Lo había perdido, lo volví a recuperar por internet.
Sigo pensando que es interesante lo que dice:
"Pocos días después del 14-M, la ex ministra de Exteriores, Ana Palacio, de viaje por los Estados Unidos, tuvo ocasión de charlar distendidamente con Robert Kagan, columnista del Washington Post, miembro del Carnegie Endowment for International Peace y escritor de best-sellers, además de resuelto opositor a la presencia de tropas norteamericanas en Iraq.
En el curso de la conversación, el escritor relató a la Palacio una curiosa conversación que había mantenido con un destacado líder “europeo”, cuya nacionalidad no reveló, en torno a lo acontecido en Madrid el 11-M.
El argumento de Kagan era simple: El 11-S sirvió para unir a los norteamericanos, que ese día tomaron conciencia como nación de la existencia de una amenaza nueva y terrible a la que debían hacer frente unidos. El 11-S impulsó esa unidad.
Es evidente –prosiguió Kagan- que el 11-M ha sido el 11-S no sólo de España, sino de Europa, pero en Europa no ha unido nada, y sólo ha servido, a parte de para forzar un cambio de gobierno inesperado en España, para mandar el tratado de Niza al cubo de la basura. Niza se acabó tras el 11-M. ¿No os dais cuenta en Europa de la importancia de lo ocurrido?
Y entonces, en versión Kagan, el “líder europeo no identificado” respondió sin dudarlo: “Nada, nada, Europa sigue patrones distintos de los norteamericanos. Aquí hacemos las cosas de otra forma, y, además, una cosa te digo: España no ha sido ni será nunca un país importante en Europa...”.
Es decir, para Francia, España será siempre un país periférico, un país segundón, del montón, nunca una primera potencia, capaz de irritar con sus pretensiones la grandeur francesa. ¿A quién ha beneficiado la tragedia del 11-M?
En torno a las generales del 14-M existe una curiosa clave que, hasta el momento, nadie ha sacado a la luz: ¡El Gobierno Chirac era el único de toda la UE que creía en una victoria del PSOE...! El único que no creía que el PP fuera a revalidar victoria electoral. De hecho, ese sentimiento fue conocido y debatido por el Gobierno de Madrid, diantre, se preguntaban en Exteriores, ¿qué tipo de información está pasando el embajador francés en Madrid a su Gobierno para que en París crean eso? La situación llegó a ser tan llamativa que el asunto fue tratado entre Ana Palacio y José María Aznar.
Curiosamente, los alemanes pensaban lo contrario. El Gobierno Schröder daba por segura la victoria del PP, hasta el punto de que las negociaciones en torno a un posible acuerdo de futuro sobre el reparto de poder en la nueva Constitución europea estaban avanzandas. No así con París.
Más curiosidades: No se habían cumplido ni 24 horas de la victoria electoral del PSOE, y el señor Moratinos ya había dado oficialmente por muerto el tratado de Niza, objeto de la discrepancia. España había dejado de ser un problema para el reparto del poder en la nueva UE ampliada a 25. Francia había ganado la partida.
Viene todo ello a cuento de la sospecha que sigue aleteando en no pocos sobre la eventual participación de los servicios secretos franceses en los atentados del 11-M. Ángel Acebes decía ayer en estas páginas que “estaban tan despistados como nosotros”. Seguramente es una exageración sin fundamento atribuir a La Piscina una participación activa en la tragedia, pero, teniendo en cuenta su patronazgo sobre los servicios iraquíes, la pregunta es otra: ¿Sabían algo y no hicieron nada por impedirlo?
Y es que falta por saber quién fue el Mister X de los atentados del 11-M, el autor intelectual de tan formidable desastre, que difícilmente puede ser atribuido a la tribu de Lavapiés.
Es obvio que la comisión parlamentaria creada al efecto no despejará esa incógnita, ni seguramente entre en sus objetivos el hacerlo. Pero la pregunta seguirá viva hasta que hallemos una respuesta: ¿Quién fue el autor intelectual de unos atentados que cambiaron la política española, también la europea, e incluso la correlación mundial de fuerzas que combaten en Iraq?
Así vivió el embajador de EEUU los atentados del 11-M
Llamadas al despacho del rey Juan Carlos y de Aznar, conversaciones con Ana de Palacio, funcionarios que fueron testigos de la masacre, avisos de la Policía de coches sospechosos ‘patrullando’ por los alrededores. Así vivió la embajada de Estados Unidos en España la jornada del 11-M.
Es lo que cuentan los cables enviados a Washington, al departamento de Estado, desde la representación diplomática en Madrid.
Así aparece en los últimos papeles desclasificados por la red Wikileaks, documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial Digital.
En esos despachos confidenciales se comprueba el nivel de preocupación que hubo en la embajada el 11 de marzo de 2004 con motivo de los atentados terroristas contra trenes en la capital de España.
Semanas antes, los diplomáticos advertían de que fuentes policiales les habían confirmado su certeza de que ETA quería ‘aparecer’ en los días previos a las elecciones generales.
Ese 11 de marzo de 2004 se enviaron varios cables al Centro de Operaciones del Departamento de Estado, en Washington, informando de los atentados de Madrid.
-7:45 La primera comunicación se produce tan sólo 10 minutos después de la primera de las explosiones.
--A media mañana, se convocó una reunión de la EAC (siglas en inglés de Comité de Acción de Emergencias) de la embajada, presidida por el embajador.
--La primera medida fue hacer recuento de personal por si había alguna víctima. Tan sólo uno tuvo una experiencia cercana al atentado: “A un empleado le salpicó sangre cuando se encontraba en un intercambiador, pero se encuentra bien”.
--A la 13:00, el personal de la embajada se reúne para guardar un minuto de silencio. El embajador ordena que las banderas ondeen a media asta en Madrid y en el consulado de Barcelona.
--Mediodía: los responsables de seguridad de la embajada concluyen que hay que solicitar un refuerzo de efectivos policiales.
--Se envía a Washington un resumen completo de la situación: número de fallecidos, secuencia de acontecimientos. Los contactos policiales apuntan a la autoría de ETA.
--El embajador – George L. Argyros- llama al rey Juan Carlos para darle personalmente sus condolencias. También telefonea a Moncloa: el presidente Aznar no se pone, y deja el mensaje al personal de la Oficina de Presidencia.
--Conversación telefónica con la ministra de Exteriores, Ana de Palacio. Ésta le insiste en que insista a los medios informativos estadounidenses en que no utilicen la expresión “separatistas vascos” al hablar de ETA. “Ahora más que nunca, ETA debe ser llamada sólo con el nombre de terroristas”.
--16:15, el embajador reúne a todos los empleados de la plantilla para dar un mensaje de condolencia por el atentado e informar de las últimas novedades. Anuncia que ha suspendido su agenda.
-- 17 horas, el recuento de ciudadanos norteamericanos ha terminado: ninguno ha sido víctima del atentado.
--La Policía Nacional y la Guardia Civil se ponen en contacto con la embajada. Han detectado dos coches sospechosos ‘patrullando’ por los alrededores de la misión diplomática. Están investigando ambos vehículos.
ETA iba a actuar antes del 11-M
Con anterioridad, la embajada de Estados Unidos informó al departamento de Estado de que había posibilidad de atentados de ETA en vísperas de las elecciones generales del 14 de marzo.
Un telegrama fechado el 21 de febrero, titulado “Elecciones españolas: consideraciones sobre un ataque de ETA”, aseguraba lo siguiente:
--Contactos de la Policía española: están convencidos de que ETA atacará antes del 14 de marzo. Cita a Juan Hidalgo, consejero de la Secretaría de Estado de Seguridad, como fuente. Hay preocupación en el Gobierno por la tregua de ETA en Cataluña.
--Otros importantes miembros del PP, estrategas de su campaña y miembros del ministerio de Administraciones Públicas, consultados por la embajada, reafirmaban esa tesis.
--Según el análisis de la embajada, un ataque de ETA –“incluso uno importante”- “beneficiaría” al candidato Mariano Rajoy, que había sido ministro del Interior y había centrado su trabajo en la lucha contra ETA.
Días más tarde, la embajada de EEUU envió un cable a Washington informando de la detención de dos etarras que conducían una furgoneta cargada con 500 kilogramos de explosivo. Con estas informaciones:
--Es “la segunda mayor incautación de explosivos en los 35 años de ETA”.
--“Confirma” el interés de ETA –un “animal herido”- por atentar durante la campaña.
--El PP puede sacar rédito electoral de esta detención, por los vínculos del Partido Socialista de Cataluña con ERC, “partido que se reunió con ETA para conseguir un alto el fuego” en la región.
PP: los socialistas han manipulado el miedo.
Cables posteriores a las elecciones del 14 de marzo, elaborados por un consejero político de la embajada norteamericana, Kathleen Fitzpatrick, refieren conversaciones mantenidas por diplomáticos estadounidenses con “contactos del PP”. Resumen así el ambiente que se respiraba en Génova (sede nacional del Partido Popular) esos días:
-- El estado de ánimo en los círculos del PP es una mezcla entre el shock, el enfado, la depresión y la resignación.
-- Muchos en el PP creen que los socialistas y sus aliados han “manipulado” con fines electorales el miedo y la emoción que rodea los ataques terroristas del 11 de marzo.
--El secretario de Estado de Relaciones Parlamentarias, Ignacio Fernández, reconoció a fuentes diplomáticas, en conversación mantenida el 18 de marzo, que no se pondría en duda la validez de los comicios, porque eso supondría “socavar” las instituciones.
--Se analiza en clave de ‘error’ la declaración de culpabilidad de ETA realizada por el ministro Ángel Acebes, aunque el propio Fernández reconoce que era lo que apuntaban los informes de la Policía.
--Se destaca el papel del “influyente y pro PSOE” Grupo Prisa, que “alimentó las llamas” sobre la teoría de que el Gobierno ocultaba datos.
--“Duro golpe” sufrido por Aznar y su equipo en las elecciones, cuando la lucha contra el terrorismo “había sido el centro de su presidencia”.
La embajada colabora con la Policía.
Cables posteriores al 11-M describen el trabajo efectuado por la embajada de Estados Unidos para ayudar a la Policía Nacional a desentrañar los atentados.
Tal y como describe uno de ellos, fechado el 15 de marzo, la embajada recibió de la policía copias de las fotografías de posibles sospechosos de los ataques, en este caso ya en la línea de investigación de terrorismo islámico, para que su equipo de seguridad la cotejara con su lista de criminales internacionales.
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