La Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido la denominada «procesión atea» convocada por varios colectivos sociales para el Jueves Santo al considerar que coincide con las procesiones tradicionales y que hay unanimidad entre las instituciones en pedir su desautorización, según informa Efe.
Según ha informado la Delegación en un comunicado, esta resolución «se ha tomado en estricto cumplimiento de la legalidad y teniendo en cuenta todos los informes emitidos» sobre la convocatoria.
La institución ha valorado que la manifestación atea «coincide en el espacio público (lugar) con procesiones católicas cuyos recorridos ya son conocidos desde hace años», y además «existe una apreciación unívoca por parte de todas las Administraciones que han tenido conocimiento de esta convocatoria, coincidiendo en que no debe llevarse a cabo».
Otro de los argumentos utilizados por la Delegación para denegar la autorización para la celebración de la marcha ha sido el hecho de que discurre por los lugares por los que desde hace años lo hacen las procesiones religiosas, además de pasar por delante de varias parroquias y calles con nombres relacionados con la religión católica.
Mismo sitio, misma hora.
La Delegación que ahora dirige María Dolores Carrión ha tenido en cuenta que la marcha atea y las procesiones del Jueves Santo que todos los años recorren el centro de Madrid estaban previstas a la misma hora y por los mismos lugares.
Así, la prohibición ha tenido en cuenta el carácter de «contramanifestación y la presencia de grupos antagónicos y radicales que están citándose para acudir a estos actos».
Otro de las factores que motivan la negativa es la gran presencia de público que suele concentrarse al paso de las procesiones deSemana Santa y la necesidad de «preservar la imagen turística» de la ciudad de Madrid.
La negativa de la Delegación llega después de que el Ayuntamiento anunciara que prohibiría la «procesión atea» si no lo hacía la Delegación y tras declaraciones públicas de dirigentes como Esperanza Aguirre manifestándose en contra de una marcha que consideraban «una ofensa».
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