miércoles, 10 de junio de 2009

Los centros alertan de los problemas para organizar un Bachillerato 'a la carta'


El nuevo plan dificultaría la organización de horarios y del profesorado
Algunas voces abogan por un Bachillerato más completo que dure tres años
El nuevo modelo de Bachillerato, acordado por Educación y las CC. AA., está generando un debate social al que se están sumando los partidos políticos, los sindicatos de la enseñanza o las asociaciones escolares, entre otros.
Sobre todo, los representantes de los colegios han destacado la dificultad para organizar al profesorado y el horario de este Bachillerato "a la carta" que encarecería el precio de la matrícula en los centros concertados y privados.
Desde la Conferederación de Centros de Enseñanza (CECE) también han querido destacar la responsabilidad civil que pesa sobre el centro, que no podría controlar al alumno en las horas que tenga libres durante el horario lectivo.
Por eso, su portavoz, Isabel Bazo, ha anunciado: "Nosotros tiramos abajo este Bachillerato a la carta propuesto por el Gobierno, porque no se trata sólo de que el alumno obtenga el título, sino de mejorar su formación".
El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, ha explicado que esta medida pretende garantizar la "flexibilidad" del sistema educativo y el "esfuerzo de los estudiantes para mejorar y progresar".
Frente a esta decisión, el PP se ha manifestado abiertamente en contra. Mariano Rajoy, por ejemplo, ha afirmado que esta opción "no tiene ningún sentido" y que lo que hay que hacer es "exigir más" porque "luego, la vida no es tan fácil", mientras que la Secretaria Autonómica de Educación valenciana, Concha Gómez, ha dicho que la propuesta del Ministerio de Educación de que los bachilleres con tres o cuatro suspensos no tengan que repetir todo el curso supone "baja exigencia y falta de calidad".
En esta línea está la opinión de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE), quien ha dicho que "la base de la calidad debe estar en el esfuerzo y no en el recorte del fracaso y del abandono escolar mediante concesiones y medidas demasiado permisivas a cualquier precio".
El FSIE, que ha sido uno de los sindicatos que ha apreciado el acuerdo, también ha destacado la dificultad añadida que supondrá para los centros al tener que desdoblar las clases para adaptarlas a los distintos horarios y materias.
En un sentido similar a favor de la calidad se ha pronunciado ANPE, quien ha criticado una medida que permitiría pasar de curso a los alumnos con más de dos suspensos, por lo que la considera "fruto de la improvisación".
Frente al acuerdo, la propuesta de este sindicato es un Bachillerato de tres años que permita profundizar en la preparación necesaria para acceder a la Universidad y una mejora "imprescindible" de la Formación profesional.
A pesar de todo, colectivos como Escuelas Católicas o El FSIE han valorado positivamente esta opción flexible para alumnos de 1º con tres o cuatro asignaturas suspensas, pero matizando que esta decisión debe ser valorada por los padres y los profesores, y no dejarse en manos únicamente del alumno.

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