Pura improvisación, mera incompetencia y egos desbordados.
Y que en el caso de Zapatero comienzan a revelarse como ego herido, agotamiento y extremadas dificultades para afrontar la dirección en los momentos más críticos.
Un drama y no una comedia, como la sátira de Armando Ianucci. Y que agrava los problemas, sobre todo para el país, pero también para su partido.
Porque un liderazgo en estas condiciones, errático, caprichoso e imprevisible, multiplica la incertidumbre.
Todas las teorías de las últimas semanas sobre las intenciones de Zapatero en torno a la candidatura electoral o a su relevo son meras apuestas en el aire.
Deseos de encontrar racionalidad a palabras y actos que no la tienen mayor que las del inepto y vanidoso ministro británico de «In the Loop» al que preguntan por la posible guerra y suelta lo primero que le viene a la cabeza: «Para el avión que va entre la niebla, la montaña es imprevisible, pero de pronto se convierte en algo muy real e imprevisible».
miércoles, 22 de diciembre de 2010
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