Qué triste!
Imagino que no hay nada peor para un gobernante que darse cuenta de que digas lo que digas nadie te cree. Y eso es lo que le está pasando al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El último episodio que lo demuestra es el debate abierto sobre el posible recorte de las pagas extra de los empleados públicos.
Dos grupos de funcionarios: el sindicato USO y la federación Fedeca, han denunciado el próximo recorte de los sueldos de los funcionarios, aunque sus argumentos son distintos.
USO, un sindicato minoritario, asegura que el Gobierno recortará los complementos que incluyen las pagas extras, por lo que habrá un recorte adicional.
Fedeca dice que el recorte ya se ha incluido en los Presupuestos de 2011 al fijar pagas para este año idénticas a la de diciembre del pasado ejercicio, en el que el recorte medio fue del 46%.
La excusa entonces era que en esta paga se tenía que compensar la rebaja aprobada en junio pero con efectos retroactivos al 1 de enero.
Pero ahora que los sueldos ya han bajado un 5% desde enero no tiene sentido que en las pagas se recorte un 46%.
El Gobierno niega que esto se vaya a hacer y critica duramente tanto a los sindicatos que lo dicen como a los medios que se hacen eco de lo que los funcionarios denuncian, incluido ABC.
"Ya hemos dicho que no vamos a hacerlo, y lo contáis", argumenta el Ejecutivo.
El problema es que tantas veces han dicho que no van a hacerlo y luego lo hacen que ahora cuesta creerles y eso es muy grave.
De hecho ayer mismo otro sindicato de funcionarios CSI-CSIF insistía en sus temores a nuevos recortes tras las elecciones del 22.M.
Y el Gobierno se ha ganado a pulso esta fama.
Quizás el ejemplo que más a cuento viene en este caso es el desmentido que el Ministerio de Economía hizo en marzo del pasado año sobre los sueldos de los funcionarios.
En una rueda de prensa el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, había reconocido ante los periodistas que sería imposible mantener la subida salarial pactada de los empleados públicos si se querían cumplir los objetivos de déficit.
Un día después Moncloa obligó a Salgado a hacer una nota para rectificar al propio secretario de Estado de Hacienda para decir que se cumpliría el acuerdo alcanzado con los sindicatos y se subirían los sueldos.
Dos meses después Zapatero anunciaba el recorte del 5% de los salarios públicos.
¿Por qué ahora no iba a ocurrir lo mismo?, se preguntan muchos.
Además, ahora está la excusa de las elecciones.
Si hiciéramos apuestas, estoy convencida de que serían más los ciudadanos que apostarían a que el Gobierno mete otra vez la tijera en los sueldos públicos que los que pese a los continuos desementidos del Ejecutivo creen que no lo hará. Pero en esta ocasión, y espero no equivocarme, yo voy a creer al Gobierno. Apuesto a que no hará un recorte extra de los salarios de los funcionarios.
¿Por qué? No lo digo tanto porque me fíe de su palabra, que debería, como porque una vez pasadas las autonómicas, las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y tan mala memoria no tenemos los ciudadanos. (Blog de Yolanda, ABC)
martes, 17 de mayo de 2011
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