lunes, 12 de enero de 2009

Plan Hidrológico Nacional: ¿Desalinizar, la solución?

El trasvase tiene evidentes puntos débiles, pero es intolerable reemplazarlo por las desaladoras sin un estudio serio de sus efectos
¿Qué se ha hecho de todo ésto?.
Acaso decidiría alguien la operación de su hijo o la cura de una enfermedad porque el diagnóstico se lo hiciera un médico del PP o del PSOE. Se precipitaría un familia a juzgar de esta manera o, todo lo contrario, se decidiría porque es el mejor médico experto y quien ofrece la mejor alternativa para sanar.
Según el gobierno el plan alternativo al trasvase del Ebro proporcionará 1.063 hectómetros cúbicos frente a 620 del trasvase, supone un inversión de 3.798 millones de euros, 400 millones menos que el PHN, con los que promete abastecer de agua a Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. Hasta aquí todo bien salvo porque hay varias cuestiones que no están claras: el abastecimiento pleno de las necesidades de agua es una de ellas, los costes económicos y ecológicos es otra.
Sin embargo, esto que sería objeto de estudio por parte de los expertos, se ha convertido en la continuación del debate político abierto por el PHN, en el que primarlos intereses políticos y partidistas a una solución equilibrada y solidaria para el conjunto de comunidades.
De entrada aparecen serias contradicciones, los expertos dicen que no a la alternativa de las desaladoras para llenar las necesidades de agua del Levante. Entre los peligros que suponen su puesta en funcionamiento está el que los vertidos contaminantes producidos por las desaladoras dañarían las plantas marinas que recubren el fondo del litoral, afectando el conjunto del equilibrio ecológico. ONG´s y organizaciones ecologistas advierten que colocar las desaladoras en el litoral y no en el interior, para evitar la sobreexplotación de acuíferos y los vertidos de los causes, dañaría las praderas de posidonía más numerosas. Pero en caso de poner las desaladoras en el interior, se causaría un grave perjuicio a los humedales y las aguas subterraneas esenciales para el consumo en esta región.
Por otra parte, los estudios indican frente a las optimistas previsiones del gobierno que para obtener los 150 hectómetros cúbicos de agua desalada anunciados en la primera fase por el Ministerio del Medio Ambiente es necesario extraer 300 hectómetros, justamente el caudal que necesitan los humedales de la Comunidad Valenciana para mantenerse en buen estado.
El presidente de la comunidad de Murcia Ramón Luis Valcárcel señalaba que los 450 hm3 que necesita su comunidad estaban garantizados con el PHN pero no con la alternativa de las desaladoras. Valorando el conjunto de costes y perjuicios los expertos advierten que la desalación, es una buena alternativa donde no hay ninguna otra. Como en Lanzarote y Fuerte ventura, donde la desalación es la principal fuente de recursos hídricos (100%), el 80% del agua que se consume en el núcleo urbano de Las Palmas es desalada. Pero no es ni la mejor ni la única alternativa para las necesidades de agua de la península.
De tener una parte de verdad algunas de estas críticas, sería de envergadura el perjuicio ecológico y social de las desaladoras para comunidades que en este momento más necesitan agua y en las que se instalarán mayoritariamente las potentes plantas desaladoras ¿Por qué no se estudian y analizan estos posibles problemas y se buscan alternativas?
No es cuestión de promesas electorales
Por encima de las promesas electorales y los interese partidistas, están los intereses populares. La ministra del medio ambiente Cristina Narbona no descartaba trasvases en el futuro pero con el consenso de los que cedan el agua. ¿Es un problema solo de consensos, o están en juego los intereses populares de millones de pequeños productores agrícolas y el desarrollo económico de varias comunidades?. ¿Es un problema de las presiones políticas que los nacionalismos y el gobierno socialista hicieron contra el PHN por ser simplemente un plan del PP? O es que realmente era el peor de los planes posibles y frente a él la mejor alternativa son las desaladoras. De fondo lo que ha habido es que el PHN era un plan del PP y había que estar en contra. Favoreciendo a los nacionalismos y no a los intereses de conjunto.
Pero ahora todo parece indicar que con las desaladoras no hay garantías. Es intolerable paralizar el trasvase, que tiene evidentes puntos débiles, y reemplazarlo fulminantemente por las desaladoras sin tener en cuenta todas las partes implicadas, junto con un estudio concienzudo y serio de sus efectos.
Es además irresponsable, hacerlo enfrentado a las diferentes comunidades y regiones, en lugar de promover una alternativa solidaria, que partiendo de los intereses populares fortalezca la unidad.Hace falta abrir un proceso de diálogo con todos los sectores implicados, un papel fundamental lo tienen que jugar los expertos independientes, sin ningún prejuicio partidista. Son ellos quienes deben valorar científicamente las alternativas posibles y sus efectos sociales, ecológicos y económicos, desde criterios objetivos y pensando en el beneficio del conjunto del país a mediano y largo plazo.
Frente a la manera que se ha tratado hasta ahora, cualquier valoración y análisis de una alternativa tiene que partir de los intereses populares. Los intereses partidistas del PP, del PSOE y de los nacionalismos, no pueden estar por encima de ellos.
Impacto ambiental de las desaladoras
-El agua extraída para la desalación equivale al agua que necesitan los humedales.-Afecta las aguas subterraneas, que en comunidades como la valenciana son esenciales para el consumo humano.-Las desaladoras tendrá un impacto importante sobre acuíferos cuyas aguas se destinan al regadío y la industria.-Producción de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero entre 1,5 y 2 millones de toneladas anuales.-Las salmueras producidas por las desaladoras contienen ácido sulfúrico y afectarían a la conservación de la posidonía oceánica, fundamental para el equilibrio ecológico.-Cada planta ocuparía como mínimo 400.000 metros cuadrados, ocupación del suelo insostenible en el litoral.-En Valencia el plan de las desaladoras tendrá las mismas consecuencias que si se aumentara el consumo eléctrico un 50%, con el consiguiente riesgo de apagones y colapso en la red.
Principales argumentos contra el PHN
-Según el gobierno y los expertos consultados las obras y los resultados finales del PHN son inviables. -Esta puesta en cuestión su eficiencia, en términos de coste-beneficio. Los costes aparecen infravalorados, sus beneficios, en términos de creación de empleo, sobreestimados.- No se han analizado los efectos de la reducción en el agua a trasvasar, por lo tanto no hay garantía de protección a las especies protegidas, sumado al riesgo de especies “invasoras”.

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