El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que el comisario de Policía Juan Jesús Sánchez Manzano -que está imputado judicialmente por su actuación tras los atentados del 11-M- ha sido ascendido a comisario principal, el máximo rango en la carrera, porque «le tocaba». Sánchez Manzano juró el jueves su nuevo cargo, que no perderá ni siquiera en el caso de que resulte condenado como consecuencia de la investigación judicial en la que está imputado por su actuación tras el 11-M, cuando era responsable de los Tedax.
Ayer, al ser preguntado por este asunto en la habitual rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba respondió así: «Si le toca ascender, ascenderá, no sé más. Yo no hago los ascensos, los hace la propia Policía, que tiene sus normas».
Sánchez Manzano está imputado por los supuestos delitos de encubrimiento, omisión del deber de perseguir delito y falso testimonio, en un proceso en el que se investiga su actuación tras los atentados del 11-M, cuando era el jefe de los Tedax y, como tal, el máximo responsable de los servicios centrales de la Policía encargados de desactivar explosivos.
Su ascenso a la categoría de comisario principal es más que nada una cuestión de prestigio interno dentro de la Policía, ya que sólo lleva aparejada una subida salarial de apenas 100 euros mensuales y no le obliga cambiar su actual destino en Móstoles por otro.
Las circunstancias hubieran sido distintas en el caso de que el Ministerio del Interior hubiera incoado un expediente disciplinario al comisario Sánchez Manzano en el momento en que la juez que tramita este caso decidió considerarle imputado.
Si el Ministerio del Interior hubiera adoptado esa decisión, su ascenso al máximo rango policial habría quedado pendiente de la decisión que recayera finalmente en el proceso judicial. En el caso de que Sánchez Manzano hubiera sido condenado no habría podido ascender a la categoría de comisario principal, según fuentes policiales.
La defensa del comisario Sánchez Manzano solicitó recientemente que el caso fuera archivado, porque considera que no ha cometido los delitos que se le imputan. El fiscal ha informado en contra de esa petición y ha solicitado a la juez que continúe con la investigación del caso, en el que también están imputados dos miembros del equipo de los Tedax que dirigía el ahora comisario principal cuando ocurrieron los atentados del 11-M.
Esos dos agentes policiales fueron citados a declarar como imputados, pero la juez suspendió su comparecencia y todavía no se ha llevado a cabo.
Pistas del desguace de los trenes.- J. MANSO / Madrid
La juez que investiga la actuación de Manzano ha citado a un ingeniero técnico llamado Antonio Muñoz que, el lunes, le envió un escrito en el que asegura que el 12 de marzo de 2004, cuando circulaba con su coche, «pudo observar delante de él un camión tipo trailer» que «portaba uno de los vagones objeto del atentado», y señala varios desguaces y una fundición como posibles destinos.
El tribunal del 11-M admitió que los vagones se destruyeron en los días inmediatamente posteriores a los ataques, y Renfe ya especificó en qué lugares lo llevó a cabo, aunque no aclaró si lo hizo por orden del juez. El Supremo criticó la «sorprendente» y «apresurada» desaparición de los trenes.
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