemos por elementos que limitan esa convivencia alrededor del desarrollo de elementos cognitivos", ha asegurado Lorente, quien ha apostado por "socializar para convivir y no vivir para diferenciar".
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