En estos momentos, en España, como en muchos otros países, ha sufrido como valor una degradación evidente.M. CALLEJA
—¿El esfuerzo es un valor en alza o sigue a la baja?.
—En estos momentos, en España, como en muchos otros países, ha sufrido como valor una degradación evidente. Ha ocurrido en las últimas décadas. Pero sin esfuerzo no puede entenderse la excelencia personal.
—¿Cuál es la parte más positiva del esfuerzo?.
—Como dijo Aristóteles, el esfuerzo identifica el mérito y la capacidad de superación de la persona. Es un indicador de la capacidad de superación personal y del sacrificio. Sin esfuerzo no hay capacidad de felicidad en términos morales.
—¿Hay una diferencia en la cultura del esfuerzo entre la derecha y la izquierda?.
—No tendría que haberla. En la tradición de la izquierda, el esfuerzo ha sido asumido como valor de nuestra cultura. Pero en las últimas décadas, y en concreto desde la revolución cultural, empezó a ser visto como un elemento que contribuía a la diferencia. La izquierda empezó a considerar que debía primarse la igualdad de resultados frente a la igualdad de oportunidades.
—¿Qué es el esfuerzo, según el PP?.
—El esfuerzo es trasladar al alumno la importancia moral y superior que tiene la autosuperación y la búsqueda del mérito como elemento vertebrador de su formación. Es un elemento que vertebra la excelencia individual. Y tiene que ver con el cultivo de la excelencia personal a lo largo de la vida.
—¿Se fomenta el esfuerzo en nuestro sistema educativo o es otra asignatura pendiente?.
—Es uno de los principales problemas de nuestro sistema educativo, porque sigue sin tener el reconocimiento que le corresponde. Debe ser un elemento vertebrador de la educación. Debería vertebrar todo el sistema educativo. Es un problema que no estemos en esa situación.
—¿Qué más elementos fallan en nuestro sistema educativo?.
—Le falta una clarificación de su propio modelo, si piensa en que el objetivo es la igualdad de oportunidades o bien la igualdad de resultados. Debe hacerse más a favor de lo primero. Y debe articular el diseño de contenidos, centrados en la formación personal del estudiante, y en la cualificación meritoria del conocimiento. La educación debe formar ciudadanos, pero también debe formar bien a profesionales. El conocimiento de idiomas es un problema de nuestro sistema educativo. Hay que enfocar el modelo hacia la competitividad internacional.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario