José Manuel Blecua, Director de la Real Academia de la Lengua, reflexiona sobre el falso paradigma de que el idioma español lo inventó Franco
Antonio Astorga. ABC.
—El español, ¿no debería estar fuera del debate de la política?.
—Los políticos, especialmente aquellos que representan a los ciudadanos en las instituciones democráticas, tienen obviamente derecho a debatir sobre lo que estimen oportuno. Sin embargo, usar la lengua, las lenguas, como arma arrojadiza y de enfrentamiento político constituye un grave error. La Academia tiene por norma no entrar en los conflictos de política lingüística porque sobrepasan su ámbito de competencia y son ajenos a nuestra misión.
—¿No le parece extraño que en algunas partes se desprecie el español?.
—Creo que no se puede afirmar, como algo extendido o generalizado socialmente, que haya desprecio hacia ninguna de las lenguas oficiales que existen en España. Puede que individualmente se den ese tipo de actitudes, pero considero que son aisladas y poco representativas, por suerte.
Hemos de aspirar entre todos a lograr el sentimiento contrario; es decir: a fomentar y favorecer el amor por las lenguas porque hasta la más pequeña o minoritaria es un tesoro cultural que estamos obligados moralmente a preservar y respetar.
—Usted es partidario de los topónimos como Lleida, Girona, A Coruña. ¿Tienen razón quienes ven en el idioma de Cervantes una reminiscencia franquista?.
—Ni soy ni dejo de ser «partidario» de los topónimos que señala. Esos ejemplos son las denominaciones que han adoptado instituciones democráticas de Cataluña y de Galicia. En cuanto a la pregunta, si hay alguien que sostenga tal afirmación disparatada, no merece demasiados comentarios porque es realmente absurda.
—¿Se puede amar el castellano desde cualquier rincón, pronunciarlo con todos los acentos y amar también otras lenguas tan experimentadas en lo literario como el catalán, el gallego y el vascuence?.
—No solo se puede, que es obvio que sí: también se debe.
—¿Qué le dicen los académicos iberoamericanos sobre los problemas de tolerancia lingüística que existen en nuestro país?.
—En todos los países hay discusiones en torno a las lenguas. No hay estados lingüísticamente «puros». Vivimos en sociedades plurilingües y lo importante es la tolerancia y el respeto entre las diferentes culturas, entre los distintos hablantes. Eso pienso que lo compartimos los académicos españoles y los americanos.
viernes, 7 de octubre de 2011
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