La vida secreta de las palabras
El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) es normativo, y quien lo consulta sabe que es un diccionario oficial. Poca gente sabe cómo se realiza hoy. Su mecanismo es complejo y refleja los cambios tecnológicos tanto como la globalización. La propuesta que se hace por cada nueva voz, cada nueva palabra, va a la comisión correspondiente -de vocabulario científico, de neologismos...- , y de ahí pasa a la comisión delegada. Ella lo estudia y lo envía al pleno. De ahí va a América, donde cada academia envía su dictamen. Todos se armonizan y estudian para una resolución final. Con este proceso, desde 2001, se han aprobado 41.279 fichas. Lemas nuevos, o palabras nuevas, 5.000. Enmiendas de adiciones, 20.695. Nuevas acepciones, 8.400. Acepciones suprimidas que pasan al histórico, 6.000. Lemas suprimidos, palabras que salen, 967. Todo lo que se hace aparece en la web del diccionario. Las enmiendas se ponen con un asterisco, etc. Hasta 2013, cuando con motivo del tricentenario de la Academia, aparecerá en papel la nueva edición del DRAE.
El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) es normativo, y quien lo consulta sabe que es un diccionario oficial. Poca gente sabe cómo se realiza hoy. Su mecanismo es complejo y refleja los cambios tecnológicos tanto como la globalización. La propuesta que se hace por cada nueva voz, cada nueva palabra, va a la comisión correspondiente -de vocabulario científico, de neologismos...- , y de ahí pasa a la comisión delegada. Ella lo estudia y lo envía al pleno. De ahí va a América, donde cada academia envía su dictamen. Todos se armonizan y estudian para una resolución final. Con este proceso, desde 2001, se han aprobado 41.279 fichas. Lemas nuevos, o palabras nuevas, 5.000. Enmiendas de adiciones, 20.695. Nuevas acepciones, 8.400. Acepciones suprimidas que pasan al histórico, 6.000. Lemas suprimidos, palabras que salen, 967. Todo lo que se hace aparece en la web del diccionario. Las enmiendas se ponen con un asterisco, etc. Hasta 2013, cuando con motivo del tricentenario de la Academia, aparecerá en papel la nueva edición del DRAE.
JESÚS GARCÍA CALERO MADRID.- ABC.
Cada una de nuestras palabras tiene su historia. Cada palabra nació un día. Y vive más que nosotros, viaja y cambia, escrita o prestada. La vida es también una palabra. A punto de cumplir 300 años, la Real Academia Española está a punto de alcanzar su más ambicioso sueño: contar la vida de todas las palabras que forman el idioma que compartimos, el español. La vida completa, cuándo empezaron a usarse, dónde y de qué modo, cómo cambian o se olvidan al fin.
Este sueño filológico se llama Diccionario Histórico (DH) y ya tiene casi un siglo. Desde Menéndez Pidal ha habido tres intentos. Esta vez va la vencida.El primer sueño estaba en marcha en los años treinta, y acabó por el incendio del almacén donde se guardaba el trabajo en 1936. Sólo quedó material de la A a la C, y luego la palabra guerra terminó el empeño.
Y llegó la informática
En los años cuarenta se retoma la idea, pero el sueño creció hasta desbordarse: el DH quería ser la historia diacrónica, diatópica y diastrática (en el tiempo, el lugar y el nivel social de uso) de cada palabra. Casares, Lapesa o Zamora Vicente quemaron sus pestañas desde los años 40 para poner en pie el andamio -si es que los sueños lo necesitan- y se dieron cuenta de que iban a tardar 300 años en lograrlo. (Además, los hablantes tienen la manía de seguir hablando...)
Entonces llegó la informática. En los últimos años se han creado inmensas bases de datos necesarias para realizar el DH: el CORDE y el CREA, que rastrean las palabras desde la edad media hasta el año 2000, y ahora el CORPES, para el español del siglo XXI. En total, un océano de 50 millones de palabras lematizadas para poder navegar y hasta pescar en los arrecifes y bajíos de la historia. A la web irán los 12 millones de fichas de la historia de la RAE, y 100.000 registros de bibliografía desde 1990.
Así que el DH ahora es posible y, como destaca Víctor García de la Concha, director de la RAE, va a nacer ya en la red, «está pensado informáticamente y no sólo habla de las formas y su historia, sino que es un diccionario relacional, porque las palabras van cambiando su significado al combinarse». Además, el hecho de que nazca en internet significa que es modificable «que tras los 15 años de trabajo que quedan dejaremos la tarea de perfeccionarlo a los que vengan después».
Cada una de nuestras palabras tiene su historia. Cada palabra nació un día. Y vive más que nosotros, viaja y cambia, escrita o prestada. La vida es también una palabra. A punto de cumplir 300 años, la Real Academia Española está a punto de alcanzar su más ambicioso sueño: contar la vida de todas las palabras que forman el idioma que compartimos, el español. La vida completa, cuándo empezaron a usarse, dónde y de qué modo, cómo cambian o se olvidan al fin.
Este sueño filológico se llama Diccionario Histórico (DH) y ya tiene casi un siglo. Desde Menéndez Pidal ha habido tres intentos. Esta vez va la vencida.El primer sueño estaba en marcha en los años treinta, y acabó por el incendio del almacén donde se guardaba el trabajo en 1936. Sólo quedó material de la A a la C, y luego la palabra guerra terminó el empeño.
Y llegó la informática
En los años cuarenta se retoma la idea, pero el sueño creció hasta desbordarse: el DH quería ser la historia diacrónica, diatópica y diastrática (en el tiempo, el lugar y el nivel social de uso) de cada palabra. Casares, Lapesa o Zamora Vicente quemaron sus pestañas desde los años 40 para poner en pie el andamio -si es que los sueños lo necesitan- y se dieron cuenta de que iban a tardar 300 años en lograrlo. (Además, los hablantes tienen la manía de seguir hablando...)
Entonces llegó la informática. En los últimos años se han creado inmensas bases de datos necesarias para realizar el DH: el CORDE y el CREA, que rastrean las palabras desde la edad media hasta el año 2000, y ahora el CORPES, para el español del siglo XXI. En total, un océano de 50 millones de palabras lematizadas para poder navegar y hasta pescar en los arrecifes y bajíos de la historia. A la web irán los 12 millones de fichas de la historia de la RAE, y 100.000 registros de bibliografía desde 1990.
Así que el DH ahora es posible y, como destaca Víctor García de la Concha, director de la RAE, va a nacer ya en la red, «está pensado informáticamente y no sólo habla de las formas y su historia, sino que es un diccionario relacional, porque las palabras van cambiando su significado al combinarse». Además, el hecho de que nazca en internet significa que es modificable «que tras los 15 años de trabajo que quedan dejaremos la tarea de perfeccionarlo a los que vengan después».
Viene el Microdiccionario
En tiempos en los que la lengua se estudia como parte del PIB, el DH recibió la declaración de proyecto de Estado, de interés vital para toda Iberoamérica. Pero la Academia no es un sólo diccionario. Ahora el DRAE sale al encuentro del hablante, ya está en las PDA´s y pronto saldrá la versión para iPhone y otros dispositivos móviles. Y ha llegado la hora de un Microdiccionario con 22.000 de las 90.000 voces seleccionadas de manera científica, las que más uso tienen en más lugares. ¿Por qué el empeño de llegar a más soportes, de romper fronteras para llevar el DRAE incluso al móvil?
El espíritu de la Academia viaja con la web y sus responsables conocen el potencial de la tecnología. El diccionario recibe cada día 700.000 consultas de promedio. Hay mucha gente que pregunta palabras que no están en él. Son búsquedas frustradas, como neologismos: asertividad, resiliencia, accesar... que no se computan en esas 700.000 y suman un total de 12 millones al mes, que se suman a los 31 millones que sí encuentran su respuesta.
3 gramáticas en 1, y con DVD
El 10 de diciembre próximo se presentará la nueva Gramática, redactada línea por línea por las 22 academias, bajo la dirección de Ignacio Bosque y con la supervisión de siete consultores internacionales y la comisión interacadémica con miembros de todos los rincones donde se habla español.
La Gramática, de nueva planta, saldrá en tres versiones: a) La completa, en 3 tomos, dos para morfología y sintaxis y otro para la fonética y fonología, que irá acompañado de un DVD con el sonido de todas las realizaciones del español. En total casi 4.500 páginas, en las que abundan ejemplos de más de 3.000 obras literarias citadas, desde Vargas Llosa a Sor Juana Inés de la Cruz. b) El Manual, de 700 páginas, el más difundido, y c) la versión Básica, de 250 páginas en pequeño formato. A todo esto se suma el desarrollo escolar que completa la visión de la gramática «como un mapa en relieve con sus montañas y ríos, en la que se ve la unidad y la compleja diversidad», según García de la Concha.
A todo esto hay que sumar otra cita, en Santiago de Chile, en marzo de 2010, donde se presentarán dos obras más: la Ortografía y el Diccionario de Americanismos. En la primera, García de la Concha afirma que se precisarán las cosas que no quedaron claras en la anterior, donde se barrió a veces debajo de la alfombra. Las tildes de sólo serían sólo un ejemplo a aclarar. Además irá acompañada de ortotipografía, con las convenciones (cursivas, versalitas, los puntos finales...) que han de pasar a los textos. El de Americanismos será un diccionario contrastivo, sólo de las palabras que cambian de uno al otro costado del idioma, que diría Juan Ramón, y lo dirige Humberto López Morales.
En tiempos en los que la lengua se estudia como parte del PIB, el DH recibió la declaración de proyecto de Estado, de interés vital para toda Iberoamérica. Pero la Academia no es un sólo diccionario. Ahora el DRAE sale al encuentro del hablante, ya está en las PDA´s y pronto saldrá la versión para iPhone y otros dispositivos móviles. Y ha llegado la hora de un Microdiccionario con 22.000 de las 90.000 voces seleccionadas de manera científica, las que más uso tienen en más lugares. ¿Por qué el empeño de llegar a más soportes, de romper fronteras para llevar el DRAE incluso al móvil?
El espíritu de la Academia viaja con la web y sus responsables conocen el potencial de la tecnología. El diccionario recibe cada día 700.000 consultas de promedio. Hay mucha gente que pregunta palabras que no están en él. Son búsquedas frustradas, como neologismos: asertividad, resiliencia, accesar... que no se computan en esas 700.000 y suman un total de 12 millones al mes, que se suman a los 31 millones que sí encuentran su respuesta.
3 gramáticas en 1, y con DVD
El 10 de diciembre próximo se presentará la nueva Gramática, redactada línea por línea por las 22 academias, bajo la dirección de Ignacio Bosque y con la supervisión de siete consultores internacionales y la comisión interacadémica con miembros de todos los rincones donde se habla español.
La Gramática, de nueva planta, saldrá en tres versiones: a) La completa, en 3 tomos, dos para morfología y sintaxis y otro para la fonética y fonología, que irá acompañado de un DVD con el sonido de todas las realizaciones del español. En total casi 4.500 páginas, en las que abundan ejemplos de más de 3.000 obras literarias citadas, desde Vargas Llosa a Sor Juana Inés de la Cruz. b) El Manual, de 700 páginas, el más difundido, y c) la versión Básica, de 250 páginas en pequeño formato. A todo esto se suma el desarrollo escolar que completa la visión de la gramática «como un mapa en relieve con sus montañas y ríos, en la que se ve la unidad y la compleja diversidad», según García de la Concha.
A todo esto hay que sumar otra cita, en Santiago de Chile, en marzo de 2010, donde se presentarán dos obras más: la Ortografía y el Diccionario de Americanismos. En la primera, García de la Concha afirma que se precisarán las cosas que no quedaron claras en la anterior, donde se barrió a veces debajo de la alfombra. Las tildes de sólo serían sólo un ejemplo a aclarar. Además irá acompañada de ortotipografía, con las convenciones (cursivas, versalitas, los puntos finales...) que han de pasar a los textos. El de Americanismos será un diccionario contrastivo, sólo de las palabras que cambian de uno al otro costado del idioma, que diría Juan Ramón, y lo dirige Humberto López Morales.
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