Este esquema, que proporciono a mis alumnos de Historia de España Contemporánea, lo pongo a disposición de quien pueda interesarle:
La España democrática, 1975-1990s (temario de PAU).- En este apartado se tratan tres temas estrechamente relacionados:
1.- La transición a la democracia.
2.- La Constitución de 1978 y el estado de las autonomías.
3.- La integración internacional: incorporación a la OTAN y a Europa.
1.- La Transición política:
Factores de la crisis del Régimen de Franco:
El régimen político establecido por Franco no podía sostenerse sin Franco y Franco se moría. A grandes rasgos existían tres posibilidades a su muerte:
*.- Continuidad del Régimen de Franco, pero sin éste: continuismo.
*.- Ruptura total con el Régimen e instauración de otro distinto.
*.- Reforma del Régimen para llegar a otro Régimen distinto.
Algunas normas jurídicas del régimen posibilitaban un cambio en el sistema político vigente. La Ley Orgánica del Estado otorgaba a Franco, con carácter vitalicio, “la suprema potestad de dictar normas jurídicas de carácter general” y “las funciones del gobierno”. Tales funciones, tras su muerte, deberían ser transferidas a las Cortes españolas y al Presidente del Gobierno. La monarquía restaurada, en la persona de Juan Carlos I, no tendría los poderes absolutos que tuvo Franco y debería estar sometida a las leyes del Régimen: no sería, por tanto, una monarquía constitucional y parlamentaria. Una monarquía de tales características no podía subsistir.
El propio Rey no deseaba el continuismo y, desaparecido Carrero Blanco (en un atentado terrorista) no había en dentro del régimen quien pudiera liderar su continuidad e imponerse al propio Rey.
España en 1975 era la décima potencia mundial y su estructura sociológica era parecida a la de los países europeos que tenían un régimen democrático (se había producido ya, por tanto, una transición económica y social que demandaba una transición política y hacía inviable la continuidad del Régimen sin más. España había salido del subdesarrollo económico y social ya demandaba salir de su subdesarrollo político.
Por otro lado, la caída del régimen salazarista de Portugal en 1974, las presiones de la Comunidad Europea y de los EE.UU. y la actitud de amplios sectores de la Iglesia, tras el concilio Vaticano II, y de los movimientos sociales y políticos, tanto como dentro como fuera de España, hacían inviable la pervivencia del franquismo.
Las alternativas a la muerte de Franco:
1.- Continuidad del sistema franquista: defendida por el “bunker” (los sectores más inmovilistas del franquismo en el que se integraban los principales dirigentes políticos del régimen, la mayor parte de los altos mandos militares, algunos grupos oligárquicos y los falangistas del Movimiento –el único partido del Régimen-).
2.- La ruptura y desaparición brusca del sistema franquista, posición defendida por la Junta Democrática.
3.- La Plataforma de Convergencia Democrática que, recordando lo ocurrido en Chile con el Presidente Allende, era partidaria de una ruptura pactada con los poderes fácticos.
4.- Una minoría de personalidades significativas del Régimen, encabezada por el propio Rey, que buscaba la reforma, en consonancia con los propuesto por los partidarios de la ruptura pactada.
Proceso de la Transición:
*.- Muerto Franco, fue confirmado como Presidente del primer Gobierno de la Monarquía Carlos Arias Navarro (que lo había sido en el último Gobierno de Franco), aunque en él se integraron personalidades de matiz reformista (Fraga, Areilza, Garrigues).
El Presidente Arias, excesivamente presionado por el búnker se inclino hacia un inmovilismo disfrazado de cambio. Con él era inviable la Transición.
*.- Para que la Reforma fuera posible era necesario desplazar del poder a los partidarios del inmovilismo.
Cumplido el tiempo del mandato del anterior Presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, fue nombrado para tal cargo a un antiguo profesor del Rey, Torcuato Fernández Miranda (que había sido Vicepresidente del Gobierno con Carrero Blanco).
Desde ese puesto Fernández Miranda sugirió al Rey el cómo de la reforma política desde la legalidad existente heredada del régimen de Franco. “Desde la ley existente, aprovechando las posibilidades que ofrecía, llegar a una nueva ley que supiera la superación del Régimen de Franco”.
Para ello era preciso que Arias Navarro quedase fuera del Gobierno. En un artículo de la revista Newsweek (19 de abril de 1976) que sintetizó una conversación mantenida con el Rey, se calificaba a Arias Navarro como un “desastre sin paliativos”. Se pretendía con ello que éste presentase su dimisión (las leyes del régimen de Franco establecían que el Rey no podía cesar al Presidente del Gobierno).
Dos meses después y en un despacho rutinario de Arias Navarro con el Rey, al manifestarle éste su descontento por la marcha de los asuntos del país, Arias presentó su dimisión, el Rey la aceptó en el acto.
Tras numerosas negociaciones, Fernández Miranda consiguió que el Consejo del Reino, en la terna preceptiva para la elección del nuevo Presidente de Gobierno por el Rey, se incluyó, en tercer lugar a Adolfo Suárez, que en aquel momento era Ministro Secretario General del Movimiento y que un mes antes había defendido en las Cortes franquistas la Ley sobre el derecho de asociación política que, aún con limitaciones, abría paso a los partidos políticos.
El 3 de julio de 1976 el Rey nombró Presidente del Gobierno a Suárez, su nombramiento fue mal visto por la oposición (debido a sus orígenes falangistas) y por los que, desde dentro del franquismo, preconizaban la Reforma. Al negarse estos últimos a formar parte de su Gobierno, Suárez se vio obligado a nombrar un Gobierno de segundones. Este gobierno concedió una primera amnistía (que afectó a unos 400 presos políticos) y nombró vicepresidente al general Gutiérrez Mellado.
Después, a propuesta de Suárez, se procedió a la discusión y aprobación por las Cortes, todavía franquistas, de la Ley de la Reforma Política. Ésta establecía el bicameralismo (los miembros del Congreso serían elegidos por representación proporcional y los del Senado por mayoría simple).
Aunque esta Ley suponía la desaparición de las mismas Cortes y del sistema político existente, fue aprobada por 429 votos a favor, 59 en contra y 13 abstenciones.
Siguiendo la legalidad franquista, para que esta Ley pudiese entrar en vigor era preciso que fuese aprobada por el pueblo español en Referéndum Nacional.
Convocado éste para el 15 de diciembre de 1976, la oposición pidió la abstención y los inmovilistas del franquismo el voto en contra. Sin embargo fue aprobada por una significativa mayoría (aunque las abstenciones fueron muy numerosas en Vizcaya, Guipúzcoa y Barcelona).
La Ley de Reforma obligaba al Gobierno a convocar elecciones generales, pero antes era preciso legalizar los partidos políticos y establecer la normativa electoral. En muy poco tiempo quedaron legalizados unos 150 partidos, aunque entre ellos no estaba el Partido Comunista de España por su presunta negativa a aceptar la monarquía, la bandera roja y gualda y por contar su legalización con la oposición de un amplio sector del Ejército.
Aceptado por todos el sistema electoral establecido, en marzo de 1977 y legalizado el PCE en un Sábado Santo (9 de abril de 1977), el 15 de abril se convocaron unas elecciones que se celebraron el 15 de junio de 1977.
En el intervalo hasta las elecciones:
*.- Se suprimieron los tribunales especiales (especialmente significativa fue la desaparición del Tribunal de Orden Público).
*.- Se legalizaron las centrales sindicales.
*.- Se concedió una segunda amnistía.
*.- Se establecieron con carácter provisional algunas instituciones autónómicas. como la Generalidad de Cataluña y las Juntas Generales de Vizcaya y Guipúzcoa.
Elecciones 1977.
Concurrieron a éstas:
*.- La UCD (conglomerado de partidos democristianos, socialdemócratas y liberales y alguno regionalista) liderada por Adolfo Suárez.
*.- Alianza Popular, encabezada por Manuel Fraga y en la que se integraron varios exministros de Franco.
*.- La Democracia Cristiana de Joaquín Ruiz-Jiménez y José María Gil Robles.
*.- Los socialistas divididos en tres candidaturas: PSOE histórico, PSOE reconstituido (Felipe González) y Partido Socialista Popular de Tierno Galván.
*.- El Partido Comunista de Santiago Carrillo.
*.- Otros partidos de extrema derecha, extrema izquierda y regionalistas.
Celebradas las elecciones (15 de junio de 1977) los resultados fueron los siguientes:
*.- Unión de Centro Democrático 166 escaños de 350.
*.- Partido Socialista Obrero Español 118.
*.- Partido Comunista de España 19.
*.- Alianza Popular 16.
*.- Convergencia Democrática de Cataluña 11.
*.- Partido Nacionalista Vasco 8.
*.- Partido Socialista Popular 6.
*.- Otros 6.
Con estos resultados, los sectores más ligados al franquismo (AP) y los partidarios de la ruptura (PCE) quedaron en minoría frente a los partidarios de la Reforma.
Adolfo Suárez formó un nuevo gobierno de UCD, aunque sin mayoría parlamentaria.
En Octubre de 1977 se firmaron los Pactos de la Moncloa.
Pretendían el saneamiento económico a través del equilibrio de la balanza exterior (se devaluó la peseta para favorecer las exportaciones) y la reducción de la inflación (reformas fiscales, financieras y laborales). En el aspecto político acordaron frenar la tensión interpartidista.
Constitución de 1978.
Aunque las nuevas Cortes no tenían carácter de Constituyentes, empezaron a trabajar en una nueva Constitución.
El Anteproyecto de Constitución fue elaborado por una ponencia integrada por tres representantes de UCD y uno por el PSOE, otro de AP, otro nacionalista catalán y otro del PCE. Se criticó la ausencia en tal ponencia de un representante del PNV. En su redacción se abandonaron posturas maximalistas para llegar a un consenso. Sin ser una Constitución que agradase en su totalidad a todos, todos veían en su texto algo que reflejaba sus ideas y sus aspiraciones.
Aprobada la Constitución por el Congreso y el Senado, fue sometida a referéndum el 6 de diciembre de 1978.
Con una abstención de un tercio de los votantes (en el País Vasco del 54%), el 87,8% de los votantes lo hicieron afirmativamente. Sancionada por el Rey entró en vigor el 29 de diciembre siguiente.
En la primera mitad de 1978 la España unitaria y centralista se configuró preautonómica. En octubre de 1979 se aprobaron los Estatutos catalán y vasco.
Se convocaron elecciones legislativas (marzo 1979) y luego elecciones municipales.
A finales de enero de 1981 Suárez presentó su dimisión al Rey.
El 23 de febrero siguiente se produjo el intento del golpe de Estado. Calvo Sotelo asumió la Presidencia del Gobierno.
La entrada de España en la OTAN se hizo efectiva en mayo de 1982, aunque con la abierta oposición de los partidos de izquierdas (el PSOE prometió que cuando llegase al Gobierno sometería a referéndum la permanencia de España en la OTAN).
Desaparecida UCD, y sin apenas significatividad del CDS (el nuevo partido de Suárez), el PSOE obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones del 28 de octubre de 1982.
En junio de 1985 se produjo la integración de España en la Comunidad Económica Europea.
lunes, 14 de abril de 2008
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1 comentario:
yeep, gracias!! al menos a mí me has salvado de un apuro :}
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