Hace algo más de un año Bruselas puso deberes a España para acelerar la salida de la crisis.
En unos días, el presidente rinde cuentas
Maribel Núñez / corresponsal en Bruselas. ABC.
La Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebrará en Bruselas el 23 y 24 de junio no es una más.
Sobre la mesa está nada menos que la aprobación de los Planes de Estabilidad de los Veintisiete, o lo que es lo mismo, los «deberes» que tienen que hacer cada uno de ellos para conseguir el objetivo de situar el déficit público por debajo del 3% del PIB o en 2013 en aras de lograr la consolidación presupuestaria.
Y, entre estos planes, está también el de España, sobre el que muchos tienen puesta la mirada por ser el país más grande de la Eurozona que tiene dificultades presupuestarias.
Y todo ello con el telón de fondo de la delicada situación en Grecia. Atenas necesita imperiosamente no sólo el quinto plazo de los 12.000 millones que le corresponderían a finales de este mes, también un segundo rescate al que se abrirá las puertas de forma voluntaria a la banca.
En el caso de España la medicina que Bruselas se ha recetado para lograr la consolidación presupuestaria tiene varios ejes:
*.- Impuestos «más eficientes».
En época de crisis, de disminución de la recaudación fiscal, la tentación de subir impuestos como el IVA, ha llamado a la puerta de la Comisión Europea, que no dudó en recomendar al Gobierno español esta medida ya que, según Bruselas, nuestro país sigue teniendo un IVA en la franja baja ya que tan sólo es del 18%, frente al 21% de Portugal e Irlanda o el 23% de Grecia, tres de los países junto con España que tienen mayor diferencial con el bono alemán. Esta primera recomendación fue finalmente «levantada» por el Ejecutivo comunitario después de que el España rechazara la medida por entender que supondría un retraimiento del consumo y, por tanto, un nuevo descenso de la actividad económica. En su lugar, Bruselas ha pedido a España que suba impuestos relacionados con el consumo y el medio ambiente, que mejore la eficiencia del sistema impositivo y cumpla los planes de consolidación fiscal.
*.- Cotizaciones sociales, de momento estables.
Este asunto también ha sido objeto de cambios esta semana ya que en un primer momento la recomendación del Ejecutivo comunitario fue rebajar las cotizaciones sociales que pagan los empresarios a la Seguridad Social. Los argumentos de Bruselas eran que los costes laborales unitarios han registrado un fuerte incremento desde los años 90, lo que se ha traducido en más inflación y una pérdida de competitividad para el conjunto de la economía española. Sin embargo tras la negociación este punto se ha retirado de las recomendaciones y ha sido sustituido por algo más genérico como la «mejora de la eficiencia del sistema fiscal». España ha ganado esta batalla alegando que la Seguridad Social y el sistema de pensiones se financian en buena medida con las cotizaciones y una reducción pondría en riesgo su sostenibilidad en un momento en que la propia UE ha exigido a España retrasar la edad de jubilación.
La receta de la CE ha sido defendida en España históricamente por la CEOE y numerosos economistas con los argumentos de que poner muchos impuestos al factor trabajo resta competitividad a la economía española.
*.- Comunidades autónomas, en el punto de mira.
Las regiones son uno de los epicentros de la lucha contra el déficit público emprendida por España. La Comisión Europea ha recomendado a nuestro país que tiene que obligar a las comunidades autónomas a tener un techo de gasto vinculante. La mayoría de las regiones, en base a la autonomía financiera que tienen garantizada por ley, se saltaron en 2010 el objetivo de déficit fijado en el 2,4% del PIB al cerrar con un desequilibrio medio de las cuentas públicas regionales del 2,8% del PIB, desviación que posteriormente no tuvo impacto en el conjunto del Estado al haber realizado éste un mayor esfuerzo de contención del gasto del previsto. En total nueve regiones superaron el límite del 2,4% fijado.
*.- Reformas, más vuelta de tuerca si son necesarias.
Y las reformas tampoco se escaparon de la receta de la Comisión Europea para España. La principal fue de nuevo la reforma laboral. Bruselas celebra los cambios puestos en marcha en las relaciones laborales en España pero pide al Gobierno que a finales de año, con lo que habrá pasado un año y medio desde que se aprobó la controvertida reforma laboral, haga evaluación de sus efectos y si éstos no han sido los esperados dé una nueva vuelta de tuerca a la legislación.
*.- Sistema de pensiones, revisiones periódicas.
La recomendación de la Comisión Europea para España es que se siga adelante con la propuesta de elevación progresiva de la edad de jubilación al tiempo que se aumente el número de años trabajados para el cálculo de las pensiones públicas. Además desde Bruselas se reclama al Ejecutivo de Zapatero que haga revisiones periódicas del sistema, con el objetivo de adaptarlo a los posibles cambios en materia de esperanza de vida, entre otros.
domingo, 19 de junio de 2011
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