lunes, 25 de abril de 2011

Profecia del 14 de septiembre de 2004.

*.- Dice Forges que para que haya un Gran Hermano hacen falta millones de primos.

*.- Raúl del Pozo ve en la telebasura una fiebre amarilla que ataca un público despolitizado, aburrido, desencantado, que sólo se emociona con chismes.


Telebasura / ¿Tenemos lo que nos merecemos?. Autopsia a la caja sucia
Por Lorenzo Díaz, sociólogo y escritor.- El Mundo (14/09/04)

Tengamos las ideas claras. La cuenta de resultados de las empresas televisivas: producto barato junto a una audiencia cotilla y de precario nivel cultural hacen posible que la mierda invada nuestra televisión.
Y lo que es más alarmante, no hemos hecho nada más que empezar: estamos en la prehistoria. Pronto llegarán las humillaciones en directo, zoofilias, autopsias, suicidios. Los canales piden más madera. ¿Es que no me creen?
La presencia de espacios que basan su contenido en informar de la vida privada de famosos aumenta exponencialmente temporada tras temporada: el mercado televisivo español no deja de absorber nuevos productos de este tipo: en 1993 sólo existía el espacio rosa Corazón, corazón y 10 años después, el número de programas especializados asciende a más de 20 y casi todos ellos gozan de una excelente salud.

Si cogemos al azar un día de esta semana, el género rosa basuril coloca entre los 10 programas más vistos (martes, 7) con altísimos shares cuatro formatos: Aquí hay tomate (26,8), Gran Hermano (27,1), Gente (28,1), La hora de la verdad (30,4).
Dos programas estrellas del género: Dónde estás corazón y Salsa rosa, tienen audiencias. superiores a nuestros telediarios, con cuotas de pantalla superiores al 27%
Y ahora llega La Granja con más de tres millones y un 27% de share.
La televisión se ha vengado de los intelectuales que la han despreciado y se ha entregado en brazos de la llamada ordinary people española: una de las más incultas del mundo occidental desarrollado.
Lejos de la órbita de los profesionales, lo que le daría un tono artístico, la televisión cada día se parece más a la ruidosa clase media española: chillona, prepotente y proclive a entregarse a los bajos instintos.
Por ello no sorprende que haya ido colocando en el escaparate de sus preferencias los programas que ella considera estrellas en su versión dura y light. Dos ilustres damas del panorama mediático español envuelven en celofán sus magazines que también cantan y son culpables, en parte, del panorama que se observa desde el puente.

Sin mitos ni estrellas.
Sorprende que una sociedad situada en tan buena posición en el hit parade de la riqueza, exhiba una fauna tan zarrapastrosa en su famoseo zarzuelero.
Nuestros iconos mediáticos son peores que los del tardofranquismo cuando Los Codeso y Pajares perseguían suecas en Torremolinos. Son el lumpen de una sociedad que viste a la clase media del mundo a través de las tiendas de Zara.
Hay que dejar de demonizar sólo a los productores. Hay que poner el ojo también en nuestra audiencia y ver lo homogénea que es televisivamente hablando. Salsa rosa o Tómbola lo mismo gusta a una venerable dama del barrio de Salamanca que a una maruja de Minglanilla (Cuenca). La gente dice que ve La 2 y los documentales de la National Geography y luego pierden el culo con Matamoros y la Marchante.
A nuestra burguesía siempre le ha gustado más Lina Morgan que Margarita Xirgu. Corín Tellado que Lope de Vega. El tinto de verano que el Vega Sicilia. Sólo un target muy reducido tiene acceso a la alta costura. Y así hemos llegado a un punto en el que un importante segmento de la población no tiene un producto televisivo que consumir. Es un público que no tiene mensaje televisivo y que no le queda más remedio que pasar por la caja de Polanco.
La sociedad española en su casi totalidad recibe alborozadamente el producto televisivo que se elabora. Ha percibido que la televisión ha sustituido la realidad, creando otra nueva. Ha creado mundos visuales donde trivializa objetos negativos: figuras del mal, violencia, horror, catástrofes. La nueva religión de la sociedad posmoderna es la televisión de la intimidad, la modalidad catódica de la confesión católica.

¿Está el personal harto de la telebasura?.
Los datos son concluyentes: más del 50% de los españoles cree que la televisión es «vulgar y de mal gusto» (CIS, 2004).
La califican de poco objetiva. Más objetiva ven la radio (casi un 60% de los encuestados le dan la máxima calificación).
No obstante, el 90% de la población consume televisión, frente al 60% de oyentes mayores de 18 años que tiene la radio.

Dice Forges que para que haya un Gran Hermano hacen falta millones de primos.
Los comemierdas no son cuatro gatos, sino más de 15 millones de telespectadores diarios.
Los programas basura como Crónicas marcianas están magistralmente hechos.
La jauría de invitados se desloma por merecer los cinco minutos de fama, se degüellan, se insultan y se exhiben con una falta de pudor que casi enternece.
Los killers de la telebasura, Matamoros, la Marchante o Mariñas, los que juegan la Champions, son unos actores excelentes que interpretan magistralmente sus papeles.
Raúl del Pozo ve en la telebasura una fiebre amarilla que ataca un público despolitizado, aburrido, desencantado, que sólo se emociona con chismes.
Cuando algún listillo reivindica más teleficción hay que recordarle que un empresario prefiere gastarse 30 millones de las antiguas pesetas en un Salsa rosa que 90 en Los Serrano.
El paisaje después de la batallas es desolador para los llamados cejas altas que citan a Umberto Eco, a Juan Cueto, pero el resto de la sociedad se la refanfinfla y disfruta con Dinio, que recibe excursiones de cientos de marujas en sus bares de Puerto Banús.
Edificante perla hedionda la que le escuché en Crónicas marcianas (6 de noviembre del 2001). Le pregunta Sardá: «¿Tú se la metías a Marujita Díaz?». Y el cubanito contestó: «Nunca, pero ella me la chupaba.Y yo pensaba en Sonia Moldes».

De canguro catódico a acompañante del abuelo:
La televisión ha ido usurpando el papel de otros grupos en el llamado proceso de socialización del individuo. Es el canguro catódico, el pariente que nunca falla, el que acompaña al anciano en su soledad.
Ocupa el terreno dejado por otras instituciones sociales (familia, escuela, Estado) y lo hace extendiendo y trivializando el campo del saber, sustituyendo un saber humanista por una especie de saber hacer, saber práctico; en suma, un saber mosaico muy representativo de la cultura de masas y de su imaginario de la evasión que puede paliar, sin embargo, ciertas carencias sociales, contribuir a reforzar el vínculo social y, en todo caso, servir de intermediario entre el ciudadano y el entorno social. Se consolida así una televisión mediadora.
La televisión se impone como una gran casa de citas en la que todos cabemos y donde exhiben su levedad los seres menos relevantes, monstruos mediáticos de todo a cien, personajes kleenex, los que con el mínimo esfuerzo se han hecho con la caja y la popularidad.
Las televisiones crean sus propias factorías de monstruos, de frankenstein de corto recorrido que deambulan por las pasarelas televisivas para el regocijo del circo.
La televisión no es la verdad. La televisión es un maldito parque de atracciones, un carnaval, una troupe de acróbatas, narradores de cuentos, bailarinas, cantantes, malabaristas. Es una fábrica para matar el aburrimiento.Si quieren saber la verdad, diríjanse a Dios, diríjanse a su gurú, a ustedes mismos, porque es la única manera de hallar la auténtica verdad. Ustedes no van a enterarse de la verdad por nosotros. Les diremos cuanto quieran oír.

¿Cómo poner freno a este desenfreno? ¿Creando un comité audiovisual como en otros países para controlar contenidos? Aunque el patio está para pocas ilusiones cuando uno ve, como dice Arturo Pérez Reverte, «a esas marujas en éxtasis, admirando aleladas a una vulgar pedorra, son un símbolo perfecto de lo que tenemos y de lo que merecemos tener. Por casposos, por imbéciles».
Se ha inaugurado una nueva etapa en los medios: la llamada globalización emocional que aparca el periodismo con ideas. El modelo audiovisual dominante ha dejado fuera del banquete mediático la reflexión.
La causa de la mayoría de nuestros problemas sociales y políticos es la ignorancia creciente de la gente, causada en su mayor parte por la televisión.
Ver televisión en vez de leer, no permite a la gente detenerse o reflexionar, tener en cuenta los problemas y rechazar o combatirlos. Como las ocas o los avestruces que esconden la cabeza bajo tierra, los espectadores tragan y tragan televisión y jamás tienen tiempo para digerir lo que ven.

Algunas aportaciones de los lectores del artículo:
*.- Apoyando al articulista en este artículo, hacer mención también de otro hecho que llama la atención y que creo es preocupante. Preguntad a los niños quién es Dinio, Yola Berrocal, etc.... Te lo saben decir hasta con detalles.


*.- Lo de este verano ha sido deprimente. Pusieras la tele que pusieras no había nada más que programas del corazón o similares. He tratado de buscar contenidos infantiles para mi hija y menos mal que, por lo menos en Andalucía, podemos contar con Canal Sur. Y, por último, refiriéndome a Canal Sur, el programa de Juan Imedio en la franja horaria en la que las demás cadenas nos ofrecen sus canalladas, es un claro ejemplo de que no es lo que la audiencia quiere sino lo que las cadenas quieren.
Estas saben que ganan dinero con la programación que mantienen y los gestores de las cadenas, como buenos gestores, cuando un producto vende lo mantienen. Pero el producto, por ej, Canal Sur (Juan Imedio) vende y no se parece en nada al resto de productos.

*.- Es cierto, o mejor dicho, casi todo es cierto, pero falta algo... no estamos minando, desacreditando la capacidad de elegir de los espectadores? Es que solo tienen buen gusto y saben de cultura televisiva el columnista y el mismísimo Arturo Pérez Reverte ( Por cierto precursor de la telebasura: permitió en Prime Time que se pasara un video donde se veía a una adolescente suicidandose).
Esas marujas a las que aludía Reverte veían también su Código uno, el espacio que lo hizo dimitir de televisión española.

*.- En pleno acuerdo con el autor y su tesis, pero por que tiene que usar palabras inglesas cuyo significado no entiende y anglicismos que no signidican nada en espanol, como "cejas altas" (high brows en ingles) en vez de traducoir el modismo propiamente, como "personas de alto calibre intelectual"? Un pena que el articulo este viciado por la necesidasd del autor de pavonear con un conocimiento del ingles del que carece.

*.- 1º Ver la tele NO es obligatorio.
2º Ver la telebasura TAMPOCO es obligatorio.
3º Si en la 1ª programaran a Lope de Vega, en la 2 a Vivaldi, en Antena 3 una pelicula de Fritz Lang y en Tele 5 un documental sobre la física cuántica, se batirían todos los records de natalidad.

*.- Estimado Lorenzo: Das una de cal y otra de arena. Defineté de una vez. ¿Tú estás de acuerdo en la existencia de programas basura? Y no si el programa "Cronicas está muy bien" y si Sardá dice ésto ó aquello. Si la Audiencia a estos es máxima, (35% o 40%). La gente es jilipollas, ignorante etc. .- Se dice y ya está....... Tenias o tienes un compañero de emisora (josemi) que es lo más, de lo más. Y totalmente opuesto a tu personalidad y no has sido capaz en el transcurso de 2 años. de no haberle mandado a tomar por c.... ¡¡¡¡ Mojate un poquito ¡¡¡ Lorenzo ¡¡¡mojate ¡¡ no tengas tanto miedo. Un saludo.

*.- No hay solución. Prensa, politicos y putas se han enseñoreado de un país que no tolera cambios generacionales sin que exista brusca y agresiva solución de continuidad y así nos va, nos ha ido y nos irá. Podría poner coto al coto y cía- que por cierto están bien en su papel-la cultura....pero un país que necesita un ministerio para la cultura ya lo dice todo. Y si ese ministerio tiene en nómina a cuatro faranduleros que no se atreven a echarse al campo de la libre competencia, apaga y vámonos.

*.- Los programas de más audiencia en TV, reflejan el nivel de una sociedad. Y a nosotros nos gusta lo que hay. No le demos más vueltas. Somos un país con un nivel cultural del Paleolítico Basurero Superior.

*.- ¡Qué pena que tan brillante autor se degrade en las ondas con semejante cuadrilla! ¡qué pena que Lorenzo sea el escudero-palmero de Carlos Herrera y su circo de memeces mediáticas!.

*.- Completamente de acuerdo con el artículo. En mi opinión el primer paso para combatir la basura que inunda la televisión es hacer un estudio científico y serio sobre sus efectos sobre la sociedad, ver cómo el meternos esta mierda en vena ayuda al absentismo escolar, a la violencia doméstica, a joder a nuestra propia sociedad. Y después, limitación de horarios, boicot por parte de anunciantes, y cambiar un estereotipo bastante falso: la televisión no es inocua. Ya es hora de que espabilemos al respecto...

*.- .......y es que siendo un placer leer a D. LORENZO.....la clase media, que es la "media" de los "interfectos" salimos mal parados,.... y no me parece justo, pues... "querido don lorenzo", cuando nacimos como clase, nuestra materia siendo tan maleable, fue pasto de los depredadores que no dudaron en desmantelar nuestra original nobleza dejándonos con la zafiedad que Ud. describe magistralmente y donde dificilmente es aplicable la marcha atrás...pero ya es un consuelo que al menos podamos intertarlo.....gracias, respetuosos respetos ....y saludos MAESTRO.

*.- Es un placer leerle Sr.díaz. Sinceramente, me siento plenamente identificada con Usted, en todas sus manifestaciones. El recurso que tenemos, aquellos que sentimos verguenza ajena por la televisión que hoy se hace, es entre otras cosas, deleitarnos con artículos como estos.

*.- El Circo de Roma, donde se echaba a personas a matarse entre ellas, o a ser comidas por los leones, se cerró en el siglo IV, gracias a la movilización de un Obispo. Este ejemplo viene al caso, pues patentiza que no se cerró por que perdiera interés o clientes, sino por decreto, y para terminar con la barbarie que significaba.
El embrutecimiento de una sociedad a causa de sus aficciones se ve diariamente, en las conductas cotidianas, en la falta de motivación polícita, o incluso vecinal, también se aprecia en una simple comunidad de vecinos de un edificio.
Así la telebasura puede afirmarse que influye negativamente sobre la ciudadania. Nada bueno trae, y sí modifica e influye en la sociedad, que cada vez es más insensible, insolidaria, cruel y descerebrada.
Como toda droga debe ser erradicada y perseguida. Nada tiene que ver con la libertad de expresión. Es manipulación. Desde estas líneas advierto del nefasto efecto que está produciendo la telebasura y exijo su eliminación.

*.- Es muy facil cambiar de canal. Pero ocurre al reves, cuando estos demagogos estan viendo documentales se aburren y cambian de canal para ver a la duquesa de alba cabreada.

*.- Lorenzo, estoy de acuerdo con lo que dices, aunque, como es habitual en ti, acabas liandote con tu fraseología "brillante" y pierdas rigor conceptual. Ahora bién, deberías predicar también con el ejemplo, porque la superficialidad de tus comentarios sociológicos en ciertos programas y con ciertas compañías (verbi gratia, Carlos Herrera) no dejan de ser igualmente una basurilla intelectual.

*.- Aqui en Buenos Aires,tambien la mierda sale por la pantalla. Saludos. Monroe.

*.- Acertadísimo el analisis de la television basura de Lorenzo Diaz. Sin duda para el que ha viajado por el resto de Europa, España, un pueblo zafio, gritón e ignorante, es lo que merece. Es curioso, a todas las comunidades nos une mas la telebasura que la bandera. Sarna con gusto no pica. Todos estos telebasureros, no obstante, se erigen en árbitros de la Etica de la nueva retroprogresía (Sardá, Matamoros, el mariquita del Tomate). Tiemblen, Los telebasuradevoradores, inmensa jauría de españoles también votan.

*.- No hay forma de ver la television, la pongas a la hora q la pongas siempre hay "prensa rosa", x eso siempre tiene audienia, pero en el momento q sale un programa con calidad tiene mayor audiencia q los casposos "rosas". si no tienes la televison digital , no hay nada q ver, y los niños nada de nada, ni siequiera en vacaciones.

*.- El gobierno está obligado a hacer una televisión pública de alta calidad.Las televisiones privada deben ofrecer lo que consideren dentro una etica de conducta. El chisme actual vienen a ser como malisimas reproduciones de los sainetes de los Quinteros , todos ampliado y mal sonante , por eso gusta. Estoy en contra de su anulación , la telebasura se debe reconducir, y no debemos olvidar que hay un público que le gusta.  La televisión debe ofrecer desde Redes hasta Tombola.

*.- Los anunciantes tienen, en gran parte, la sartén por el mango. Se imaginan que mañana salieran los directores de marketing de, por ejemplo, el Corte Inglés, Danone, Pascual, Telefónica o Ford ydijeran que sus empresas dejan de anunciarse en los cortes publicitarios de los programas del "tomate" y otras salsas.
! Pánico habría en los departamentos de publicidad y caja de las cadenas televisivas ¡.
Si aquellos quisieran, la crónica del higadillo se acababa y los matamoros, dinios, karmeles y pequeños hermanos dejarían de vivir del momio y se tendrían que ponerse a trabajar. Los periodistas que hacen el trabajo sucio en la calle no son más que pringadillos a los que por 600 euros al mes les hacen preguntar bobadas, por las que se embolsan en el estudio cantidades que oscilan entre los 1000 y 6000 euros al dia los vividores del plató televisivo.

*.- El artículo es completo, certero y describe una realidad exacta. El que el autor sea, además de colaborador de Carlos Herrera, uno de sus mejores amigos particulares no es motivo para decir que el programa que hacen juntos sea basura. Es un programa más bien familiar y sedante. No refeljan ningún tipo de escarnio o suciedad. Puede gustarte la opinión de sus colaboradores o no. Pero desde luego no es basura.

*.- De acuerdo con casi todo el artículo. Es un buen análisis. Lo que no me cuadra es cómo un señor capaz de hacer estas buenas autopsias haga los comentarios que hizo ayer en Onda Cero, programa de Carlos Herrera. Estaban entrevistando a la directora de informativos de Antena 3 (Onda Cero es de Antena 3, o sea, que se entrevistaban a sí mismos y se alababan mutuamente), bueno, pues Lorenzo Díaz va y la dice a ella: "Y este equipo de La 2 Noticias, el telediario disney que te cuenta cómo está la cabra hispánica y no lo que pasa en Bagdad..." ¿Cómo se puede ser tan injusto y tan demagógico? ¿Desde cuándo no ve Díaz los TD de TVE?.

*.- Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen.......y la televisión también. Parece ser que todos los avances tecnológicos, teorico-cívicos, teorico-derechos humanos, teorico-educacionales, teorico-igualitarios, teorico culturales, teorico-bien intencionados..............son inversamente proporcionales a lo que asimila esta sociedad cada dia más mediocre, mal educada, de mal gusto e insensible.
Las televisiones quieren producir ganancias a cualquier precio, aunque rayen la ilegalidad.(?)Con la famosa "DEMOCRACIA", término que se abusa y mal usa para excusar lo inexcusable, es prácticamente imposible ponerle freno a este monstruo que intoxica nuestras casas.

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