Mientras en la calle
los manifestantes intentaban en vano acercarse al Congreso, dentro los
diputados asistían a un Pleno que se alargó hasta cerca de las 23.00 horas y al
que acudieron varios miembros del Gobierno, con Soraya Sáenz de Santamaría a la
cabeza, para apoyar la legitimidad democrática de las Cortes frente a las
pretensiones de los manifestantes de «ocupar» la Cámara Baja.
«La democracia tiene
que ejercerse sin presiones», dijo la vicepresidenta a la salida del Hemiciclo,
mientras ella y el resto de diputados trataban de averiguar si podían abandonar
el Congreso con tranquilidad.
Sáenz de Santamaría defendió que la Cámara Baja es
«inviolable», porque es el lugar que «representa la democracia» y que, además,
«ha costado mucho conseguir», informa M. Cruz.
Por su parte, el presidente del Congreso, Jesús Posada, se
mostró satisfecho por que el Pleno hubiera discurrido con normalidad, aunque
lamentó los incidentes que en esos momentos se estaban produciendo a escasos
metros de distancia. Mientras, medio millar de personas imitaron a los
'indignados' madrileños en Barcelona y se concentraron frente al Parlamento de
Cataluña, reclamando la dimisión de los diputados al grito de «culpables» y
abucheando a Artur Mas.
En Sevilla, 1.000 personas se concentraron ante el
Parlamento convocados por el Sindicato Andaluz de Trabajadores al grito de
«este Parlamento lo vamos a tomar»
No hay comentarios:
Publicar un comentario