The Economist arremete contra Zapatero por no reconocer la "crisis".
Los españoles se están dando cuenta tarde de los efectos de la crisis mientras siguen celebrando el título de la selección en la Eurocopa, sin ser conscientes de que la verdadera fiesta, la de una década de crecimiento, ha terminado, publica la revista The Economist.
Los españoles se están dando cuenta tarde de los efectos de la crisis mientras siguen celebrando el título de la selección en la Eurocopa, sin ser conscientes de que la verdadera fiesta, la de una década de crecimiento, ha terminado, publica la revista The Economist.
La publicación arremete en un editorial contra Zapatero por negarse a pronunciar la palabra "crisis" y no reducir el gasto público para combatir el frenazo de la actividad.
The Economist señala que, entre otras cosas, la pérdida de popularidad del jefe del Ejecutivo se debe a su negativa a usar la palabra crisis.
Ante la coyuntura económica reinante y la negativa del Gobierno a no recortar el gasto público, el editorial señala la privatización, el recorte en el número de burócratas y la congelación de sueldos de los funcionarios como alguna de las posibles medidas para compensar gastos.
La publicación recuerda la recomendación del Banco de España controlar el crecimiento de los sueldos y dar facilidades a las empresas para poder realizar despidos de un modo más barato, y apunta que Zapatero ya ha pedido a sindicatos y empleadores que empiecen a dialogar.
Ante este panorama, The Economist dice que Zapatero podría tener como soluciones más fáciles a su falta de popularidad ser más duro con las autonomías, especialmente con aquellas con tintes nacionalistas, y endurecer las medidas contra la inmigración con planes tales como impedir a los inmigrantes que se traigan a sus padres o hijos adultos, de modo que se desanime a nuevos inmigrantes a buscar un futuro mejor en España.
"Ser duro en inmigración podría ser una manera más fácil de mantener el nivel de popularidad en comparación con la promoción de reformas económicas no deseadas", concluye la revista económica.
The Economist señala que, entre otras cosas, la pérdida de popularidad del jefe del Ejecutivo se debe a su negativa a usar la palabra crisis.
Ante la coyuntura económica reinante y la negativa del Gobierno a no recortar el gasto público, el editorial señala la privatización, el recorte en el número de burócratas y la congelación de sueldos de los funcionarios como alguna de las posibles medidas para compensar gastos.
La publicación recuerda la recomendación del Banco de España controlar el crecimiento de los sueldos y dar facilidades a las empresas para poder realizar despidos de un modo más barato, y apunta que Zapatero ya ha pedido a sindicatos y empleadores que empiecen a dialogar.
Ante este panorama, The Economist dice que Zapatero podría tener como soluciones más fáciles a su falta de popularidad ser más duro con las autonomías, especialmente con aquellas con tintes nacionalistas, y endurecer las medidas contra la inmigración con planes tales como impedir a los inmigrantes que se traigan a sus padres o hijos adultos, de modo que se desanime a nuevos inmigrantes a buscar un futuro mejor en España.
"Ser duro en inmigración podría ser una manera más fácil de mantener el nivel de popularidad en comparación con la promoción de reformas económicas no deseadas", concluye la revista económica.
Zapatero descarta de plano una recesión
Promete en el Congreso "proteger" a los más débiles de una "coyuntura claramente adversa"
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asumió en el Congreso la responsabilidad del Gobierno en paliar las consecuencias de la "adversa" situación económica, aunque apuntó a "causas externas" como las principales culpables de la actual "coyuntura".
Promete en el Congreso "proteger" a los más débiles de una "coyuntura claramente adversa"
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asumió en el Congreso la responsabilidad del Gobierno en paliar las consecuencias de la "adversa" situación económica, aunque apuntó a "causas externas" como las principales culpables de la actual "coyuntura".
*.- Zapatero comprende los "difíciles momentos que viven las familias" con una llamada a la calma ante la marcha de la economía en los próximos meses.
*.- El presidente espera una "mayor debilidad" económica en los próximos meses, pero descartó tajantemente cualquier posibilidad de recesión (es decir, tasas de crecimiento negativas durante dos o más trimestres consecutivos).
*.- A su juicio, la economía creció alrededor del 2% en el segundo trimestre, frente al crecimiento del 2,7% de los tres primeros meses del año. Así, el PIB prácticamente se habría estancado de un trimestre a otro ya que su evolución estaría por debajo del 0,3%.
*.- El presidente recordó que el Gobierno ha aprobado desde el inicio de la legislatura hasta 47 medidas para hacer frente a "las dificultades", que dijo han movilizado 65.000 millones de euros. *.- De hecho, según el PSOE, las medidas adoptadas por el Gobierno español son las de mayor "calado" de toda la UE, aunque los partidos de la oposición creen que son insuficientes.
*.- Zapatero se escudó en que la subida de los precios del crudo y de las materias primas, que ha generado elevadas altas tasas de inflación, no depende del Gobierno y afecta a todos los países por igual.
*- Recordó que España tiene las manos atadas en materia de política monetaria aunque el Gobierno va a ayudar a las familias a hacer frente a su pérdida de renta disponible gracias a la medida de los 400 euros.
Gestión socialdemócrata
*.- Zapatero se comprometió a gestionar la crisis con principios socialdemocrátas, es decir, utilizando el margen del superávit "para proteger a los que se encuentren en una peor situación". *.- Insistió en que se reforzará la política de prestaciones sociales, mediante la elevación de las pensiones mínimas y del Salario Mínimo Interprofesional, el mantenimiento de la protección por desempleo y el incremento de las becas. No se tomará ninguna decisión en esta legislatura sin lograr el consenso con patronal y sindicatos y recordó que el diálogo social será uno de los principales instrumentos para cambiar el patrón de crecimiento.
*.- Zapatero se comprometió a gestionar la crisis con principios socialdemocrátas, es decir, utilizando el margen del superávit "para proteger a los que se encuentren en una peor situación". *.- Insistió en que se reforzará la política de prestaciones sociales, mediante la elevación de las pensiones mínimas y del Salario Mínimo Interprofesional, el mantenimiento de la protección por desempleo y el incremento de las becas. No se tomará ninguna decisión en esta legislatura sin lograr el consenso con patronal y sindicatos y recordó que el diálogo social será uno de los principales instrumentos para cambiar el patrón de crecimiento.
*.- Aseguró que tomará en consideración e incorporará aquellas propuestas económicas de los partidos de la oposición que puedan ser útiles.
Las muchas maneras de no decir crisis
El presidente evitó en todo momento usar la palabra crisis para referirse a la actual situación económica. Para ello, exhibió un arsenal de eufemismos. He aquí algunos de ellos:
El presidente evitó en todo momento usar la palabra crisis para referirse a la actual situación económica. Para ello, exhibió un arsenal de eufemismos. He aquí algunos de ellos:
*.- "Situación ciertamente difícil y complicada";
*.- "condiciones adversas";
*.- "una coyuntura económica claramente adversa";
*.- "brusca desaceleración";
*.- "deterioro del contexto económico";
*.- "ajuste"; "empeoramiento";
*.- "escenario de crecimiento debilitado";
*.- "periodo de serias dificultades";
*.- "debilidad del crecimiento económico";
*.- "difícil momento coyuntural";
*.- "empobrecimiento del conjunto de la sociedad";
*.- "gravedad de la situación";
*.- o "las cosas van claramente menos bien".
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