Un problema sanitario en la Puerta del Sol de Madrid.

El Ayuntamiento lanza la alerta en un demoledor informe que envía al Gobierno

Se los comen las ratas. Y las chinches. Un informe de Madrid Salud, el organismo público municipal encargado de velar por la sanidad de los madrileños, concluye que en la acampada de los «indignados» de la Puerta del Sol existe «riesgo para la salud pública», y que éste se ha incrementado en este último informe —fechado el 2 de junio— frente al realizado sólo seis días antes. Los técnicos han detectado «pozos atascados y colmatados de aguas fecales», un «incremento del consumo de cebo para ratas en las últimas 48 horas» y la alta probabilidad de «infestaciones activas» de «plagas de chinches», que afectarán no sólo a los acampados, sino también a «visitantes y curiosos». El documento fue remitido ayer a la Delegación del Gobierno.
El informe hace un repaso a las condiciones en que vive este colectivo, cómo conserva y manipula los alimentos, y el acceso a agua, el uso de letrinas o el tratamiento de basuras, además de la aparición de ratas y otras plagas —chinches, cucarachas— en Sol y en sus cercanías.

Roer los cables.
En sus conclusiones, destaca que «en las últimas 48 horas se ha producido un incremento en el consumo de cebo raticida instalado en el alcantarillado de la plaza y de alguna zona aledaña». Un dato que indica sin duda, según señalan los técnicos, «un incremento de la actividad de plaga de ratas, ocasionado tanto por el vertido incontrolado de basuras al alcantarillado como por la simple presencia de alimentos sin proteger y restos de los mismos en vía pública de forma prácticamente continua».
Las ratas no son sólo un riesgo sanitario: pueden contribuir a que se produzca un cortocircuito o un incendio, por la conjunción de «la precaria instalación eléctrica que existe en los tenderetes de la plaza» y porque «la presencia de estos animales está invariablemente asociada al hecho de roer cables y otras estructuras».
Un problema aún más grave es el que supone el vertido directo de basuras en el alcantarillado. A consecuencia de ello, según detectaron los técnicos durante su inspección, «se ha producido la colmatación de algunos pozos de alcantarillado, con presencia de aguas fecales a nivel de la calle». Y advierten que «no será posible mantener en buen estado los colectores si persiste el mal uso del alcantarillado». Los «pozos atascados y colmatados de aguas fecales en fermentación» son «un evidente foco de cría de mosquitos culícidos».
Otras deficiencias detectadas en la inspección al campamento se refieren al «elevado riesgo de fuegos» —tanto por la presencia de tiendas de nylon, sacos, mantas y acumulación de materiales, como por la existencia de bombonas e infiernillos, y de una «instalación eléctrica de apariencia sobrecargada y precaria». No saben los técnicos dónde y cómo se conservan y manipulan los alimentos, y desconocen dónde lavan la vajilla, aunque sospechan que lo hacen en las dos fuentes públicas de la zona.
Las letrinas existentes —cuatro portátiles— son «insuficientes» y «su estado interior no es adecuado» por su uso intensivo. Y hay «riesgos evidentes» y «probablemente infestaciones activas» de plagas de parásitos, sobre todo chinches, que afectarán también «a visitantes y curiosos» y podrían «exportarse» al exterior.