miércoles, 30 de abril de 2008

Juan Carlos no es Rey de la Universidad Pública de Cataluña "Pompeu Fabra"


El claustro de la universidad pública Pompeu Fabra veta a la Corona en sus actos
Hace ya más de seis años que ningún miembro de la Casa Real acude a un acto organizado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona y la intención del centro es, al parecer, que la situación se mantega como está.
El claustro de esta universidad catalana, integrado por profesores, estudiantes y personal de administración y servicios del centro, aprobó ayer una moción presentada por el "Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC)" en la que se rechaza la presencia de la Corona en las instalaciones de esta universidad.
Los estudiantes solicitaron al equipo de gobierno -integrado por el rector y los vicerrectores- que «no se invite a miembros de la Corona española en ningún acto relacionado con la universidad».
La propuesta fue validada por 38 votos a favor, 31 en contra y 22 abstenciones. En el momento de la votación estaban presentes en la sesión sólo 91 de sus 191 miembros, aunque ni fuentes de la universidad ni de los estudiantes aclararon la proporción de alumnos y profesores que había en aquel momento.

«La decisión final es del rector»
Portavoces de la universidad aclararon, no obstante, que ni el rector, Josep Joan Moreso, ni los vicerrectores dieron un sí a la propuesta. «Son ellos, en última instancia, quienes deciden sobre si se ejecutan o no las decisiones del claustro». Los estudiantes, por su parte, recordaron que «las decisiones aprobadas por el claustro se respetan, aunque no tienen carácter vinculante».
Portavoces del «Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes» indicaron que, «aunque la votación se produjo a última hora -pasadas las 14 horas- es igual de válida porque constaba en el orden del día y fue aprobada por el claustro».
En su texto, sostienen que «la mayoría de democracias consolidadas poseen Jefes de Estado elegidos por el pueblo», mientras que, en España, «esto no es posible».
A juicio la Corona es una «institución arcaica» y «no democrática» y «encarna un conjunto de valores incompatibles con una institución como la UPF que proclama la libertad, democracia e igualdad».
«La Corona fue designada por Franco sucesora de su propio régimen autoritario. Con la Constitución Española, la monarquía se mantiene al frente del Estado y asume cierta legitimidad democrática; no obstante, la ciudadanía queda excluida de poder elegir democráticamente su máximo representante».

Urgente: le dan permiso al Rey para que pueda ir a la Pompeu Fabra:
La dirección de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona hará caso omiso de una moción que aprobó ayer el claustro en la que se rechaza la presencia de miembros de la Familia Real en el recinto universitario. La Familia Real podrá visitar el centro siempre que así lo decida el consejo de gobierno de la u niversidad, que es "soberano de tomar las decisiones que considere oportunas".
Aunque los alumnos mantienen: "La Corona española no se corresponde con los principios de la UPF y la representatividad de la ciudadanía ha de recaer exclusivamente en personas escogidas democráticamente. Por lo tanto, la presencia en los recintos de la universidad de la monarquía española no se debe permitir bajo ninguna premisa", señala la moción aprobada por el claustro.
¡Todo un alivio para el Jefe del Estado español!
Así ve el tema, Martín Ferrand en el ABC: "Demanda de ignorantes".
EL que dice ser y llamarse Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes -¿qué países serán esos?- ha promovido en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona una moción, aprobada por el claustro, para rechazar la presencia de los miembros de la Casa Real en su campus académico.
Si entendemos la propuesta del sindicato como un acto de afirmación republicana debemos reconocer, a un mismo tiempo, su legitimidad y su extemporaneidad.
(...) Estos chicos, a quienes por universitarios cabría exigirles mayor rigor intelectual, ya se han hecho notar cuando, por ejemplo, impidieron el uso de la palabra a Dolors Nadal, la lideresa del PP.
Sus repetidos gestos contra la libertad abundan ya en la corta historia de una universidad que apenas ha cumplido los dieciocho años de experiencia. Ser republicano es tan legítimo como no serlo. Lo que políticamente es una bobada y culturalmente denota escasez es decir, como han hecho en justificación de su actitud excluyente, que «la mayoría de las democracias consolidadas poseen Jefes de Estado elegidos por el pueblo». Habría que abrirles expediente, por su mala docencia, a cuantos enseñan Historia y Ciencia Política en la universidad que recuerda, y no honra, el nombre de quien, hace menos de un siglo, normalizó las normas y el uso del idioma catalán. El que los socialistas de las Islas Baleares tratan de imponer en su territorio como idioma oficial y público con exclusión del castellano.
Ser republicano, sindicalista o estudiante, no exige acreditar ignorancia ni carecer de buenos modales como se empecinan en demostrar estos aguerridos y pendencieros mozos catalanes. Anteponer la forma del Estado a la exigencia democrática y el ansia de libertad no es muy inteligente, impedir la libre circulación de las personas, aunque pertenezcan a una Casa Real, no es civilizado y no saber matizar entre el Reino Unido o la República de Venezuela no es universitario. Entre los Estados europeos, un brillante conjunto de Casas Reales, de Monarquías parlamentarias, acredita la posibilidad democrática de la Corona y su valía benefactora del progreso.
Lo que verdaderamente acreditan los integrantes de tan centrífugo sindicato son ganas de armar bronca. Ellos, como tantas otras insignificantes minorías -insignificantes en número y contenido-, se hacen notar con la constante perturbación del orden establecido. Sin reconocer obligación alguna reivindican derechos que, sin aportación al bienestar colectivo, tratan de destruir los supuestos de nuestra difícil convivencia. Esa es la subversión".
"El Gobierno de Montilla respeta la decisión de la Pompeu Fabra de vetar a la Corona".
El ejecutivo catalán no quiso ayer pronunciarse sobre la decisión del claustro de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona de vetar a la Familia Real en cualquier acto público que organice en sus instalaciones. El departamento de Innovación, Universidades y Empresa, que dirige Josep Huguet (ERC), rehuyó hacer valoración alguna del hecho y se limitó a afirmar que «es una decisión adoptada por el claustro del centro, en la que no entramos. No solemos interferir en estas cuestiones porque respetamos la autonomía de las universidades».
Desde el sector estudiantil se han alzado voces discrepantes: la agrupación Universitarios Liberal Demócratas (ULD) expresó ayer su rechazo a la acción promovida por el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC): consideran que es «intolerable que el jefe de Estado no pueda entrar en las instalaciones universitarias», sean cuales sean; «la Familia Real debe tener las puertas abiertas». «Enviaremos una invitación formal a la Casa Real para que puedan visitar la UPF», dijo un estudiante.
En un comunicado, la ULD, que también censuró las agresiones durante la campaña a la candidata del PP por Barcelona, Dolors Nadal, abogó por mantener la «normalidad institucional y educativa» dentro de la universidad. Los estudiantes añadieron que «este centro siempre se ha caracterizado por tener un alto nivel de prestigio y confianza para la sociedad, pero últimamente se ha visto manchada por las acciones llevadas a cabo por asociaciones de estudiantes procedentes siempre del mismo signos político». «Las pancartas a favor de grupos terroristas, las agresiones a Dolors Nadal y ahora esta moción son un claro ejemplo de ello», indicó el responsable de la entidad estudiantil.

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