domingo, 11 de enero de 2009

El PSOE convocó la marcha de Madrid en la que se tachó a Israel de «terrorista»


En un mitin en Orense, Rodríguez Zapatero se alineó con la causa palestina y exigió a Israel un alto el fuego inmediato
P. CERVILLA / I. BUGALLO .- Lunes, 12-01-09
El presidente del Gobierno se quitó finalmente la careta y se decantó por la causa palestina, en plena crisis con Israel. Dejando de lado la diplomacia que debe ejercer todo presidente del Gobierno en un asunto de tanta repercusión mundial, José Luis Rodríguez Zapatero se convirtió ayer en el primer presidente de la UE que más abiertamente toma partido por los palestinos. Y lo hizo justo el día en que su partido convocó y participó en Madrid en una manifestación en la que los asistentes, además de llamar «asesino» al Estado hebreo, lanzaron piedras contra la Embajada de Israel en Madrid.

Estos graves hechos provocaron una reacción imediata de su representación diplomática. En un comunicado, la legación criticó en términos muy duros la participación de miembros del PSOE en las manifestaciones al considerar que los actos violentos registrados y los insultos lanzados «no parecen compatibles con los objetivos expresados por el Gobierno» de Zapatero.
Una actitud insólita de un presidente de Gobierno en un conflicto con importantes ramificaciones internacionales, y que se produjo en el fragor de un mitin en Galicia. Aunque trató de compensar su apoyo a la causa palestina con una llamada al diálogo, a Zapatero sus palabras le pueden traer más de un quebradero de cabeza.
Las declaraciones se producen además 24 horas antes que su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, inicie una gira por Oriente Medio precisamente para potenciar el papel de España como medidador.
Teniendo en cuenta los antecedentes de Zapatero, -aún se recuerda que en un acto permitió que le colocaran el pañuelo palestino alrededor del cuello- sonó a hueco su llamamiento al diálogo y el acuerdo.
Con un viejo adagio («hay que apostar por la fuerza de la razón», y nunca a la inversa), el jefe del Ejecutivo pidió a Israel que cese su ofensiva en la franja de Gaza. «Exijo un alto al fuego inmediato, y que se inicie el proceso para una paz firme, segura y duradera», expuso, y atacó al líder nacional del PP, Mariano Rajoy, al acusarlo de ejercer un inaudito mutismo. Ayer mismo, en la entrevista concedida a ABC, el líder del PP abogaba por una solución diplomática al conflicto. Rajoy considera que la respuesta al terrorismo debe ser «proporcionada» y que hay que intentar que «no haya más muertes».
En su alocución, Zapatero diferenció entre los que dan la cara y pasan a formar parte de la solución, y los que optan por la cautela, el silencio o el disimulo. En este sentido, lamentó que prosigan los ataques mientras la oposición en España «todavía no tiene ni proyecto, ni idea, ni compromiso ni una postura firme» ante los grandes temas internacionales, que referenció en los conflictos bélicos y la actual crisis global.
Esperando a Rajoy
«Estoy todavía a la espera de que Rajoy diga algo de lo que pasa en Gaza y Palestina», sostuvo, y añadió que «hay dos cuestiones que preocupan enormemente al orden mundial, la paz y que la economía sirva al interés general, por encima de aquel particular y egoísta, en el que la avaricia prima por delante de cualquier otra consideración».
Los asistentes, además de insultos, lanzaron piedras contra la delegación diplomática
El pronunciamiento del presidente del Gobierno a favor de la causa palestina fue una acción coordinada con la manifestación que se estaba celebrando en Madrid, convocada por el PSOE, IU, los sindicatos CC.OO., UGT, USO y varios colectivos pacifistas. En esta protesta, en la que participaron unas 250.000 personas, según la organización, entre las que se encontraban los diputados Pedro Zerolo y Gaspar Llamazares y el secretario general de UGT, Cándido Méndez, entre otros, se lanzaron duras acusaciones contra Israel y se preguntó: «¿Dónde estás, Moratinos, mientras matan a los palestinos?».
Además, se profirieron, entre otros, gritos de «Israel asesinos», «¿Cuántos más vais a matar?», «Israel matando y el mundo está mirando» e «Israelitas terroristas». Además, hubo pancartas en las que se podía leer «Bush asesino», «Olmert asesino», «Paz, Palestina libre», «Israel Genocida» y «Guerras, ni santas».
Al finalizar la manifestación se produjeron graves incidentes contra la Embajada de Israel. Un grupo de participantes comenzó a tirar piedras contra la legación, por lo que la Policía tuvo que intervenir y llegó incluso a detener a algunos de ellos.
Varios manifestantes arrojaron también zapatos emulando al periodista iraquí que lanzó los suyos contra el presidente de los Estados Unidos. Pocos después, el PSOE se desmarcó de estos actos de violencia y condenó la agresión.
Evidentemente, los acontecimientos de todo el día provocaron un profundo malestar en la representación diplomática, que emitió en un comunicado en el mencionó de forma expresa al Gobierno y al Partido Socialista.
La Embajada afirma que «en nuestro diálogo con el Gobierno español hemos tenido la impresión de una verdadera preocupación ante la crisis y su deseo auténtico de contribuir a su solución. Está claro que los lemas de las manifestaciones anti-israelíes de estos días no parecen compatibles con los objetivos expresados por el Gobierno».En este sentido, se pregunta por qué «las organizaciones convocantes y los participantes no salieron en el pasado para protestar por la agresión de Hamás. El silencio entonces ante los ataques a Israel y las movilizaciones hoy, son una muestra clara de doble moral y sesgo».

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