Golpe bajo de Felipe González al optimismo antropológico de Zapatero.-Miguel Ángel Orellana
El ex presidente vuelve a cuestionar a su sucesor.
El ex presidente vuelve a cuestionar a su sucesor.
Ambos han mantenido grandes diferencias respecto al proyecto socialista desarrollado y ahora también sobre la avería económica. 2 de octubre de 2008.-Semanal Digital
El ex presidente ha vuelto a hacer de las suyas con respecto a Zapatero.
El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero , sigue reconviniendo a cuantos le critican por la ausencia total de reformas económicas en sus cinco años de gobierno, intentando de ocultar la profundidad y duración indefinida de la crisis y, lo que es más grave, se niega a reaccionar – los Presupuestos Generales del Estado para 2009 son una buena muestra de ello - ante los síntomas que inexorablemente han ido apareciendo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
No existe un solo dato positivo que confirme la fortaleza de la economía que esgrime con tanta ligereza Zapatero. España es ya el país con más paro de la eurozona, y lleva visos de igualar los peores registros de principios de los noventa, es también el de una mayor inflación, a pesar del ligero respiro de las últimas semanas, el PIB está cayendo en barrena, etcétera. Ante semejante cuadro, el presidente del Gobierno ironiza sobre el interés de Wall Street por conocer las medidas del Partido Popular y ofrece muestras diarias de su empedernido optimismo, ése que algunos han etiquetado de antropológico.
Optimismo abiertamente contrario al sentir general en las filas socialistas. Buena prueba de ello es el último toque de atención dado por Felipe González, el único peso pesado del PSOE capaz de toserle a José Luis Rodríguez Zapatero. Ocurrió este martes, en el marco de unas jornadas organizadas por ESADE en el monasterio barcelonés de Sant Benet del Bages. El otrora presidente del Gobierno expresó abiertamente su enojo por la figura del "optimista profesional" ante la crisis económica. "Optimistas profesionales y adanistas", añadió González, para dejar claro que se refería a Zapatero.
Es impensable que un líder de la experiencia del otrora inquilino de La Moncloa afirme una cosa así en un acto público porque se le escape. Y es que, según han reconocido a El Semanal Digital fuentes cercanas al propio Felipe González, éste venía expresando su pesimismo ante la falta de reacción de un José Luis Rodríguez Zapatero convertido en el capitán de una nave a la que se le abren a diario nuevas vías de agua económicas. "González se ha mostrado inquieto, preocupado, molesto y sorprendido", señalan.
Es más, estas mismas fuentes recuerdan que ya el pasado mes de febrero, y durante un mitin en Cartagena, González pidió expresamente a Zapatero que tuviera preparado para el 10 de marzo, un día después de las elecciones generales, un plan de inversiones contra la tormenta económica derivada de "un modelo basado en el cemento y el ladrillo que cualquier persona sensata sabe que no podía durar". A la vista está que el leonés no le ha hecho caso a su antecesor y ha prescindido de sus consejos.
El ex presidente ha vuelto a hacer de las suyas con respecto a Zapatero.
El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero , sigue reconviniendo a cuantos le critican por la ausencia total de reformas económicas en sus cinco años de gobierno, intentando de ocultar la profundidad y duración indefinida de la crisis y, lo que es más grave, se niega a reaccionar – los Presupuestos Generales del Estado para 2009 son una buena muestra de ello - ante los síntomas que inexorablemente han ido apareciendo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
No existe un solo dato positivo que confirme la fortaleza de la economía que esgrime con tanta ligereza Zapatero. España es ya el país con más paro de la eurozona, y lleva visos de igualar los peores registros de principios de los noventa, es también el de una mayor inflación, a pesar del ligero respiro de las últimas semanas, el PIB está cayendo en barrena, etcétera. Ante semejante cuadro, el presidente del Gobierno ironiza sobre el interés de Wall Street por conocer las medidas del Partido Popular y ofrece muestras diarias de su empedernido optimismo, ése que algunos han etiquetado de antropológico.
Optimismo abiertamente contrario al sentir general en las filas socialistas. Buena prueba de ello es el último toque de atención dado por Felipe González, el único peso pesado del PSOE capaz de toserle a José Luis Rodríguez Zapatero. Ocurrió este martes, en el marco de unas jornadas organizadas por ESADE en el monasterio barcelonés de Sant Benet del Bages. El otrora presidente del Gobierno expresó abiertamente su enojo por la figura del "optimista profesional" ante la crisis económica. "Optimistas profesionales y adanistas", añadió González, para dejar claro que se refería a Zapatero.
Es impensable que un líder de la experiencia del otrora inquilino de La Moncloa afirme una cosa así en un acto público porque se le escape. Y es que, según han reconocido a El Semanal Digital fuentes cercanas al propio Felipe González, éste venía expresando su pesimismo ante la falta de reacción de un José Luis Rodríguez Zapatero convertido en el capitán de una nave a la que se le abren a diario nuevas vías de agua económicas. "González se ha mostrado inquieto, preocupado, molesto y sorprendido", señalan.
Es más, estas mismas fuentes recuerdan que ya el pasado mes de febrero, y durante un mitin en Cartagena, González pidió expresamente a Zapatero que tuviera preparado para el 10 de marzo, un día después de las elecciones generales, un plan de inversiones contra la tormenta económica derivada de "un modelo basado en el cemento y el ladrillo que cualquier persona sensata sabe que no podía durar". A la vista está que el leonés no le ha hecho caso a su antecesor y ha prescindido de sus consejos.
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