Los dirigentes de la coalición pidieron un estatuto de autonomía común para el País Vasco y Navarra.
Bildu no ha tardado mucho tiempo en dar cumplimiento al programa establecido previamente por ETA para la coalición.
En un acto celebrado ayer en Pamplona, sus representantes dieron a conocer el programa para el Parlamento de Navarra.
El primer punto, y más importante, es «la creación de un órgano institucional que elabore un Estatuto de Autonomía para» las tres provincias vascas y la Comunidad Foral, que deberá ser refrendado «por la mayoría de la ciudadanía de cada territorio».
Lo que ha dado en llamar «Proceso Democrático», que incluía la coalición con Eusko Alkartasuna, integrante de Bildu, está explicado en un documento, que fue aportado por la Guardia Civil a la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
En él se detallan los planes para lograr la anexión de Navarra al País Vasco. «El acuerdo político para formar un nuevo marco se produciría cuando los dos territorios (País Vasco y Navarra), y sólo los dos territorios a la vez, refrenden la opción de unir las cuatro regiones. Este acuerdo político tendría la forma de Estatuto de Autonomía Nacional.
Allí establecería los niveles de autonomía del Marco Democrático, las competencias estratégicas y el calendario y mecanismo para crear un nuevo estado, dice el documento de la banda. Es cierto que hay partidos vascos que defienden un País Vasco unido con Navarra, pero, en el caso de Bildu, se trata de una coalición en la que se ha integrado la izquierda abertzale, el brazo político de ETA, y responde a los planes diseñados por los terroristas para estar en las elecciones.
El supuesto respeto a la voluntad popular y la celebración de referendos, se produciría, según el documento, sin que ETA desapareciera (lo que ocurre en la actualidad) y con la condición de una nueva negociación con el Gobierno. La banda se reserva, como ha hecho siempre, el papel «vigilante», de «garante» de que los acuerdos sean cumplidos.
Investigación
Expertos antiterroristas, consultados por LA RAZÓN, subrayan que nos encontramos ante un hecho que pone de manifiesto que Bildu sigue la estrategia marcada por ETA y que no se debería esperar a nuevas verificaciones para actuar contra la coalición. En el citado documento, ETA detalla los puntos que deberían ser tratados en la negociación, entre los que figuran, tal y como adelantó este periódico en su edición de ayer, medidas a favor de los presos. Asimismo, se exige lo que los pistoleros denominan «desmilitarización» (la salida de las Fuerzas de Seguridad y Armadas del País Vasco y Navarra).
Los terroristas recuerdan que tienen todo el derecho a dirigir el «proceso», «porque la lucha de Euskal Herria, y el largo periodo de lucha desarrollado, fuerza a eso y posibilita cristalizarlo de esa forma». «ETA, como consecuencia de su papel histórico político y de que pacta con el Estado, se debe entender como garante activo del proceso de facto. En ese sentido, actuará a través de la carta de disuasión de la ruptura militar del proceso». Es decir, amenazará con romper el alto el fuego cuando las cosas no vayan por el camino que les conviene.
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