Cuando un banquero se jubila con una pensión supermillonaria, los políticos salen a escena diciendo que es "obsceno" y otros adjetivos por el estilo. Lo mismo ocurre ahora con los planes que tiene Telefónica de reducir empleos y repartir bonus: todos se lanzan a criticar las medidas que piensa tomar la empresa.
Me parece un ejercicio de cinismo, en mayor medida en aquellos que cuentan con los votos suficientes en el Congreso para cambiar las leyes. Si consideran que los dos casos citados son injustos o inconvenientes, lo primero que tienen que hacer es proponer o modificar la ley para que no ocurran. Mientras esté en vigor y particulares o empresas cumplan con ella, aunque la sociedad se escandalice y con razón, pasados unos días todos se olvidarán del asunto y la ley seguirá igual.
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