jueves, 11 de junio de 2009

IPC a la baja


Todo indica que los precios pueden seguir disminuyendo hasta octubre o noviembre, pero no es nada probable que la deflación se mantenga a lo largo del año que viene por diversas razones.
La primera es que el coste del petróleo y de las materias primas ha empezado a repuntar.
Sea como fuere, la deflación sólo es buena para una economía si dura un espacio corto de tiempo, inferior a un año, porque si se prolonga, como ha sucedido en Japón, genera un nefasto efecto dominó de depresión del consumo, aumento del paro, falta de confianza y disminución del valor de las empresas.
La deflación como fenómeno estructural tiene consecuencias destructivas, por lo que cualquier Gobierno debe hacer lo posible para incentivar la actividad económica, remedio infalible para la caída de los precios.
Sin embargo, la actual bajada también contribuye a hacer más competitivas nuestras exportaciones, lo que puede suponer un alivio temporal para la balanza comercial. Pero ello no puede convertirse en excusa para aplazar las reformas de fondo que España necesita.

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