jueves, 8 de mayo de 2008

Lo que Rosa Díez le dijo al Fiscal General Conde-Pumpido


EN UNA COMISIÓN DEL CONGRESO
Seguramente Cándido Conde-Pumpido no esperaba tener el jueves una comparecencia fácil ante la Comisión de Justicia del Congreso, pero tampoco que las cosas le fueran tan mal. El fiscal general del Estado propuesto por el Gobierno para repetir en el cargo entró en la sala para hablar del estado de la Justicia y defender su independencia respecto al Ejecutivo.

A cambio le cayó un chaparrón que dificilmente olvidará:

En su turno de palabra, Rosa Díez, que hacía las veces de portavoz del Grupo Mixto, cargó contra él con una dureza que sorprendió a muchos diputados y enojó a los socialistas. Entre las lindezas que le dedicó, la líder de UPyD le acusó de haber dado "a los demócratas" perseguidos por ETA "algunos de los días más tristes de nuestra reciente historia democrática". "En una misma legislatura, usted, señor Conde-Pumpido, ha sido capaz de interpretar la ley para meter en la cárcel a los terroristas o para mandarles a un balneario. Ha sido capaz de interpretar la misma ley, en la misma legislatura y en la misma circunstancia, sin que sucedan hechos penales distintos pero sí políticos, para hacer una cosa y justamente la contraria, y además para argumentar una cosa y la contraria", señaló la diputada.

Desde la mesa de comparecientes, el reelegido fiscal general del Estado escuchaba atónito la regañina de la ex socialista, que aún tuvo tiempo para mucho más. Le acusó de haber trabajado los últimos cuatro años "al servicio de los intereses particulares del Gobierno" y le trajo a la memoria unas palabras del batasuno Arnaldo Otegi que hicieron mella en Conde-Pumpido. "Quiero recordarle en esta Cámara las palabras de Otegi el 26 de mayo de 2005 cuando Grande-Marlaska pidió a las once de la noche, o algo así, prisión eludible con fianza. Otegi, además de argumentar que él tenía el rango de interlocutor político, preguntó en alto: Me parece increíble. ¿Esto ya lo sabe Conde-Pumpido?". Y a renglón seguido Díez añadió: "Que el delincuente, que el terrorista, apele a Conde-Pumpido mientras las víctimas nos sentimos plenamente desprotegidas por ustedes acredita que usted no está acreditado para seguir siendo fiscal general del Estado".

Y el PSOE entró en la "guerra"
El portavoz del PSOE, Julio Villarrubia, salió en defensa del vapuleado en cuanto tuvo el turno de palabra. "He escuchado algunas expresiones injustas, desproporcionadas y alejadas de la buena fe imprescindible que debe presidir el noble ejercicio de la actividad política", denunció Villarrubia. "Para su tranquilidad, que la tiene, sepa que la inmensa mayoría de los demócratas pensamos que usted sí ha defendido con dignidad, con valentía y con gallardía los derechos de los demócratas, los derechos del conjunto de los ciudadanos", continuó el socialista.
Pero su defensa encendida no hizo sino caldear aún más el ambiente, puesto que Villarrubia se refirió expresamente a Díez e insinuó que no aplica "la ética a la vida política", en referencia a su paso por el PSOE y su posterior afiliación a UPyD. El comentario irritó a la aludida, que en un cruce dialéctico con el portavoz socialista le espetó: "Ése es un juicio de valor ofensivo contra mi persona. No sé si este va a ser el comportamiento del portavoz del Grupo Socialista en esta Comisión o no sé si va a ser el comportamiento del Grupo Socialista respecto de mi persona. Los argumentos políticos se contrastan y se discuten, pero los juicios de valor ofensivos son intolerables desde la práctica política y desde la práctica parlamentaria", señaló.

Villarrubia acabó disculpándose con Díez y Conde-Pumpido reelegido fiscal general del Estado con los votos favorables de PSOE, CiU y PNV. El PP votó en contra como Díez, ya que los populares le consideran "la persona menos idónea" para el cargo, en palabras de Ignacio Astarloa. Conde-Pumpido se limitó a ignorar los reproches de la diputada de UPyD. Al terminar su intervención dio las gracias a todos los portavoces, incluso al del PP por "sus críticas", que dijo "respetar". Pero a Díez, ni una palabra.

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