miércoles, 22 de octubre de 2008

Zapatero excluído de la cumbre internacional, convocada para rediseñar el orden financiero mundial.


*.- "España, por razones objetivas y dado su peso económico, debe participar en esta cumbre", afirmó el martes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.


*.- Este no ha sido el único 'malentendido' entre Zapatero y Sarkozy, ya que el presidente español no fue invitado tampooco a la minicumbre europea celebrada el pasado 4 de octubre con los gobiernos de Berlín, Roma, París y Londres, aunque más tarde Sarkozy se reunió con él para subsanar el desplante.


Los líderes del G-8 excluyen a Zapatero de la cumbre; Zapatero se llevó ayer una desagradable sorpresa cuando supo que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, acababa de defender en el Parlamento Europeo que la cumbre prevista para rediseñar el orden financiero mundial esté integrada sólo por los países del G-8 y las cinco naciones emergentes. España, según este esquema, queda excluida.

George W. Bush ha invitado a los dirigentes de los países de G-20, grupo del que no forma parte España, a la cumbre internacional que se celebrará el próximo 15 de noviembre en la zona de Washington para «discutir sobre los mercados financieros y la economía global».
La reunión del 15 de noviembre, presumiblemente, será la primera de varias conferencias internacionales.
Quedó claro que el G-20 «incluye a los países desarrollados y con un mercado emergente clave».
Sus miembros son los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales de 19 países: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos. Además, la Unión Europea también es miembro y está representada por el presidente de turno del Consejo y por el presidente del Banco Central Europeo (BCE).

A los representantes de los 20 miembros se sumarán en el encuentro de noviembre, según indicó Perino, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn; el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick; el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon; y el presidente del Fondo de Estabilidad Financiera (FSF), cargo que actualmente ocupa el presidente del Banco de Italia, Mario Draghi.

Respecto a España, la Casa Blanca ha prometido al Gobierno español que recogerá sus propuestas para debatirlas en la cita. "Si España quiere presentar sus ideas a través de alguno de los líderes individuales que acudirán a la cumbre, o a través de su representación en la Comisión Europea, desde luego son bienvenidas".

"España, por razones objetivas y dado su peso económico, debe participar en esta cumbre", afirmó el martes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, había afirmado, tan sólo unas pocas horas antes, que España se merecía un lugar en esa cumbre después de que el martes dijera en el Parlamento europeo que a la reunión podrían acudir el G8 -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia- y el G5 -países emergentes como China, India y Brasil-.
La primera intervención de Sarkozy no gustó a Zapatero, que le telefoneó el martes para que cambiara de opinión.
Este no ha sido el único 'malentendido' entre Zapatero y Sarkozy, ya que el presidente español no fue invitado tampoco a la minicumbre europea celebrada el pasado 4 de octubre con los gobiernos de Berlín, Roma, París y Londres, aunque más tarde Sarkozy se reunió con él para subsanar el desplante.
La cumbre mundial comenzó a gestarse cuando Gordon Brown formuló la necesidad de crear un nuevo Bretton Woods, la conferencia que diseñó el actual sistema financiero en 1944. Brown se convirtió en inesperado líder mundial contra la crisis y prometió que España estaría representada en la reunión.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ha asegurado también que "estaría encantado" de que España participase "sin ninguna reserva" porque es "lo natural", pero ha reconocido que la decisión final es de EEUU como país organizador. «Si España quiere presentar esas ideas a través de alguno de los líderes individuales que acudirán a la cumbre, o a través de su representación en la Comisión Europea, desde luego serán bienvenidas»La reunión, según anunció hoy la Casa Blanca, tendrá lugar entre el 14 y el 15 de noviembre en un lugar aún por determinar en el área de Washington. El encuentro de jefes de Estado y primeros ministros comenzará con una cena el 14 y se prolongará con sesiones de trabajo el día siguiente.

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